El día que me atreva a decirte que TE AMO (¡Disponible el TOMO 1 en Físico!)

El Reto

—¡Vaya! Viniste bastante puntual...—Astrid sonreía mientras veía a Jack aproximarse. Quedaron de verse en el área de atletismo del Campus Universitario.

—Habla ya, Astrid...No tengo todo el día.

—¿En serio crees que me vas a tratar así? Te sugiero que cambies esa actitud, no te gustaría molestarme...Por cierto quería entregarte esto —Astrid le dio a Jack en su mano un pequeño chip —Es para que conserves al menos tu número de teléfono, yo seguiré con el móvil, el chip me es indiferente.

—¡Oh! ¡Gracias Astrid! ¡Me emociona ver Lo Buena que eres! —Dijo Jack con sobrado sarcasmo.

—No me sorprende tu sarcasmo Jack. Por cierto, te sugiero que hables con Tu Profesor, realmente ha estado bastante insistente en contactarte, por eso le saque el chip al teléfono. ¿Qué le hiciste, Jack? Se ve que le dolió, ese hombre te ama...

—No es tu problema, Astrid...—respondió mientras caminaban juntos por el lugar.

—No me extraña que te hayas fijado en él, es realmente guapo; un poco mayor para ti, pero a quien no le gusta estar en la cama con alguien de experiencia...—Astrid disfrutaba molestar a Jack, este se sonrojaba notablemente por sus comentarios subidos de tono —Solo de imaginármelos a ustedes dos revolcándose juntos en una cama realmente me excita...

—¡Astrid! ¿En serio vamos hablar aquí de mi vida sexual?

—¡Ya!¡Ya! No me grites...Solo pensaba en voz alta. En serio Jack deberías verlo, no sé ¿No te parece que es peor que lo ignores?

—¿Qué? ¿Ahora te preocupas por mí?

—Sí, Jack..."Me preocupo por ti", me importas. Te diré algo: Ve y habla con él hoy, luego me cuentas que pasó. Yo te estaré llamando. ¡Ah! Y mi amiga quiere salir con tu roomate, así que pensaba que porque no nos reservas un sitio bonito a los cuatro y hacemos una salida doble mañana en la noche... ¡Tú Pagas! —Astrid le dio un beso a Jack en la boca y se despidió para ir entrar a su facultad. Jack solo respiró profundo pensando cuánto tiempo tendría que seguirla soportando.

Pero en el fondo Astrid tenía razón: Tenía que enfrentar a Miller. Estaba a punto de entrar a su clase y en cada paso que daba al gran salón su corazón latía muy aprisa.

Apenas entró al lugar sus miradas se cruzaron. Jack tuvo que desviar su mirada y enseguida buscó un lugar donde sentarse. Durante toda la clase no levantó la mirada, la mantuvo pegada a sus cuadernos. Luego llegó el momento en que todos se levantaban para salir y ya sería inevitable enfrentarlo.

—¡Olsen! —Miller tampoco tenía pensado dejarlo evadir la situación. Una vez que estuvieron a solas, Miller pudo descargarle parte de su enojo.

—Después de todo lo que hemos pasado, Jack ¿Esto es lo que me merezco? ¿Qué me ignores?

—Yo no te estoy ignorando...

—¿En serio? ¿No me estás ignorando? ¿Por quién me tomas? ¿Crees que soy un Imbécil o qué?

—¡Espera! Gabriel , lo siento, necesito hablar contigo...Pero no aquí, este no es el lugar.

—Te espero esta noche...Espero que no me falles en eso —Gabriel tomó su maletín y dejó a Jack allí parado en el salón. Pero al salir  se topó de frente en la entrada con Max, quien buscando a Jack presenció la discusión. Miller simplemente lo ignoró y le pasó por un costado saliendo del lugar. Pero Jack no pudo ocultar su nerviosismo de que Max hubiera presenciado la discusión entre él y Miller.

—Me puedes explicar, Jack ¿Qué demonios pasa contigo y el Profesor Maricon ese? ¿Qué tienes tú que ver con ese tipo? ¡Y no me vengas con esa basura de que es tu psiquiatra!