Mesa para Cuatro

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—Recuérdame por qué estoy haciendo esto...—Max terminaba de afeitarse y estaba arreglándose para la cita doble.

—¡Porque necesito que vengas! Astrid quiere que hoy salgamos los cuatro, quiere complacer a su amiga. Además ¿Qué tan malo puede ser? ¡Terminaremos teniendo sexo con dos chicas hermosas! ¡Y yo soy el pago!

—No, Jack...Tú no entiendes las reglas: ¡Nunca me acuesto más de tres veces con la misma chica! La cuarta vez ya se cree mi novia, quiere meterse en mi vida, se cree con derechos de exigirme fidelidad y otras tonterías, y espera que le dedique mi preciado "Tiempo"...¡No! Soy un hombre soltero, libre y sin ataduras ¡En mi pene no está escrito el nombre de nadie!

—¿Debo recordarte la infinidad de favores que me debes, Max? Sólo por esta vez. Rómpele el corazón mañana si quieres, pero trata de no ser un cretino esta noche ¡No quiero ver a Astrid enojada conmigo!

—¡Ves! ¡Allí está lo que te digo! Ya Astrid TE TIENE. ¿Qué necesidad tenías de enredarte con esa chica? ¡Ahora te domina! ¡Éramos tú y yo! ¡Dos Lobos Solitarios en un Campus lleno de lindas conejitas! Pero ahora Jack tiene novia, y tu pene tiene una etiqueta que dice "Astrid"...Igual iré y me comportaré. Pero mañana: "Adiós, Hermosa rubia de risa graciosa" "Max no quiere saber más nada de ti..."

Al menos era un gran alivio para Jack saber el corazón de Max se mantenía libre.

—¿Por qué lo hiciste? —preguntó Max.

—¿Hacer qué?

—¿Qué más? ¡Comprometerte con Astrid! ¡Ni siquiera estás enamorado de ella!

—Espera...¿Cómo sabes tú que siento por Astrid? Digo, ella es hermosa, sexi, creo que no piensa en otra cosa que no sea en sexo... y te puedo asegurar que en la cama...¡Uuufff! ¡Es muy buena!

—No sé, no es que seas la persona más abierta del mundo, pero sé que no sientes nada por ella—Max estaba aprendiendo a conocer a Jack.

—¡Sólo trata de comportarte esta noche! Es lo único que te pido.

—Bien ¡Ya estoy listo para la cita! —Max terminaba de darse unos últimos toques en su cabello y admirarse en el espejo.

—De verdad te ves muy bien esta noche...—comentó Jack mientras lo observaba terminar de arreglarse. Adoraba verlo así arreglado y perfumado como todo un "donjuán" universitario. Luego de ese comentario Max no pudo evitar mirar con extrañeza a Jack que  estaba absorto contemplándolo:

—¿Me estás coqueteando, Jack? ¡No soy un chico fácil!

Aunque Max sólo bromeaba con él, Jack se sonrojó avergonzado por casi haberse delatado de una manera tan tonta.

Una vez listos ambos bajaron al estacionamiento. El auto de Max que recientemente le habían devuelto tras unos ajustes era un Thunderbird convertible del 64 que su padre le regaló cuando cumplió los dieciséis. Era la cosa que más adoraba en el mundo..."La verdadera novia de Max"

—¡Dime que no se ve hermosa! ¡Ahora que estoy ganando bien puedo darle todo lo que se merece! —decía Max mientras besaba el capot del auto.

—¡Luego me acusas de tener un fetiche con mis libros! Solo espero que nos lleve y nos traiga sin desarmarse en el camino...

—¡No le hables así a mi "Thunderby"! Hieres sus sentimientos...

—¡Sólo saca el auto ya! No querrás hacer esperar a las damas —Dijo Jack mientras ocupaba el puesto de copiloto.

El día que me atreva a decirte que TE AMO (¡Disponible el TOMO 1 en Físico!)Where stories live. Discover now