7. Johan

131 17 2
                                    

─Cielo, ¿por qué te noto tan distraído? –con eso, Cam interrumpe mis pensamientos.

─Para nada Cam, solo estaba tratando de decidir qué libro estudiar la semana que viene con mis estudiantes –evito mirarla a los ojos.

─Mi querido Johan, a veces se te olvida que soy vieja, pero no ciega ni tonta.

─Claro que no lo eres, ¿Por qué dices eso?

─Pequeño, te conozco perfectamente bien desde que naciste y sé que algo está pasando dentro de esa cabecita. ¿Problemas con Ivette tal vez?

Siento unas ganas inmensas de poner los ojos en blanco, pero a la vez me hace gracia siempre que Cam le cambia el nombre a mi novia, que estoy seguro lo hace a propósito, ella tampoco la acepta, pero no me critica.

 ─Ivinne, nana, se llama Ivinne, no Ivette. Y no, no he tenido problemas, estoy mejor que bien con ella –trato de convencerme más a mí que a Cam.

─Entonces, ¿qué es? Sabes que puedes confiar en mi cielo.

─Lo sé nana, sabes perfectamente que eres la persona en que mas confío, pero es que ni yo mismo sé que me pasa.

Cam frunce el ceño, decido ser sincero así que continuo.

─Nana, te voy a contar una cosa pero tiene que ser un secreto solo de los dos, por favor.

─Me ofendes cielo, yo soy la persona más discreta cuando se trata de ti, pero, me estas asustando, ¿es algo malo?

─No nana, tranquila, bueno es un poco malo pero solo para mi... veras, hace unas semanas le pedí a una de mis alumnas que participara en clase y estuvo más que brillante. Como quede muy a gusto con su participación, la llame a mi oficina y le pedí que fuera mi asistente.

─Eso es normal y me alegra que le hayas pedido ser tu asistente, no puedes hacer tú solo el trabajo de la editorial, no veo nada mal.

La conversación era más que incomoda, porque era la primera vez que lo admitiría en voz alta.

─Cam, el problema es... –Dios, como digo esto... mejor ser directo –Ella me gusta.

Ya está. Lo dije. Estoy bastante seguro de que Cam dejo de respirar, porque no se mueve, ni siquiera parpadea. Estoy empezando a preocuparme.

Pero mi hermosa nana me sorprende cuando veo que en su rostro aparece una enorme sonrisa y luego empieza a reír, realmente fuerte.

─Sinceramente esa no era la reacción que esperaba –le digo secamente.

Espero pacientemente a que Cam termine de reírse.

Pasan quince minutos y ella sigue igual. Ahora me está haciendo dudar de su cordura.

Finalmente regresa a su estado normal.

─ ¿Puedo saber porque te ríes, si lo que te dije no es gracioso?

─Discúlpame mi niño, pero es que yo sabía que algún día tenías que recapacitar –la miro realmente confundido.

─ ¿De qué hablas?

─Sabía que pronto te darías cuenta de que Ingrid no es la mujer adecuada para ti. –resoplo.

─Nana, no me estas entendiendo. Me estoy volviendo loco, porque el que ella me guste está muy mal, es algo que no puede ser.

─ ¿Por qué? No me digas que está casada.

─Nana, tiene dieciocho años. Es prácticamente una niña.

Silencio.

─Bueno, eso sí que es raro, pero no veo porque está mal. Para el amor no hay edad mi niño. Mi difunto marido era seis años menor que yo y fuimos muy felices mientras Dios lo permitió. Si los dos se gustan no hay nada que les impida conocerse mejor y que sabemos, en un futuro tener una relación –estoy empezando a exasperarme.

─Camille, ella me gusta, pero no por eso quiere decir que yo le guste a ella. No te precipites a hablar de amor, es muy exagerado. Además eso me puede ocasionar problemas en la Universidad y lo más importante estoy siendo un imbécil al sentirme así, Ivinne no se lo merece.

─Oh cielo, no te trates así, tú no eres eso. Además Indira ni siquiera está aquí. Tú no puedes saber lo que ella está haciendo donde quiera que se encuentre.

─Por favor nana no hables mal de ella, yo sé que no sería capaz de traicionarme, me ama y yo prácticamente le estoy siendo infiel, con el pensamiento, pero aun así.

─Eso no es verdad cielo, en el corazón no se manda. Tienes que escucharlo, de eso depende tu felicidad.

─Tengo que olvidarme de esa niña por mi propia paz mental y por el bien de mi relación.

De repente su expresión se vuelve completamente seria.

─Johan, esta es tu vida y tu eres el que tiene que vivir con tus decisiones, pero piensa muy bien lo que vas a hacer, porque un solo error puede costarte tu felicidad.

─No te preocupes Cam, sé lo que estoy haciendo, así como también sé que esto es una simple atracción pasajera y la mujer de mi vida es Ivinne.

*************************************

Hola mis hermosos lectores <3

Lamento actualizar tan tarde, pero tengo depresión pos lectura así que...

¡Gracias por leer!

Sean generosos y denle clic a la estrellita :)

Comenten en gratis ;)

¡Nos leemos el próximo miércoles!

¡Besitos llenos de amor y labial sabor a fresa! :D

Mi Corazón en PalabrasWhere stories live. Discover now