Mi Corazón en Palabras

4. Allison

Necesito mi dosis de fresas del día. Si, lo sé soy rara, tengo como una especie de obsesión con esas pequeñas y hermosas frutas rojas que si no como una en todo el día mi mal humor salta a la superficie, Dios no lo permita. Me dirijo a la cafetería en busca de Alice. La encuentro en nuestra mesa, tecleando salvajemente en su móvil, me pregunto para quien será ese texto...

─Alice Michelle Hudson espero que ese texto no sea para quien estoy pensando –le digo mientras le lanzo una mirada asesina.

─ ¡Jesús, Ally, casi me matas de un infarto!

─ ¿Y bien? ¿Para quién es el texto?

─Mmm, para, mmm, ¿estás tratando de distraerme?

─ ¿Distraerte? ¿De qué?

─ ¡No te hagas la tonta! Sabes bien de que te estoy hablando, ¿para qué te cito el profesor? Y ¿Por qué tardaste tanto? Ayer te espere como por media hora y jamás te vi salir de esa oficina. Y esta mañana no pudimos hablar mucho, gracias a que tu adorable hermana se coló en mi auto.

─Fueron solo unos minutos no seas exagerada, por cierto gracias por dejarme tirada, tuve que buscar un taxi para poder ir a casa y pues nada, me ofreció trabajo como su asistente –digo como si nada, y por supuesto mi esplendida amiga se ha que dado con la boca abierta.

─ ¿Me estas tomando el pelo? –pregunta delicadamente casi para medio campus universitario.

─ ¿Podrías bajar la voz? ¡Estoy justo enfrente de ti no es necesario que grites! Y no, no te estoy tomando el pelo, es en serio me pidió que le ayude a realizar la síntesis de los nuevos escritos que envían a la editorial donde trabaja para ser publicados.

─ ¡No me lo puedo creer! ¿Vas a ser la asistente del sexy profesor de literatura? No sabes cuánto te envidio en estos momentos.

─Que te puedo decir, soy brillante ─digo con una mala imitación de chica superficial ─Pero ahora a lo que importa, ¿donde están mis pequeñas? ¡Estoy a punto de tener un ataque sino como una! –poniendo los ojos en blanco me señala el estacionamiento como la cosa más natural del mundo.

─ ¿No las has sacado? ¿Estás tratando de torturarme?

Corro como desquiciada hacia el auto de Alice, para rescatar a mis bebés de su encierro. Cuando las encuentro les dedico una mirada de veneración antes de explotar una en mi boca y... ¡Felicidad!

En venganza contra mi mejor amiga me como todas las fresas del recipiente y sonrío malvadamente, soy toda una villana.

─ ¡Hija de la mala vida! ¡Te las comiste todas!

─ ¡Claro que sí! Eran mías.

─ ¡Pero estaban en mi auto al menos podrías haberme compartido una! ¡Tengo hambre y ahora no tengo nada!

─Honey, de sobra sabes que no me gusta compartir a mis bebés. Y con lo otro, ups lo siento, pero puedes comprar algo –le digo con mi sonrisa más inocente.

─Sabes, a veces me dan ganas de asesinarte y lanzar tu cadáver al mar.

─ ¡Yo también te amo mi vida!

─Lo que sea –pone los ojos en blanco ─Oye, ¿qué te parece si vamos de compras esta tarde? Tengo una cit... ─se calla abruptamente.

─ ¡¿Tienes una que!? ─creo que mis ojos salieron un momento de mi cabeza– ¿Estás loca? Por lo que más quieras dime que no es con el idiota de Gabriel...

─Ammm, lo siento, pero es que me dijo que está dispuesto a cambiar y me trata muy dulce...

─Alice, ¿recuerdas cuántos años has estado con Gabriel? –con una descarada mueca de fastidio asiente –Muy bien, ahora, ya recuerdas ¿cuántas veces a lo largo de los años, no meses, ni semanas, años, ese individuo te ha dicho exactamente lo mismo?

─Ally, ya lo sé pero es que ya sabes que yo lo am...

─NI SE TE OCURRA DECIR LA PALABRA CON «A» –respiro profundamente para calmarme ─Honey, sabes de sobra que él no es bueno para ti, el te ha hecho mucho daño, no te digo que vayas a dejar de amarlo de la noche a la mañana, solo que si lo sigues viendo jamás vas a poder olvidarlo, por favor Lice, no salgas con él de nuevo.

─Sabes perfectamente que no puedo contradecirte cuando me pones cara de cachorrito y me dices Lice, te amo sabes, no sé qué haría sin ti, mi pequeña Ally, gracias por hacerme entrar en razón –me sonríe tan dulce que creo que lloraré.

─Para eso estamos, para eso somos las mejores amigas desde siempre, yo también te amo, mucho.

Sé que nos miran como si fuéramos extraterrestres, pero no me importa, Alice ha sido mi amiga desde que yo tenía dos años y ella cinco, somos vecinas, nuestras casas están justo una al lado de la otra.

Según mamá un día se acerco a nuestro jardín donde yo lloraba porque mi terrorífica hermana de siete años me había empujado para que cayera en un charco, y Alice se acerco muy tranquila diciéndole a mi hermana que era muy fea por ser mala y a mí me ayudo a levantar y me dijo: "No te preocupes aquí estoy yo para defenderte, desde ahora tú serás mi hermanita bebé y no dejare que esa bruja mala te haga daño".

Desde ese día hemos sido inseparables, es por eso que no me importa demostrar mi amor por ella, porque en todos estos años ha sido mi amiga, mi confidente, mi defensora, mi hermana del alma y espero que lo sigamos siendo hasta que seamos muy viejitas.

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¡Gracias por leer!

Sorry por actualizar tan tarde, ¡la culpa es de wattpad! Estaba todo raro.

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¡Nos leemos el próximo miércoles!

¡Besitos!