1. Johan

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Aún no me acostumbro a despertar temprano.

Llevo un mes como profesor de literatura en la Universidad "Proud of the future" Empleo que cada día que pasa me gusta más pero cuyo horario detesto.

Como privilegio de ser el mejor de mi generación, luego de graduarme, inmediatamente fui contratado por la editorial más importante del estado. Hasta que a finales del año pasado me llego la oferta de trabajar como profesor en dicha Universidad, reto que asumí para ampliar mis horizontes y compartir mi pasión por la lectura, y que mejor que con jóvenes con la misma pasión.

Está resultando una experiencia bastante agradable porque puedo transmitir todos mis años de esfuerzo a través de la enseñanza. Es algo refrescante saber que aún quedan jóvenes que valoran la lectura.

Aunque también tiene sus partes malas, como por ejemplo, tengo un poco descuidado mi trabajo en la editorial y lo más importante a la dueña de mi corazón.

Ella es una rubia espectacular, con curvas asesinas y una intensa mirada verde. Mi madre no acepta mi relación con ella, porque la acusa de ser superficial y vacía. Ella no la conoce como yo. Solo es una mujer hermosa que se preocupa por su aspecto y que me ama por supuesto.

Desde hace un par de meses se mudo a Italia, para hacer un curso de posgrado en Historia del Arte, la extraño como un loco, pero comprendo que ella tiene sus propias aspiraciones y no soy nadie para impedirle que cumpla sus sueños.

Ayer por la noche, mientras planeaba la conferencia de hoy, tuvimos una video llamada, que me dejo como siempre con una sonrisa estúpida en la cara y me hizo dormir como un bebé.

Pero es tiempo de volver a la realidad.

Inicie el curso con Literatura Hispanoamericana, para que mis estudiantes estuvieran más cómodos, comenzando este viaje, con escritores de nuestro idioma. Escogí al gran Gabriel García Márquez porque en lo personal, es uno de mis escritores favoritos. La obra que estudiamos esta semana es "'Crónica de una muerte anunciada" y estoy realmente emocionado, deseando escuchar, las diferentes opiniones de mis estudiantes.

Rápidamente me dirijo a la ducha para despejarme del sueño que aún quiere atarme a mi cama.

Luego de vestirme, paso las manos por mi cabello, me doy un vistazo en el espejo y me dirijo a la cocina donde Camille, mi nana, siempre me espera con una buena taza de café.

−Buenos días Cam, te ves muy bien hoy −expreso alegremente y le doy un beso en la frente.

−Si no te conociera desde que estabas en pañales, diría que estas burlándote de esta pobre anciana.

−Tonterías Cam, aún eres una mujer joven y muy hermosa.

−Mi niño, tengo sesenta años, no soy ninguna jovencita, tu si eres hermoso cielo, apuesto a que más de una muchachita, alumna tuya babea por ti.

−Oh nana, no digas eso ni en broma, porque eso puede crear un mal entendido y puedo perder mi trabajo.

Me estremezco solo de pensarlo.

−Dios no lo quiera hijo.

−Bueno, me voy que llego tarde, nos vemos en la noche −beso su mejilla −Te quiero.

−Que tengas un buen día cielo, yo también te quiero.

Ya en mi auto, Muse, me acompaña en mi viaje de treinta minutos.

Llego a la universidad, quince minutos antes, para poder marcar mi ingreso y acomodar mis cosas antes de iniciar la primera conferencia del día.

Mi Corazón en PalabrasWhere stories live. Discover now