epílogo / rompeolas

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no sabía si subir esto como un one-shot por sí sólo o como parte de esta historia... pero al final ha ganado lo segundo... inspirado en el maravilloso single de mi martin, que tiene más talento del que le cabe dentro


...


Cuando despierta, tarda unos segundos en darse cuenta de dónde está. Su cabeza sigue cubierta por la sombra que proyecta el parasol, pero el resto de su cuerpo está totalmente expuesto a la luz y el calor.

    Puede notar como el sudor hace que su piel se pegue lastimosamente contra el tejido de la toalla sobre la que está tumbado, haciendo aún menos apetecible el moverse. Sus dedos se hunden en la arena, cuya temperatura ha aumentado considerablemente desde que se durmió.

    Hay música sonando de fondo, una canción que no reconoce. Alguna mierda indie de las de Martin, acaba pensando. Consigue entreabrir un ojo, con la mejilla todavía aplastada contra la arena.

    Martin está a su lado, en la toalla azul que lleva arrastrando consigo todo el verano, con un libro abierto frente a él y la cabeza apoyada sobre su mano. Su pelo está más revuelto que de costumbre, si eso es posible, aplastado de manera cómica contra su frente, efecto claro de un último chapuzón en el mar.

    Tararea suavemente la melodía de la canción, sin despegar la vista del libro. Juanjo puede ver sus ojos moverse a través de las gafas de sol que enmarcan su cara. Se guarda la escena para sí.

    Martin tumbado, inconsciente de la mirada sobre él, con la expresión relajada, estirado, leyendo, ocupando cada espacio de su mente, distraído, despeinado, quemado... Martin. Martin en la arena, en la toalla.

    Es una visión recurrente, la del chico frente a él. Aún así, no puede apartar la mirada. De su silueta enmarcada por la luz del sol, de cómo se equivoca con la letra de la canción, de la delicadeza con la que pasa las páginas, de sus labios resecos por la sal. De cómo, cuando inevitablemente sus ojos conectan, reflejan lo mismo que siente Juanjo por dentro; Ojalá quedarnos en este momento el resto de nuestra vida.

    "Empezaba a pensar que no te ibas a despertar nunca." Dice, cerrando el libro y apartándolo, acabando con la distancia entre sus cuerpos, dando un beso en su hombro desnudo. "¿Quieres dormir más?"

    Es un susurro contra su oído, como si alguien pudiera oírlos en la cala desierta en la que se encuentran. Niega a modo de respuesta, todavía demasiado adormilado como para emitir una contestación verbal. Instintivamente, su brazo se estira sobre la cintura de Martin, acercándose hasta que se encuentra totalmente sobre su toalla.

    "¿Quieres que comamos algo?" Vuelve a preguntar, con su mejilla apoyada en la espalda de Juanjo, mientras que éste esconde su rostro en el hueco entre su cuello y la arena.

    "Sí." La voz le sale ronca, lo cual provoca una risa en el chico. "Pero no me voy a mover."

    "Pues eso puede ser un problema, amor." Contesta Martin, irguiéndose hasta volver a estar sentado en la toalla, pasando su mano por la espalda de Juanjo. Las caricias hacen que su piel se erice. Un bufido se escapa de su boca, volviendo a cerrar los ojos, rehuyendo del sol.

    "Es que no me puedo mover." Acaba diciendo, mientras Martin continúa con las caricias por su espalda. "Estoy demasiado a gusto. Voy a tener que morir aquí."

    El vasco vuelve a dar una risa floja, pellizcando su piel a modo de protesta por su afirmación.

    "¿No tienes calor?" Pregunta Martin. Juanjo vuelve a abrir la mirada, elevándose un poco de la arena, utilizando sus codos a modo de soporte. Sus ojos se encuentran con los de su novio, que se ha quitado las gafas y ahora reposan sobre la coronilla de su cabeza.

to the stars and backWhere stories live. Discover now