to the stars and back

Décimo

chicas no sé cómo lleváis el postot, yo mal, pero os dejo este capitulito para amenizar el rato!!

...

    "No voy." Dice Juanjo, interrumpiendo en la habitación de Álvaro. La hora en su móvil marca las diez de la noche, lo cual implica que en nada empezarán a llegar sus amigos a casa. Su amigo lo mira desde el tocador, una ceja levantada, como cuestionando su salud mental. Juanjo también se la cuestiona.

    "Amor, como no vas a ir, si es en nuestra casa." La rotundidad de la frase no ayuda a aliviar los nervios que le carcomen por dentro.

    "Pues me encierro en la habitación y no salgo. Me la pela." Se gira, saliendo del cuarto, un poco mortificado por la rabieta. "¡Me la pela todo Dios, a tomar por culo ya!"

    Álvaro le sigue, riendo detrás de él, mientras ambos se dirigen a la cocina, donde Juanjo acaba decidiendo que no es demasiado pronto como para hacerse el primer cubata de la noche.

    "Ay, por favor, pero si salimos de fiesta cada dos minutos, qué mosca te pica ahora." Lo dice en un tono tan excesivamente irónico, que Juanjo se plantea tirarle el vaso a la cabeza. Los dos saben qué pasa, aunque ninguno lo diga en voz alta.

    Martin es lo que pasa.

    Martin en su casa, Martin en Halloween, Martin borracho, Martin de fiesta, Martin en la misma habitación que él.

    Martin, Martin, Martin.

    "No me pasa una mierda, sólo que no quiero tener que aguantar a nadie en mi puta casa." Juanjo da un sorbo del cubata, es ron del malo, pero el picor que siente en la garganta al tragar, casi supone un alivio. "Y que no me ha quedado bien el maquillaje este."

    "Pues ven, amor, que al menos eso lo puedo solucionar." Álvaro tira de su brazo, guiándole a la habitación de nuevo, robando un sorbo de su cubata. "La verdad que el rollito que me llevas es más mapache herido que smokey eye sexy..."

    "Vete a tomar por culo, cabronazo." Aún así, Juanjo se sienta en la cama de su amigo, esperando a que arregle el maquillaje de sus ojos. Si alguien le preguntara de qué va disfrazado, no sabría responder. ¿Gótico? El caso es que se ha limitado a vestirse todo de negro, tomándole prestada una de las camisetas con transparencias que tanto le gustan a Álvaro. Se ha comprado una máscara de éstas de la purga en caso de que el maquillaje no termine por convencerle.

    "Eres más quejica... Estate quieto que te voy a acabar metiendo el lápiz en un ojo." Juanjo se esfuerza por mantenerse estático, mientras su amigo contínua arreglándolo.

    Justo cuando Álvaro anuncia que ha terminado, suena el timbre de su piso. Los nervios asentándose en su estómago definitivamente mientras le da un trago a la copa.

    "Voy yo." Se levanta de la cama, sin darle tiempo a Álvaro a refutar. Cuando alcanza la entrada, da un par de respiraciones, calmándose antes de abrir la puerta. Sin embargo, quien aparece al otro lado son Bea y Paul, sosteniendo cada uno su alcohol. No puede evitar decepcionarse un poco. "¡Álvaro, han venido tu novio y tu novia!"

    "Hola a ti también, mi querido mejor amigo..." Le dice Bea, riendo y entrando al piso, con Paul siguiéndola por detrás.

    "Si, si, os quiero mucho, pasad que cierre de una vez." Álvaro ya los está esperando en el salón, con la música puesta y su propio cubata en la mano. Se lanza enseguida a los brazos de Bea, aunque esa misma mañana ya habían desayunado los tres juntos. Cuando llega el momento de saludar a Paul, le da un abrazo mucho más cuidadosamente. Juanjo hace un apunte mental de preguntar qué cojones está pasando ahí. "Bueno, ¿fiesta?"