Everyone is looking her - KIVI

13. Despechá

-Chiara, ¿dónde vamos? -Preguntaba Ruslana mientras era arrastrada de la mano de Chiara a pasos agigantados. Chiara no respondía.

Chiara se dirigió a la puerta de emergencias y salió por ahí de la mano de Ruslana. Una vez ambas fuera, no tardó ni un segundo en soltarle la mano que la agarraba para con la misma mano empujarla contra la pared. Ruslana terminó pegada fuertemente a la pared, con ambas manos rozando en su totalidad ésta. Se quedó mirándola con los ojos muy abiertos.

Chiara no tardó ni dos segundos en agarrarla del cuello con una mano y besarla. Ruslana la separó un segundo, volvió a mirarla con los ojos muy abiertos, y, tras ello, la agarró del cuello también y empezó a besarla.

La intensidad que irradiaban esos besos traspasaba la zona en la que estaban. Hasta el punto de que se escuchaban desde dentro de la zona de la fiesta.

Violeta se quedó detrás de la puerta de emergencia, que se quedó entrecerrada. Las lágrimas le desbordaron los ojos nuevamente.

Violeta no se movió en ningún momento. Quería escuchar cada uno de los besos que se daban, de las risas que cortaban los besos que daba la persona de la que estaba enamorada a alguien que no era ella. Decidió que era su forma de torturarse. Me lo merezco, se repetía una y otra vez.

-¿Y si nos vamos de esta aburrida fiesta? -propuso Ruslana con una sonrisa pícara.

-Of course. ¿Qué propones?

-Ahora verás. -le guiñó un ojo.

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Denna encontró a Violeta llorando detrás de la misma puerta donde había escuchado el mayor temor que tenía. Se acercó y se sentó a su lado, sin decir nada.

-La he perdido -levantó levemente la cabeza. Apenas se podía distinguir el color de sus ojos de tanta tristeza brotando de ellos.

-Vio, tomaste una decisión. Ahora debes ser consecuente con ella. Pero tienes que tranquilizarte, ella estará bien, y tú también lo estarás. Solo necesitáis tiempo para olvidaros.

Violeta abrió los brazos reclamando un abrazo de su amiga. Fue lo más cerca que estuvo de sentir un poco de confort.

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Chiara y Ruslana abrieron la puerta de la habitación del hotel sin tan siquiera mirarla, pues no se dejaron de besar en todo el momento.

Entre besos mientras ambas estaban de pie, Ruslana decidió recogerse el pelo (cualquier sáfica entenderá esto perfectamente), se quitó la camiseta tan incómoda que llevaba, Chiara le besó el cuello y la lanzó de espaldas a la cama. 

Y fue ahí. Ese pelo pelirrojo recogido. Eso le bastó para sacar todas las ganas que tenía dentro, aunque fuera con la pelirroja equivocada.

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-No soy un perro pero: guau. -dijo Ruslana. Ambas sacaron la cabeza de debajo de las sábanas-. Ha sido increíble.

-¿Sabes eso de "para hacer bien el amor hay que venir al sur"? Lo inventaron los escoceses -le guiñó un ojo.

-¿Sabes que no tengo ni bachillerato, verdad? Lo más cerca que estoy de una integración con el mapa-mundi es cuando hay Eurovisión.

-Era una broma, es porque Escocia está arriba de Reino Unido.

-Estar arriba tampoco se te da mal.

-Shut up -puso su mano en la boca de la ucraniana. Suspiró y cambió de postura, para mirar cara a cara a Ruslana-. Oye, en cuanto a lo que ha pasado...

-Lo sé. Estás enamorada de Violeta. Y yo solo tenía mucha tensión sexual acumulada. Quiero que sigamos estando como siempre.

-Yo también lo quiero. Me alivia que me digas eso.

-Pero eso no quita que te haya echado un k i k i.

-RUSLANA

-¿Esa intensidad sexual te la dio la experiencia con las cuarenta mil menorquinas?

-Que te calles.

-Cállame -le puso morritos.

-Dios. Ahora vas a ser insoportable.

-Bueno. Aquí estoy. ¿Cuáles eran tus otros dos deseos?

Chiara le tiró los cojines a la cara y se fue al baño entre risas.

-¡No te olvides de lavarte el pelo! -sentenció la ucraniana.

Siendo ya mediodía, mientras la morena se preparaba para ir a comer con todos sus compañeros, Ruslana también lo hacía para ir a hacer promo de finalistas. Ambas se arreglaban y se pintaban juntas. Grabaron un vídeo que subieron a redes sociales siendo simplemente ellas.

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-Contigo tiene un tiktok conmigo tiene una canción y se hará un tatuaje. No hace falta subir tiktok -Despotricaba Violeta desde la cama de Denna, esperando a que ésta terminara de arreglarse.

-Ando despechá, alocá -tatareó la rubia, burlándose de la amiga.

-¿Yo? Para nada. Me da igual. No me importa. ¿Que a mí me va a importar? Vamos, no puede importarme menos.

-¿A quién pretendes engañar? -dijo mientras se pintaba los labios.

-A mi subconsciente. A ver si la saco ya de mi cabeza que voy a tener que empezar a cobrarle alquiler.

-Pues entonces te apoyo. No te importa. Jamás te ha importado. No puede importarte menos, amiga.

-¿Pero sabes qué es lo peor? Que mi pelirrojo es mejor. Que soy más lista -cogió un cojín y lo golpeó contra la cama-, más mayor -lo volvió a hacer-, más simpática -una vez más- y más alta -terminó lanzando el cojín-.

Denna abrió los ojos y sorprendida dejó de pintarse -amore... a ver cómo te lo digo...

-Sí soy más alta. Y punto.

-Vale. Eres más alta.

-Así me gusta. Sin faltar a la verdad. -puso cara de despecho y volvió a coger el móvil para volver a ver el vídeo. Es que está guapísima me cago en mi santa vida.

Arregladas ambas, se dispusieron a salir a un reencuentro cuanto menos interesante.