Hell's Heaven [Radioapple] [Omegaverse] [M-preg]

Capítulo 3.

Adv. Temas sensibles leves.

El dolor de la mentira pesaba en su corazón, Charlie estaba apenas asimilando que Vaggie, su novia y confidente, le había mentido.

No había querido hablar con ella cuando volvieron al infierno, así que entendiéndola, Vaggie le había dado su espacio.

Claro que ninguna de las dos contó con apenas entrar al hotel ver una escena del crimen.

Había pintas de sangre por el suelo que conducían a una habitación. Entraron y Charlie tuvo que taparse los ojos e inevitablemente refugiarse en Vaggie quien la protegió sacando su lanza.

Aquel lugar tenía varias partes destrozadas, la madera rota, cosas caídas como si se hubiera dado una pelea, pero lo más impactante era como todo el lugar estaba llena de sangre, específicamente una roja y otra amarilla.

Charlie sabía que la sangre amarilla pertenecía a su papá y por ello estaba asustada de pensar que había peleado con Alastor. Pero lo que le causaba duda era porque la sangre de su padre era más abundante que la roja que seguramente sería de Alastor.

Salieron del lugar siguiendo las manchas de sangre, estaban casi por todo el hotel y eso le ponía los pelos de punta.

Como sospechó, la sangre terminaba en la habitación de Alastor, que extrañamente la puerta estaba cerrada con símbolos y un aura verde que amenazaba con solo mirarla.

Charlie ya enojada desde antes se acercó y golpeó la puerta con dureza.

—¡ALASTOR!

El olor usualmente putrefacto que solía venir de la habitación de Alastor por los cadáveres de animales que tenía, no estaba, de hecho parecía que los aromas estaban restringidos.

—Charlie, no creo que-

—¡Abre la puerta, ahora!

Los golpes continuaron, Vaggie no tenía voz ni voto en la molestia de Charlie, así que no podía calmarla, al menos no había nadie en el hotel todavía y podría limpiar el desastre antes que existieran preguntas.

La puerta pareció abrirse un poco, en medio de la oscuridad aparecieron unos ojos rojos brillantes que miraron fijamente a Charlie.

Rápidamente un aroma fuerte la tumbó como si hubiera sido un golpe real, el aroma dictaba dominancia y control, como un área dominada por Alastor que no debía ser perturbada.

Charlie estaba asustada, podría tener casi el nivel de poder que su padre, pero en dominancia entre alfas, a ella le faltaba muchísimo, por lo que sentir a piel directa ese tipo de amenaza, se sentía vulnerable.

Su madre nunca había sido así con ella, de hecho cuando su padre entraba en celo, su madre nunca se portó territorial con ella y le dejaba entrar en la habitación cuando Lucifer tenía sus momentos lúcidos.