Hell's Heaven [Radioapple] [Omegaverse] [M-preg]

Capítulo 15.

N/A: Por favor, leer las notas finales, son importantes para el futuro del fic y ciertos detalles para aclarar en cuanto a la trama.

PD: Actualización temprana por los 100 seguidores :D <3

¡MUCHAS GRACIAS!

Alastor dio un suspiro poniendo su mano en su frente, Lucifer ladeó la cabeza con una expresión molesta por la interrupción.

—¿Qué haces aquí?

Con suavidad se giró dándole la espalda para continuar trabajando en el patito que tenía en la mano.

Alastor lo miró y luego a la habitación, todo estaba lleno de patitos de diferente tipo, forma y accesorios, asi que mientras los miraba se fue acercando.

—Curiosidad.

Lucifer rodó los ojos y continuó haciéndo lo que le correspondía.

—Es un interesante pasatiempo, no creí que al rey del infierno le interesara esos animales tan... singulares.

Lucifer miró al patito en su mano, era lo que se denominaría tierno, algo único y una obsesióm clara. Pero no podía dejarla, el animal existía en la Tierra y había sido nombrada por Lilith.

Era preciado para él.

Pero también recordaba que la misma idea lo había ofrecido al cielo.

"Será una ave que puede caminar, pero también nadar, no se puede mojar porque- "

"Lucifer, no vamos a poner esa cosa en la Tierra"

"Pero, es muy bonito, será amarillo y luego le saldrán plumas de colores, también hacen un sonido que- "

"No insistas, deja de interrumpir con tus ideas locas, el plan de Dios es perfecto, no un juego."

"Pero no estoy jugando..."

"Mierda, Lucifer, solo cállate y deja de interrumpir"

Lucifer frunció el ceño mirando hacia un lado, recordaba haber hecho con su magia lo que era un pato, haber jugado con él y ver como la corte se burlaba de él por ser infantil y otros molestarse por crear algo sin permiso, desobedeciendo una de las mil normas.

Lo habían castigado por ello y habían exterminado su creación frente a sus ojos.

Sus manos se apretaron y tomó el pato a medio construir para lanzárselo a Alastor con furia.

—Si viniste a molestarme, no es el momento, ¡largo!

Alastor tomó con su mano el pato lanzado y lo sostuvo en su palma con tranquilidad.

—No me mal interprete, majestad. Vivía cerca de un lago, había muchos de estos curiosos animales cerca.

Chasqueó los dedos y en su mano apareció un corbatín pequeño, con suavidad se lo puso al patito a medio construir.