Contracorriente
Te dejé ir.
Eran demasiadas piedras
en el camino,
mis tobillos estaban rasgados
y mi cuerpo, cansado.
Fueron muchas tormentas
en tan poco tiempo
y yo siempre tuve miedo a los truenos.
Aquella vez, un relámpago
sordo y feroz
me intervino diciendo
que dejara de marchar
contra la corriente.
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Epifanías
PoetrySe hace de noche, nadie lo nota. Antes de caer dormida, ella plasma en una hoja su último pensamiento. Disfruten la función.