Epifanías

32

Nostalgia

a veces quiero erradicarte
y hacer de mis horas
horas más apacibles,
sin fantasmas ni nubarrones,
sin estupores inesperados
ni tormentos infundados,
sin sueños diurnos
que me persiguen por los rincones
y me toman por sorpresa,
disfrazados de sombras tétricas
en plena luz del sol.
No quiero que me falte el aire
por correr demasiado,
una y otra vez,
sobre las mismas calles
desiertas y frondosas
de un laberinto sin fin.
Solo deseo centrarme,
mantenerme firme y de pie
sobre la solidez que ofrece
el aire de hoy.
No hay mucho más por hacer,
simplemente decirme a mi misma
que en este instante
allá arriba,
lejos,
en lo alto,
el cielo está justo en su lugar,
la nieve existe ahora
en alguna parte del planeta,
y que mañana será un nuevo día.
Alguien una vez me lo dijo;
esto también pasará.