Todo pasa por una razón.
Lo que vivimos fue algo intenso y eufórico.
Un amor hecho de pólvora,
de esos que se asoman despacio
y despacio estallan y te arrastran.
Lo nuestro fue un amor desorientado
que lo intentó todo pero no pudo.
Contra viento y marea.
A capa y espada.
Luchó por no desaparecer y acabó volviéndose humo.
De la tierra venimos y a hacia la tierra vamos,
pero yo no quiero sepultar eso que queda.
Porque sé que algo queda.
Sé que, en alguna parte,
en algún rincón,
en algún insólito paraje,
todavía existimos.
YOU ARE READING
Epifanías
PoetrySe hace de noche, nadie lo nota. Antes de caer dormida, ella plasma en una hoja su último pensamiento. Disfruten la función.