Epifanías

7

Volátil

¿Qué de todo lo que hay en mi cabeza es real?
¿Cuál de todos los escenarios es mucho más que un simple invento?
¿Cuál de las tantas certezas es la verdadera y única certeza?
¿Qué de todo lo que dije que dijiste es cierto?
¿Son tus sentimientos nobles, verdaderos?
¿Y por qué estás tan callado?
¿Por qué me bañas en silencio cuando lo único que necesito es que me mires a los ojos y evidencies la locura de la que serías capaz por mi?
Si somos dos seres simulando, cariño.
Somos vos y yo recreando una comedia que aún no encuentra remate final.
¡Qué historia indigna de ser contada!
El público no aclama, se retira.
¿Acaso no lo ves?
¿No ves que quieren otra cosa?
Ellos quieren que te quites el traje de hombre solemne y desnudes esa ráfaga que a la tierra hace temblar.
Yo, que me pierdo en tu cama cada noche y luego no me encuentro.
Yo, que bailo entre luces de neón que tal vez no existen.
Yo, cariño, que pierdo toda cordura cuando te veo llegar.
Yo, cariño, yo.
Que mi grito se ha vuelto inabarcable.
Que mi sueño desemboca en tu mirada.
Que mis labios tienen vida propia cuando me invitas a pasar.
Yo, cariño, yo.
Que no sé ya dónde esconderme.
Que tus sábanas han decidido retenerme.
Que tu cuerpo no me quiere soltar.
Yo, cariño.
Que soy un espejo de tu desmesura.
Y soy la llave que guardas bajo otra llave porque no quieres extraviar.
Es mi nombre el que has decidido tatuarte.
Es mi suelo en el que has osado plantarte.
Y es mío también el latido que gozas acelerar.