Lilith Myers, la encantadora hija del consejero John Myers, ha llevado una vida llena de privilegios en la estación Atlas, mientras observa la Tierra desde detrás del cristal. Pero bajo su sonrisa perfecta y su estatus de trofeo, Lilith guarda anhel...
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GO ON LILITH, CRY LIKE A LITTLE GIRL.
P
ara el momento en el que Lilith decidió salir de la ducha ya eran las seis de la tarde, no sabía que hacer, se sentía asqueada, sucia, y aunque esto ya le había pasado varias veces en el pasado, esta vez Simon había sido más rudo e hiriente.
Todas las veces que esto le había ocurrido Lilith había acudido a sus chicas, pero esta vez no tenía las ganas de salir de casa.
Salió del baño, observando las sábanas desordenadas de su cama y sus ojos se empezaron a cristalizar, lanzó las sábanas, los cojines, todo lo que hubiera estado en ese momento, todo lo que le hiciera recordar a eso.
Oyó un tintineo desde la cocina, se arrastró hacia esta, viendo un brillo desde el teléfono de casa, una notificación de Keia.
[Hola preciosa, estoy con Raven, te pasas un ratito?]
El mensaje de Keia fue su señal para derrumbarse, pero decidió controlar sus lágrimas hasta llegar junto a ellas, agarró su bolso, deslizándose por los pasillos, tratando de pasar desapercibida.
En unos minutos llego a la estación Walden, ya estaba frente a la puerta de Raven, tomó una bocanada de aire, sintiendo que se ahogaba cuando llamó a la puerta.
-¡Hola Lili!-Keia abrió la puerta, agarrando el brazo de Lilith para meterla dentro de la casa de Raven, cerrando la puerta detrás de esta.
Lilith camino hacia el escritorio, dándole la espalda a Keia que cerraba la puerta y ni si quiera se había dado cuenta del estado de la pelirroja-Raven esta dentro buscando unas piezas para el circuito, pero ahora...-Keia continuo hablando, hasta que se congeló cuando Lilith se giro y pudo apreciar sus ojos cristalinos.
-¿Que ha pasado?-El rostro de Keia se convirtió en uno de preocupación, y algo le vino a la mente, Lilith siempre tenía las mismas reacciones cuando...
Keia bajo la mirada, escaneando el cuerpo de Lilith, muñecas moradas, una sudadera y pantalones que la cubrían por completo, chupetones, marcas de unas manos en su cuello.
-¡Raven!-Grito Keia, en busca de la mecánica, mientras envolvía a Lilith en sus brazos que caía al suelo arrodillada entre sollozos.
Raven apareció al llamado de Keia, viéndolas en el suelo, Keia abrazandola y Lilith sollozando de manera incontrolable.
-¿Otra vez?-Preguntó Raven con temor, sin desear saber la respuesta si era afirmativa, Keia asintió con pesar, y el rostro de Raven ardió en enfado.
-Voy a matar a ese hijo de puta...-Raven agarró la navaja de su escritorio, que solía utilizar para cortar cables, y se dirigió a abrir la puerta.
-¡No!-Lilith apago sus sollozos para suplicarle a Raven que no hiciera nada, si no habrían consecuencias para ella, sus amigas, y el muchacho pecoso.
Raven se quedó congelada, viendo la mirada suplicante de Lilith, al borde del colapso, soltó la navaja, caminando hacia ellas para envolver a Lilith en sus brazos como Keia.
-Shhh mi niña, ya esta.
Keia y Raven pasaron la tarde escuchando a Lilith, calmando sus sollozos, sintiéndose impotentes, y acumulando un odio inmenso hacia Simon.
Lilith acabo dormida en la cama de Raven, ya que las dos amigas se ofrecieron a acompañarla y estar con ella mientras durmiera, pero Lilith no quería volver a tocar ese colchón.
(...)
Bellamy estaba a punto de acabar su turno, paseándose por los pasillos hasta que se encontró con el supervisor guardia de su estación, Carlos.
-¿Bellamy?-Hablo el señor, el mencionado tembló, preocupándose al momento de que hubiera ocurrido algo con Tavia-¿Si?-.
-Hace unas horas Lilith me preguntó por dónde residias...-Bellamy se tranquilizó, Tavia estaba bien-¿Me podrías hacer un favor?-Bellamy tembló, que le podría haber ocurrido a Lilith?
-Por supuesto, que ocurre?-Carlos bajo la mirada, acercándose al muchacho-La he visto pasar hace una hora, se veía realmente mal, iría yo mismo a visitarla pero mi turno no acaba hasta dentro de tres horas más, podrías hacerlo tú por mi?-Bellamy asintió, sintiendo un temor recorrerle la espina dorsal al oír sus palabras.
-Claro, yo me encargo-Carlos asintió, liberandose un peso de encima-Gracias, seguramente esté con Raven y Keia, yo te indico donde viven....
(...)
Lilith estaba durmiendo plácidamente sobre el colchón de su amiga, mientras Keia le dejaba leves caricias para que no se despertará, y Raven caminaba por la habitación llena de rabia e impotencia.
Unos golpes sonaron en la puerta de metal, Raven miró a Keia primera confundida, esta le señaló que abriera, tal vez sería el padre de Lilith que la buscaba.
Raven abrió la puerta desconfiada, viendo a un muchacho de rulos castaños oscuros, con los ojos marrones y un uniforme de cadete que le cabía grande, era la descripción que Lilith le había hablado sobre Bellamy.
-Hola, perdón por molestar, estaba buscando a Raven y Keia?-Hablo Bellamy disculpándose por la visita sorpresa, Raven dirigió la mirada a Keia, que se separó de Lilith con cautela apareciendo en la puerta.
En cuanto Keia vio al muchacho lo supo, era idéntico a lo que Lilith les había descrito.
-Somos nosotras, en que te podemos ayudar?-Hablo Keia, mientras Raven se retiraba para ir junto a Lilith y asegurarse de que no despertará en pánico.
-Ahm, soy Bellamy Blake, he visto hace una hora más o menos a Lilith caminar hacia aquí bastante mal-Se excuso Bellamy, recibiendo la mirada curiosa de Keia, que lindo, se preocupaba por ella.
-Si, nos ha visitado pero ahora está dormida-Dijo abriendo la puerta completamente para que Bellamy viera a Lilith durmiendo en el colchón plácidamente con Raven dejándole leves caricias.
Bellamy sonrió quitándose un peso de encima-¿Esta bien entonces?-Keia bajo la mirada, no era su opción compartirle esa información-Lilith te lo contará si quiere cuando despiertes, gracias por preocuparte por ella-.
Bellamy supuso que algo grave le debía haber ocurrido, y asintió rápidamente, la buscaría el día siguiente y dejaría que descansará-No es nada, Lilith es fácil de querer-Dijo Bellamy volviendo a poner su mirada sobre Lilith dormida junto a Raven.
-Si que lo es-Keia miró a Lilith con una sonrisa, suspiro y se despidió de Bellamy-Nos vemos entonces cadete, buenas noches-.
Bellamy asintió, dándole las gracias-Buenas noches-Keia cerro la puerta, volviendo junto a Lilith con pena, mientras Bellamy volvía preocupado a su hogar.
