Capítulo 15: Los preparativos del festival

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La mañana había llegado y Sekijiro lo sabía muy bien, pues cuando los rayos del sol golpearon su rostro, rápidamente se levantó de la cama y fue a hacer su rutina matutina.

Lavó sus dientes, le sirvió comida a Blade, pero algo estaba mal... No escuchaba los ronquidos de su mosquita, mucho menos a su perrito ir directamente al plato de comida recién servida. ¿Acaso fue uno de los mocosos que entraron a su casa?

El pelo gris se acercó a la sala y ahí vio a tres muchachos dormidos. De hecho, uno de ellos estaba roncando mucho mientras abrazaba a otro chico rubio con un hilo de baba que bajaba por su boca, mientras que uno con el brazo robótico también se encontraba tranquilo en el sofá.

—No tiene sentido... Espera... ¿Dónde está el de las ojeras? —preguntó y rápidamente su mente hizo clic— ¡Oh, no!

El hombre fue corriendo al segundo piso, más específicamente al techo que daba al exterior de su casa, pues sabía que a veces su pequeña mosquita iba a ese lugar a pensar.

Fue ahí que sus peores temores se hicieron realidad...

Su mosquita, su pequeña niñita, estaba abrazada a un malvado y despreciable chico que muy probablemente la quería alejar de su lado, mientras que Blade no hacía nada por detenerlo, porque tan rápido como abrió la ventana, este salió corriendo para ir a comer.

—¡¡SE ME SEPARAN INMEDIATAMENTE!!

Luego de que el antiguo héroe Vlad King regañara cruelmente a Tenko Shimura, quien solamente lloraba de nervios y asentía a cada uno de los insultos, se calmó y dejó ir a los visitantes con una pequeña sonrisa.

—U-Una disculpa p-por lo que vio, s-señor Kan —dijo Tenko de rodillas y con la cabeza en el suelo.

—De acuerdo, pero no estaré completamente seguro de que seas de fiar, te mantendré vigilado —dijo apuntando a sus ojos y luego hacia Tenko.

—¡Señor Kan, ya fue mucho! —Toga infló sus mejillas mirando a su padrino.

—Sí, bueno, por el bien de Tenko y el nuestro ya nos vamos, muchas gracias por dejarnos quedarnos en tu hogar, Toga —sonrió Sako tomando al Shimura de su camisa y llevándoselo de la casa.

—¡Pueden volver cuando quieran, son bienvenidos! —sonrió la rubia de colmillos.

—¡Menos el ojeroso!

—¡Señor Kan!

Y así padrino y ahijada comenzaron a discutir mientras cerraban la puerta y dejaban ir a los demás.

—Bien... —Hagakure sonrió mirando a sus amigos—... Creo que aquí nos separamos, ¿No? —sonrió rascando su cabeza, o eso parecía.

—Sí —sonrió Ikakiro—. Esto nos deja una importante lección, nunca estudiar de nuevo —se burló y todos le siguieron el juego—. Bueno, supongo que cada uno ya sabrá qué excusa inventar para justificar los daños en la ropa...

—Yo tenía pensado ir a comprar algo, sobre todo un cabestrillo, porque si no tengo uno, probablemente mi mamá me empiece a interrogar —sonrió Tenko.

—Yo soy el genio de los planes... No tengo nada —dijo Jin Bubaigawara aún con la sudadera de Kari en su rostro—. ¡Operación "ir a casa" entra en acción!

Cuando gritó eso, el rubio fue corriendo en una dirección donde los demás suponían que estaba su casa.

—Bueno, supongo que haré lo mismo que Shimura e iré a comprar algo de ropa —sonrió Hagakure—. Esa chica... No, olvídalo, no quiero pensar en ella.

—Te acompaño —sonrió Kari mirando a la chica invisible—. Sirve que también compró algo hoy... Además, hay ofertas del 50% de descuento, así que no debemos perder el tiempo.

My Reverse AcademiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora