En dónde Su-Zu, una adolescente de 17 años que sufre día tras día con sus inseguridades y traumas, deberá enfrentarse a aquellos que le habían estado causando pesadillas en días pasados.
"No importan si las esferas caen o si se está acabando el mun...
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Jang-Soo... Veo una luz.
Desde mi lugar observo con suspicacia el caos que las chicas habían creado al momento de llegar a lo que ahora podría ser llamado nuestro "cuartel femenino" que no era más que un salón escolar acomodado con diversos complementos militares como camas, la cuáles tenían nuestros nombres, gorros y bolsas para dormir, eso era lo que había alcanzado a analizar antes de sentarme en la dura cama y perderme en mi mundo. Mi cama estaba en el mismo lugar de mi asiento en el salón, así que por ese lado no hubo problema, me sentiría cómoda durmiendo en una zona que considero mi lugar seguro. La esquina.
Lo malo es que no sabía que hacer viendo cómo a mi alrededor las chicas revoloteaban de aquí para allá mostrando las cosas que habían traído desde sus casas.
Ositos de peluche, planchas para el cabello, juguetes, pintalabios, base de maquillaje, todo tipo de perfumes, juegos de cartas e incluso cigarros.
Me siento extraña, conozco más o menos como son en éste ambiente militar y me abstuve de traer ese tipo de cosas por miedo a que me las quitaran.
Solo traje jabón corporal, shampoo, acondicionador, tratamiento capilar, cepillo de dientes y pasta dental, crema hidratante para el rostro y cuerpo y algo que considero esencial para mi rutina, el bloqueador solar, mi piel tiende a ser demasiado sensible así que tengo que utilizarlo si o si en las zonas que se exponen directamente al sol, que en su mayoría son rostro, cuello, brazos y piernas.
De un momento a otro una mujer soldado entró sobresaltando a las chicas frente a mí y yo volteé rápidamente.
— Pequeñas mocosas ¿Creen que están en un viaje de campamento?
Efectivamente señora soldado, pienso lo mismo.
Sé que parezco una señora, pero no me parece bien que no se tomen en serio la situación. Aunque vamos, son adolecentes, su reacción es algo prácticamente normal.
— Escuchen atentamente ahora, dejen todas los elementos que no necesitan en los barracones que se encuentran al frente en este momento. — ordenó levantando las cejas, mirando con desaprobación las cosas que se encontraban en la mesa en medio del salón. Perdón, cuartel.
— ¡Éstas mocosas! — se acercó a Yoo-Jeong, Na-Ra y Ae-Sol, que parecían esconder rápidamente algo debajo de las verdes sábanas de la cama.
Creo que eran unas cartas.
¿Soy la única que cree que no me han notado desde que entramos aquí?
Me aferré a mi bolso escolar apretando el mismo contra mi torso, esperando que la soldado terminara con su cometido en el salón. Y bueno, que las chicas terminaran de meter sus cosas en los barracones.
¿Debería meter algo?
Ella dijo que dejáramos las cosas que no necesitaríamos, y pues yo pienso que todo lo que tengo es necesario.
