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LA GENTE EXTRAORDINARIA VA A LOS EXÁMENES EXTRAORDINARIOS


Ha pasado una semana desde el partido de fútbol, desde mi situación extraña con Andrew y también desde que decidí bloquear a Josh, Cannelle y Xander para que se entretuviesen molestando a otra persona. Mi relación con el grupo ha mejorado mucho, con Tania se han ido todos los problemas, de hecho, ya hablamos de casi todo, como amigas.

—¡Pero bueno!¡Mira a quién tenemos aquí, cielo! ¿Qué hace esta señorita en la biblioteca, como si fuese una estudiante de sobresalientes? —pregunta Adonis en cuanto me ve en una mesa de la biblioteca, después de preguntarme donde estaba y yo le respondiese «donde tu no estuvieses».

—Primero, deja de llamarme cielo, no soy tu novia ni nada parecido, o tendrás consecuencias—le digo con una sonrisa tímida, algo que solemos hacer a menudo—segundo, no hables muy alto, ¿Se te olvida que estamos en una biblioteca?—le digo, cuando se sienta en la silla libre que hay delante de mí— y tercero, para una vez que tengo ganas de estudiar no me las quites, ¿Qué quieres?

—¿Tenías ganas de estudiar? quién lo diría— dice poniendo los ojos en blanco.

—Tenemos exámenes dentro de poco— le recuerdo, negando con la cabeza.

—Dentro de poco significa dentro de dos meses, además ni siquiera han terminado de explicar ningún tema.

—Pero mientras estudias lo que ya has dado se termina el temario, además son cien páginas por cada examen, no sé cómo lo hacéis.

—Simplemente no lo hacemos—dice sonriendo.

—¿Te sientes orgulloso de eso? Yo mientras voy estudiando...

—Pues sí, ¿para qué estudiar? la gente extraordinaria va a los exámenes extraordinarios —dice, y yo suelto una carcajada tan grande que varías personas me hacen callar— vale, salgamos de este infierno y vámonos con el grupo, que han ido al centro de la ciudad a dar una vuelta.

—¿Y por qué has venido? Estaba muy bien estudiando—digo, mientras recojo rápidamente las cosas que tengo esparcidas sobre la mesa.

—Andrew te echa de menos, y Ethan se queja de que nadie pronuncia mal su nombre, ¿En serio te has pasado dos tardes enteras aquí, cielo? que tortura—dice ya saliendo de la biblioteca.

—¿En serio han dicho eso?

—No—dice, y los dos soltamos una carcajada.

—Claro, su ego no se lo permite—digo, cuando nos ponemos a andar hacia el autobús urbano para ir al centro.

Por suerte encontramos un sitio para sentarnos, hay poca gente así que podemos hablar con tranquilidad; y lo hacemos sobre el grupo, le pregunto qué significa lo que dice siempre Andrew y aunque no me lo dice se pone un poco colorado.

También le pregunto qué le pasó a Tania y me dice que se lo preguntase a ella misma, me llama curiosa y me cuenta anécdotas del grupo cuando no estaba yo.

Empieza a hablar como cuando hablaba con Andrew, y se nota que ellos dos son mejores amigos y eran los que mejor se llevaban entre ellos y que mejor se conocían, ojalá tener a alguien así en la vida ¿verdad?

Me contó que ellos se conocieron primero en clases y luego conocieron a Ethan y a Tania porque Adonis coincidió con Ethan en el piso, y Andrew siempre coincidía en el camino a la residencia con Tania. Me cuenta –en secreto también– que a Tania al principio le gustó Andrew, así que es bisexual.

Me cuenta que Andrew y él me han cogido mucho cariño desde el primer momento, yo también le digo lo mismo, sobre todo con ellos dos me he sentido cómoda desde que llegué, y jamás me he permitido decir eso, nunca me he sentido en casa hasta que los encontré a ellos.

Inefable (YA EN FÍSICO)Where stories live. Discover now