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Jake se sentía medianamente triste mientras reparaba en como el lindo rostro del pelinegro lucía apagado, casi inexpresivo. Llevaba días así. No hablaba mucho tampoco, y sí lo hacía, sólo respondía con monosílabos.

Exhaló con dolor al ver como el mayor se levantaba de su asiento, y abandonaba el comedor sin decir palabra alguna. Tensándose al sentir como alguien colocaba una mano en su espalda, intentando llamar su atención.

—¿Estás bien? —Esa era la voz de Sunghoon.

Una risa irónica brotó de sus belfos ante aquella pregunta, un nudo formándose en su garganta al analizarla.

—¿Debería estarlo? —Cuestionó por lo bajo, más para si mismo que para el contrario.

Park enmudeció, no supo que responder a eso.

El sonido de un carraspeo lo obligó a desviar los ojos hacia quien lo provocó, éstos quedando fijos en el líder del grupo.

—¿Por qué no vas y hablas con él? No lo parece, pero Heeseung siempre termina sonriendo después de escucharte, Jake —La voz de Jungwon hizo eco en sus oídos, el de hoyuelos le dirigió una última mirada antes de retirarse también, los demás presentes siguiéndole, dejándole solo.

"Espero que funcione", pensó el castaño.

「•••」

Heeseung se dejó caer lentamente en la silla de su escritorio observando sus cosas con aburrimiento, su mirada quedando fija en un libro aparentemente normal colocado en su mesa.

Al tomarlo, le llamó la atención algo que parecía sobresalir de las blancas hojas, puesto con toda la intención de esa forma.

—¿Qué hace esto aquí? —Murmuró con el entrecejo fruncido, la curiosidad carcomiendole.

Quiso llorar al vislumbrar la reluciente portada de uno de sus discos preferidos al sacarlo por completo de aquél libro, el mismo que se le había caído hace unas semanas atrás.

El mismo día que cuando estaba con Jake en su estudio.

Sólo que ese estaba nuevo y libre de rayones, inclusive hasta lo habían autografiado.

Fue incapaz de no sonreír al oír toques en su puerta, menos, al divisar la bonita melena rubia del menor cuando este la abrió.

—Buenas tardes, ¿se puede?

Inquirió con suavidad, asomando su cuerpo por el marco aún indeciso. Sintiéndose más seguro al ver asentir al mayor, decidió entrar, agachándose frente a él para quedar más cerca.

—¿Esto es obra tuya? —Señaló el disco en su mesa, resultándole adorable la forma en la que el nombrado movía su cabeza de arriba hacia abajo con fervor, afirmándolo en silencio—. ¿Puedo saber por qué?

—Ya no quería verlo triste, así que pensé en hacer algo para alegrarlo aunque sea, de forma mínima. ¿Ha funcionado?

Jake creyó que su pecho estallaría al sentir como unos cálidos labios contactaban con la piel de su mejilla, dejando un corto pero dulce beso justo allí. Sus latidos incrementándose de manera instantánea al presenciar la hermosa sonrisa de su mayor, esa misma que no había visto desde hace varios días.

—Lo ha hecho, sí. Muchas gracias, Yoonie.

Shim mordió el interior de su mejilla al obtener aquella respuesta, sonriendo en su interior al haber logrado su cometido principal. Adoptando luego una postura entre indignada y confusa, simulando desconcierto.

—¿Cuál gracias? Encuérese, hyung —Ordenó vacilante, sabiendo de antemano que no iba a ser tomado en serio.

Elevó sus comisuras al escuchar la risa de Heeseung, podría oírla constantemente y no se cansaría. Le gustaba el sonido que representaba su felicidad.

Shameless ✦ HeejakeWhere stories live. Discover now