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Jake apagó su teléfono y lo lanzó lejos de su alcance, para seguidamente apoyar su rostro entre sus manos y exhalar, en un vano intento de calmar la oleada de angustia que crecía en su interior.

Talló su cara con desánimo, ya había leído demasiados comentarios negativos sobre su persona por el resto del día.

—¿Jake?

Escuchar la voz de Heeseung le hizo derribar todas sus defensas, sólo bastó un minuto para que tuviera al mayor de cuclillas frente a él, mirándole con absoluta preocupación. Y eso en vez de hacerlo sentir mejor, ocasionó que un malestar se instalara en lo más profundo de su ser.

No quería preocuparlo, mucho menos por una estupidez.

—¿Qué ocurre, pequeño? ¿Qué está pasando por esa cabecita tuya? —Le preguntó sutilmente, su timbre oyéndose más dulce de lo habitual. Los ojitos del rubio se cristalizaron al oír aquél mote cariñoso, recordándole lo susceptible que era cuando se trataba de el pelinegro.

—Hyung, sea sincero conmigo... ¿Cree que los haters puedan tener razón en lo que dicen?

Lee suspiró, como si estuviera buscando las palabras adecuadas para empezar.

—Definitivamente no es a mi a quien tienes que preguntarle eso, sino a ti. ¿Realmente debería importarnos una opinión externa a la nuestra? —Heeseung apartó las manos del lindo rostro ajeno, descubriéndolo, y les dio un ligero apretón. —Albert Einstein dijo esto una vez: Preocúpate por tu consciencia más que por tu reputación, tu consciencia es lo que eres, tu reputación es lo que otros piensan de ti. Y lo que piensan de ti, no es tú problema.

» No puedes pretender querer agradarle a todo el mundo, siempre habrán aquellos que no estén de acuerdo contigo y lo que haces sin importar cuánto te esfuerces por generar lo contrario. El hecho de que no te apoyen no significa que haya algo mal en ti. No todos tienen la capacidad de diferenciar lo extraordinario de lo común, y esa pequeña minoría que sí puede hacerlo, en mi opinión, son los que más peso e importancia deben tener.

Jake le miró con atención apenas y terminó de hablar, su labio inferior amenazando con temblar avisándole que quería llorar. Pero para su sorpresa no lo hizo, el chico simplemente envolvió sus brazos a su alrededor abrazándolo de forma torpe, y al hacer lo mismo, el rubiecito aprovechó la oportunidad para ocultarse en el cuello ajeno como si estuviera recargando energías luego de pasar por una situación difícil.

Y al no mostrar señal alguna de querer apartarse, Heeseung empezó a acariciar su cabello en movimientos suaves haciéndole saber con ese simple gesto que no estaba solo y que podía confiar en él. Detuvo sus caricias cuando el menor abandonó su cuello y decidió posar su mandíbula en uno de sus hombros por puro capricho, sonriendo ligeramente al encontrarlo tan cómodo en aquella posición.

—En serio detesto que sepa exactamente que decir, incluso en momentos como este. Es irreal, todo usted lo es. Pero lo agradezco, me encuentro mucho mejor ahora.

Shameless ✦ HeejakeWhere stories live. Discover now