Capítulo 26. Demonios.

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WuXian miró la casa preparándose mentalmente para lo que sucedería.

—Recuerda, será una visita rápida. No podemos arriesgarla—dijo Jiang Cheng a su lado.

—Ya lo sé.

Ambos miraron el lugar donde habían dejado a su hermana, tenían mucho tiempo sin poner un pie en ese lugar. Desde la muerte de FengMian decidieron esconder a Jiang YanLi y mantenerla a salvo, incluso si eso significaba no poder verla más. Con la muerte de Yu ZiYuan las cosas sólo empeoraron, pero no podían darse por vencidos.

Cuando ingresaron a la casa fueron recibidos por la enfermera personal de Jiang YanLi. La chica les sonrió sorprendida por su aparición. Luo QingYang era la encargada de la primogénita Jiang desde que fue llevada a ese lugar. En todo el tiempo que estuvo cuidando de YanLi muy pocas veces habían recibido visitas, WuXian y WanYin sólo se encargaban de enviar dinero para que pudieran vivir en tranquilidad, de ahí en fuera sólo tres veces habían ido a verla, pero cada vez era peor para ellos.

—¿Cómo está?—preguntó Jiang Cheng algo inseguro.

—Bien dentro de lo que cabe—la joven les miró como si estuviera feliz de verlos. —Me alegra que por fin hayan podido venir a verla.

Los dos lotos del sur ocultaron un gesto de dolor, si por ellos fuera estarían siempre al lado de su hermana. Pero era imposible.

—¿Cuánto tiempo estarán aquí?—preguntó QingYang.

Jiang Cheng respondió enseguida: —Sólo serán unos minutos, nos iremos esta misma noche.

La chica asintió. —Entiendo, ¿la verán ambos?

Los dos hermanos se miraron, el Jiang apuntó a WuXian. —Sólo él.

—Jiang Cheng—WuXian le llamó. —Deberías verla tú también.

QingYan pareció que también intentó animar al Jiang. —La señorita YanLi seguro se pondrá muy feliz de verlos a los dos.

A pesar de lo buena que sonaba la idea Jiang WanYin se sentía inseguro, su corazón estaba agitado. —No creo que sea necesario.

—Vamos, no quiero que te arrepientas en un futuro. Ya estamos aquí—dijo WuXian. —MianMian déjanos a solas.

La chica asintió y señaló la habitación. —Ella está adentro, a esta hora usualmente lee. Si me necesitan solo llámame.

Cuando ambos estuvieron a solas WuXian miró al Jiang. —Creo que tú también debes verla.

La cara de Jiang Cheng mostraba una expresión severa. —WuXian...

—Es nuestra hermana.

Con esa última oración Jiang WanYin terminó accediendo. Juntó algo de valor y aceptó mientras respiraba profundo. Wei WuXian fue el que se animó a abrir la puerta. Del otro lado una joven de apariencia delicada leía cerca de una ventana.

En cuanto los ojos de la chica se alzaron los dos omegas sintieron su corazón derretirse.

Jiang YanLi los miró escéptica para después levantarse con tranquilidad y caminar hasta ellos para abrazarlos. Los dos jóvenes sólo pudieron esperar pacientemente escondiendo sus ansias por correr hacia ella.

—A-Xian, A-Cheng—los cálidos brazos que recordaban en sus memorias seguían intactos. Sin poder contenerse ambos regresaron el gesto cuidando de no lucir desesperados. YanLi se alejó para darles espacio y sonreírles. —Los estaba esperando.

Aún con un nudo en la garganta respondieron: —Regresamos JieJie—dijeron al unísono contendiendo sus lágrimas al verla.

Jiang YanLi seguía tan hermosa como la recordaban, sus mejillas rosadas y ojos grandes. Su rostro parecía el de una muñeca y su gentileza seguía intacta, era igual que la última vez que la vieron. Literalmente igual.

C O N E X I Ó N | Omegaverse & Crossover MXTX Where stories live. Discover now