Capítulo 9. Dragón Blanco.

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Había una tensión insoportable en el ambiente, parecía que incluso respirar era una tarea imposible. Lan WangJi sujetaba firmemente el brazo del omega, sus ojos estaban puestos en el menor, pero la mirada de este seguía puesta en el frente; justo en Jun Wu.

XiChen se aproximó a su hermano:—WangJi... suéltalo...

Lan WangJi frunció el ceño, pero asintió aflojando su agarre y dando un paso atrás. Mu Qing y Feng Xin se repusieron del ataque que les había hecho el omega y lo volvieron a sujetar, esta vez llevando las manos del omega a su espalda y amarrándolas con fuerza.

Jun Wu observaba todo con mucha atención, entre sus dedos índice y medio sostenía la aguja que había retenido. Si no fuera por sus rápidos reflejos quizás hubiera estado en problemas. Debía admitir que ese joven omega se movía rápido.

—Estás muy bien entrenado—murmuró el alfa mientras jugaba con la aguja. Lo único que Jun Wu logró con su comentario fue ganarse una mirada llena de desprecio por parte del menor, por lo que agregó: —La Araña nunca mencionó nada sobre adiestrar niños, supongo que era un muy buen secreto.

La sorpresa se vio reflejada en el rostro del omega: —¿Cómo?...

Jun Wu sonrió ligeramente, parecía divertido con la situación: —¿Cómo sé que ella te entrenó? Niño, yo tengo mucho más tiempo en esto que tú. Tu ataque de agujas venenosas es casi perfecto, quizás con un poco más de velocidad y fuerza me hubieras dado. Es obvio que la única manera de que pudieras dominar esta técnica es que la misma Araña te la enseñara.

El joven omega bufó: —No creas que lo sabes todo, pude haberla aprendido por mi cuenta.

—Lo dudo mucho—dijo el alfa—Tus movimientos corpóreos también son similares a los de ella, utilizas cada extremidad para compensar tu falta de fuerza muscular. Ella hizo un muy buen trabajo contigo.

—Parece que la conocías bien...—comentó el omega con una mirada seria.

Jun Wu entrecerró los ojos: —No realmente. Sólo sé lo que me es de utilidad. La Araña fue una gran asesina, única en su clase. Es una lástima que Yu ZiYuan tuviera que morir, aunque ella misma se lo buscó.

El omega no ocultó su furia, se removió varias veces sin despegar la vista del alfa.

—¡No te atrevas a decir su nombre! ¡Eres la última persona que puede mencionarla! ¡Eres un maldito, te mataré, lo juro! ¡Destruiré todo tu mundo!

La paciencia de Jun Wu terminó.

Silencio.

Su voz resonó por toda la habitación.

El joven omega dejó de hablar en ese momento, parecía aturdido por la voz del alfa, su mirada estaba perdida y con visible terror.

Xie Lian se removió en su lugar, no era la primera vez que escuchaba la voz de Jun Wu, pero su instinto omega le indicaba que debía bajar la cabeza a pesar de que las palabras no fueran dirigidas hacia él.

Incluso los hermanos Lan solían mantener cierta distancia mostrando respeto por Jun Wu. Pero por primera vez XiChen notó como su hermano luchaba consigo mismo para no hacer algo imprudente como retar a Jun Wu.

El alfa interno de Lan WangJi estaba molesto, le desagradaba en sobremanera que alguien más utilizara la voz en su omega. Aún con toda la conmoción el menor de los Lan trataba de guardar la calma, después de todo aún no había dicho su pequeño secreto al resto. Lo único que podía hacer en ese momento era apretar sus manos en forma de puños y aguantar la respiración.

Jun Wu dirigió una corta mirada al trío que permanecía en su lugar.

—Xie Lian—advirtió el alfa. Sabía que por su naturaleza el omega podría resentir lo que estaba a punto de hacer.

C O N E X I Ó N | Omegaverse & Crossover MXTX Where stories live. Discover now