Ohm Thitiwat no aceptaba que Lia fuera hija suya. Estaba convencido de que Fluke, su dulce esposo, lo había traicionado con otro hombre y de que Lia era producto de esa traición. De modo que ambos vivían vidas separadas, hasta que el silencio entre ellos se rompió por necesidad: alguien había secuestrado a Lia. Ohm sabía que él era el único que podía rescatar a la niña, pero eso significaba volver a ver a Fluke. No le quedaba más remedio que hacerlo, y entonces descubrió que, después de tres largos años, Fluke seguía llevando aún su anillo de matrimonio...