En la penumbra de una antigua casa, Sonia, una adolescente de 16 años, decide plasmar sus sentimientos más profundos en una carta de amor dirigida a Morgan, un chico de 15 años con un don extraordinario: la flor divina en su corazón, fuente de curación y vitalidad. En su sincera declaración, Sonia revela su enamoramiento y la fascinación por el misterioso poder que envuelve a Morgan. Sin embargo, lo que comienza como una dulce confesión se transforma en un viaje inesperado cuando la flor divina desata fuerzas oscuras que amenazan con cambiar sus vidas para siempre. Sonia sonrió mientras releía esas palabras. Decidió darle un toque personal y expresar sus sentimientos de una manera única. En cada palabra que trazo, siento que el papel se llena con los latidos de mi corazón. Eres mi canción favorita, mi sol en los días grises y el susurro del viento que me guía. Morgan, cada instante contigo es una historia que quiero vivir una y otra vez. ¿Te unirías a mí para escribir este capítulo juntos? Sonia suspiró mientras releía la carta, sintiendo la mezcla de nervios y emoción. Decidió añadir algunas palabras más para expresar lo que le costaba decir en persona. Quisiera poder decirte esto cara a cara, pero las palabras se me enredan cuando te tengo frente a mí. Eres mi sol en los días grises y la razón por la que mi corazón late un poco más rápido. No sé cómo expresar todo lo que siento, pero espero que estas palabras reflejen la magnitud de lo que significas para mí. Mientras Sonia reflexionaba sobre sus sentimientos, una suave brisa movía las cortinas de su habitación. De repente, sonó su teléfono, era un mensaje de Morgan que decía: Sonia, necesito hablar contigo. ¿Podemos encontrarnos en el parque esta tarde?. Intrigada, Sonia aceptó y se dirigió al parque con la carta guardada en su bolso.