Se dice que aquel que tenga en sus manos el telégrafo será el portador de terribles desgracias. Bokuto encontró el telégrafo un día en el sótano de su abuela. Sin imaginar lo que aquello acarrearía para él y sus seres queridos, lo encendió. Entonces lo escuchó. Una voz masculina. La voz de Akaashi Keiji. El chico atrapado entre dos mundos: el de los vivos y el de los muertos. Pero solo puede pertenecer a uno de ellos.