Harry miro a su abuelo, que se encontraba en su gran silla, jugando a ser el amo del universo, mientras, él se encontraba sentado al frente encarándolo, pues sabía que ese viejo le debía respuestas y que Charles Potter quería saber que iba a seguir con el futuro de su nieto.
--- Entonces... ¿Cómo vamos a quedar? --- le pregunto sin preámbulos, Harry se cruzó de brazos --- no quiero discutir, solo quiero saber cómo van a quedar las cosas en la empresa familiar y en lo que cabe a esta familia.
--- Ginny es mi esposa y solo ella y yo vamos a poder elegir lo mejor para nuestro matrimonio, así mismo para nuestros futuros hijos --- le dijo Harry encarándolo, su abuelo resoplo molesto --- vamos a conseguir nuestro propio hogar, queremos nuestro espacio y ella continuara ejerciendo en San Mungo, como Sanadora.
--- Debes tomar en cuenta que tú primer hijo se hará cargo de la empresa de la familia en un futuro --- le recordó señalándolo, Harry no hizo ningún comentario --- deberá tener tu misma...
--- Sí mi hijo deberá tener mi misma educación o no, eso ya va a ser asunto de mi esposa y mío, no vas a intervenir --- le señalo Harry, Charles Potter entrecerró los ojos --- no vas a usar a mis hijos como lo hiciste conmigo, ellos cuando crezcan tendrán su libertad de elegir lo que prefieren, ya se acabó eso de que todos los Potter hacen lo que el jefe de la familia quiera, sin importar tu felicidad.
--- Si no me importaba tu felicidad, ¿crees que te hubiera dejado casarte con esa chica? --- dijo ultrajado y sintiéndose ofendido Charles --- es una traidora a la sangre, su padre amante de muggels, con un puesto tan insignificante en el ministerio.
--- No sé de qué te quejas, tú estás peor tus nietos somos mestizos, ella de perdido es sangre limpia --- le dijo Harry retándolo con la mirada --- si estamos hablando de linaje son ellos los que deberían sentirse avergonzados de manchar el apellido Weasley, no nosotros.
--- Bien, has lo que quieras, espero no estar cuando echen a perder el honor de los Potter --- dijo, casi escupiendo de lo enfado que estaba --- la condición sigue en pie Harry, vas a seguir trabajando en la oficina y en unos años más tal vez tomes la presidencia.
--- Mi padre lo hará --- le dijo Harry rodeando los ojos.
--- Sí, el año que viene le dejare a James el mando de la empresa --- al decirlo, Harry lo miro sorprendido --- las selecciones son en ese tiempo y necesitaremos que él se haga cargo, para que yo me enfoque en mi campaña.
--- Deberías involucrar más a mis hermanas, ambas son astutas y muy listas, podrían ser de gran ayuda --- le señalo Harry, su abuelo entrecerró los ojos
--- Lo estado pensando, Daphne podría ir a China, puedo confiar en ella para terminar de cerrar los tratos y ver cómo mejorar las ganancias, así como recuperar capital de esa maldita empresa de los Chang, para que no tengamos perdidas --- rodeo los ojos --- de ese modo la quitaremos del ojo de la prensa, al anunciar su divorcio.
--- Quiero a los Goyle lejos de la empresa familiar, son solo pestes --- le recordó Harry, sin hacer comentario sobre su hermana
Pues sabía que Daphne sería capaz de irse a China para demostrarle a su abuelo que podía con eso y más, además sería como empezar de nuevo para ella, lo único que le dolía era que ya no la vería más seguido.
--- Sí, yo también lo había pensado, tampoco quiero relacionar a los Potter con ellos, mucho menos al descubrir el desfalque que se estaban metiendo con los fondos del ministerio --- dijo su abuelo pensativo, Harry ahí supo que se había tomado bien el divorcio de Daphne no porque se preocupara por su nieta, sino por el escándalo que saldría de ellos y arruinaría su reputación.
--- Sí es todo, me retiro --- dijo con la intención de pararse, pero en eso se acordó --- solo dime una cosa, ¿Por qué mantener la traición de los Chang en secreto o la idea de mis hermanas?
---- ¿De qué estás hablando?
--- Pudiste decirme, que planeaban las locas de Astoria y Daphne, lo que los Chang habían tramado, para hacerse de nuestro dinero...
--- Sí lo hacía, yo estaría perdiendo, porque admitiría mi error y tú te pavonearías como siempre --- le dijo entrecerrando los ojos, Harry resoplo molesto --- todo es un juego de poder muchacho, aun cuando estés con la mujer que amas, yo gane.
--- De todos modos, gracias, por dejarme casar con Ginny --- dijo Harry suspirando y caminando a la salida.
Se encamino al comedor, donde ya se escuchaba mucho alboroto, Harry sonrió al entrar y ver todo el escándalo que había, pues desayunando se encontraban sus padres, hermanas, primos, cuñados, suegros, padrinos, tíos y amigos, además de su abuela y su esposa, quien estaba siendo interrogada por sus dos hermanas y prima.
--- ¿Necesitas rescate? --- le pregunto Harry sentándose a su lado, ella se rio --- puedo negociar con mis hermanas para liberarte.
--- No está bien, Astoria quiere que la acompañe a ver unos vestidos de novia --- dijo emocionada Ginny, luego regreso a su plática con sus cuñadas.
Harry entablo una larga conversación con Regulus y los gemelos Weasley, quienes le estaban comentando sobre la tienda de bromas, su primo parecía demasiado interesado en la idea de expandir el negocio y de invertir para que eso fuera posible.
--- ¿Sabes el trabajo que era mandar pedir esas véngalas para Francia? --- pregunto Regulus frustrado --- ahí no había de ese estilo, nada era comparado a esa tienda, así que me comprometo a que los chicos de esa escuela tengan las mismas oportunidades que los de Hogwarts.
Parecía firme en su disección, mientras apretaba el puño y sonreía complacido con la idea. Los tres estaban de acuerdo que ambas tiendas, tanto la de Francia como la de Hogsmeade, deberían ser abiertas, antes del próximo inicio escolar, por lo que Harry amablemente les recordó que ya estaban a finales de agosto y que las mayoría de las escuelas mágicas de Europa entraban el primero de septiembre, por lo que más factible era pensar en abrir la tienda antes del mes de Octubre en Hogsmeade, (dándole mayor importancia), acordándose que sus hermanas por lo general era en ese mes, cuando iban al pueblo mágico alado del colegio, para pasear y dejar en segundo plano la de Francia, para después de abrir Hogsmeade y ver las ganancias.
--- De ese modo, no se sentiría tanto y no habría perdidas --- les dijo tranquilamente --- además no se sentiría la presión de los meses en cima.
--- Tiene un buen punto --- dijo George, pero tanto Fred como Regulus parecían molesto por arruinar su diversión --- vamos hacerlo así.
--- Ya que nos queda... --- dijo Fred encogiéndose de hombros --- ¿saben dónde podemos ver algún terreno?
--- Hay un lugar --- dijo Ted de repente quien había dejado de platicar con Percy, para verlos a los cuatro --- ¿no han pensado en el área de la casa de los gritos?
--- ¿No es un lugar embrujado con muchos fantasmas? --- pregunto Fred pensativo --- tenía entendido de que era uno de los lugares más aterradores de Gran Bretaña.
--- Pues... no está embrujado realmente y podrían convertirla en una tienda, con la atracción extra, además está justo arriba de un pasadizo de Hogwarts, donde podrían fácilmente llegar sus productos, sin la necesidad de solo esperar la venta los fin de semanas que los alumnos salen a Hogsmeade --- dijo Ted encogiéndose de hombros.
--- No es una mala idea, la tienda construida en un lugar "embrujado", podría ser uno de los atractivos --- dijo Regulus pensativo --- buena idea Lupin
--- Pero deberíamos conseguir el permiso y la renta del propietario --- dijo George dudoso.
--- Mi padre compro el terreno hace años --- dijo Ted sonriendo --- podemos llegar a un buen trato con él... no le molestaría ayudar abrir ahí una tienda de bromas.
--- ¿Cómo lo sabes? --- pregunto Fred alzando la cabeza.
Ted, Regulus y Harry voltearon a donde se encontraban sus padres, los tres estaban riendo y bromeando, mientras sus esposas (a excepción de Dora) los miraban desesperadas.
--- Créeme cuando Ted te dice que no va a ver problemas --- dijo Regulus riéndose
Entonces todos se quedaron en silencio, mientras Charles Potter entraba al comedor, volviendo rápidamente a su desayuno, él se sentó en la cabecera y empezó a comer ignorando a la mayoría de los presentes, el silencio era demasiado incomodo, que en cuanto empezaron a terminar se pararon sin decir nada, para salir rápidamente de ahí.
Los días pasaron, la revistas atacaron la boda de Harry y Ginny mostrando los problemas que hubo y la humillación de la familia Chang, criticando de paso las decisiones que Charles Potter tomo en torno a su nieto, bajándolo de categoría en la selección de ministro, lo cual enfureció más al hombre.
Harry por esa razón procuraba pasar lo menor tiempo posible a lado de su abuelo, solo para lo más indispensable como cuestiones de trabajo, aunque su mente ahora estaba más emocionada con la idea y los planes que tenían para Sortilegios Weasley, como había imaginado, Regulus y Ted se habían metido de llenos en el proyecto, aunque el segundo lo hizo sin invitación, pero ambos amaban la idea de una tienda de bromas, cerca de las escuelas. Los gemelos también parecían ansiosos, así que los días que no tenía pendientes se iba a la tienda de sus cuñados, para ayudarlos.
También, como dijo al principio había buscado una casa cerca de sus padres (lejos de su abuelo) para irse a vivir con Ginny, lo antes posible. Era un lugar modesto, pero aun así se veían ciertos lujos. Su esposa por otro lado no se acostumbraba a tener dinero, y prefería seguir gastando, solo lo necesario, como su salario de Sanadora, donde se seguía desempeñando, aun así Harry la invitaba a que se sintiera en confianza de disfrutar de todas las comodidades, que el matrimonio le habían dado.
Como por ejemplo, ayudar a sus padres, dado que después de la operación el señor Weasley se había tenido que retirar de trabajar de forma definitiva, y sabía que las pensiones del ministerio no eran del todo satisfactoria, para llevar una vida aunque fuera modesta. Por lo que él la invito a que le diera parte de su sueldo a sus padres, así como la compra de despensa e incluso con ayuda de su madre (quien conocía más el mundo muggle) le había regalado unos rompecabezas a su suegro de cosas muggels, que él tenía que armar sin ayuda de magia, para descubrir de que se trataba, lo que lo mantenía entretenido, y sin pensar que estaba sin trabajar.
--- Mamá dice que ya no le compres de esas cosas con patos --- dijo Ginny divertida, mientras se terminaba de poner unos pendientes --- que porque hace unos días los hizo graznar, cuando lo termino.
--- Le traigo ahora uno de camiones de bomberos --- le dijo Harry riéndose, su esposa lo vio sin entender --- los camiones de bomberos, son artículos que ayudan a los muggels apagar los incendios.
--- Que raro, los muggels se inventan cosas muy extrañas, para sustituir la magia --- dijo Ginny pensativa, Harry asintió, de acuerdo con ella.
--- Vamos, no quiero que se nos haga tarde --- dijo apurado Harry besándole la mejilla --- tu mamá prometió tener pastel de melaza.
--- Sí, no sé porque ambos te consienten tanto --- dijo Ginny rodeando los ojos.
--- Porque me quieren --- dijo orgulloso, ella se rio divertida --- anda, no quiero llegar después de Ron, la última vez se comió la tarta antes de que yo llegara y no me dejo...
--- Te emocionas más por ir los domingos con mi familia, que las reuniones en tu casa --- dijo Ginny siendo jalada por su esposo
--- Te lo dije siempre, odio ser esos eventos pomposos, son más divertidos los domingos con tú familia --- dijo poniéndose atrás de ella y rodeando su cuello con una gargantilla, fina con pequeñas piedras brillantes y en medio caía un dije en forma de un triángulo, con una varita en medio y rodeándolo un circulo --- bienvenida a la familia Potter.
--- ¿Qué es esto? --- pregunto sorprendida, tocándose el símbolo y mirando a Harry.
--- El símbolo de los Potter, es conocido también como las reliquias de la muerte, ¿has escuchado alguna vez el cuento de los tres hermanos? --- pregunto dudoso Harry.
--- Por supuesto, mi madre nos lo contaba de niños, aquellos hermanos que se enfrentaron a la muerte y que por ello, les regalo tres objetos preciosos --- dijo Ginny, Harry asintió --- que yo me acuerde era la varita más letal, --- Harry deslizo su dedo por la varita --- la piedra de la resudación --- ahora fue turno de acariciar lentamente el circulo --- y la capa de invisibilidad --- dijo Ginny por último, mientras Harry pasaba ahora su dedo por el triangulo
--- Mi padre nos contaba muchas leyendas de mi familia, la principal era este símbolo, que todos nosotros portábamos --- dijo, enseñándole un reloj de oro, que Ginny nunca lo había visto, donde tenía grabado ese mismo símbolo --- se dicen que los hermanos Prewett fueron los inspiradores del cuento infantil, no se sabe que hayan enfrentado a la muerte en sí (eso es parte de la leyenda), pero que si eran magos muy habilidosos, como para crear objetos tan asombrosos, se dice que la piedra y la capa se han pasado en mi familia de generación en generación, pero al llegar a mi tatarabuelo, esté logro destruir la piedra, que porque traer a los muertos de regreso solo trae locura y desconsuelo --- le dijo, Ginny estaba muy atenta --- mientras tanto la varita, se perdido entre la historia de guerras entre magos, se dice que el último mago en tenerla que tiene registro fue Gregoroviche, pero esté ya falleció como para seguir el rastro, lo único que se llegó a saber es que alguien más se la robo...
--- ¿Estás seguro de lo que dices?, son solo conjeturas, ¿no?
--- Bueno... yo también lo creía, hasta que mi padre me dio esto --- dijo sacando una capa, ella la sintió --- tiene muchos siglos de vida, nadie sabe cuánto, pero no se gasta o falla, es algo única, pruébala si quieres.
Ginny se la puso y miro asombrada como la mitad de su cuerpo desaparecía, e incluso no había rastro como otras capas invisible, era como si en verdad se hubiera desvanecido de la nada.
--- Esto es...
--- Solo te cuento, porque este símbolo pertenece a los Potter, nosotros lo portamos con orgullo, incluso mi madre y hermanas tienen algo de ello. Pensé en algo que pudieras usar libremente, puedes esconder el dije debajo de tu uniforme y la gargantilla es demasiado ligera, para llamar la atención de alguien --- dijo Harry encogiéndose de hombros --- ¿te gusta cierto?
--- Es hermosa, --- se tocó la gargantilla con cuidado, admirando los brillas sutiles --- deduzco que no son piedras fantasías, ¿verdad?
--- No, son diamantes, pero duran más que las piedras fantasías y no se añejan --- dijo encogiéndose de hombros.
--- Puedo pensar que el dije es de plata --- dijo mirándolo, Harry sabía que a su novia no le gustaba portar algo tan costoso, por miedo a que se perdiera o robaran, así que se omitió que en realidad el dije era de oro blanco y asintió --- bien, me parece... que debo acostumbrarme a estas cosas.
--- Sí acostúmbrate, mi madre y mi abuela son muy sencillas, tienen joyas que solo usan en eventos sociales y dependiendo de la vestimenta, no te preocupes --- le abrazo por la espalda --- ahora sí, vámonos, anda, anda...
Harry la tomo de la mano y la jalo a la sala donde se encontraba la gran chimenea encendida, para ir juntos a la madriguera, ansioso el primero de ir a comer pastel de melaza
En la habitación principal de la madriguera los recibió la señora Weasley, junto a su esposo, ambos parecían ansiosos, pero en cuanto los vieron cambiaron su expresión por una sonrisa.
--- ¡Hola Harry, Ginny! --- dijo la señora Weasley abrazando a su hija y después a su yerno.
--- Hola Molly --- dijo sonriendo, luego vio al señor Weasley quien seguía armando el rompecabezas --- ¿ya lo está terminando?
--- Ya me faltan dos piezas, nada más --- dijo orgulloso el señor Weasley mostrando la imagen --- ¡es un pato de hule!
--- Le traigo este --- dijo, dándole una gran caja, parecía emocionado el papá de Ginny, mientras su esposa rodeaba los ojos.
--- ¿Quién ha llegado? --- pregunto Ginny a su madre, mientras Harry se ponía ayudar a su suegro con el rompecabezas.
--- Bueno... hija llego tu hermano Ron --- dijo la señora Weasley haciendo una mueca, Harry dejo el rompecabezas para ver a su suegra.
--- ¿Dónde está en estos momentos?
--- En la cocina hijo, se fue hace como cinco minutos, junto con Hermione --- dijo dudosa.
--- Disculpa Arthur --- dijo enderezándose y mirando a su esposa y suegra --- tengo algo importante que hacer... eh... ahorita vengo.
--- De seguro va a la cocina a ver que Ron no se haya comido el pastel de Melaza, --- al decirlo Ginny rodeo los ojos --- lo ha estado esperando toda la semana.
--- Hija tenemos un problema --- le dijo rápidamente Molly, Ginny la miro preocupada --- cayo de visita tú tía Muriel, junto con tú prima Romila... no avisaron.
--- ¿Y luego?, me da igual ambas, tanto mi tía, como mi prima y sus padres me humillaron, cuando los invitamos a mi boda --- dijo cruzándose de brazos --- así que piensen lo que quieran.
Molly asintió, no muy segura, pues para la vieja tía Muriel, la única familia de valor era la de su prima segunda Milisen, quien se había casado con Romualdo Van, un funcionario de gran rango en la familia de su lado.
A ella siempre la había criticado, por haber aceptado a Arthur, pues según en palabras de tía Muriel, un hombre que no valiera su peso en oro no valía la pena. Pero como a Molly nunca le había importado el dinero, prefirió una vida de felicidad aunque algo modesta con respeto al dinero, que una vida repleta de lujos. Su satisfacción más grande era que sus hijos habían podido salir adelante con sus propios medito ante sus sueños y que la mayoría de ellos o ya estaba casados, o habían encontrado alguien especial para compartir su vida.
Una de sus preocupaciones más grande era Ginny, que desde chica siempre había preferido el estudio antes de sociabilizar con cualquiera, y no quería que el día que ella o su marido faltaran, su única hija quedara sola, por eso acepto que se casara con Harry en esas circunstancias, porque no iba a encontrar un hombre que amara más a su hija, que él, y no le importaba su apellido o los privilegios que supuestamente (según Percy) iba a traer consigo a esta familia.
Ginny beso a su madre en la mejilla para salir al patio, a ver a sus demás hermanos y cuñadas, pero por mala suerte solo se topó a su tía abuela Muriel, una mujer grande y de edad avanzada, que estaba sentada en una silla con una expresión de malestar en su cara, mientras su prima Romila le hacía compañía, igual con expresión de disgusto, evaluando todo.
Hizo una mueca, no quería acercarse con ninguna de ellas dos, pues la iban a empezar a criticar, por eso había decidido dar media vuelta e ir a la cocina, en busca de su marido y su hermano, pero por mala suerte su tía la miro antes de que lograra escabullirse.
--- Ginevra estas demasiado flaca --- fue su saludo, Ginny rodeo los ojos --- con esas caderas muchacha, nadie te querría para madre de sus hijos...
--- Buenas tardes querida tía Muriel, me da gusto verte --- dijo ella fingiendo una sonrisa, su tía se cruzó de brazos --- no sé si te acuerdes, pero te invite a mi boda, hace más de un mes que estoy casada.
--- Ah sí, casada con Harry Potter --- dijo Romila riéndose a carcajadas --- y no me digas, ese collar que traes esta hecho de diamantes.
--- No tengo porque replicarte o decirte nada, Romila --- le dijo Ginny rodeando los ojos --- eres libre de creer lo que tú quieras.
--- Por favor niña, me vas a decir que una de las familias de magos más respetadas y poderosas de todo el país, te permitió casarte con quien algún día va a heredar toda su fortuna --- le dijo Muriel bufando
--- Es que mírate, eres tan poca cosa --- dijo Romila, mirándola de arriba abajo --- no tienes un buen cuerpo, tan siquiera, para ofrecerle, ¿enserio vas a pensar que nos creeremos que él se fijó en ti?, dinos Ginevra, según tú ¿Qué te vio?
--- Que es valiente, inteligente, amable, cariñosa y sencilla --- escucho que alguien lo decía a lo lejos, luego sintió unas manos rodeando sus cintura, y se sintió a gusto en los brazos de Harry --- es un placer conocerlas, supongo que usted debe ser la tía de Ginny, Muriel --- dijo mirando él directamente a los ojos a la mujer, que lo miraba sin creer --- es un placer, conocerla al fin, mi esposa y yo lamentamos no tenerla en la boda.
--- Eh yo...
--- Pero a veces pasan cosas, ¿no? --- dijo sonriendo y quitándole importancia a la situación Harry --- permítame presentarme, soy Harry James Potter, el marido de Ginny
Romilda se paró de inmediato de su asiento extendiendo su mano, pues como su padre tenía un puesto importante en el ministerio, había ido a uno que otro evento donde los Potter estaban invitados, y él había estado ahí, pero nunca habían hablado, después de todo Harry Potter solo se quedaba con un grupo reducido de personas, como Draco Malfoy o los Black.
--- Es un placer señor Potter, lo vi en el evento de caridad para jóvenes magos de hace dos años --- dijo Romila, pero bajo la mano, al ver que él no la estrechaba.
--- Ah sí, un gusto --- dijo Harry fingiendo otra sonrisa.
Había salido para decirle satisfecho a su esposa que le había ganado a Ron el pastel de melaza, cuando había escuchado a esas dos arpías insultar a su esposa, sintió tanto coraje y ganas de hechizarlas, que solo se estaba conteniendo, por tener a Ginny en sus brazos.
--- Tengo que ir ayudar a mi mamá --- dijo Ginny inventando una excusa para entrar en la casa --- con permiso Romila, tía...
--- Te acompaño --- dijo Harry tomándole la mano para encaminarse los dos a la casa.
Adentro de ella, Ginny no lo miro desesperada, pero él solo le beso los labios tomándola de la cintura.
--- Tú prima sí que es ciega, ¿Cómo puede decir que no tienes un buen cuerpo? --- dijo mirándola de arriba abajo, haciendo sentirse cohibida a Ginny --- si eres perfecta, y así me vuelves loco...
--- Harry basta --- le dijo Ginny divertida, mientras se sonrojaba --- entonces, alcanzaste pastel de melaza...
--- No, pero tampoco Ron, tu madre llego cuando apenas lo íbamos a dividir en dos, y nos regañó --- dijo despeinándose el cabello --- dijo que nos teníamos que esperar.
La comida fue divertida, todos (sin contar a la tía y prima de su esposa) lo seguían tratando igual, incluso Percy, era parte de los Weasley y eso a Harry le gustaba, se sentía bien, estar ahí, se sentía en casa, junto con la mujer que amaba.