Capítulo 9

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Los días siguieron pasando, Harry cada vez destacaba entre los Aurores de la academia, muchos de ellos le decían a Kingsley, incluso logro impresionar a Alastor Moody, quien siguiendo los comentarios de Kingsley, se había guardado que sabía quién era realmente ese chico.

--- Potter, ya no debería estar en la academia, deberías mandarlo a campo, esa astucia y habilidad que tiene se está desperdiciando contra esos novatos --- le dijo una vez Moody a Kingsley en privado.

--- No puedo mandarlo al campo, si hago eso su abuelo podría averiguar donde se encuentra y nos meteríamos en un problema muy grande --- le recordó Kingsley --- por desgracia va a la cabeza para la selección de Ministro y si gana, tendríamos que pedirle a Harry que se vaya...

--- ¡Pamplinas!, ningún idiota estirado de aires de grandeza me debe decir cómo manejar a mis Aurores y a quien aceptar o no --- dijo desesperado --- Potter tiene talento nato, siempre lo ha tenido, ahora lo demuestra más.

--- Tienes razón, pero ese idiota estirado, tiene influencias y dinero, puede hacer mucho daño al enterarse donde se encuentra su nieto --- dijo Kingsley --- le di la oportunidad por Lily y James, quienes son mis amigos, pero yo sé que él no va a continuar como Auror, nunca conocido a nadie que le gane a Charles Potter, escucha mis palabras, todos sabemos que esta batalla Harry la tiene perdida.



En la madriguera las cosas estaban también muy ajetreadas, preparando la fiesta de cumpleaños de Victore, pues la pequeña niña cumplía ya seis años y su abuela deseaba hacerle un gran pastel, además de arreglar la casa con una carpa y muchos globos, en una recepción de algunos familiares y amigos.

--- Harry, ¿puedes colgar estas serpentinas rosas por favor? --- pregunto Molly, dándole unos grandes tubos a él --- Arthur quiso comprarlas al "estilo muggle" --- rodeo los ojos molesta --- en lugar de aparecerlas, y nadie sabe cómo hacerlo.

--- Yo me encargo, no hay problema --- dijo divertido Harry tomando las serpentinas, para desenrollarlas y colgarla, pero usando su varita.

Al terminar, vio que Ginny llegaba a donde él se encontraba, y se dejaba caer en una silla suspirando algo cansada, él le sonrió.

--- ¡Por fin! --- dijo levantando sus manos de forma exagerada --- terminamos de preparar todo en la cocina, mamá está cocinando como si fuéramos alimentar a medio mundo mágico.

--- Bueno, tus hermanos comen, como si fueran medio mundo mágico --- dijo Harry divertido, sentándose a lado de ella --- cuéntame, ¿Quién va a venir?

--- No sé, supongo que algunos amigos de la familia y posiblemente (aunque ruego que no) mi tía Muriel, le encanta venir a criticarnos a todos, como ella tiene dinero --- rodeo los ojos molesta --- pero bueno, de ahí en fuera, tal vez algunos amiguitos de Victore, no va a ser muy grande la cosa.

--- De acuerdo, pensé que tenías guardias hoy en la noche --- le dijo Harry dudoso, ya pasaban de la cinco.

--- Las cambie con Lavander, para poder venir al cumpleaños de mi sobina --- dijo orgullosa --- no le cayó muy bien a está, pero le recordé que yo tome varios turnos dobles, para cubrirla cuando iba con su novio.

--- ¿Tomaste turnos dobles por ella? --- pregunto Harry sorprendido, pues sabía que a Ginny no le caía bien esa Sanadora.

--- Fue antes de salir contigo amor, tenía mucho tiempo libre y me gustaba más ocuparlo en el hospital --- dijo encogiéndose de hombros --- pero no le digas a nadie, todos pensaban que era mi ritmo normal de trabajo.

--- Con razón Ron me pregunto si tenías algún problema en el hospital, porque cada vez tenías más horas libres --- le dijo Harry negando divertido, ella se rio.

Todo o NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora