Al día siguiente me dispongo a tomar una ducha y a limpiar un poco el apartamento, no había mucho que hacer a decir verdad pero tenia que distraer mi mente un rato en lo que mi madre venia a buscarme. Había empezado a arrepentirme a aceptar su propuesta de ir a ver muebles ya que mi plan no era estar mucho tiempo en este lugar pero Tayler no me había llamado ni una sola vez y eso me decepcionaba un poco. Había pensado en llamarlo, de hecho todos los días pensaba en hacerlo, pero quizá el también necesitaba algo de espacio.
Al medio día apareció mi madre, me sonrió y beso mi mejilla para después irnos, era extraño para mi salir con ella ya que tenia meses que no hablábamos y eso me hacia sentir un poco extraña, no era como antes. En cuando subí a su coche insistió en ir a desayunar algo aun cuando le dije que no era necesario pero según ella había adelgazado unos kilos, y tal vez era verdad ya que estas semanas no me había alimentado muy bien, al final desayunamos algo rápidamente y nos dirigimos al centro comercial. Estaba nerviosa y eso era porque estaba cerca de la empresa de Tayler, o quizá ya no lo era, ya que según sus palabras dejaría de trabajar un tiempo. Pensé en mandarle un mensaje pero no lo hice, tenia que pensar bien que hacer.
Ya en el centro comercial mi madre comienza a entrar a todas las tiendas de muebles posibles, habla de lo bien que se vería el apartamento con una alfombra y cortinas color blancas, quizá no se vería tan mal pero me gustaría escoger las cosas yo sola, ya que era mi casa. Y al parecer ella lo entendió al ver mi rostro.
- Puedes tomar fotos y después escoger lo que más te guste. - Dijo segundos después, había demasiadas cosas que me gustaban pero sabia que no tendría el dinero para comprar todo, quizá solo compraría un par de adornos. - Vayamos al supermercado. - Dice mi madre después de recorrer todas las tiendas, eran casi las cuatro de la tarde y yo moría del cansancio, no sabia que esto llevaría tanto tiempo y ni siquiera compre nada. - Sé que te negaras si me ofrezco a comprarte comida pero aun así lo hare.
Pienso en decirle que no era necesario pero seria en vano, cuando mi madre decía algo era imposible hacerla cambiar de opinión, así que simplemente la seguí al supermercado. Esto me hacia recordar cuando era adolescente, me hacia acompañarla a comprar cosas para la casa y aunque siempre me negaba a ir, ella me obligaba a hacerlo ya que según ella tenia que aprender a hacer las compras. Sigo a mi madre por los pasillos del super, ella me pregunta sobre algunos productos y yo solo asiento pero la verdad es que mi mente estaba en otra parte, nunca imagine que volvería a esto cuando mi vida ya era completamente diferente, estaba empezando a ser independiente e imaginaba mi vida a lado de Tayler. Saque mi celular y busque su numero, tenia que escuchar su voz, presionó marcar pero alguien me llama.
- ¡Nora! - Tenia demasiado tiempo sin escuchar esa voz, Ally se acerca corriendo, su sonrisa me hizo sonreír y cuando llega a mi me abraza tan fuerte que apenas puedo responderle.
- Ally, tenia tanto tiempo sin verte. - Mi madre nos mira. - Ella es mi madre, Ally es la hermana de Tayler.
Mi madre saluda a Ally con un beso y abrazo y comienzan a hablar pero mi atención va hacia el final del pasillo...
Él me mira pero parece no entender que esta pasando y yo estoy igual, no pensé que estuviera aquí, trae una canasta en sus manos con algunas cosas dentro y parece que no ha dormido en varios días por las ojeras en sus ojos, se acerca con pasos lentos y a mi me empiezan a sudar las manos, por un momento siento que es una ilusión pero no es así. Esta ahí cambiando hacia mi y mirándome fijamente, pienso en que hacer o que decir pero mi cabeza esta en blanco.
- Tay y yo vinimos a hacer compras. - Escucho decir a Ally pero mi atención esta en Tayler, cuando por fin esta a solo unos pasos de mi me aclaro la garganta.
- Ya veo. - Digo porque nada más sale de mi boca, no creí que esto seria así de incomodo, entonces me doy cuenta que su celular esta sonando, miro mi celular y presiono colgar.
- Ally que te parece si me acompañas a ver algunas cosas. - Escucho decir a mi madre, sé que planea hacer, Ally acepta y se alejan de nosotros pero no ha salido ni una sola palabra.
- Estabas llamándome. - Dice por fin. - ¿Pasa algo con tu madre?
- No... ella y yo estamos bien. - Digo rápidamente, el asiente. - Insistió en comprarme algo de comida. - Añado porque no se que más decir.
- Veo que han estado en contacto.
- Algo así.
Miro a todas partes menos a él, quería preguntarle porque no había intentado buscarme pero no podía hacerlo, fui yo quien decidió alejarse.
-¿Estas viviendo con Ally? - Digo en vez.
- Solo por un tiempo, en lo que terminan de remodelar el apartamento. - Yo asiento. - Quizá deberíamos de ir a otro lugar, este no es un buen lugar para hablar.
Yo digo que si y lo sigo hasta la salida del supermercado, no se a donde iremos pero es mejor que estar en esos pasillos. Para mi sorpresa se detiene en un restaurante, pone una mano en mi hombro y me hace entrar, siento una corriente pasar por mi cuerpo, lo había extrañado tanto y el simple hecho de que me tocara un poco me ponía nerviosa. Nos sentamos en una mesa al fondo del lugar pero mi celular comienza a sonar, me había olvidado completamente de mi madre y Ally.
- No te preocupes por nosotras. - Dice mi madre en cuanto respondo. - Llevare a Ally a su casa y si necesitas algo puedes llamarme.
- Esta bien.
Digo y cuelgo.
- Mi madre me ha dicho que llevara a Ally. - Tayler asiente, me tranquilizaba que confiara en ella para llevar a su hermana.
- Comamos algo. - Dice sin más.
- La verdad es que no tengo hambre. - Le digo y él me mira.
- ¿Has comido?
- Mi madre me llevo a desayunar. - Odie como sonó eso, me sentía como una niña.
- Me refiero a los días anteriores. - Añade.
- Lo he hecho... algunas veces.
Una mesera de acerca a nosotros pero no tengo idea de que pedir, apenas había mirado el menú y no era mentira cuando dije que no tenia hambre. Pero para mi sorpresa Tayler pide por mi, no me quejo.
- Tienes que comer. - Dice cuando la mesera se aleja. - Has bajado de peso.
Me siento un poco avergonzada, sabia que había bajado un par de kilos pero no pensaba que fuera tan notorio.
- Lo siento por no llamarte. - Dice por fin, yo lo miro. - He tratado de mantenerme lejos...
- Entiendo. - Le digo. - ¿Cómo ha estado todo?
- Digamos que un poco aburrido. - Toma del vaso con agua que acababan de traer. - Estar con una adolescente todo el día es algo complicado. - Sonrió un poco.
- Al menos tienes compañía. - Me arrepentí en seguida de decir eso, Tayler no había tomado la decisión de alejarse y no podía reclamarle nada.
- Algo así. - Se limito a decir.
Nos quedamos en silencio hasta que llego la comida, no tenia idea de que decirle, había pasado menos de un mes desde que nos alejamos y quizá había sido suficiente, al menos para mi, o solo estaba confundida.
- ¿Te gusta tu nuevo apartamento? - Pregunta para romper el silencio. - Pensé en ir a visitarte pero no quería ser inoportuno.
- Puedes ir cuando quieras. - Dije rápidamente deseando no sonar desesperada. - Es algo pequeño y no tengo muchas cosas pero creo que es suficiente.
Él asiente y nos limitamos a comer, quizá estaba queriendo apresurar las cosas pero pensé que lo mejor seria tomar las cosas con calma, no quería presionar a Tayler y mucho menos quería presionarme a mi. Un rato después salimos del restaurante, no habíamos hablado mucho pero agradecía el hecho de haber estado con él un rato, me sentía tranquila de que estuviera bien, o por lo menos eso aparentaba. Caminamos por el centro comercial sin algún rumbo y en silencio, pensé que lo mejor seria regresar.
- Creo que tengo que irme. - Le digo y él me mira. - Tomare un taxi.
- Te llevare. - Dice pero cuando voy a negarme el comienza a caminar al estacionamiento.
Sabia que Tayler tenia mi dirección ya que se la había mandando pero lo raro fue que ni siquiera reviso su celular para corroborar, no dije nada, estaba acostumbrada a cosas así. Tayler conduce en silencio y no puedo evitar mirarlo, se veía tan bien como siempre a pesar de las ojeras, si no estuviéramos tomando un tiempo no podría esperar para llegar a casa con él y besarlos hasta no poder más. Él me mira y yo desvió la mirada, siento que mis mejillas se ruborizan y cuando menos lo espero Tayler alza una mano y pone un mechón de cabello detrás de mi oreja.
- También te ha crecido el cabello. - Dice. - Siento que he dejado de verte por meses.
Yo sentía lo mismo.
Una hora después estábamos llegando, el sol estaba comenzando a ocultarse y yo desee que este día fuera más largo para poder estar más tiempo con él. Se detiene en frente del edificio pero no decimos nada, no quería despedirme, ni siquiera nos habíamos despedido la ultima vez.
- Creo que debo entrar. - Digo aunque es lo que menos quiero hacer. - ¿Te gustaría verlo? Me refiero al apartamento.
Digo tan rápido que apenas logre articular, él asiente y baja del coche, yo hago lo mismo, camino con Tayler detrás de mi, busco mis llaves en las bolsas de mi pantalón y abro la puerta del edificio, mi apartamento esta en el tercer piso pero no hay elevador así que subimos las escaleras, este lugar era demasiado silencioso así que solo se escuchan nuestros pasos haciendo eco por todo el edificio. Cuando por fin llegamos mi respiración esta agitada, necesitaba hacer ejercicio. Abro la puerta y entro, él hace lo mismo cerrando la puerta detrás de él.
- Es algo pequeño. - Le digo. - Quizá compre un par de muebles.
Él mira el lugar, no es ni la mitad de su apartamento y nada elegante como el suyo pero era suficiente para mi.
- Te ofrecería algo de tomar pero solo tengo botellas de agua.
- Estoy bien dice él.
- Tampoco tengo donde sentarnos. - Reí en mi interior, creo que no había sido buena idea invitarlo cuando no había nada aquí.
- Podemos sentarnos en tu cama. - Lo miro pero parece serio, quizá yo estaba mal interpretando sus palabras.
Nos sentamos en la cama, es tamaño individual así que no hay mucho espacio, Tayler se recuesta un poco y yo me hago a un lado para que tenga más espacio.
- Por lo menos tienes una cama cómoda. - Añade. - Aunque demasiado pequeña.
Pensé que era pequeña para él ya que para mi era perfecta pero yo era casi la mitad del tamaño de Tayler. Hay nuevamente un silencio pero esta vez no era incomodo, me gustaba tenerlo ahí.
- Acuéstate conmigo. - Dice sacándome de mis pensamientos.
No lo pienso dos veces y hago lo que me dice, me acuesto mirando al techo pero el esta de lado así que puedo sentir su respiración, entonces alza una mano y toma mi cara haciendo que lo mire, voltea mi cabeza lentamente hasta que nuestros ojos se miran, no decimos nada, es como si nos estuviéramos comunicando con nuestras miradas.
- No has dormido. - Le digo.
- Trato de hacerlo pero me es imposible. - Me giro en la cama para quedar frente a frente. - Cada vez que cierro los ojos tu rostro llega a mi mente y no me permite dormir.
- Lo siento por quitarte el sueño.
Seguimos mirándonos y su mano aun sigue en mi rostro.
- Te he extrañado. - Su voz suena adormilada y pienso que en unos minutos más estara completamente dormido.
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¡Nuevo capitulo! Por fin aparece Tayler, lo siento por hacerlas sufrir. No olviden dejar sus votos y comentarios <3
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GABY