Izuku Midoriya un chico peliverde de baja estatura, sonriente ante la vida y todo lo que está conlleva aunque parezca que lo quiere hundir en miserias, Katsuki Bakugo de ojos rubi y personalidad fuerte y explosiva, salvador diario de Izuku, personajes quienes formaron una amistad inquebrantable o como Izuku lo nombra "mejores amigos" aunque uno de ellos no termine de aceptarlo aun.
Gracias a la amistad de sus madres fue que ellos pasaron viéndose las caras día a día, pero ninguno tenia quejas sobre aquello, pues fue así como ellos se terminaron tratando como hermanos, estando el uno para el otro.
El sueño de ambos, entrar a la prestigiosa escuela de Heroes la UA y salvar al mundo como All Might, ídolo en común. Sin embargo, para Izuku el descubrir que no poseía un quirk había sido el detonante de sus problemas. Bakugo nunca lo dejó, el decía: "Aunque eres un inútil mukosei, no eres tan inútil, bueno si lo eres, pero... ah ya se! Seras mi esclavo" Esa fue la forma en la que Bakugo lo nombró su ayudante.
Aún así a lo largo de los años se escuchaban las mismas palabras, las misma frases, Inútil, solo eres un estorbo, ¡Mukosei! lamentablemente Bakugo tuvo que presenciar como Izuku se fue desmoronando poco a poco por las constantes burlas de sus compañeros y aunque el siempre estuvo allí para defenderlo, el quiebre para Izuku fue cuando comenzaron a hablar mal de Bakugo a sus espaldas y todo por su culpa, fue hay cuando empezó a dudar de si mismo, de sus esfuerzos para algún día lograr ser un héroe y de su vida en general.
Viernes en La Secundaria Orudera.
El sonido del timbre resonó por los pasillos provocando que todos salieran de las aulas como si su vida dependiese de eso, en el salón ya solo se encontraban Bakugo e Izuku, mientras el peliverde guardaba tranquilamente sus cosas en su mochila, Bakugo estaba a su lado, ambos teniendo una charla sobre a que hora se encontrarían para ver el estreno de la nueva película de All Might, pues ya en poco tiempo se graduarian y querían relajarse un poco antes de aplicar para el examen de la UA, claro que no faltaban los gritos de Bakugo diciéndole que se apure aún cuando realmente no tenía prisa alguna.
El sonido de las risas los hizo girarse encontrándose con tres de sus compañeros, los bullies de Izuku e antiguos intentos de amigos de Bakugo, que fueron rechazados al momento de burlarse de Izuku.
- ¿Bakugo por que te sigues juntando con ese rarito? Nosotros somos mejores, el solo es un gastadero de oxígeno ja,ja,ja! - dijo uno de ellos mientras los otros dos se reían.
Bakugo no era nada tolerante y normalmente ya los habría mandado a volar, pero sabia que les iba doler más ser ignorados y eso hizo, haciendo cara de desinteresado aunque por dentro se estuviera riendo diavolicamente, y tal y como pensó vio claramente en sus caras como se molestaban aún más.
- ¡Oi Deku! si tanto quieres ser un heroe, ten fe en que en tu siguiente vida lo serás y avientate de la azotea
Apenas terminó de decir esas palabras Bakugo ya era rodeado por un fuego infernal.
- ¡¿QUÉ DIJISTE PEDAZO DE IMBECIL?!
Los otros sabiendo que habían hecho molestar a la bestia no esperaron más y salieron corriendo escuchando a sus espaldas como las explosiones se acercaban más a ellos.
Las explosiones se alejaron hasta no ser audibles para Deku quien se había quedado completamente solo en el salón, derepente su vista se había nublado y pronto descubrió que eran lágrimas corriendo de sus ojos.
¿Qué había hecho mal?¿Por que todos lo odiaban?¿En serio era tan inútil como todos decían?¿Un estorbo?... Si, lo era, solo es un estorbo para Kacchan, el si podría convertirse en el héroe N.1, pero el... solo podía... el no podia hacer nada.
Deku bajo la mirada hacia sus brazos, recorrió su saco dejándole la vista libre, viendo las múltiples marcas imborrables de sus brazos, esas marcas que solo le recordaban lo débil e inútil que era ¿Cuantas veces se había marcado ya? Cortarse lo había ayudado, le había traído Paz en tantas ocasiones ¿Será que morir tiene el mismo resultado?
...
De entre su mochila sacó una libreta, la misma que usaba para escribir toda la información importante de los mejores héroes del mundo, con un marcador escribió "para kacchan" en la pasta de la libreta y la abrió para comenzar a escribir.
Pocos minutos después tomó todas sus cosas y salió del salón caminando entre los pasillos siendo ignorado por las pocas personas que estaban hay y otras chocaban su hombro con la intención de molestarlo, pero su mente en blanco, sentía que volaba, ya nada le importaba.
...
Bakugo se encontraba a las afueras de la secundaria donde ahora todos salían para conversar un poco antes de irse a sus casa y otros iban directo a ellas, ya había terminado de romperle la cara a los idiotas e iba de regreso al salón para ver si Deku aún estaba hay.
- ¡Hay alguien en la azotea!
Ese grito resonó en su cabeza como un eco, abrió los ojos asustado girando rápidamente hacia arriba y después sintiendo como si dudara frío, todo a su alrededor se dispersó dejando a su vista una sola cosa, a Deku.
De un impulso corrió atravesando la entrada entera, sin importarle a quien empujaba corria lo más rápido que la física le permitía, los pasillos hacían eco a las explosiones que usaba para impulsarse aún más, sin embargo estas no le ayudaban mucho, no podía usar bien su quirk por el miedo.
Los pasillos se volvían infinitos, las escaleras interminables, su vista se nubló por culpa de las lágrimas y un nudo en su garganta se formó en cuanto más tiempo pasaba, hasta que por fin vio las puertas hacia la azotea.
- ¡Deku!
Al llegar lo vio a el, su cabello verde moviéndose por el viento, sus ojos esmeralda reflejando la luz del hermoso cielo naranja, sin embargo estos aun estando húmedos parecían no tener brillo.
Ambos mirándose a los ojos unos tan tristes, otros con miedo, aún así Deku sonrió, sonrió como el solo sabía hacerlo, una sonrisa que te da seguridad y cariño aún cuando caes por un abismo.
- De...
- Kacchan, cumple nuestro sueño por los dos ¿Si?
Su corazón, vida y alma se detuvieron al comenzar a ver a Deku caer de espaldas, 0.02 segundos en donde pudo crear una diferencia, pero era tarde, cuando se abalanzó para intentar alcanzarlo el ya caía más allá de su alcancé.
...
Sentia una presión en su pecho, el viento acariciaba suavemente su cara, era un toque tan delicado, caía de espaldas viedo aquellos ojos rubi llenos de lágrimas, viendo las palomas volar tranquilamente en el cielo de aquel hermoso atardecer ¿el también podría ser así de libre como ellas?... Perdón mamá, perdón Kacchan, perdónenme por favor. Sentia como si el tiempo fuera despacio, cerro los ojos no sin antes ver por última vez los rubi, depronto todo se volvió obscuro y silencioso, tan tranquilo.
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Cabe aclarar que no incitó a la suicidacion 🚫
Hola esta es la versión 2.0 remasterizada, si cambie varias cosas :)