Hotel para Divorciados - Namj...

By JustCamila_8

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❝Kim Seokjin tiene el corazón roto, su ex esposo Jaehwan lo ha dejado como un muñeco inservible y con graves... More

Prólogo
Capítulo 1 - Un curioso encuentro
Capítulo 3 - Nuevos amigos
Capítulo 4 - Gatito
Capítulo 5 - Pijamada de divorciados
Capítulo 6 - Confesiones
Capítulo 7 - Ceruleo
Capítulo 8 - Tercera sesión: Pintura.
Capítulo 9 - 4ta sesión: Infrarrojo
Capítulo 10 - Ebrios y enamorados
Capítulo 11 - 5ta Sesión - Sanar
Capítulo 12 - Casa Abyss
Capítulo 13 - No ocultes tus sentimientos
Capítulo 14 - Peluches, sentimientos y guitarras.
Capítulo 15 - Final: Empieza de nuevo
Epílogo

Capítulo 2 - ¿Cuál es tú mayor deseo?

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By JustCamila_8

Seokjin se sintió como un empresario multimillonario al observar la calidad de cada pequeña cosa en su habitación.

Desde la lámpara de base dorada hasta las baldosas de diseños finos en la pared del baño, toda su habitación parecía decir "Tengo dinero, lo uso y lo disfruto"

Bueno, el lugar no era suyo pero sí que lo iba a disfrutar. Con una sonrisa y la espontaneidad de un niño, corrió y se lanzó a su cama. Las sábanas frías y suaves acariciaron su piel mientras él movía sus extremidades, dibujando con su cuerpo la silueta de un ángel.

Definitivamente me divorciaría de ese imbécil mil veces si a cambio tendría está cama.— Seokjin suspiró y de repente tuvo un pensamiento extraño, aquel que siempre visitaba su mente cuándo estaba en una cama ajena.

¿Alguien tuvo sexo en está cama? ¿En estás sábanas? ¿Apoyó el culo en la almohada que estoy frotando contra mi cara mientras un enorme pene se clavó en su tesorito?

¡UGH! Seokjin se levantó y corrió hasta sus maletas, buscando desesperado las sábanas que traía de su casita. Cuándo encontró unas de Koala, las estiró y las colocó sobre su cama, diciendose a si mismo que no estaba exagerando

Simplemente la idea del pene y el tesorito estaba en su mente, además sabía que ese pensamiento no lo dejaría tranquilo hasta que cambiará las sábanas.

—Ahora sí, esto definitivamente tiene estilo.— Sonrió y empezó a guardar sus cosas, su enorme sombrero (parecido al de un pescador) oscilando en su espalda gracias a la cuerdita y moñito amarrados a su cuello.

Después de cambiarse la ropa mojada y colocarse una camisa blanca y unos jeans, empezó a guardar su ropa en el armario.

Tock Tock

Seokjin abrió la puerta de su habitación y frente a él estaba un hombre de cabello negro, ropa negra, maleta negra y ... básicamente todos sus objetos eran de color negro.

Un piercing tintineaba en la esquina de su labio inferior, otro más en su ceja derecha y estaba sosteniendo sobre su hombro una chaqueta de cuero.

A pesar de lo genial que le parecía su estilo y antes de que sonriera y lo saludara, a su mente llegó un pensamiento inquietante otra vez.

Podría ser un delincuente, Ken envío un asesino para deshacerse de mí como en el episodio cuatro de parejas asesinas. Igual que Elena cuándo contacta al sujeto de la moto para matar a Tom.

¡Ahhhhhhh!

—¿Quién te envía?— Seokjin cerró la puerta hasta dejar únicamente su rostro en el espacio restante.

Él hombre parpadeó confundido, tenía su camisa negra dentro de su pantalón apretado y definitivamente su look fué todo lo opuesto a su mirada de perrito perdido. —Uh... ¿La secretaría?

—¡La secretaría!— Seokjin cerró aún más la puerta hasta que solo fué visible su ojo derecho y entonces abrió la puerta. —Ah, la secretaría. —Sonrió aliviado.

Él chico lo miró fijamente y entonces río, enseñando un bonita sonrisa con dos dientes un poquito más prolongados. Tan encantador. —Parejas asesinas ¿Cierto?

Seokjin enrojeció —Y-Yo...

—No te preocupes, hize lo mismo cuándo un repartidor de pizza se equivocó de dirección y llegó a mí casa. Creí que Yugyeom había enviado un asesino y...—Su sonrisa disminuyó.—Por supuesto que no fué así, es decir, él nisiquiera se tomaría la molestia de pensar en mí.

—Sí, ellos no lo harían.— Susurró Seokjin, incluyendo a su ex esposo en el conjunto.

Él chico elevó la mirada y entonces sonrió, aliviado de qué por fin alguien entendiera sus sentimientos. Seokjin se sentía de la misma forma y estiró su mano con educación. —Kim Seokjin.

—Jeon Jungkook.— Su brazo estaba adornado con varios tatuajes. —Creó que la secretaría se equivocó y está no es mí habitación.

—Debe ser la siguiente.—Señaló Seokjin. —¿Nos vemos después?

—Claro.— Jungkook sonrió y rascó su nuca nerviosamente.
—Me vendría bien hacer amigos.

—Bueno, Jackson dijo que más tarde debíamos presentarnos en el salón principal. Namjoon y yo estaremos ahí, así que puedes venir con nosotros

—¿Namjoon?.

Seokjin cubrió su boca como si fuera a decir un secreto—¡Él Dios griego de al lado!

Jungkook río y asintió. —Genial, dos amigos y uno es un Dios griego.

Jin sonrió —Nos vemos más tarde.

—Claro, fué un placer Seokjin.
— Jungkook siguió su camino jalando una maleta, también de color negro.

Seokjin cerró la puerta y terminó de guardar sus cosas. Una hora después escuchó un golpesito en la puerta.

—¿Ya estás listo Jung...?
— Seokjin enmudeció cuándo vió que él Dios Griego era quién había tocado.

—Hola.—Namjoon sonrió y los hoyuelos fueron evidentes en sus mejillas. Los colmillos encantadores de su sonrisa lo saludaron y le dieron un toque aún más sexy.

Se había cambiado la ropa mojada por una camisa blanca de abotonar, la cual estaba abierta desde sus pectorales hasta su cuello con una V. Sus pantalones apretados y de color negro marcaban sus piernas y lo invitaban a sentarse en ellas.

Jodeme de lunes a domingo.

—Hola.—Seokjin apoyó su mano en el umbral pero no lo hizo bien y trastabillo. Rápidamente volvió a su postura relajada y no supo que hacer con sus manos, así que nerviosamente terminó por cruzarse de brazos.

Namjoon cubrió su boca con su mano derecha y río avergonzado, sus ojos formando dos encantadoras líneas curvas.
—No soy Jung...

—Jungkook.—Explicó Seokjin.
—Está en la siguiente habitación.

Namjoon asintió. —No soy Jungkook pero espero que eso no te...—Namjoon frotó las palmas de sus manos con nerviosismo.
—Decepcioné.

—¡No!— Exclamó Seokjin de inmediato y Namjoon elevó sus cejas sorprendido. —No estoy decepcionado, simplemente Jungkook es nuevo y él quería asistir con nosotros a la reunión.

—Oh.— Namjoon asintió y frunció el ceño.—Supongo que para no estar solo.

Ay, es tan lindo y comprensivo. Ejem. Enfócate Seokjin.

Me alegra que vinieras a buscarme.—Seokjin sonrió.
—Permíteme busco mis llaves y después vamos por Jungkook.

—Por supuesto.— Namjoon  observó la habitación de Seokjin y señaló las sábanas de Koala.
—Oh, las conozco.

—¿Sí?— Seokjin enrojeció, maldita sea él Dios Griego había visto sus sábanas de Koala. Nada menos sexy que eso, ¿Porqué Seokjin? ¿Porqué tienes que ser tan raro?

—Sí, también tengo unas de alpacas.— Namjoon sonrió sin importarle lo ridículo de la situación, incluso sin percatarse de que acaba de pedirle matrimonio a Seokjin con semejante afirmación.

Le gustaban las sábanas de alpacas.

Seokjin sonrió y sus mejillas dolieron por la intensidad de su expresión. —¿De verdad?

—Sí.—Namjoon sonrió. —¿Nos vamos?

—A-Ah sí.— Seokjin agarró sus llaves y salió de la habitación, cerrando con llave y con movimientos torpes.

No es justo. Acabo de salir de una relación y mágicamente llega él hombre de mis sueños, incluso le gustan las sábanas de alpacas. Maldita sea.

—Estoy pensando comprar unas sábanas de alpacas.— Comentó Seokjin y sonrió. —Las que tenía me traen malos recuerdos.

—Lamento escuchar eso.—Namjoon apretó sus dedos con nerviosismo. —Podría acompañarte.

—¿Sí?— Se detuvo.

—Sí.— Asintió Namjoon, deteniéndose también.

Joder, parecían dos estúpidos que no sabían coquetear, además del factor evidente de sus recientes separaciones. Su única comunicación estaba comprendida por respuestas cortas, balbuceos y poca conexión entre dos neuronas para decir algo coherente.

Seokjin golpeteo la puerta de Jungkook y él hombre salió segundos después. Namjoon lo observó con sorpresa y entonces sonrió amigablemente. —Kim Namjoon.

—Ah, él Dios Gri...

—Él es Jungkook.—Interrumpió abruptamente Seokjin y le envío dagas con la mirada a su nuevo amigo.

Jungkook carraspeó por su error y fingió que nada había sucedido. —Ese soy yo.—Le dió un apretón de manos a Namjoon y cuándo él moreno se giró, Seokjin le dió un manotazo en el hombro al pelinegro.

—Lo siento, no esperaba que fuera tan...— Jungkook movió sus manos alrededor de Namjoon, señalando sus perfectos atributos.

—Lo sé.— Seokjin sonrió cuándo Namjoon se giró y juntos avanzaron hasta bajar por las escaleras.

Entraron al salón y se sentaron juntos en tres de las sillas que formaban un círculo. En una de ellas estaba Jackson, quién sonrió con picardía cuándo Seokjin llegó con Namjoon.

Seokjin evaluó en silencio su alrededor y notó que habían aproximadamente quince personas. Finalmente Jackson comenzó la sesión después de que todos habían llegado.

—Muy bien, primero nos presentaremos. Dirán su nombre y su profesión, después daremos inicio a la actividad.

Más tarde Seokjin descubrió que Namjoon trabajaba en una tienda de música. Era encantadora la forma en la que se expresaba de sus instrumentos, explicando que habían sido un factor importante en su estado de ánimo después del divorcio.

Por otra parte Jungkook era tatuador, tenía su propio negocio pero había decidido alejarse un tiempo de la ciudad.

Finalmente Seokjin explicó que era profesor y que no estaba lo suficientemente bien emocionalmente, así que no había querido regresar a su trabajo todavía.

—Muy bien, en la actividad de hoy vamos a dibujar nuestro mayor deseo. —Explicó Jackson. —Ubiquense en las mesas y les daré materiales por grupo.

Namjoon tenía una expresión sería mientras se enfocaba en su dibujo, parecía que nada más le importaba y gracias a ello no se percataba de las miradas que le daba Seokjin. Embobado en su atractivo perfil, olvidando momentáneamente la actividad.

Negó y se enfocó en su dibujo. ¿Lo que más deseaba? Seokjin mordió su labio y poco a poco comenzó a dibujar una sábana de alpacas.

Parecía algo estúpido, pero ese objeto había sido un factor esencial y un recordatorio del engaño de su ex esposo. Se sentía como un fantasma que se apropiaba de un objeto para existir eternamente por medio de él.

En su caso, la sábana era una prueba de su dolor. Un recordatorio del peor episodio de su vida, uno que no sabía si podría superar por completo.

—Mmm.—Jungkook sonrió enseñando su dibujo perfectamente diseñado. Era el tatuaje de un corazón con una cinta a su alrededor que decía savage love.

—Me encanta.—Seokjin enrojeció cuándo Namjoon lo miró, interesado en su dibujo. —Yo...

—¡La sábana!— Namjoon río adorablemente. —En verdad quieres una sábana de alpacas.

Seokjin enrojeció y se sintió como un tonto al lado de su Dios griego. —No te burles.

—No lo hago con mala intensión.—Namjoon estiró su mano dubitativo y acarició sus dedos con los suyos. —Simplemente me pareció tierno, es decir...—Namjoon bajó la mirada. —Eres tierno.

—¿Tú qué dibujaste?— Preguntó Seokjin y no apartó su mano de las caricias de Namjoon.

Namjoon enseñó él dibujo de una guitarra, una mariposa y un sombrero. —Prefiero reservarme la explicación. —Sonrió.

—Joder, ustedes hicieron cosas tan profundas y yo...—Seokjin río divertido y sus nuevos amigos lo acompañaron, divertidos por el curioso dibujo

Jungkook escondió su rostro detrás de la hoja de papel y se asomó segundos después, atento a la situación. Analizando las miraditas entre Seokjin y Namjoon.

—¿Qué es esto?— Preguntó Jackson en la mesa de al lado y su voz llamó la atención de los presentes.

—Es perfectamente evidente que es.— Él escritor malhumorado, quién se había presentado como Yoongi, permaneció cruzado de brazos y con una expresión neutral.

—Yoongi, a eso me refiero.—Jacksok carraspeó. —Pedí el dibujo de tú mayor deseo.

—Lo sé.— Yoongi frunció el ceño.

Jackson gruñó molesto. —¿Entonces porqué dibujaste un pene?

Yoongi afiló la mirada mientras observaba a Jackson con fastidio. —Porqué mi mayor deseo es cortarle el miembro a ese hijo de puta

—¡Lo apoyo!— Gritó Seokjin y aplaudió eufórico hasta que todas las miradas estuvieron sobre él. —Uh...es decir.

Yoongi le sonrió. —Camarada.

Namjoon río por lo bajo y sus ojos brillaron. —Eres bastante inusual.

—¿Eso es bueno?— Susurró.

Su Dios griego bajó la mirada y se encogió de hombros.—Para mí sí.

Seokjin enrojeció y sintió que enviaba flechitas con corazones de sus ojos. Maldición, cásate conmigo.

¿Qué tan malo era sentir mariposas por un perfecto desconocido?

¿Qué tan malo era que él perfecto desconocido fuera un perfecto Dios griego?

¿Y qué tan malo era interesarse por otro divorciado, quién intentaba olvidar a su ex esposo?

¿Qué tan malo era enamorarse en un hotel para divorciados?

.......

Nuevo capítulo. Espero les haya gustado y me disculpó por el pequeño inconveniente. Esque se había publicado y no estaba listo aún.

Los amo mucho. No sé vayan sin su votito y comentario. Está vez conocimos a Jungkook y Yoongi.

Hasta la próxima.

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