El hotel estaba ubicado en medio de un campo de cesped perfectamente cortado. Incluso a unos pocos metros del inicio de las escaleras del hotel, se encontraba una preciosa fuente con dos sensuales sirenas.
Todo el lugar estaba rodeado por un cuadrilátero de árboles frondosos y altos que parecían sacados de una película romántica. Ahora, en cuanto al hotel, parecía más una mansión de lindos acabados de la época actual, pues carecía del estilo barroco que tenian la mayoría de mansiones y castillos de epocas antiguas.
¿Cuánto dinero tenia él tal Jackson Wang y porqué lo estaba desperdiciando en un grupo de solteros llorones y desolados?
Cuándo se bajó del taxi, esté continúo su trayecto y giró en la rotonda para regresar por el sendero del bosque, aquel que guiaba a los huéspedes a la mansión alejada de la ciudad del Señor Wang.
Seokjin apretó los labios sintiéndose nervioso y con ganas de regresar a su apartamento en la localidad Awake. Rodeó con sus dedos de la mano derecha el aza de pasta de su maleta de rueditas color azul y empezó a recorrer el sendero.
La mochila a sus espaldas pesaba bastante y el sol despiadado lo había obligado a colocarse su sombrero ancho y color azul, aquel del que Ken se avergonzaba tantas veces y terminaba ordenandole que lo guardara.
Bueno, pues a el le gustaba su sombrero por más estúpido que fuera para los demás. Así que si iba a olvidar a Ken, también olvidaría sus hirientes palabras sobre su gorrito. Además planeaba comprar un nuevo diseño de su sábana de alpacas, porqué lastimosamente había lanzado a la basura la protagonista de la infelidad de Ken.
Al pasar por la fuente de las sirenas, se inclinó viendo su reflejo en el agua ondulante y sonrió divertido, hasta que…
— ¡Cuidado!
Seokjin se giró solo para ver que un hombre estaba aferrado firmemente a su maleta y que estaba ubicado sobre ella. Sin embargo, eso no era todo pues la maleta avanzaba con velocidad por el sendero.
Seokjin no fué lo suficientemente rápido para apartarse y él sujeto tampoco lo fué al avisarle del inminente choque.
Seokjin retrocedió, la maleta se golpeó con la suya y él sujeto salió volando, impactando sobre él y entonces ambos cayeron a la fuente. El agua helada se impregnó de inmediato en la ropa de Seokjin, aquella que habia seleccionado cuidadosamente para empezar su primer día de olvidar a tú maldito ex esposo.
El impacto del frío en sus oídos y en su rostro lo dejó estupefacto por unos segundos, incluso sintió el dolor de sus gluteos al impactar las baldosas de la fuente tan abruptamente.
Entonces sintió unas manos fuertes rodear su cintura y después de ser impulsado hacía arriba, jadeo ahogado cuando sintió el oxígeno llenar sus pulmones.
Frotó sus dedos en sus ojos y tembló, parpadeando con dificultad y ardor en sus ojos para enfocar su alrededor.
Hablando del primer día perfecto
— ¿Se encuentra bien?— Preguntó una voz ronca pero él no podía ver nada porqué el alrededor de su gorro estaba empapado sobre sus ojos, impidiéndole ver su alrededor.
Escuchó una risita pequeña y al girarse hacía dónde escuchó aquel lindo sonido, notó unos dedos sujetando el borde de su gorro y curvandolo hacía arriba.
Sus manos aún apretaban su cintura y cuándo Seokjin salió de su estupefacción y analizó el sujetó frente a él…
Santa madre
Su cabello color plata estaba pegado a su frente y de las puntas descendian pequeños ríos de agua, mismos que recorrían sus pomulos altos hasta sus labios regordetes.
Tenía puesta una camisa formal color azul de abotonar ahora empapada, misma que estaba apretada contra su cuerpo, marcando sus amplios pectorales y la curva sensual de su cuello, donde estaba ese encantador lunar.
Joder, si quieres me inclinó ante tí señor.
—Estoy bien. — Cuándo aquellos dedos soltaron el borde de su gorro, este cayó sobre sus ojos nuevamente. Rapidamente curvo de nuevo la tela para no perder de vista tan guapo hombre y sonrió avergonzado. — ¿Usted está bien?
—Sí, la-lamento muchísimo lo sucedido. — Él hombre lo observó tímidamente y al bajar la mirada y percatarse de que sus manos aún se encontraban en la cintura de Seokjin, las apartó con las mejillas pintándose de carmín. —L-Lo siento.
Seokjin se observó a si mismo y notó que él hombre no solo se había avergonzado por la posición de sus manos, sino que también porqué la camisa amplia y blanca de Seokjin ahora se encontraba algo transparente por el agua y estaba enseñando, no tan sutilmente, su torso desnudo y aquel tatuaje de rosa que se asomaba por la cinturilla de sus jeans.
—¡Mierda!— Seokjin se sonrojó y observó a su alrededor, revisando si habían más presentes observando la situación.
—Ésto es mí culpa— Él hombre se acercó con cuidado al borde de la fuente para no resbalar y alcanzó su maleta. En el tubo de pasta estaba amarrada una chaqueta gris y rápidamente se la extendió cuándo la desató.
—Cubrase con esto.— Pidió.
Seokjin se cubrió con ella y cuando soltó el borde de su gorro, esté volvió a caer sobre sus ojos. Le pareció escuchar un resoplido de risa del guapo extraño y enrojeció, molesto.
—No se burle, esto es su culpa.
—Lo siento. — Se disculpó de nuevo. — Fué un accidente.
—Vaya primer dia. — Seokjin resolvió quitarse su sombrero y apartó sus cabellos humedos de sus parpados, para finalmente extender su mano hacía el guapo hombre tímido. —Soy Lee…—Carraspeó sintiéndose de inmediato con un bloque de hierro sobre sus hombros.
—Ahora soy Kim Seokjin.
Él hombre sonrio apenado y apartó los cabellos humedos de su frente sin percatarse de lo sensual que se vió con aquel gesto. Seokjin sentía que estaba sonando una musica de fondo sexy mientras él abria su boca sorprendido y embobado.
—Ahora soy Kim Namjoon.
— Sonrió pequeño y apartó la mirada sonrojado después de que ambos se dieran un apretón de manos.
A pesar de su sonrisa, sus orbes aún contenían suficiente tristeza cómo para qué Seokjin se sintiera cómodo, pues estaba seguro de que su expresión era igual, al menos aquello notaba cuando sus amigos lo observaban con lástima.
Al menos ahora no sé sentía solo o juzgado.
—¡Oh no!— Una voz estridente los interrumpió y Seokjin observó él hombre guapo que bajaba las escaleras. —Mis primeros huéspedes del día y terminaron en la fuente.
Namjoon pareció avergonzarse.
—Ha sido mí culpa.
—Mmm.— Él hombre lo observó y en sus ojos brilló la comprensión. —Ah, eres Namjoon. Escribiste en el formulario que eres torpe. ¿Verdad?
—Sí.—Suspiró triste.
—¡Pues eso no es verdad! Y has venido a este lugar para superar tus inseguridades.
Seokjin notó lo incómodo que se encontraba él peligris así que rápidamente comentó. —No me pareces torpe, de hecho eres bastante lindo.— Alagó.
—¿Kim Seokjin?— Mencionó él hombre, fingiendo que él rostro de Namjoon no estaba brillando en diferentes tonos de rojo a su lado.
—Ese soy yo, vengo a eliminar mí deseo de cortar un pene en específico.— Seokjin le dió un apretón —¿Y usted es?.
—Jackson Wang, director del programa. Es mí política estudiar los formularios de mis huéspedes y conocerlos.
—¿Entonces usted mismo se encarga del programa?— Preguntó sorprendido.
—De algunas de sus sesiones.—Aclaró. —Puedo guiarlos a sus habitaciones para que se cambien de ropa.
—Muchas gracias.— Seokjin observó a Namjoon y vió lo tímido que estaba, probablemente sintiéndose ajeno a la conversación.
—Ven, ahora seremos compañeros ¿No?— Extendió su mano y Namjoon asintió, aún con sus mejillas rojas.
Lindo.
—Claro.— Sonrió y le dió un apretón, ambos con las manos juntas.
—Ohhhh.— Jackson sonrió de lado y fingió que no se percató de nada. —Bienvenidos a Begin.
......
Primer capítulo, espero les guste
No sé vayan si su votito y comentario
Hasta la próxima.