HENNA©

By Sarah_Mey

981K 98.7K 14.9K

COMPLETA #1 en ciencia ficción #1 en alfa #1 en young #1 en acción #1 en licantropos #1 en peligro #3 en... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14.1
Capítulo 14.2
Capítulo 15
Capítulo 16 / NARRA K
Capítulo 17.1
Capítulo 17.2
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20.1
Capítulo 20.2
Capítulo 20.3
Capítulo 21.1
Capítulo 21.2
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27.1
Capítulo 27.2
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33.1
Capítulo 34.1
Capítulo 34.2
Capítulo 35/Narra K
Capítulo 36.1
Capítulo 36.2
Capítulo 37.1
Capítulo 37.2
Capítulo 38/NARRA K <3
Capítulo 39.1
Capítulo 39.2
Capítulo 40.1
Capítulo 40.2
Capítulo 41.1
Capítulo 41.2
Capítulo 42.1
Capítulo 42.2
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo Final
NOTA DE AUTORA
Nota de autora 2

Capítulo 33.2

13.4K 1.3K 105
By Sarah_Mey


Me quedo paralizada por su agresividad. Aria, es lo primero que pienso. ¿Irá a hacerle daño? El temor me cala hondo, pero de pronto también sé la respuesta. No va a hacerle daño ni a matarla. ¿Y a Ethan? ¿Habrá visto también que lo dormí? El tiempo pasa y yo me quedo encerrada en la habitación, impotente y desesperada a tal nivel que comienzo a morderme las uñas, incluso cuando es algo que desde pequeña me han enseñado a no hacer. ¿Cuánto faltará para la medianoche? ¿Cuánto para volver a ver a Harald, ese hombre paliducho y que tanto miedo me da? ¿Cuánto para ser suya y soportar todo lo que me hará? No puedo evitar tener ganas de vomitar, ni el hormigueo de todo mi cuerpo. La desesperación se abre paso en mi. En cada fibra de mi ser. En el pecho, impidiéndome tomar aire. Tiemblo. Voy a acabar enferma como siga pensando en todo lo que va a pasarme a manos de ese hombre. Terror. Eso es lo que recorre mi cuerpo. Terror, impotencia, desolación. Las lágrimas se amontonan en mis mejillas y odio mi suerte.

Tres golpes en la puerta me evaden de mis pensamientos. ¿Y si Kievan ha mandado a alguien para castigarme por lo que he hecho? El miedo no me deja pensar con claridad cuando Ethan se cuela en mis aposentos. El morado de uno de sus ojos llama mi atención.

—Tranquila. Soy un amigo —dice cálido.

Y al ver que estoy temblando, alza las dos manos y prosigue hablando:

—Kievan es muy cuadriculado. Y hay algunos temas, como el tuyo, que son capaces de hacerle perder el control. Has de estar asustada y nadie te ha dado explicaciones, por eso he venido. Kievan no quiere intercambiarte a ti, Henna. Al principio queríamos intercambiar a tu padre por Bianca, luego nuestra gente pensó que quería intercambiarte a ti, pero eso solo es una habladuría. Algo que nuestro pueblo ha creído a través de divagaciones. Nadie arriesga tanto como Kievan en esto, y puedo asegurarte que por mucho que te amenace para que obedezcas, él no tiene ninguna intención de hacerte daño o de entregarte a Harald.

Superando el hecho de estar acorralada en este lugar con Ethan, soy capaz de responder:

—La carta que vi en su despacho...

—La carta hablaba de intercambiar el ciclo lunar de Bianca por el dinero que Kievan le entrega todos los meses a Harald para mantener a Bianca con vida. Nuestras mujeres... su ciclo tiene un olor determinado, los hombres lobo somos capaces de reconocer el olor, como afrutado, que tienen nuestras mujeres más cercanas. Harald intercambia una prueba de vida a cambio de la fortuna que nuestra raza le da.

Lo que me está diciendo me deja anonadada. ¿No quería intercambiarme? Tardo unos segundos en asimilar todo, y Ethan espera paciente a que lo haga. Sin embargo, tan sólo me agobio más.

—¿Cómo sé que me dices la verdad? Ya no sé qué creer. Es como si todo lo que tuviese claro en mi vida de pronto hubiese desaparecido, y ahora me encuentro en medio de otra raza de la que jamás he llegado ni tan siquiera a imaginar su existencia y...

Muevo los dedos de los pies, nerviosa y con el aire saliendo de mis labios con esfuerzo. Ethan me lanza una larga mirada de comprensión, y tras salir un instante de la habitación, vuelve y se dirige hacia la mesa con dos copas de cristal y una botella de lo que distingo es alguna especie de vino.

—Lo que te está pasando volvería loco a cualquiera. Y también lo asustaría, pero no has de temerme a mi, ni a Bruce o Walter, ni a Kievan. Créeme que incluso él, con su carácter fuerte, cede hasta límites insospechados contigo y no dejará que te hagan daño. Al menos no, mientras que tú no te pongas en peligro —añade observando mi brazo—. Estoy seguro de que te protegerá con su vida, Henna Danae de la casa Darkstone —dice eso haciendo una ligera inclinación de cabeza en señal de respeto que una parte de mi ha extrañado hasta límites insospechados.

El sonido del vino rojo al caer sobre el cristal llena la estancia y se mezcla con el de la leña crepitando en el pequeño hogar. Kievan cediendo conmigo... sí, venga ya. No me lo creo. No cuando me amenaza diciendo que las consecuencias serán terribles.

—¿Cómo iba a saber que Aria se equivocaba y que la carta que encontré no hablaba de mi?

Ethan tarda un poco en hablar. Su porte es el de un auténtico guerrero y su aspecto, al igual que el de Kievan es rudo y haría correr a cualquier enemigo, pero sus ojos cuentan una historia totalmente distinta. Al menos, cuando me miran a mí, noto una amabilidad difícil de ignorar. ¿Pero por qué? ¿Por qué es amable si no me conoce de nada? ¿Por qué aún a pesar de haberlo dormido contra su voluntad?

—No podías saberlo, pero también te digo que no puedes vivir con la desconfianza en personas que no te dan motivo alguno para tenerla. Has de aprender a confiar en nosotros. Desde mi punto de vista, Kievan lo ha hecho lo mejor que ha sabido para la situación que se le ha venido encima contigo, pero yo lo habría hecho todo de otro modo.

Ethan me ofrece un vaso y tras dudar de que quiera vengarse por dormirlo, lo cojo con manos temblorosas.

—¿Cómo lo habrías hecho?

Él sonríe y se sienta en la misma silla que Kievan me quitó para que no intentase romper el cristal.

—Te habría dicho que nuestro pueblo, los licántropos, a pesar de ser un pueblo que siglos atrás se mantuvo fuerte y unido, ahora está dividido en dos por fuertes diferencias sociales, y si no fuese por el poder del consejo, habría una guerra entre nuestra propia especie. Kievan prefiere que no sepas nada para no preocuparte, pero yo creo que si no te cuento lo que pasa tratarás de volver a huir, y esta vez estoy seguro de que no llegarás muy lejos.

Ethan da un trago a su vino y acomoda la espalda en el respaldo de la silla.

—¿Qué significa eso?

—Que algunos de los nuestros quieren la paz, y otros la guerra contra los humanos. Algunos quieren exterminaros o convertiros forzosamente en licántropos, y ahora, tras lo que Harald ha hecho secuestrando a nuestra princesa... —Ethan hace una mueca, como si esa parte le costase especialmente—... esa parte de nuestra población está más despierta que nunca. De no ser por el consejo, y por su fehaciente labor de mantener la paz y ocultarnos de los humanos, nuestra gente ya habría acabado con la tuya.

Me llevo una mano al corazón. Algunos de los lobos no solo quieren acabar con Harald, sino con toda mi raza y... ¿ha dicho convertirnos? ¿Puede un humano convertirse en un lobo? Dioses, ahora entiendo el ataque del bosque. ¿Desde cuándo existe esta amenaza sobre nuestras cabezas? Trato de mantener la calma, como máxima representante del pueblo humano.

—Creo que subestimas a los humanos si crees que somos un pueblo que no sabe defenderse.

Me enorgullezco de lo decidida que suena mi voz.

—No lo hago —me responde con humildad—. Jamás me atrevería a subestimar a nadie. Tan sólo trato de explicarte porqué esos lobos te atacaron a pesar de la orden clara y concisa de Kievan de respetarte. Por eso se te insistió tanto en que no salieses del castillo, porque los lobos de fuera de estas paredes podían dañarte.

Ethan se mantiene en silencio unos instantes, y yo trato de procesarlo todo.

—Además de la situación que acabo de contarte, tenemos una norma muy clara. No sé si sabes lo que significa, pero nadie puede ir en contra del consejo. Ellos son nuestra máxima autoridad. Quien lo hace, quien va en su contra, es duramente castigado o acaba muerto. Y Kievan los ha desobedecido al traerte aquí. Nadie tiene permiso para traer a un humano a nuestras tierras. Es nuestra ley. Los licántropos no deben de relacionarse con los humanos ni estos saber de nuestra existencia. —Ethan se toma un momento para llevarse una mano a las fosas nasales, preocupado, y repite—: Y Kievan... te trae aquí. Eso ha enfadado especialmente a esa parte de nuestra población a la que no le gustan los humanos, y también lo ha hecho con muchos de los que os respetan, pero se mantienen lejos de vosotros porque es lo que dice nuestra ley. Lo repito, no podemos relacionarnos con humanos, ni vosotros saber de nuestra existencia.

Y yo lo sé. Yo sé de su existencia. ¡Por Alerum!

—Kievan ha enfadado a esas dos partes de vuestra población... ¿por mí?

Ethan asiente.

—Por eso, si sales de este castillo, tienes que entender que estarás en peligro.

De pronto la frase de Kievan diciéndome que tendré consecuencias terribles toma otro sentido totalmente distinto. No será él quien me enseñe esas consecuencias, sino su gente si son los que están en contra de los humanos los que me atrapan. El corazón se me acelera. Por un instante recuerdo la discusión que presencié dormida en el bosque. Alguien le increpó exactamente eso a Kievan. Traer a una humana a sus tierras. Por Malbak, ¿en qué lío estoy metida? La situación es mucho peor de lo que pensaba.

—¿Mi gente... mi... pueblo... está en peligro?

—Nadie va en contra del consejo sin acabar castigado o muerto, así que no te preocupes por tu gente. Nadie va a atacarlos así como así. Ahora mismo tú corres más peligro que ellos si sales de este lugar —me guiña un ojo tratando de suavizar sus palabras, pero el miedo a esa parte de los licántropos que quieren una rebelión para convertir a los humanos en lobos o matarlos, se instala en mi corazón.

No me da tiempo a preguntar nada más antes de que la puerta se abra y Kievan mire a Ethan de forma violenta. Veo como el susodicho se levanta de la silla y mantiene la mirada con su rey, hasta que intimidado vuelve a agacharla y luego a mirarme. Algo me dice que a Ethan no le gustan las confrontaciones.

—Te pedí que la dejases fuera de esto.

La voz de Kievan suena tan poderosa como su presencia. Se ha cambiado de ropa y la forma en la que va vestido le hace parecer un rey de los pies a la cabeza. Va vestido por completo de color rojo y lleva una capa dorada que ondea tras él movida por una suave brisa.

—Y lo habría hecho de creer que es lo correcto —le responde Ethan con un indudable tono de respeto, pero también encarándose a él.

Creo que pocas personas más se atreverían a llevarle la contraria a alguien como el rey de los lobos, aunque sé, de alguna forma, que Kievan admira a Ethan. No entiendo esta conexión, pero sé que lo hace. Que agradece que su lealtad no sea ciega, aunque a veces desee matarlo por desobedecerlo. Espero cualquier tipo de reproche por parte de Kievan, porque uno de sus súbditos le haya desobedecido, algo que lo haga reafirmarse en su posición de alguien con poder, y sin embargo, tan sólo asiente con la cabeza y dice:

—Tenemos que irnos.

Me arde la sangre cuandose va y ni tan siquiera se digna en mirarme. De hecho, no me ha puesto lamirada encima desde que entró en la habitación. Ethan me dedica una pequeñainclinación a modo de despedida y lo sigue hacia fuera de los aposentos. Cuandola puerta se cierra, tan sólo puedo respirar hondo y sentarme en la cama,analizando todo lo que acabo de descubrir y sin tener ni la más remota idea dequé hacer. Me bebo el vino de golpe y respiro hondo. Una parte de mi aúnconserva la esperanza de encontrar al coronel Hanger y de avisar a los míos delo que parte de esta gente quiere hacernos. La otra, tan solo piensa en qué leocurrirá a Kievan por desobedecer al consejo.

Muchas gracias por leerme! Sigo actualizando. ¿Os gustó el capítulo? <3

Ig: sarahmeywriter

Fb: sarah mey libros

Continue Reading

You'll Also Like

837K 92.9K 12
Tercer libro en la trilogía Almas Perdidas.
8.8K 770 7
«Hazbin Hotel» [Alastor/Husk] «RadioHusk Week 2023» -Mi alma a cambio de la seguridad y el bienestar de Crymini. -¿Entregas tu alma indefinidamente...
5.8K 307 5
☁️Joel esta enojado con Chris pero su celo ha llegado ☁️ -Genero omegaverse- -Historia corta - - contenido homosexual si no te gusta no entres- - S...
4.4K 415 33
Él dejo descuidado unos minutos un objeto muy significativo en su vida: Sus anteojos. Ella los vio y los cogió. Vez tras vez algo le pidió, pero, ¿qu...