HENNA©

By Sarah_Mey

981K 98.7K 14.9K

COMPLETA #1 en ciencia ficción #1 en alfa #1 en young #1 en acción #1 en licantropos #1 en peligro #3 en... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14.1
Capítulo 14.2
Capítulo 15
Capítulo 16 / NARRA K
Capítulo 17.1
Capítulo 17.2
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20.1
Capítulo 20.2
Capítulo 20.3
Capítulo 21.1
Capítulo 21.2
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27.1
Capítulo 27.2
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 32
Capítulo 33.1
Capítulo 33.2
Capítulo 34.1
Capítulo 34.2
Capítulo 35/Narra K
Capítulo 36.1
Capítulo 36.2
Capítulo 37.1
Capítulo 37.2
Capítulo 38/NARRA K <3
Capítulo 39.1
Capítulo 39.2
Capítulo 40.1
Capítulo 40.2
Capítulo 41.1
Capítulo 41.2
Capítulo 42.1
Capítulo 42.2
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo Final
NOTA DE AUTORA
Nota de autora 2

Capítulo 31

12.4K 1.3K 193
By Sarah_Mey


—¿Te crees que vas a alguna parte?

Una mujer preciosa, de piel algo bronceada, con el cabello negro y ojos terriblemente azules me corta el paso con cara de pocos amigos. Si antes creía que no había diferencia física entre las mujeres de mi raza y la de ellos, me equivocaba. Su belleza es tan abismal y soberbia que le da un toque aún más letal a su peligrosa presencia. Estoy en peligro. Lo sé. Trago saliva y doy un paso atrás, pero un coro de más personas no tarda en formarse a mi alrededor. ¿De dónde han salido? Asustada, me doy cuenta de que todos son como Kievan. No siento una presencia tan poderosa y primitiva como cuando estoy con su rey, pero sí que los envuelve el mismo tipo de energía que yo he aprendido a sentir.

Me quedo mirando a la mujer que ha hablado porque algo me dice que está conteniéndose para no lanzarse sobre mí. Trato de recuperar el aliento para responderle cuando ella avanza hacia mi dirección con la cara congestionada en una mueca de ira. ¿Qué he hecho para que me dedique esa mirada de odio frío?

—¿Creías que ibas a llegar lejos? Ni tan siquiera corres rápido.

Mentira. Corro muy rápido y aún no he sido capaz de volver a tener aliento debido a eso. Bueno, Kievan se mueve muchísimo más rápido que yo. Si esta mujer es como él, y sé que lo es, puedo entender que me considere muy lenta. Además, apenas he corrido una vez en mi vida a excepción de esta vez. ¡Maldición! Quizá sí que soy lenta. Veo la mirada altiva que me dirige cuando se acerca a mi y me coloca la mano en la barbilla con una brusquedad que me sorprende, obligándome a mirarla. Trato de alejarme, pero posee una fuerza descomunal para tratarse de alguien que parece tan delgada como ella.

Los murmullos generales no tardan en llenar el bosque. No miro a nadie más salvo a ella. Sus ojos claros y profundos son tan rabiosos que tengo que esforzarme por hallar una respuesta.

—¿Quién eres?

Ella bufa con insolencia. Sus dedos se aprietan más en mi rostro y trato de alejarme otra vez, pero me tiene agarrada con tanta fuerza que no puedo hacerlo. Estoy harta de que todo el mundo aquí parezca tener más fuerza que yo.

¿Qué hace esa escoria dirigiéndose a ti y preguntándote? Escucho una voz de hombre que no sé reconocer en mi mente. Y soy consciente de que no se dirige a mi, sino a la mujer. Alguien le está increpando que hable conmigo. Que me deje hablar y preguntarle. Y esa persona está tan furiosa que acaba de romper el vaso que tiene en la mano, donde quiera que esté. Me asusto nada más verlo, sin entender lo que ocurre.

—Soy Lya, capitana del quinto ejército de su majestad el rey Kievan —me dice con voz cantarina e inmortal, quizá sin percatarse de que yo también he escuchado esa voz que le ha hablado a ella mentalmente.

Me están pasando tantas cosas que me cuesta mantenerme en pie. Lya, ajena a eso, se acerca tanto a mi que su aliento con sabor metálico me atraviesa por completo. Sus ojos, antes profundamente azules, se transforman en un color ámbar que me hace contener la respiración. Oh, Dios mío. ¡Esta mujer sí que es un diablo!

No le doy el gusto de chillar y me mantengo muy quieta observándola mientras noto como sus dedos se convierten en poderosas garras que se me clavan levemente en la piel.

Eres un monstruo.

Quiero gritarle eso, y la forma en la que agarra mi mandíbula no me permite hablar, así que lo proyecto en mi mente con fuerza para que se entere, pero para que no pueda hacerme nada porque no lo he dicho con palabras. Juego con que ellos no saben que soy consciente de que pueden leerme la mente.

El sonido de mi respiración es el único que se escucha. Todos están atentos a mi y me siento cohibida, aunque no voy a mostrar eso bajo ninguna circunstancia. Su garra sigue sobre mi piel cuando comienzo a pensar qué es lo mejor que puedo hacer para manejar esta situación. Sus ojos me miran de una forma que evoca una profunda rabia en mi. Sé que está pensando lo fácil que sería matarme. Maldición. Odio estar tan segura de cosas sin saber por qué. Tanto que paso de querer huir a dejar que la ira salga de mi. Su agarre disminuye y me da una oportunidad.

—Para ser la capitana has tardado demasiado en pararme, ¿no crees?

Veo como sus ojos ambarinos se vuelven cada vez más amarillos cuando chasquea la lengua.

—Vamos a arreglar eso fácilmente —me amenaza, y siento el primer golpe sobre mi incluso cuando aún no ha llegado a mi piel.

Se ha movido muy rápido incluso para mi subconsciente, pero de alguna forma he sido capaz de anticipar el puñetazo que va a darme. Y me lo habría dado de no ser porque unas manos tiran de mi a la velocidad de la luz y detienen su garra. Espero encontrar a Kievan, pero es Ethan quien se interpone entre ambos encarándose con Lya.

—¡Esta mujer es la protegida de la casa real! ¡No te atrevas a tocarla!

Ethan se ha despertado y ha venido a... ¿a qué? ¿A ayudarme? ¿A matarme? ¿A secuestrarme de nuevo? Lya contrae el ceño y masculla a voz de grito.

—Sabes tan bien como yo que es solo cuestión de tiempo.

Mi muerte, se refieren a mi muerte. Mi muerte es solo cuestión de tiempo. Por Alaken.

—Eso lo decidirá el consejo. No tú ni ninguno de vosotros —sisea Ethan, mordaz.

Y me tiemblan tanto las rodillas que caigo al suelo cuando siento de nuevo una extraña conexión con Ethan. Sé que él no dejaría que ese tal consejo me hiciese daño. ¿Por qué? ¿Por qué diablos siento que conecto con él? No a tan extremo como con Kievan, pero hay algo tan extraño que dejo de respirar cuando Ethan me levanta del suelo sin esfuerzo y me pregunta si estoy bien. Asiento con la cabeza y trato de no temblar. Estoy asustada.

—¡Por culpa de la escoria humana hay tantos problemas en nuestras tierras! ¡No va a traer nada bueno! ¡Tan sólo desgracias!

Bruce se coloca a mi lado, saliendo de la nada, defendiéndome y colocándome una mano en la cadera con ademán protector. No estoy acostumbrada a que me toquen y a una parte de mi el gesto le resulta un poco incómodo, pero me mantengo quieta y alerta sin decir nada.

—Kievan tiene planes para ella. No te atrevas a desobedecer a nuestro rey —ruge, y luego me guiña un ojo con complicidad indicándome que esté tranquila, aunque si su plan es intercambiarme tampoco me parece una mala idea que esa tal Lya me mate. Seguro que no es peor que Harald o el reino de Haakon.

Algo en el aire cambia, y soy capaz de ver como se forman dos frentes bien diferenciados. A un lado los que están a mi favor, y al otro, con aspecto igualmente agresivo, los que están deseando arrancarme las entrañas. Soy una extraña en tierras desconocidas. No confían en mi. Me quieren muerta. Y estoy convencida de que para ellos matarme sería pan comido. El corazón va a salírseme del pecho cuando una voz autoritaria y potente se hace con el control de todo.

—Yo me lo pensaría mejor si fuese alguno de vosotros.

Tan sólo un hombre es capaz de crear ese efecto de obediencia en tantísimas personas. Veo como incluso algunos se encogen ante su torrente de voz y otros dan un paso atrás. Me giro al tiempo que contengo la respiración. Y no de manera voluntaria.

Kievan mira fijamente a Lya, fulminándola con la mirada y con odio. De pronto me encuentro deseosa de su atención. Quiero que deje de mirarla y que se centre en mí. Estoy aterrada y a pesar de haber huido de él quiero que me abrace como ya ha hecho varias veces. Quiero sentir su olor cerca. Sus fuertes manos sobre mí. Quiero tenerlo a menos de dos centímetros y quiero dejar de observar cómo está aún más guapo cuando se enfada. No, no quiero nada de eso. Tengo que recordar que este hombre me ha secuestrado y que he tratado de huir de aquí porque quiere intercambiarme por su pareja, Bianca. De nuevo está usando su magia conmigo. Maldito bastardo. ¡Y cómo odio sentir todo este alboroto en mi interior! ¡Esto no es normal! ¡Me ha hechizado de nuevo!

Dolorosamente, observo como avanza sin posar sus ojos en mi. Pasa justo a mi lado sin ni tan siquiera mirarme de soslayo y se coloca muy cerca de Lya.

—Me has desobedecido.

Son solo tres palabras y creo que cabe un infierno en ellas por la forma tan amenazadora en la que lo dice. Lya se muerde un labio y da un paso hacia él. A mi lado, Ethan y Bruce se relajan y se separan un poco de mi.

—Tan sólo estoy mirando por la seguridad de la manada.

El sistema sanguíneo se me congela. ¿La manada? ¿Ma—na—da? Repaso mentalmente todas las leyendas que conozco. ¿Qué ser se mueve en manadas? ¿Qué ser es una bestia? ¿Qué es poderoso y puede leer mi mente?

La respuesta llega a mi pensamiento exactamente en el momento en el que todos se vuelven hacia mi. Y en esta ocasión, incluso los ojos de Kievan me observan.

Holaa de nuevo personitas preciosas!!! Muchas gracias por leerme! SOIS MARAVILLOSAS!!! Contadme, ¿os gustó el capítulo? Os subo el último. Normalmente no suelo subir tantos maratones, sino que actualizo semanalmente, pero me he propuesto acabar de subir la novela este mes <3

Ig: sarah mey writer

Fb: sarah mey libros

Continue Reading

You'll Also Like

724K 34.7K 124
La vida de Evelina cambia cuando sus padres le dan la noticia que a sido vendida a un corredor y al mudarse a otro lugar...
1.6K 262 7
Hyun Nari es una chica cuya familia la hace menos, hasta que la obligan a casarse con un jefe de la mafia, pero es ahí donde ella demuestra su verdad...
2.1K 190 3
🐳 ;; ❝ 𝐂𝐎𝐍 𝐋𝐀 𝐁𝐑𝐈𝐒𝐀 ❞ . . . ❝ Yo daré, mi vida entera, por sacarte de las penumbras, romperé, con tu condena, en este mundo, que se derrum...
11.3K 348 11
¿Por qué los humanos son así con nosotros?... -Lucifer. Frases, Dialogos, Historias y Fragmentos creados por sus respectivos Autores y por mí. ∆ No e...