Amateur ꩜ abo! larry

By tomlinhot

797K 77.1K 82.7K

Harry es un omega con un cachorro en casa y un trabajo que lo explota sexualmente. Louis quiere ser su único... More

Amateur
Guía
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39

Capítulo 18

15.8K 1.7K 1.9K
By tomlinhot

—¿A dónde vas, mami? —pregunta el cachorro con su rostro adormilado y las mantas cubriendo su cuerpo.

Harry termina de rociar la fragancia en su cuerpo, deleitándose por el aroma tan dulzón que desprende del envase de vidrio.

—Iré a cenar.

El cachorro le dirige una mirada azulada que retuerce las entrañas del omega.

—¿Tú solo?

Niega con la cabeza con una sonrisa en su rostro antes de dejar el perfume sobre el tocador, mirando su rostro por un mísero segundo antes de volver su atención a su hijo.

—Con Louis.

—¿Es tu novio, mami?

Harry alza las cejas y frunce sus labios ante la pregunta tan repentina que deja caer su cachorro.

Con cuidado, se acerca hasta su propia cama, donde su chiquillo decidió que dormiría ante la ausencia de su madre. Se sienta en el borde justo al lado del cuerpo de Kenai, y los hilos de oro de este.

—¿Por qué preguntas eso, Ken? —cuestiona con lentitud, poniendo todo su esfuerzo en no lucir consternado o asustado por la conclusión a la que ha llegado el niño.

Sin poder evitarlo, Harry termina pensando en cuán evidente ha sido él o el mismo alfa cuando han estado las dos veces frente al cachorro.

—Niall lleva a tío a cenar, y almorzar, como Louis.

Harry suspira ante la respuesta, jugando con el cuero cabelludo del cachorro que tiene una pequeña pelea contra el sueño y da batalla para mantener sus orbes bien enfocados.

—Bebé, que Louis me lleve a cenar no significa que es mi novio —murmura la respuesta más inteligente que encuentra.

—¿Lo será algún día, mamá?

Y allí está otra vez,  cayendo en ese bucle de preguntas con su hijo del que es tan difícil salir.

—No, cariño.

Kenai deja salir un puchero de sus labios y cubre la mitad de su rostro con las mantas. Harry sonríe con curiosidad y destapa a su chiquillo.

—Mami, quiero un novio para ti —murmura Kenai con cuidado.

—¿Por qué quieres eso, Ken? —cuestiona el omega. La precaución en su voz parece no querer abandonarlo, y con toda razón.

El cachorro suspira, apartándose del toque de su madre.

—Tío dice que los novios quieren, y deseo a alguien que te quiera.

Harry frunce el ceño. ¿Cómo puede Kenai llegar a tales conclusiones por su cuenta?

—Yo te tengo a ti, tú me quieres —murmura con suavidad, atrapando una de las mejillas del chiquillo—. Zayn me quiere también, eso es suficiente.

Kenai parece no querer batallar más con eso. Asiente y cierra sus párpados con cuidado, suspirando bajo las caricias de Harry.

El omega termina por levantarse cuando su cachorro finalmente cae dormido entre las sábanas, y se aleja después de darle un solo beso en su frente, llenándose del aroma de su pequeño que apenas se asoma por sus poros.

Harry se despide de Zayn con tranquilidad, le asegura que volverá en algún momento durante la mañana, y se marcha sin esperar nada más de su parte.

Louis le espera dentro del auto estacionado frente al edificio. Harry mira disimulado hacia los lados de la calle, encontrándose con algún vecino que le saluda con un movimiento ligero de la mano.

Encuentra la ranura de la puerta y no se demora en abrirla para entrar en el cálido auto.

—Hola, Harry —murmura el alfa.

Harry alza su mirada para encontrarse con los ojos azules que alumbran y lo asfixian de una manera tan buena que debería ser algo así como un delito.

—Buenas noches —responde con su voz grave, baja y temerosa de ser demasiado escandalosa para el alfa.

—¿Cómo te encuentras hoy?

Harry larga un suspiro cuando se encuentra con la mirada zarca. Se detiene solo un segundo en las motas verdes que encuentra en él, y procura que el huracán en su pecho no le afecte demasiado.

—Bastante bien.

Él no va a dar más detalles, Louis ya lo sabe. Asiente y enciende el auto con un suspiro trancado y Harry solo desliza el cinturón de seguridad a su costado.

Durante todo el camino, él se encuentra tamborileando en sus rodillas con sus dedos húmedos. El alfa le mira de reojo cada pocos minutos y Harry puede ver cómo los labios del hombre se oscurecen por la presión ejercida con sus dientes.

El silencio termina por empañar los vidrios polarizados, y solo le quiebra cuando Louis estaciona el auto en el hotel y el timbre del ascensor les indica que han llegado a su destino.

—Hoy estoy demasiado cansado como para hacer lo que prometí —menciona cuando entran en la habitación—. Aún así, he comprado todo, cuando quieras puedes verlo, está en una caja junto al balcón.

Harry pasea la mirada en la habitación. Encuentra las cortinas abiertas y una caja de madera bien arreglada sobre la mesa de té en el balcón del lugar.

—Está bien… —responde Harry con la incertidumbre en su voz—. ¿Para qué me has citado aquí, entonces?

Louis se deshace de su chaqueta y se encoje de hombros al ver al omega y sus ojos llenos de confusión.

—Quiero tenerte cerca.

El muchacho de mirada verdosa alza las cejas con honesto asombro. Él está bien con eso, por supuesto, pero no es la respuesta que estaba esperando.

—Oh… —Es lo único que puede decir.

—¿Sabes hacer masajes? —pregunta el alfa avanzando por la habitación con Harry pisándole los talones.

—Creo que sí.

Louis se deshace de su camisa formal y deja su pecho expuesto. Harry humedece sus labios porque parece que el aire ha sido cortado con una navaja recién fabricada.

—¿Es demasiado si te pido que me hagas unos? —dice entornando su mirada hacia el muchacho—. Estoy agotado por el día de trabajo y el viaje.

—Está bien —asiente Harry. Él mismo se deshace de su chaqueta y apunta la cama recién hecha—. Acuéstate sobre tu pecho.

Louis acata la orden con tranquilidad, dejando su pecho desnudo sobre la colcha, cayendo entre las mantas que le reciben con su propio aroma y el perfume de Harry impregnado con sutileza.

Harry le escucha aspirar e inflar su pecho para recibir el aroma, y termina sonriendo porque es demasiado para él y no puede evitarlo.

Se deshace de sus propios zapatos y se atreve a liberar sus piernas del pantalón apretado que le asfixia. Cuando está solo en ropa interior y su playera escondiendo su pecho tan bien, Harry camina en sus rodillas sobre la cama hasta sentarse sobre la espalda baja del alfa.

El hombre libera un jadeo ligero cuando el peso de Harry queda sobre él, y de alguna manera termina siendo satisfactorio.

—Baja los brazos —indica Harry frotando sus manos entre sí para intentar calentarla, pese a que la temperatura dentro de la habitación es tibia y acogedora como siempre.

Louis obedece de inmediato, sus brazos tomando lugar a cada lado de él, dejando espacio para que Harry cuele sus manos por la piel ajena y marque un camino tranquilo en él.

Lo hace, desde luego. Sus huellas se encuentran con la piel de los omóplatos del alfa, quien larga un gemido cuando la fuerza ejercida termina siendo satisfactoria.

Harry sonríe al darse cuenta de los ojos cerrados del hombre, con los labios entreabiertos y las cejas alzadas de mero gusto.

—¿Está bien así? —Harry cuestiona con sutileza sin parar el movimiento de sus dedos largos y curiosos.

—Está excelente —murmura el alfa, con la voz perdida y su acento desvaneciéndose en el vacío—. Por favor, no te detengas…

Es inevitable para Harry largar una risa pequeña al ver al alfa de esa manera, tan descuidado y expuesto como cuando duerme, relajado y no alerta como luce cada vez que Harry está demasiado desorientado como para limpiarse él mismo después de que Louis derrama su semilla sobre él.

—No lo haré —murmura en respuesta inclinando la cabeza, llevando sus manos un poco más arriba, justo sobre sus hombros, donde presiona su dedo pulgar sobre su piel y tres más en donde comienzan sus clavículas.

Harry en serio no espera el movimiento que llega del alfa, él alza sus caderas y las vuelve a hundir entre las mantas de la misma manera en la que lo hace cuando embiste al rizado de esa manera tan deliciosa.

El omega reacciona a ese movimiento, por supuesto que lo hace. El gruñido ronco que llega después de eso no ayuda demasiado a sus nervios, y termina por morder su labio inferior por pura sorna.

—Eres tan bueno, lobito —dice con parsimonía. Harry siente sus mejillas entibiarse y sus dientes perforar su propia piel—. En serio necesito vacaciones.

Asiente. Se da cuenta de ello.

—Eso parece —murmura—. ¿Puedo preguntar a qué te dedicas, alfa?

Y es la mención de la posición del alfa saliendo de sus propios labios lo que provoca un escalofrío ligero en su vientre. Se da cuenta que la electricidad en sus venas se enciende y él no sabe ni siquiera por qué.

—Soy abogado, bonito.

Harry asiente. Por supuesto que la labia del hombre ya le había dado algún tipo de adelanto sobre ello. Solo un hombre preparado y tan pulcro podría seducirle de la manera en la que Louis lo hace.

—¿Qué te tiene tan agotado, entonces?

Louis suspira sobre las mantas y humedece sus labios bajo la atenta mirada del omega que comienza a excitarse por una situación que no tiene ni una pizca de morbosidad.

—Es un caso en particular… —comienza con la voz derrotada, Harry se da cuenta—. Tengo a todo el bufete trabajando en él, pero es demasiado para todos.

Por supuesto que Harry no puede entenderlo, él no tiene ni el básico conocimiento sobre ello y debería ser algo en lo que no debe meterse. Sin embargo, de alguna manera él siente que Louis podría relajarse un poco más si deja salir aquello que le tiene tan atormentado.

De todos modos, ha sido el hombre mayor quien decidió que esta noche no harían nada más que acompañar al otro.

—¿Por qué trabajas en ello, entonces?

—Porque es mi deber —sentencia con su voz aterciopelada, dulce, lenta como ella sola—. No importa cuán difícil sea, debo mantenerme en pie hasta el final. Soy yo quien representa al bufete, debo dar una buena imagen.

Entonces comprende. Los alfas resultan ser demasiado ególatras, Louis no es la excepción.

—¿Has levantado un bufete tan joven? —pregunta con la curiosidad palpando cada una de sus palabras.

Louis sonríe y niega la cabeza como puede.

—Mi padre me ha dejado a cargo, él está demasiado viejo como para cargar tanto peso sobre sus hombros —pronuncia con lentitud—. Aún así, él también está trabajando en este caso.

Harry alza las cejas.

—Ahora veo que es algo bastante grande —dice sin tener la intención de lucir grosero con ello, sabiendo que probablemente ya luce como un entrometido de cualquier forma.

—Lo es, lobito —concuerda con otro asentimiento—. No quiero sonar grosero, Harry, pero en este momento no quiero hablar del trabajo.

—Está bien…

Sus labios se sellan durante un corto tiempo que a Harry no le interesa contar. Lo único que llena la habitación son los quejidos del alfa y las sábanas haciendo fricción unas con otras cada vez que Louis se remueve.

Harry no piensa en nada en particular, solo concentrado en Louis y lo emocionante que es hacerle sentir bien de esa manera, siendo la primera vez que no terminan desnudos abusando del instinto del otro dentro de una habitación vacía.

—¿Sabes, bonito? He estado pensando en buscar un sitio más cómodo —dice Louis tan de repente que los movimientos del omega se encuentran afectados. El alfa permanece con sus ojos cerrados y respiración tan tranquila como cuando descansa—. Quiero adquirir un departamento aquí, en Londres… —agrega con lentitud—. Pero antes quiero saber si has terminado de aceptar mi propuesta. Después de todo, no me has dado una respuesta.

Harry entorna su mirada al hombre, la obscuridad consumiéndose con parsimonia y el corazón del omega intentando no salir de su cavidad.

—Pues… —Quiere comenzar, pero su lengua se enreda en su boca provocando que corte sus palabras tan rápido como intenta hablar.

—No te estoy pidiendo una respuesta ahora —comenta con naturalidad—. Entiendo si no tienes una…

—La tengo —interrumpe—. Estoy aquí, ¿no?

Louis abre sus ojos finalmente, mueve ligeramente su cabeza para que sus pupilas hagan contacto con la piel blanca del omega. Tiene incluso el descaro de sonreír, provocando que el corazón de Harry se detenga en un santiamén.

—Eso no significa que has aceptado.

—Pues lo he hecho —dice con seguridad—. Lo he pensado y sí lo acepto. Quiero esto.

El alfa termina de sonreír por pura arrogancia, o es lo que cree Harry.

De alguna manera, Louis logra que Harry se alce apenas un poco, dándole el espacio y la movilidad suficiente para darse la vuelta sobre la colcha, dejando su espalda sobre esta y posicionando al muchacho sobre su pelvis.

Harry ahoga un jadeo cuando cae sobre él y siente su erección palpando bajo su ropa interior.

—Lo siento —comienza el alfa con una sonrisa y sus dedos clavándose en la cintura del menor—. Es inevitable reaccionar a tu tacto.

Lo entiende, por supuesto que lo hace. Harry se encuentra igual y Louis se da cuenta.

—No importa.

El alfa asiente una vez, perdiendo su mirada en el cuerpo de Harry y humedeciendo sus labios cuando se encuentra con la tela de encaje que retiene el miembro pequeño del otro.

—Me gustaría que me acompañases —dice finalmente—. Quiero que estés conmigo y me des tu opinión sobre el lugar que pienso comprar.

Harry no puede evitar fruncir su ceño con lentitud.

—¿Por qué? —cuestiona con la soberbia tomando lugar en la punta de su lengua, luchando por salir.

Escucha como el alfa toma aire y se llena los pulmones de aire.

—Bueno, después de todo, será el lugar en el que pasarás gran parte del tiempo conmigo —Harry nota la agilidad en su voz—. Tengo planes sobre algunos otros lugares, pero todo eso vendrá con el tiempo.

Tiempo. Harry no cree en él.

—Está bien —sentencia, tunante—. Me avisas con anticipación.

—Mañana —dice el alfa tan rápido como las palabras del omega abandonan su cuerpo—. Tengo una cita para mañana a primera hora.

Harry toma una bocanada de aire y asiente.

—Vale, iré contigo mañana.

Continue Reading

You'll Also Like

94.5K 5.8K 40
Porque Avery Leclerc siente que nadie va a volver a amarla tanto como Max Verstappen, hasta que Lando Norris le demuestra lo contrario. o Porque Lan...
632K 68.5K 127
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...
78K 4.1K 54
Chiara Oliver es una aclamada jugadora de básquet en Londres hasta que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su fama de mujeriega i...
199K 31.3K 20
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...