Capítulo 27

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Cuando Harry recibió la llamada de Louis, él estaba viendo a Kenai entrar al jardín junto a uno de sus compañeros de aula.

Entonces, ese alfa astuto terminó convenciéndole de pasar por él, aún cuando Harry insistió en que debía hacer algo más en unas horas.

"Yo te llevo" dijo el alfa para convencerlo. Y Harry, naturalmente, cedió ante él.

Ahora está de pie, apartado de la multitud de personas que están dejando a sus cachorros en el jardín. Tiene sus manos ocultas en su abrigo para protegerlas del frío mañanero que está demasiado fuerte este día en particular.

Louis le ha dicho que no tardaba más de diez minutos en llegar, y apenas ha pasado la mitad del tiempo.

Harry tiene su pie derecho golpeando insistentemente en el pavimento. A él no le gusta esperar, mucho menos cuando tiene personas a su alrededor notando su presencia y pasando junto a él en cada momento.

Cuando su teléfono móvil resuena entre sus bolsillos, él lo lleva de inmediato a su oreja.

—Ya estoy aquí. —Es lo único que Louis dice antes de que Harry cuelgue.

Alza la mirada para buscar entre los autos que transitan, algunos deteniéndose un par de segundos para que los cachorros bajen. Entonces, entre dos autos blancos, Harry divisa el de Louis al que ya está acostumbrado.

Vuelve sus labios una línea delgada, contrayéndolos entre sus dientes, y evita que una sonrisa se deslice en su rostro mientras avanza hasta donde el alfa le espera.

Toma la manilla de la puerta cuando está frente a ella, y tira de ella para abrirla de par en par.

Apenas entra, sus fosas nasales se encuentran de momento con el aroma del alfa, suave, tranquilo, apenas danzando en el aire y acariciando hasta su último vello erizado. Y luego, está la esencia de Nimbe.

Ella tiene ese aroma a coco que queda tan bien con su pequeña personalidad. Y Harry se da cuenta de la salpicadura de vainilla que, al final, no sabe si viene de ella o de Louis.

—Hola. —Le saluda en un murmullo, abrumado por la sensación que el aroma que comienza a hacerse familiar le provoca.

Louis le sonríe cuando Harry se atreve a mirarlo, y el muchacho ni siquiera intenta batallar más. Deja que una sonrisa pequeña se pliegue en sus labios y cubra su rostro perlado, luciendo más bonito incluso de esa manera, él lo sabe.

—Buen día —responde Louis.

Harry siente su piel entibiarse. Aparta la mirada antes de que Louis le preste demasiada atención a su reacción, y gira su cabeza para saludar a la cachorra que aún no emite sonido alguno.

Al voltear a verla, se encuentra con su pequeño cuerpo acurrucado en una manta, acostada sobre los asientos. Tiene una respiración tranquila y sus labios entreabiertos, hay un dedo junto a estos y está empapado de saliva. Harry supone que es alguna maña de ella.

—Está dormida —susurra, regresando a su posición inicial.

Harry ni siquiera ha notado cuando Louis se puso en marcha, pero le ve asentir sin apartar la mirada del camino.

—Hoy nos despertamos demasiado temprano —dice el alfa. Gira su rostro un segundo para ver a Harry, y encuentra en él una pregunta que no llega a pronunciarse—. Tenía una reunión con el especialista, pero se le presentó una emergencia y programamos la cita.

El omega alza las cejas y asiente un par de veces.

—¿Aún no tienen respuestas de la situación de Nimbe? —inquiere con cuidado.

Amateur ꩜ abo! larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora