Aurelia
-bueno Sachi, bienvenida de nuevo- dije mientras cerraba la puerta
Ya han pasado unos años desde que ella estuvo aquí, estaba algo alejada del centro de la ciudad pero era grande, lo suficiente cómo para que más de una persona viva aquí sin problemas.
-muchas gracias tía-
Sachi dejó su bolso al lado de la puerta, frente a nosotros había un corredor largo que daba acceso a las habitaciones de la casa, a la derecha había una abertura que daba directo al comedor y a la cocina, a la izquierda estaba la sala, un poco más adelante había cuatro puertas, la primera del lado derecho era mi cuarto, la segunda era la de mi estudio donde suelo diseñar mis vestidos y del otro lado estaba el baño y el cuarto de Sachi, aunque me gustaría una casa de dos pisos esta tiene algo que me atrae.
-es justo como la recuerdo- dijo Sachi con una sonrisa
-claro, intenté decorarla un poco con algunos cuadros pero no me convencían, además se que te gustaba el lugar así y pensé que lo mejor sería dejarlo cómo estaba, oh, lo siento, deja que lleve tú mochila a tú cuarto- traté de tomar su maleta del suelo pero ella rápidamente la tomó
-n-no te preocupes tía, todavía recuerdo cuál era mi cuarto-
-oh, está bien Sachi, entonces, ¿qué tal si preparo la cena?, debes de estar hambrienta y compré los ingredientes necesarios para mis macarrones especiales-
El ojo de Sachi se iluminó y una gran sonrisa se formó en su rostro
-me encantaría tía- dijo mientras se daba la vuelta con dirección a su cuarto
-de acuerdo, entonces, me pondré de inmediato a prepararlos, tú ve a ponerte cómoda- levanté mi mano para acariciar su cabeza, pero me detuve antes de alcanzarla, no se si a ella le gustaría eso
Suspiré mientras veía a Sachi entrar a su cuarto, si tan siquiera tuviera el valor de hablar bien con ella.
Me dirigí a la cocina mientras trataba de no pensar más en eso, saqué los ingredientes que necesitaría, puse mi sombrero en un perchero cercano, me coloqué un delantal blanco y comencé a cocinar
Medía hora después
-¡Sachi la cena está lista!- dije en voz alta mientras ponía un plato lleno de macarrones en la mesa junto a unos cubiertos y un vaso lleno de agua de naranja.
La verdad es qué esto no era más que unos macarrones con queso de toda la vida, solamente que no utilizaba el típico queso cheddar que vendían en todos lados, era un queso especial, lo compraba con una señora extraña en el mercado local y sin duda valía la pena, aunque siempre le dije a Sachi que utilizaba muchas especias para darle ese sabor diferente, espero que nunca lo haya intentado recrear.
Escuché como se abría la puerta de su cuarto y sus pequeños pasos hacían eco en el corredor y me senté a un lado de su silla.
Sachi entró al comedor, llevaba una pijama que hice para ella cuándo comenzó a vivir aquí, era simple, una camisa delgada y cómoda de color marrón con un diseño de rayas verticales y un pantalón con el mismo color y diseño, me pregunto si la está usando por obligación.
Ella se sentó a comer con una gran sonrisa en su rostro.
Cuándo dio el primer bocado la miré atentamente, hace bastante tiempo que no preparo unos macarrones así, espero haberlos hecho cómo a ella le gustan.
-mmmm, hace mucho que no probaba una comida tan buena tía, muchísimas gracias- dijo Sachi volviendo a meter una cucharada a su boca
Suspiré al escuchar su comentario.
-me alegra escuchar eso Sachi, hace mucho tiempo qué no los preparaba-
-oh, ¿no los prepara para usted tía?-
-mmm, bueno, la verdad no- dije algo apenada
Vi el plato de Sachi y ya estaba a medio comer.
-comes rápido- dije con una sonrisa
-oh, lo siento, la verdad es qué, en lo que usted preparaba la cena, estuve pensando en algunas cosas- dijo mirando al suelo
-oh, ya veo, perdón no quería entrometerme-
Sachi siguió comiendo pero ahora un poco más despacio
Mientras veía su rostro mi mente comenzó a divagar
Mi sobrina Sachi, una de las personas mas fuertes y valientes que conozco
Ella fue bien recibida en su família, aunque el maldito de su padre se fue en cuánto ella nació, su madre, mi hermana mayor, la amaba con todo su ser, cuándo yo ví a Sachi por primera aún tenía meses de nacida, su ojo me causaba cierta inquietud, pero más temprano que tarde dejé de verlo cómo algo raro.
Desgraciadamente, unos meses después de qué ella cumplió cinco años su madre enfermó. Nosotros nunca fuimos personas adineradas, al menos no en ese tiempo, y no pudimos llevarla a un buen hospital. Ella fue empeorando con el paso del tiempo y aunque compramos algunas medicinas en las clínicas cercanas, ella seguía viendo primero por las necesidades de su hija así que no le gustaba mucho que gastaramos dinero en cosas para ella.
Después de unos meses su enfermedad se complicó, sus pulmones dejaron de funcionar bien, y en su lecho de muerte le pidió a mi hermana menor, Mayumi, que se hiciera cargo de su hija, ellas era muy cercanas, yo por otro lado jamás fui tan apegada, pero su muerte me afectó bastante, Mayumi y yo poco a poco nos fuimos alejando, a veces hablabamos por mensaje de texto pero después de unos meses perdí mi comunicación con ella.
No fue hasta que varios años después recibí una carta en mi casa.
Aurelia:
No se cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que hablamos, disculpa que te contacte por un medio tan antiguo, no se si sigues utilizando el mismo número telefónico así que pensé que sería más sencillo enviar una carta a tú casa.
En fín, si estás leyendo esto, me gustaría que me visitaras, actualmente estoy viviendo en la casa de nuestra querida hermana así que ya sabes la dirección.
Una cosa más, quería disculparme por no escribir antes, estaba tan triste por nuestra perdida qué descuide todo, incluso a Sachi, me siento tan mal por eso, pero las cosas han cambiado y me gustaría platicarlas contigo en persona.
Tu querida hermana
Mayumi
Debo admitirlo, lloré mucho cuando leí esa carta, al igual que mi hermana había descuidado todo, jamás la visité y había olvidado por completo a Sachi, así que después de algunas horas de llanto decidí que no dejaría pasar más tiempo sin ver a mi família, tomé una maleta, la llené de algo de ropa y sin pensarlo salí de mi casa.
El viaje fue algo largo, tuve que tomar un par de camiones y algunos taxis, pero después de seis horas al fin estaba frente a la casa de mi hermana mayor, los nervios comenzaron a apoderarse de mí, ya era algo tarde, tal vez era poco más de media noche.
¿Y si están todos dormidos?
Tal vez ella tiene algún novio y no quieren ser molestados
¿Sachi me recordará?
¿Podré ver a la cara a mí hermana después de tantos años?
Todos esos pensamientos rondaban por mi cabeza mientras veía la puerta de la casa.
Suspire algo decepcionada, pensé que tal vez debería volver luego.
Di la medía vuelta y antes de comenzar a caminar pude escuchar que la puerta principal se abrió.
Volteé y lo primero que ví fue un enorme ojo que se asomaba por un lado de la puerta, lo reconocería en cualquier parte.
Me quedé congelada, no sabía cómo actuar.
Sachi salió de la casa y se acercó lentamente a mí hasta la pequeña puerta de hierro que separaba su pequeño patio delantero de la calle, ella abrió esa puerta y me observó.
-¿t-tía Aurelia?- su voz era tan suave que apenas la pude escuchar
-h-h-hola Sachi- dije en un tono más bajo que el de ella
Ella se lanzó sobre mí y me dio un abrazo.
-tía Aurelia- la cara de Sachi se enterraba en mi pecho y podía sentir cómo algunas lágrimas comenzaban a salir de su ojo mientras que su voz se quebraba cada vez más
Solté mi maleta y de inmediato la abracé de vuelta.
Ella había crecido tanto, la última vez que la vi ella era solo una niña pequeña, ahora era más bien una adolescente.
Sentí cómo mis lagrimas comenzaban a salir de mis ojos.
-Sachi, yo, yo- mis palabras no salían de mi boca
Las dos nos quedamos abrazadas por un largo rato, hasta que ella se separó de mí, aún tenía lagrimas en su rostro pero tenía una sonrisa de felicidad total.
Ella negó con la cabeza.
-bienvenida a casa tía- dijo sonriendo
Volví a ver la puerta de la casa, para encontrarme con Mayumi recargada en el borde de la puerta, se veía más felíz de lo qué alguna vez la había visto.
Ella caminó hacía nosotros.
-¿acaso no hay abrazo para la tía favorita?- dijo riendo
Sachi soltó una pequeña risa antes de hablar.
-no tengo una tía favorita-
-bueno, aún no- dije sonriendo
Las tres reimos un poco.
-te extrañé hermana- dijo Mayumi dándome un abrazo que me tomó por sopresa
Fue tan acogedor y tan cálido qué no dude ni un segundo en devolver el abrazo.
-yo también te extrañé hermanita-
Nos quedamos abrazadas unos segundos hasta que nos soltamos al mismo tiempo, pude ver que sus ojos estaban llenos de lágrimas.
-bueno, será mejor que entres- dijo Mayumi limpiando sus ojos
Yo asentí felizmente mientras recogía mi maleta.
Después de unas pequeñas pláticas entre todas, Sachi fue a su cuarto y Mayumi me ofreció un futón para dormir con ella, a decir verdad me alegra que en su momento no me pidiera dormir en su cama, ella siempre se movía mucho y acababa golpeandome o empujandome.
-lo siento si no te puedo ofrecer algo más cómodo- dijo con algo de pena
-no te preocupes, ademas, creo que ya no somos niñas cómo para dormir en la misma cama- dije mientras me quitaba mi vestido para ponerme un camisón rosa
-ja, claro, supongo que no estarías cómoda por dos grandes motivos- dijo con un tono de burla
-vaya, ¿acaso detecto celos en esa frase?- dije con una sonrisa
La verdad es que mis senos siempre han sido grandes, más que los de mis hermanas.
-tal vez, sabes, si tan sólo fuera cómo tú mi vida empresarial sería un poco mas fácil- dijo viendo al techo
-bueno, sabes no todo es tan bueno, a veces hay gente que te mira más de lo que te gustaría, ni hablar de todos esos piropos asquerosos que suelo recibir en la calle y el dolor de espalda a veces es algo insoportable-
-bueno, si lo pintas así, no es tan malo ser yo-
Las dos reimos por un rato.
-ademas, mejor que me reconozca por mí excelente trabajo que por algo más-
Yo asentí con orgullo al escuchar eso de mi hermana.
-¿Estás diciendo que sin estos no sería exitosa?-
Ella se encogió de hombros con una sonrisa juguetona, así que yo solamente sonreí.
-cierto Mayumi, en la carta qué me enviaste me dijiste que querías platicar de algunas cosas, ¿de qué te gustaría hablar?- pregunté acostandome en el futon
-mmm, bueno, ya es algo tarde y tal vez debería platicarlo mañana pero, al diablo te contaré, pero puede que sea algo extenso-
-mejor así, lo qué mas quiero es escuchar a mi hermanita-
Ella sonrió.
-bueno, entonces
Verás, cuándo la madre de Sachi murió, quedé totalmente devastada, no ayudó mucho que tú tuvieras que volver a tú casa por tú trabajo, no me malinterpretes, entiendo perfectamente, tenías trabajo y también estabas afectada por su muerte pero, no lo se, me hubiera gustado tener un poco más de apoyo moral-
Sentía cómo mi corazón se rompía al escuchar el daño que le cause a mi hermana por mi egoísmo.
-pero, bueno, logré salir adelante junto con Sachi, se que estaba muy equivocada y que no fue una manera correcta de pensar pero, sentía que Sachi había sido la culpable de la muerte de nuestra hermana, Dios me siento tan mal al pensar que de verdad creía eso, descuidé mucho a Sachi por lo mismo, la alimentaba y le daba un techo donde dormir además que sí le pedían algo en la escuela lo compraba sin problemas, pero nos fuimos distanciando más y más, claramente nunca le dije que pensaba eso de ella pero creo que ella sola lo notaba en mi forma de actuar, no fue hasta su segundo año de secundaria donde me di cuenta de que tanto la había descuidado.
Un día Sachi llegó con algunos golpes en su rostro y su nariz sangrando, le pregunté si le había pasado algo pero ella dijo que solamente se había caído de las escaleras, obviamente no le creía así que traté de preguntarle más de una vez, sin embargo, nuestra relación era tan mala qué no podía acercarme de ninguna manera y créeme que lo intenté Aurelia, pero ella no me veía cómo alguien en quién confiar, todo por mi estupida forma de pensar por tantos años-
Mayumi comenzó a llorar así que me levanté y tomé su mano.
-esta bien hermanita, no tienes que seguir si no quieres- le dije tratando de calmarla
Ella negó con la cabeza.
-no, estoy bien Aurelia, solo es... el sentimiento, nunca había contado esto de manera tan personal- dijo limpiandose las lagrimas- bien, ¿donde me quedé?, oh si
Los años siguieron pasando y Sachi cada vez volvía con más y más heridas, pero la cosa se volvió peor cuándo entró a la preparatoria, desconozco quien fue la persona que atacaba a Sachi, pero las cosas que hizo, me hierve la sangre al recordarlo, aún recuerdo aquél día.
Sachi volvió de la preparatoria, yo estaba en mi cuarto llenando algunos papeles de la empresa cuándo escuché cómo la puerta principal se abrió y rápidamente se azotó, me levanté rápidamente para ver que había sido ese ruido, pero cuándo llegué a la puerta de mi cuarto lo único que pude ver fue a Sachi encerradose en su cuarto, eso no era normal de ella, usualmente solía saludarme a la hora de llegar, incluso si a veces no respondía.
Se qué yo nunca he sido muy creyente de ese tipo de cosas pero podía sentir una vibra pesada en el ambiente, quería ver si Sachi estaba bien pero sentía que ir a verla en ese momento solamente le haría mas daño, así que esperé unas dos o tres horas y entré al cuarto de Sachi.
Aurelia, te lo juro por todo lo que más amo que cuando vi a Sachi mi corazón se rompió en mil pedazos, ella estaba dormida boca arriba en su cama, su uniforme estaba roto mostrando un poco de su hombro izquierdo y su abdomen, ella tenía muchos golpes por todo el cuerpo, cuello, brazos, manos, piernas, pero lo peor fue en su cabeza, tenía sangre saliendo por debajo de su flequillo y no era precisamente poca, aparté su cabello tratando de no despetarla y pude ver que tenía una gran herida en su frente, sinceramente no se cómo lo hice pero logré reprimir mis lagrimas, mi Sachi, mi pequeña Sachi estaba tan herida, tan lastimada y todo por no poder ayudarla a tiempo, así que decidí que dejaría se ser así, limpié su herida de la frente con cuidado y le coloqué un vendaje, hice lo mismo con algunas heridas que tenía en sus manos.
Comencé a ahorrar algo de dinero para comprarle un nuevo uniforme así que tuve que trabajar un poco más-
-supongo qué fue complicado-
-lo fue, me preocupaba mucho que Sachi comenzara a deprimirse y que hiciera alguna locura, pero no fue así, a los pocos días que esto sucedió, Sachi comenzó a llegar algo más contenta a casa, aún seguía sin encontrar la fuerza para hablar con ella, pero la veía sonreír mucho más.
Me comenzaron a surgir muchas dudas, ella hace unos días había sido muy lastimada, sin embargo ahora sonreía todo el tiempo, pensé que preguntarle por eso sería una buena razón para hablar con ella, pero mis dudas se respondieron pocos días después.
Un día, Sachi llegó a la casa justo cuándo yo estaba saliendo a comprar, pero no llegó sola, llegó con un chico, parecía ser de su misma escuela y traía una bolsa llena de libros en su mano.
Siendo sincera no fui muy amable con ese chico la primera vez que lo ví, tal vez era el responsable de las heridas de Sachi y la había obligado a enseñarle su casa.
Pero no fue así, el chico fue muy educado conmigo, se veía algo tenso pero, bueno supongo qué mi actitud no ayudó mucho, después de qué nos presentamos le dio la bolsa de libros a Sachi y luego se fue, ella no paró de leerlos en todo el fin de semana.
Los días pasaban y Sachi solamente se veía cada vez más felíz, incluso pude ver que ese chico la volvía a acompañar en su camino a casa, una vez salieron a ver una película juntos, tuve mis dudas pero el parecía una buena persona, unos días después de eso Sachi volvió con signos de que había llorado bastante, traté de hablar con ella pero, no llegamos a nada, me volví a sentir tan mal.
Al día siguiente ese chico acompañó de nuevo a Sachi a casa, su nombre es Mamoru por cierto, no sabía cómo hablar con el así qué lo mejor que se me ocurrió fue enviar a Sachi a comprar, así me quedé a solas con el y pude preguntar sobre lo del día anterior y me aclaró las cosas, al parecer todo fue un malentendido con sus amigos, así que no hice más preguntas, incluso me dijo que tenían planeado salir ese fin de semana, le hubiera dado permiso de salir a Sachi aunque no me hubieran avisado sabes.
En fín, llegó el día, recuerdo que le compré ropa a Sachi y ella se veía muy desconcertada pero a la vez se veía tan felíz cuándo se probó toda esa ropa.
Mamoru llegó a tiempo por ella, le dí bastante dinero a Sachi por cualquier cosa, se fueron por algunas horas, creo que fueron a un festival local con los amigos de Mamoru, decidí que sería buena idea hablar con Sachi cuando volviera y preguntarle sobre su día.
Las horas pasaron y Sachi regresó, era algo tarde, pero no me importaba, ella se había divertido y eso era lo importante, en lo que tomaba valor para poder hablarle ella fue la que me habló primero.
Me dio las gracias por dejarla salir, se había divertido mucho e incluso se contó algunas cosas sobre su día, me sentí felíz al sentir que nuestra relación avanzó.
Y unos días después, Sachi volvió a la casa, pero ahora acompañada de sus nuevos amigos, eran un chico y una chica.
El chico se llama Tomoyori y la chica Akemi, son buenas personas en verdad, el chico es alto y callado, su cara da un poco de miedo pero tiene un buen corazón y la chica, bueno ella es lo opuesto a el, feliz todo el tiempo, muy enérgica y linda.
Ellos me dijeron que me tenían que contar algo importante así que los dejé pasar y nos sentamos en la sala a hablar, me contaron todo lo que pasaba, una chica llamada Sadokawa Rui había estado intimidando y golpeando a Sachi, hasta ese día, Sachi se defendió y con la ayuda de sus amigos lograron plantarle cara para que la dejara en paz.
Je, te mentiría si te dijera que me mantuve firme después de eso, en cuánto me contaron todo me solté a llorar, abracé a Sachi pidiéndole perdón por nunca haberla ayudado, deje salir todo en ese momento, me sentía tan mal que solamente quería llorar y entonces Sachi me devolvió el abrazo, aún recuerdo sus palabras
Saldremos adelante tía, somos una familia, ¿no?
Esas palabras fueron suficientes para sanar mi corazón, la seguí abrazando unos minutos más y cuando la solté agradecí a sus amigos por cuidarla.
Después, bueno, no pasó mucho más, mi relación con ella mejoró mucho como puedes ver, incluso hablé con ella sobre cómo nos habíamos distanciado, ella fue la que me dio la idea de la carta- dijo riendo
-sabes Mayumi, me alegra saber que las cosas han ido tan bien por aquí, aunque me arrepiento de no estar contigo para apoyarte-
-no seas tonta Aurelia, las cosas pasan por algo y, bueno, ahora estás aquí-
Las dos nos volteamos a ver, pude ver una sonrisa sincera en su rostro y entonces nos dimos un largo abrazo y nos mantuvimos así por bastsnte tiempo, pero ninguna quería soltar a la otra.
-por cierto Mayumi- dije sin soltarla -¿crees que este chico Mamoru y Sachi sean-
-ni lo menciones, cada que lo pienso me lleno de celos- dijo interrumpiendome
Las dos reimos por un buen rato después de eso.
Dios, las cosas iban tan bien, todo era perfecto, si tan sólo la guerra jamás hubiera llegado.
-¿tía?- Sachi habló y me sacó de mis pensamientos
-oh, lo siento Sachi, parece que me perdí un poco- pude ver que el plato de Sachi estaba vacío
-n-no se preocupe, de hecho, lo siento por distraerla pero, me gustaría hablar con usted- el gran ojo de Sachi me estaba viendo fijamente
-oh, ¿c-conmigo?- dije algo nerviosa
Ella asintió
-de acuerdo, ¿de qué te gustaría hablar?- podía escuchar cómo mi voz se veía afectaba por los nervios
Sachi volteó al suelo un segundo para luego verme de nuevo con sus mejillas rojas
-t-tía, quiero que sepa qué- ella suspiró - yo la amo, cómo no tiene una idea-
-¿Sachi?- su declaración me dejó sin palabras
-tía, puedo verlo en sus ojos, veo esa mirada que tenía tía Mayumi en sus ojos al verme durante años, una mirada triste-
Podía sentir cómo las lagrimas comenzaban a brotar de mis ojos.
-antes de qué tía Mayumi muriera, ella me lo contó todo, cómo se sentía usted respecto a los años que no estuvo con nosotras- unas lágrimas se comenzaron a formar en su ojo
-S-Sachi yo lo-
-no tía, no quiero escuchar alguna disculpa de usted- dijo interrumpiendome
-¿qué?- sentía cómo si mi corazón fuera a exolotar
-no quiero escuchar una disculpa tía, porque no necesita disculparse-
Ella se levantó de su asiento y corrió a darme un abrazo.
-usted es una mujer muy fuerte, tuvo que ver a sus dos hermanas fallecer, tuvo que cuidarme a mí y a mis amigos en la guerra y nunca permitió que algo nos faltara, a pesar de eso puedo ver esa mirada triste en sus ojos, esa mirada de culpa al verme, cómo si pensara que no es suficiente para mí, tía, quiero que usted sepa la verdad, y la verdad es qué, yo la amo, la amo, usted ha sacrificado tanto por verme feliz y yo se lo he pagado con nada más que egoísmo, cuándo decidí que me iría a vivir con mis amigos no lo hice con la idea de alejarme de usted, estaba muy emocionada por lo que pasaría que no pensé mucho en sus sentimientos, lo siento tanto tía, lo siento tanto-
Podía sentir las lágrimas de Sachi caer mientras ella me abrazaba con fuerza.
-oh Sachi, lo siento por ser tan tonta y pensar eso, se qué nunca harías nada para lastimarme, simplemente, me fue difícil dejarte ir después de tanto tiempo- dije rodeandola con mis brazos
No logré soportarlo más y mis lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.
Las dos nos quedamos en un abrazo tan duradero que perdí la noción del tiempo.
Ella fue la primera en soltarme.
-tía, jamás vuelva a pensar eso, yo la quiero, odiaría que suceda lo mismo que pasó mientras vivía con la tía Mayumi y que nos acabemos alejando- su gran ojo volvía a estar centrado en mí, pero, esta vez me transmitía cierta tranquilidad
-de acuerdo Sachi, te prometo, por la memoria de mis hermanas, qué a partir de ahora, seremos la familia mas felíz que se pueda imaginar-
Todas esas dudas tan tontas que tenía, esos miedos a qué Sachi no quisiera que fuera parte de su vida, se fueron en cuestión de segundos.
Sachi me volvió a dar un abrazo y yo hice lo mismo, de alguna manera, siento que necesitaba este abrazo tan sincero.
Estoy segura que este duro mucho más que el anterior, sin embargo ahora fui yo la que la soltó primero.
-entonces chiquilla, ¿te gustaría contarle a tu tía Aurelia sobre tu vida en estos años?-
Ella se sonrojo mucho al escuchar eso.
-d-de hecho t-tía, m-me gustaría hablar sobre algo-
Ella estaba mirando al suelo y jugando con sus dedos.
-¿tiene que ver con ese chico Mamoru?- dije con una sonrisa
Ella asintió tímidamente.
-entonces soy todo oídos- dije felizmente mientras que finalmente encontré el valor para poner una mano en su cabeza
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Fuaaaa shabooos, lo siento por el largo de este capítulo xD
Estaba pensado cómo un capítulo .5 del capítulo anterior, sin embargo me di cuenta que escribí demasiado y no podría hacerlo mas resumido, así que, será un
Capítulo extra
O lo que sería lo mismo, un capítulo especial xD, estos capítulos serán nuevos agregados y más largos que un capítulo normal, puede que no sean muchos para no saturar xD
Bueno chavos, espero que les haya gustado el capítulo, me gustó tratar la historia de Sachi, al menos un poco antes de la guerra por si alguien no conocía su historia:))
Bueno, eso sería todo mis chavos, espero que les guste, dejen sus opiniones en los comentarios y nos leemos pronto shabosss!!!!