⚠️One shots largo, bastante largo para ser verdad xD⚠️
El Día de San Valentín, para algunos puede ser emocionante o, inclusive, hermoso. Menos para Ariadna, ella no pensaba eso. El hecho de ser la "nerd" del instituto no le favorecía en nada con ese día, es decir, ¿Quién iba a estar enamorado de ella? Ese era su pensamiento. Ella no entendía por qué tendría que haber un "Día de San Valentín" en el instituto y, muchísimo menos, entendía por qué tendría que regalarle cosas a su enamorado. Ella no tenía pensado regalarle nada a nadie, aunque sí había un chico que le llamaba demasiado la atención. Ariadna estaba nerviosa, su mejor, y único, amigo no iba a ir hoy al instituto, con lo cual, iba a ser el centro de atención de su clase. También se sentía asustada, era un día como cualquier otro, pero sería algo vergonzoso quedar ante toda la clase como la única chica, la cuál, nadie estaba enamorado. Aunque dentro de ella, muy dentro, confiaba en que éste año fuera distinto.
-¿Estás segura que quieres ir?-Su mejor amigo, Marcel, le preguntó a través del móvil. Ariadna había decidido llamarlo en lo que se dirigía al instituto-
-No me queda de otra, Marcel. Mamá odia que falte a clase-Suspira, mira para los lados de la calle y cruza el paso de cebra-
-Sé que tú madre lo odia, pero, ahora me da pena dejarte sola-Su voz sonaba apenada-
-No te preocupes, Marcel. Odias éste día, no voy a obligarte a venir-Intenta tranquilizarlo-
-¿En serio crees que éste año será diferente?-Marcel no quería preguntar eso, pero tenía que sacarse esa duda-
-Todo puede ser diferente-Se limita a contestar-
-¿Aún estas a tiempo de dar marcha atrás?-Le pregunta. Marcel sabía que Ariadna vivía cerca del instituto, pero había una pequeña esperanza en él con que ella no fuera-
-Mmm, no, ya llegué-Marcel hace una mueca, aunque ella no pueda verlo-
-Está bien, cualquier cosa que pase, me avisas y voy a buscarte-Informa-
-Lo prometo-Promete.-Te dejo, voy a entrar
-Está bien, cuídate
-Lo haré, te quiero
-Te quiero más
Ariadna cuelga, pone su móvil en silencio y lo guarda en su mochila. Suspira antes de entrar al instituto. Algunos estudiantes ya estaban por los pasillos. Todos estaban muy emocionado por aquél día. Muchos comentaban qué cosas les habían regalado o qué cosas iban a regalarle a sus enamorados. Ariadna pasó de largo, entró a su clase y se sentó en su asiento en silencio. Ella ya estaba empezando a arrepentirse de haber venido. Sus compañeros empezaron a llegar, todos y cada uno de ellos revisaron su bolsa, la cual yacía encima de la mesa de cada quién. Todos tenían un regalo allí.
Claro, menos ella. En esos momentos, ella se odiaba por haber ido y no haber aceptado la propuesta de Marcel. Era mejor un día entero con su mejor amigo, que ser la tonta chica de la cual nadie estaba enamorado.
-¿Qué recibiste eh, Jonhson?-Se burló Emily de ella, y soltó una carcajada junto a sus amigas.-Nada, no has recibido absolutamente nada
Ariadna se acomodó las gafas y bajó la vista. No respondió absolutamente nada, al fin y al cabo, Emily tenía razón. Tampoco quería meterse en problemas.
-Al parecer nadie está enamorado de ti, Ariadna-Dice Samantha, la mejor amiga de Emily. Ambas ríen-
-Eso ya lo sabía-Murmuro malhumorada. No tenía ganas que le restregaran algo que ya sabía-
Las miradas de las tres, y de algunos compañeros que estaban allí, se posaron cuando uno de sus compañeros entró al aula con cara de pocos amigos, al parecer Marcel no era el único que odia el 14 de Febrero.
-Ale, ¿alguien te ha regalado algo hoy, eh? Seguramente que sí-Dijo Emily pestañeando exageradamente y con una sonrisa coqueta-
Ariadna miró de reojo, al parecer al chico no le importaba demasiado lo que hubiera dentro. Aunque, cuando abrió su bolsa, allí habían varias cosas. Alejandro sacó dos barras de chocolate, una caja de bombones y un par de cartas.
-¡Rosario, tú sí que tienes!-Celebra Mattia, el mejor amigo de Alejandro-
-¡No como Ariadna, que no ha recibido nada!-Burla, de nuevo, Samantha y ríe junto con Emily-
Alejandro miró a Ariadna, ella se limitó a mirar al suelo porque realmente se sonrojó de la vergüenza que estaba pasando. Se sonrojó más aún por ser Alejandro quién la miraba, a ella le gustaba demasiado Alejandro, pero sabía que él nunca se fijaría en ella. Alejandro miró con disgusto a las dos chicas que se estaban riendo y, bueno, a dos chicos que las acompañaba, menos a Mattia, él era quien único sabía eso que Alejandro se guarda.
Ariadna se sintió realmente mal con las burlas que estaba recibiendo, sobre todo, se sintió mal cuando Alejandro supo que nadie le había regalado nada.
-¡Bueno, bueno!-Habló, o gritó, el profesor entrando al aula.-Siéntense todos, dejen los comentarios para después, par de enamorados
Después de esa orden, cada quién se sentó en su sitio. Para su mala suerte, dos asientos detrás de ella, se sentaban Samantha y Emily. Ariadna miró a Alejandro, su semblante no era el mejor. Alejandro era amable, carismático y divertido, pero, al parecer, hoy se despertó con el pie izquierdo. Ariadna siempre estuvo con Alejandro, desde que estaban en el colegio, pero él nunca se dio cuenta de la existencia de ella, o eso es lo que Ariadna pensaba.
Alejandro pareció sentir su mirada, volteó a mirarla haciendo que la morena lo siguiera mirando. Pero, al cabo de unos segundos, bajó la mirada a sus manos. Se sentía avergonzada, más avergonzada de lo normal.
Escuchó un par de susurros detrás de ella y no eran precisamente Emily y Samantha.
-¿A quién se lo has dado?
-A Alejandro, obviamente-Dijo la chica que estaba detrás suyo y que, gracias a eso, no tendría a Emily y Samantha justo detrás de ella.-Sé que el chocolate que estaba en mi bolso esta mañana era de él. ¿De quién más si no? Se pasa la vida mirándome.
Bueno, al menos tiene buena autoestima y esperanzas...Y ego, bastante ego, pensó Ariadna.
Mientras el profesor explicaba algo, hubo un momento en el que éste, se volteó a la pizarra y, acto seguido, siente un ligero golpe en su hombro, era una bola, arrugada, de papel, la cual cayó en el sitio de al lado, donde debería estar Marcel. Curiosamente lo abrió y leyó la nota, la cual se arrepintió de leerla a los segundos.
"¿Quieres unos de los bombones que me han REGALADO a mí, Ari?
Pobre, Jonhson :'(. Tal vez el otro año !!"
Sabía quién había escrito esa nota, lo que cabía duda. Volteó, disimuladamente, para ver a Emily y Samantha reír, en silencio, como focas retrasadas, que es lo que son. Ariadna rodó los ojos, volvió a hacer el papel una bola y la lanzó hacía ellas. Pero falló y acabó dándole a Alejandro. Éste último, con el ceño fruncido, tomó la bola, abrió el papel y no dudó en leerla. Ariadna quiso morirse en ese momento, Jackson y Freddie, otros chicos que molestaban a Ariadna, empezaron a reírse junto con Emily y Samantha. Jackson miró a Alejandro, éste último rompió el papel levantándose de su sitio y tirando los trozos al cesto de la basura.
-Oh, ¿Qué haces, Rosario? ¡Ese era el mejor papel del mundo!-Protesta Jackson y los cuatro ríen más-
Alejandro alzó las cejas y respondió:
-Cierra la boca
Los cuatros que se estaban riendo, pararon de reír y lo miraron confuso. A Ariadna sonrío algo divertida y quiso reír, pero lo evitó.
-Por favor, chicos. Hagan silencio, estoy tratando de explicar-Pide el profesor-
Los cuatro fruncieron el ceño, se acomodaron en sus asientos para, por fin, cerrar la boca de una vez por todas.
Ariadna le agradeció internamente a Alejandro. Le agradeció como nunca lo había hecho con otra persona.
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La hora del recreo, y la hora de desayunar, comenzó. Para la suerte de Ariadna, tenía algunos largos y hermosos minutos para hacer sus cosas antes de salir. Lo único malo fue que no se libró de las burlas de Emily, Samantha, Jackson y Freddie.
-¿Sabes, Ariadna? Hoy me portaré bien y te compraré una barra de chocolate negro sin azúcar-Dice Jackson.-¿Qué dices? ¿Eso reconstruirá tu corazón roto?-Intentó reprimir una carcajada, pero no pudo evitarla y estalló en carcajada-
No respondió nada, quiso esquivar a los cuatro para salir del aula e ir a la cafetería, pero Emily no la dejó, y siguió hablando.
-Espera. No estés triste, sé de alguien que está verdaderamente enamorado de ti, ¿No es así, Sam?
Samantha asintió con una sonrisa burlona y respondió:
-Marcel, está completamente enamorado de ti. ¿Qué te parece?-Ríe ligeramente-
Ella rodó los ojos. Estaba cansada ¡Ya sabía que nadie estaba enamorado de ella! ¿Por qué seguir recordándoselo a cada minuto? Nadie estaba interesado en ella y menos su mejor amigo. Eso era suficiente para saber que era una total fracasada y, horriblemente, fea.
-¿Y a ustedes por qué se los han dado? Quiero decir, los chocolates, ¿Se los han dado por lástima?-Habló Alejandro, haciendo sorprender a la morena y a las personas que la acompañaban.-Estoy seguro que sí
Freddie frunció el ceño y le respondió:
-¿A ti qué te sucede? En ningún momento te dirigí la maldita palabra.
-Le estábamos hablando a Ariadna-Agrega Samantha-
-Pues al parecer ella no quiere hablar con ustedes-Dijo el pelinegro con tono molesto-
-Sólo le estamos diciéndole la verdad. Nadie en éste patético lugar está enamorado de ella-Dijo Emily con una mueca de desagrado y mirando de reojo a Ariadna-
Para, pensó Ariadna. Estaba comenzando a arderle los ojos.
-¿Y a ti quién te importa quién está o no enamorado de ella?-Habló más molesto de lo que estaba antes-
Emily rió.
-¿Estás defendiendo a Jonhson? ¡Por favor, Rosario! ¡Mírala con esas gafas, es completamente patética! Lo siento por decirlo, pero es la verdad, es así-Dice la anteriormente mencionada.-Nadie, nunca, gustaría de ella
Ariadna la miró dolida, empujó a Emily y Jackson para ir casi corriendo hacia los baños. ¿Qué clase de problemas tenían? ¿Hacía falta decir esas palabras? ¡Ella ya lo sabía! ¡Sabía cada cosa de ella! ¿Por qué eran de esa manera? ¿Por qué no puede estar ni un día sin tener que soportar las burlas de ellos! Le dolía todo el corazón. Ariadna cruzó todos los estudiantes hasta llegar a los baños y encerrarse en uno de los cubículos. Se sentó en el retrete, se quitó las gafas, con algo de brusquedad y, luego, cubrió su rostro con sus manos y comenzó a llorar tristemente.
-Por qué, por qué, por qué-Musitaba llorando, mientras negaba con la cabeza. No entendía el por qué la trataban así, ella no había hecho nada-
Pasó allí casi todo el recreo, por no decir todo. La campana, anunciando la vuelta a las clases, sonó, pero ella no entró. No quiso volver al aula y seguir oyendo las burlas de ellos. No tenía ganas de eso.
Cuando dejó de oír murmullos, tomó sus gafas, se levantó del retrete, salió del cubículo, se mojó un poco la cara y salió del baño. Empezó a dirigirse hacía el campus. Una vez allí, se sentó en el césped para pensar un poco, ella quería saber qué hizo para que la trataran así. Pero no había ninguna respuesta para esa pregunta, ella no había hecho nada, simplemente, empezaron a molestarla. Era la primera vez que no entraba a clase, no quería imaginarse la bronca que le iba a echar su madre cuando se entere, pero no le dio mucha importancia.
-Joder...¿Qué está mal conmigo?-Se preguntó en un susurro. Suspiro pesadamente-
Se sintió vulnerable en en ese momento, quiso volver a llorar como una niña pequeña.
-¿Qué haces aquí?-Preguntó una voz, ella sabía perfectamente de quién se trataba-
Ariadna levantó su rostro, el cual, anteriormente, estaba escondido en sus rodillas. Alejandro la estaba mirando con una ceja alzada. Pero cuando notó que la morena había estado llorando, su expresión cambió.
-Emm-Ariadna se levantó acomodando sus gafas.-Hola, Alejandro-Saludó con timidez-
-Pregunté, qué hacías aquí-Repitió-
-No quise entrar-Respondió con simpleza, aunque con un tono bajo.-No quiero soportar a Jackson, Freddie, Emily y Samantha
-Son unos idiotas-Dijo.-No deberías llorar porque...
-Ellos no son el caso, quiero decir...-Balbuceó.-Odio éste día, pensé que iba a ser diferente este año. Soy una tonta al pensar eso
A pesar de sentir vergüenza, confiaba en Alejandro. Aunque no hablaran mucho, pero, cuando hablaban, él la trataba bien.
-Tampoco me gusta éste día, jamás lo hizo-Informa el pelinegro llevando sus manos a sus bolsillos delanteros.-Pero, de igual forma, no podemos evitarlo
Ariadna negó bajando su rostro. El silencio reinó entro ellos, no dijeron una palabra más aunque Ariadna sintió una mirada en ella. Levantó su rostro para chocarse con los ojos del pelinegro, el cual estaba mirándola.
-¿Tengo...Tengo algo en la cara?-Preguntó Ariadna en un tono suave-
Alejandro carraspeó y negó con la cabeza respondiendo:
-No...no tienes nada-Comenzó a alejarse caminando para atrás.-Pero bonitas gafas
Eso logró que Ariadna sonriera tímidamente.
-Gracias, Alejandro-Agradeció-
Alejandro reprimió una sonrisa y volteó para marcharse no sin antes voltear y mirar por última vez a Ariadna.
-Y, de nuevo, sola-Murmuró para sí misma.-Como siempre
Las horas pasaron, la campana anunciando el segundo recreo, sonó. Ariadna no quiso problemas, así que empezó a caminar hasta los baños. Su camino fue interrumpido por los cuatro de siempre.
-Así que no entraste a clases porque seguramente no querías vernos-Dice Emily-
-Y no te equivocas-Murmuró Ariadna.-Piensas más de lo que creía-Emily la miró con odio, pero no le dio tiempo de hacer nada, ya que Ariadna se fue lo más rápido que pudo-
Para su suerte, éste recreo, era de una hora y media, porque luego debían volver a clase de matemáticas.
-Claro, sólo porque te hemos dicho la verdad ¿Por qué te fuiste como una cobarde?-Ariadna rodó los ojos al oír la voz de Jackson-
¿Por qué no la dejan en paz?
-¿Y tú qué sabes de ser un cobarde, Jackson?-Dijo Alejandro.-Joder, déjenla en paz
Tarde, porque Ariadna ya no podía más, le estaba afectando demasiado.
-Oh vamos, Rosario. Tienes que decir que tengo razón-Dijo Jackson.-Es la verdad, sólo digo la verdad. ¿Por qué tienes que defender a esto?
"Esto". Se ha pasado.
-¡Cierra la maldita boca! ¡No saben absolutamente nada!-Exclamó llorando.-¡Dejadme en paz por una vez!
Los cuatro, menos Alejandro, parecieron sorprendidos. Pero Ariadna no esperó a que dijeran algo, volteó para marcharse.
-Ari...-La llamó Alejandro, pero ésta lo ignoró y pasó junto a él para irse corriendo lejos de ahí-
Aunque no quería ir a su casa de esa manera. No quería ir llorando.
-¡Ariadna, espera!-Le gritó Alejandro-
Pero la morena volvió a ignorarlo y siguió corriendo. ¿Cómo es que podía afectarle tanto?
Se dirigió a la cancha de fútbol que estaba cerca del campus. Llegó a las gradas para apoyar sus manos ahí y respirar hondo. Luego, volteó para sentarse allí y es que...La estaba pasando realmente mal. Quería que ese día terminara, era lo que más deseaba.
Tomó su móvil y le envió un mensaje a Marcel.
"Jackson se ha pasado, al igual que los demás...
realmente lo ha hecho. No deja de hacerlo.
Por favor, Marcel. Sácame de aquí"
Marcel no tardó en responder y le dijo:
"Ese hijo de...Escúchame o lee. No estoy en casa.
¿Sabes? Mis padres piensan que he ido al instituto.
Ellos se han llevado el coche y estoy algo lejos.
He ido a comprar regalos para mis padres. Pero
pronto estaré ahí, Ari. Tranquila, mantén la cala.
Sé que éste día es horrible, y jamás me gustó.
Pero cálmate, sé que estás llorando. Prometo
estar allí lo antes posible. Sólo espera"
Aquellos eran unos de los motivos por lo cual Marcel era su gran, amable y adorable mejor amigo.
-Te he buscado por todas partes-Dijo una voz grave, Ariadna giró la cabeza-
-Pues me has encontrado
-¿Por qué dejas que te traten de esa manera?-Preguntó Alejandro y Ariadna frunció el ceño.-Podrías haberl...
-No iba ni a golpearlos, ni a insultarlos. No soy así-Niega.-¿Podrías dejarme en paz, Alejandro?-Pregunta a punto de llorar, de nuevo.-Me considero una bebé llorona cuando se meten conmigo, por si no te has dado cuenta, quisiera que tampoco te burles de mí
-Y no iba a hacerlo. ¿Quién te crees que soy?
-Sólo déjame-Pide-
Volteó para irse, otra vez, lejos. Necesitaba estar sola en ese momento, no quería hablar con nadie y la compañía de Alejandro, no le estaba ayudando. Ariadna se ponía nerviosa cada vez que él estaba cerca y sentía un cosquilleo en su barriga.
Él era demasiado lindo ¿Quién no se sentiría seguro junto a tremenda belleza?
Alejandro, la tomó de la muñeca.
-No he terminado de hablar contigo
-No quiero ser grosera, pero no creo que te importe lo que me pase-Dijo Ariadna en un hilo de voz.-Sólo no lo entiendo. ¿Por qué debo estar precisamente triste este día?
-Lo mismo me he preguntado yo-Respondió el pelinegro.-No deberías estar triste este día
Le soltó de la muñeca a la morena y ésta volteó mirándolo algo confundida.
-Pero lo estoy-Asegura con lágrimas en los ojos.-Y en verdad, me caes bien Alejandro, a pesar de las pocas veces que hemos hablado. Pero ahora me gustaría que me dejar...
Ariadna no se había fijado que en una mano del pelinegro llevaba un perro de peluche pequeño, color marrón flojo con unas palabras muy claras de color rojo que decían: "¡Me gustas!" y una cajita cuadrada, que tal vez haya un solo bombón allí dentro.
-Li...Lindos regalos-Halaga.-¿Es para alguien en especial?
-Tal vez-Respondió, con simpleza, el pelinegro.-Aunque no me gusta este día, ni hacer estas cosas, pero quizás a esa persona sí
-Se supone que debes esconderlo dent..
Prefiero dárselo en la cara-Dijo con una mueca.-¿Por qué debería esconderlo?
Ariadna se encogió de hombros y se secó las lágrimas.
-No lo sé. Suerte con ello-Dijo en un tono bajo.-Apuesto que es de nuestra clase. ¿Es para Emily?
-Ni aunque fuera la última en éste planeta-Sonrío a mediad-
Eso hizo reír ligeramente a Ariadna y...A lo mejor, darle esperanzas de que eran para ella. La expresión de Alejandro también cambió.
-¿Y entonces? ¿Para quién es? Bueno..si es que quieres decírmelo, no tienes por qué-Dijo Ariadna.-Olvídalo, estoy pareciendo una gran entrometida, pero...No lo sé, qué patético. Lo siento, no sé qué estoy diciendo
Aquello hizo sonreír a Alejandro y suspiró pesadamente.
-No puedo decirte, pero te darás cuenta cuando se lo dé-Dijo.-Y se lo daré en unos minutos
-Oh...Ella ni siquiera se dará cuenta de lo que le espera-Dice Ariadna mirando a sus manos.-En fin, debo irme Yo debo hacer...no lo sé, pero quiero irme. Ten bonito Día de San Valentín, Alejandro-Comenzó a alejarse haciendo un ademán con la mano en forma de despedida-
Alejandro no respondió. Así que Ariadna siguió caminando.
Sí, definitivamente era una total fracasada en la vida. Pero...
Se detuvo totalmente y el corazón comenzó a latirle tan rápido cuando lo escuchó decir:
-¡Es para ti, Ariadna!
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Y hasta aquí el one shots de hoy. Espero que os haya gustado.
Si fue así, no olviden votar. Tampoco olviden que si desean uno pedírmelo al priv, únicamente al priv, siguiendo las indicaciones del primer cap. Los pedidos siempre están abiertos y acepto pedidos de personas que ya me hayan hecho pedidos.
Okay, tuve que dejar hasta ahí el one shots, porque ya se estaba haciendo extremadamente largo, aunque todavía queda más. La segunda parte la subiré en unos minutos.
Sólo me quedan dos pedidos por hacer, así que, si quieren uno, aprovechen y pidan.
Perdón por hacer éste one shots tan largo. Sé que no es 14 de Febrero, pero tenía esta idea desde hace tiempo, así que decidí emplearla en éste one shots. La segunda parte puede que sea igual de larga, espero que no os moleste
Nos leemos en el próximoooooooooo <3