Jaemin estaba mirando su teléfono de forma un poco nerviosa mientras mordía la uña de su pulgar. Le había mandado un mensaje a su madre, algo simple, sólo saludándola para poder empezar la conversación pero estaba realmente nervioso en la espera a que la mujer le contestara. No era tan difícil, sólo debía decirle que irían mas personas invitadas por él. Ni siquiera debía de aclarar quienes eran esas personas.
Quizás estaba sobreactuando con la situación o siendo demasiado dramático pero es que no podía evitarlo. Era como si volviera a tener 13 años, cuando reprobó por primera vez una de sus asignaturas en la escuela. Tuvo tanto miedo de decírselo que su madre se había enterado recién cuando debió mostrarle el boletín de calificaciones. Ella había estado decepcionada y enojada, su padre había sido un poco mas compasivo pero igual de duro. No había sido tan malo enfadarlos pero si el haberlos decepcionado. Eso le dolió mas que nada. Ahora estaba teniendo el mismo miedo.
— Deja de mirar el teléfono como si el mundo se fuera a acabar y come algo. — Ten le puso un plato con papas fritas delante de él. —
Casi se había olvidado que todo el grupo estaba en su departamento, apretándose un poco en la sala. No supo cuando es que estar de esa forma se había vuelto algo habitual para él. Se suponía que esa noche solo iban a estar Ten y Taeyong con ellos, lo que le había puesto un tanto tenso pues parecía una especie de cita doble. Pero ahora, no solo Haechan y Yuta también estaban allí sino su fiel trío de betas junto a Jungwoo. Su departamento le había quedado un poco pequeño para ese tipo de reuniones en las que todos parecían divertirse.
— No se que dirá mi madre cuando se lo cuente. Estoy nervioso.
Ten se sentó a su lado, tomó una de las papas y se la llevó a la boca. Por un segundo el menor se sintió ofendido al verse ignorando tan abiertamente e iba a quejarse cuando el tailandés levantó una de sus manos para hacer que se callara sin siquiera haber dicho una palabra.
— Jaemin, ya no eres un adolecente. Estas empezando a ser un adulto y si estar con Jeno es tu decisión, lo que diga tu madre no importa. Ya sabes bien que te conviene y lo que no. Si tu madre se enoja, pues es problema de ella. Que se vaya a una de sus lujosas vacaciones en el mediterráneo y lo supere. Nana, si quieres que te dejen de tratar como un niño, deja tú de pensar como uno. Tienes una gran herencia en el banco, estas a medio camino de una carrera y tu futuro parece brillante. Te independizaste y saliste de la casa de tu madre porque creías que era lo mejor para ti. Lo hiciste con seguridad. Si realmente quieres estar con Jeno, haz las cosas con la misma confianza.
Su pequeño monólogo terminó con él tomando otra papa y marchándose para sentarse a un lado de su novio en el sofá, quien ni siquiera se volteó a verle pero colocó su mano suavemente sobre el muslo de su pareja.
Sabía que Ten tenía razón pero había una parte de él que le dificultaba el soltarse un poco de los brazos de su madre. Realmente quería poder tener una familia en armonía. Había tenido suficiente drama como para toda una vida. No le hacía falta mas de ello.
Dio un pequeño brinco cuando escuchó el timbre de su celular indicarle que tenía un nuevo mensaje. Rápidamente tomó el aparato, viendo que su madre ya le había respondido. Pensó en que decir, en como decirlo. Quizás debía seguir con una charla normal y luego decirle de forma casual. Tomó aire buscando agarrar un poco de valor y decidió directamente llamarla. Se metió en su cuarto y al tercer timbre ella respondió.
— Nana cielo, no me esperaba que llamaras ¿Está todo bien? - la voz de ella sonaba un poco preocupada. Claro, generalmente no era él quien comenzaba sus llamadas. Jihyun incluso solía llamarle dos o tres veces antes de que contestara.—
— Si... solo quería decirte que tengo unos invitados extras.
— Oh claro cielo ¿Cuántos mas son? — Jaemin sonrió levemente de forma nerviosa, agradeciendo que la mujer no pudiera verle, seguro pensaba que era solo uno o dos mas.—
— Cinco personas.
Su madre permaneció en silencio por unos segundos, seguramente planteándose que amigos debía de tener que ella no conocía. No es como si Jihyun fuera una obsesiva de las amistades de su hijo, al menos no en la actualidad, pero su hijo solía hablarle bastante de sus amigos y no era una persona que tuviera cientos de amistades, así que cinco personas a ultimo momento le resultaban extrañas.
— Bueno, eso es bastante pero ¿De donde han salido? ¿Son amigos de la universidad? — El omega mordió su labio un poco nervioso, tratando de pensar rápidamente en que decirle.—
— No, ellos son... No se si es que recuerdas a Park Jisung. Un idol que conocí hace tiempo... bueno, resulta que ahora esta en una especie de relación con Chenle. Jisung estaba trabajando en algo con un modelo de Japón y así lo conocimos. Sera él y parte de su grupo quien ira a la fiesta.
Bien, técnicamente no estaba mintiéndole, solo ocultaba parte de la información... solo esperaba que su madre llegara a pensarlo de esa misma manera cuando les viera allí. Escuchó a la mujer un poco mas emocionada por ello, ansiosa de conocer al modelo. Quizás la presencia de Yuta sería buena de una vez por todas y le sirviera como para distraerla un poco de la presencia del alfa.
Siguieron hablando un par de minutos en los que ella le contaba los preparativos que tenía, la decoración del sitio y los problemas del catering. Él solo se sentó en la cama mirando a pared escuchando lo que la mujer hablaba. Recordaba que cuando vivía en casa, estas épocas solían ser un poco estresantes debido a su madre así que en parte agradecía no estar en casa. La cena de beneficencia se realizaría en 22 de Diciembre y solo estaban a 10 días de la fecha. Eso era poco mas de una semana para poder pensar en un plan.
Apenas soltaba alguno que otro ruido cuando creía que su madre estaba esperando una respuesta de él debido a que el silencio se quedaba en la llamada por algunos segundos. Aquello era solo un monólogo pero de todas formas a Jihyun no le gustaba sentir que estaba hablándole al aire.
— Oye Jaemin, la cena ya esta lista.
Jeno había entrado al cuarto de manera despreocupada hablándole y el omega apenas pudo reaccionar para tapar el micrófono de su celular. Rogaba que su madre no hubiera sido capaz de escucharle aunque no estaba muy seguro de ello. Le dijo casi susurrando que ya iría y le indicó con una de sus manos que se fuera del cuarto.
— Lo siento mamá, es que mis amigos están en casa. Ya han terminado de hacer la comida así que debo colgar. Nos veremos en unos días, te quiero.
No la dejó contestarle, no le dio tiempo a ello, solo colgó el teléfono y se quedó mirando el mismo esperando a ver si es que ella volvía a llamarle. Evidentemente, había captado el mensaje de que no quería seguir hablando pues no recibió nada mas por su parte. Agradeció aquello antes de dejar su celular en la habitación para ir con el resto.
Jaemin no comió demasiado, escuchó al resto hablar aún con lo de su madre dándole vueltas por la cabeza. Sintió una mano en su muslo acariciarle suavemente, al girarse vio que Jeno estaba concentrado en una charla con su mejor amigo pero de todas formas seguía prestándole atención de alguna manera. Supo que era debido a su lazo, que poco a poco iba haciéndose mas fuerte, el alfa podía notar cuando es que algo no estaba bien con su pareja.
La conversación fluyó por varios temas pero se enfoco en la próxima boda que estaba a apenas dos meses. Jaehyun y Doyoung iban a casarse el 14 de febrero, día de los enamorados y el cumpleaños del alfa. Había sido un pequeño capricho por parte del alfa, ya que lo consideraba romántico. Doyoung había terminado cediendo, así como con la gran lista de invitados pues su pareja parecía feliz con el hecho de demostrarle al mundo lo mucho que lo amaba.
Era entrada la madrugada cuando todos empezaron a marcharse después de haberlo ayudado un poco con la limpieza del lugar. Jeno, como se lo esperaba, se quedó con él. Estaba acomodándose en la cama cuando sintió las manos del alfa abrazarle por la cintura y pegarlo a él. No dudo en responderle el abrazo, inundándose del aroma ajeno que siempre lograba calmarle.
El alfa no preguntó nada debido porque ya sabía lo que le tenía tan nervioso. No insistiría tampoco en hablar del tema debido a que solo sería peor para su pareja. Si Jaemin querría hablar de ello, simplemente lo haría cuando se sintiera cómodo.
Los días pasaron mas rápido de lo que le hubiera gustado y antes que se diera cuenta, estaban en el 22 de Diciembre. Jaemin estaba en uno de los salones del hotel que su madre había reservado. Había llegado una hora antes que el resto de los invitados para poder ayudarla a que todo estuviera perfecto. El gran árbol en un rincón adornado con detalles dorados se veía casi mágico. El salón estaba decorado en el mismo color, con flores brillantes, telas finas y mesas perfectamente puestas. Jihyun se veía completamente satisfecha y feliz, esperaba que eso durara toda la noche.
En cuanto los invitados empezaron a llegar, los nervios empezaron a florecer en él. Observaba constantemente hacia la entrada esperando a ver al alfa llegar. Le había dicho a Jeno que le avisara con anticipación cuando estuviera en el lugar pero aun así su razón le traicionaba pensando en que este podría aparecer en cualquier momento.
Mark junto a Jungwoo fueron los primeros de sus amigos en llegar. El otro omega lucía realmente muy emocionado, observando todo el sitio con ojos brillantes de cachorro. El canadiense, por otro lado, lucía un semblante neutro mientras avanzaba entre las personas debido a que ya estaba acostumbrado a ese nivel de ostentación.
Abrazó a ambos en cuanto estuvieron a su lado, tratando de no demostrar lo nerviosos que se encontraba aunque fuera obvio. Mark, como era de esperarse, aprovechó la situación para burlarse un poco de él, ganándose un fuerte golpe en el hombro.
— Tengo una pregunta. — Dijo Jungwoo después de tomar una de las copas que los camareros ofrecían. — ¿Cómo lograste poner a Jeno en la lista de invitados sin que tu madre lo supiera? — Los ojos curiosos del chico se posaron sobre él.—
— En la lista están como "Nakamoto Yuta y compañía"
— De verdad que pusiste demasiado empeño en que ella no se enterara hasta ahora ¿Seguro no quieres hablarlo con tu madre antes de que ellos lleguen? — Mark se mostraba un poco preocupado, bebiendo de su copa después.—
— Sinceramente, no estoy seguro de nada y quiero salir corriendo.
Y no era solo por su madre, sino es que toda la situación era un poco mas seria. No solo estaría mostrándole a la beta que estaba con Jeno, sino a todas las personas presentes. Jaemin no era un chico común. Como el heredero de la farmacéutica mas grande del país, su nombre era reconocido. Quizá no por el común de la gente pero si por todo aquellos que estuvieran en el mundo de los negocios. Que se mostrara acompañado de un alfa en un evento formal era casi un compromiso y con el desastre que había terminado siendo su "relación" con Jaehyun frente a las personas, esto pesaba aun más.
Tampoco pasaría desapercibido debido a la lista de propuestas rechazadas que tenía. Muchas familias, o los mismos alfas, se habían acercado en alguna que otra ocasión a pedirle su mano a Jihyun. Era claro que solamente lo consideraban por ver una buena propuesta u oportunidad de negocios. Agradecía realmente que su madre hubiera declinado a cada una de ellas.
En ese ambiente en el que su familia se movía, Jeno sería un completo desconocido y estando a su lado la gente no dudaría en escudriñarle. Incluso temía que cierta parte de la prensa pudiera verse interesada en el alfa. No habían dudado en registrar su fracaso de unión con los Jung, suponía que ahora también tendrían sus ojos puestos en él. Confiaba plenamente que el pasado de Jeno se mantuviera allí, las cosas que hizo o las personas con quien estuvo relacionadas quedaran solo en sus recuerdos pero aún si todo eso no llegaba nunca a salir a la luz, igual habría personas juzgándole por no venir del mismo sitio que ellos.
Lo había visto en la forma en la que miraban a Doyoung muchas veces. Había un cierto desprecio en sus ojos cuando el omega entraba en la habitación y no dudaba de que muchos pensaran que su pequeño cachorro había sido una forma de mantener al alfa a su lado. Doyoung trataba de ignorarlos lo mas que podía pero lograba ver el dolor en su mirada cuando los malos comentarios llegaban a Dohyon.
No dudaba que ese día sería Jeno quien recibiera las miradas curiosas y prejuiciosas. Había hablado de ello con el alfa, diciéndole que realmente no era necesaria su asistencia si es que la idea llegaba a incomodarle demasiado pero parecía bastante seguro en querer asistir.
Casi saltó en su sitio cuando su teléfono sonó en el bolsillo de su traje. Lo sacó rápidamente viendo que era un mensaje de Jeno avisándole que ya estaba fuera. Volvió a guardarlo y le dijo a sus amigos que ya habían llegado. Avanzó entre la gente con un poco de prisa, empujando a algunos e ignorando a un par de personas que buscaban hablar con él. Cuando salió del hotel, se topó primero con Taeyong y Haechan quienes parecían estar esperando al resto. Los saludó de manera amable y vio sobre el hombro de ambos, esperando encontrarse con el otro alfa.
— Estarán aquí en un segundo. Yuta y Ten están aprovechando el momento para molestarle un poco y "asegurándose" de que luzca presentable. Evidentemente sólo están irritándole por diversión.
Taeyong se rió, peinando su cabello hacia atrás y después acomodando las mangas de su traje. Si no supiera que Yuta era quien tenía el trabajo de modelo de entre ellos, hubiera creído que era el alfa quien lo tenía. Las personas incluso se le quedaban mirando de reojo por unos segundos mientras pasaban.
Al poco tiempo, escuchó la risa de Chittaphon y los vio acercarse. Los dos extranjeros venían riéndose mientras que Jeno lucía evidentemente molesto y casi gruñendo. Jaemin detalló al alfa, su cabello rubio estaba perfectamente peinado, el traje negro parecía hecho a la medida, quedándole de manera excepcional. Aunque lo que mas le deslumbró, fue la amplia sonrisa que se puso en sus labios en cuanto sus ojos se conectaron.
Saludó a los tres cuando estuvieron a su lado y se recargó en Jeno cuando este le abrazó por la cintura. Aún estaba nervioso, mucho de hecho, pero estando con el alfa a su lado creía que realmente todo podría llegar a salir bien.
_ Insisto en que debieron usar los trajes que yo les mostré. — Yuta hablaba tranquilamente mientras se aseguraba de que su cabello estuviera bien recogido.—
— Jeno casi te tira por la cabeza el conjunto rosa ese y yo no iba a usar un maldito traje rojo, mucho menos de terciopelo.
Taeyong casi le gruñó mientras hablaba antes de empezar a caminar dentro del lugar, dirigiéndose con total seguridad a la fiesta de la mano con su pareja. Vio al japonés rodar sus ojos pero seguirle mascullando por lo bajo un insulto en japonés. Jeno a su lado se rió mientras le daba un pequeño impulso para que empezaran a caminar.
— Yuta estaba decidido a querer llamar la atención por algún motivo que desconozco.
Le dijo casi riéndose. El alfa parecía estar muy calmado o eso era lo que aparentaba. En cambio Jaemin sentía su boca secarse mientras se acercaban a la fiesta. Taeyong estaba hablando con el hombre en la puerta, seguramente por sus nombres en la lista pero en cuanto el sujeto le vio llegar a él, les dejó pasar sin decir nada mas.
Una vez dentro, escuchó a Haechan silbar y decir algo sobre lo elegante del lugar. Jaemin no tardó en notar las miradas curiosas que se posaban en especifico sobre él y Jeno, quien lucía muy calmado comentando entre risas que temía tocar algo por miedo a romperlo pues todo parecía demasiado fino. Mas eso no significaba que estaba ajeno al estado de su pareja, sintió como es que la mano en su cintura se aferraba mas a él mientras el pulgar dejaba pequeñas caricias buscando calmarle.
— Las opiniones ajenas solo tienen la importancia que nosotros les demos Nana.
Fueron las palabras que le susurro al oído antes de dejar un pequeño beso en su mejilla y sonreírle. Jaehyun y Doyoung ya estaban en el lugar al igual que los dos betas faltantes de sus amigos. Se juntaron todos, saludándose de manera cordial. Jaemin trató de calmarse pero no podía evitar el observar constantemente sobre su hombro en busca de su madre pero no llegaba a verla por algún sitio.
— Pareciera que somos el entretenimiento de la fiesta con tantas miradas puestas sobre nosotros. — La voz de Renjun sonó algo fastidiada al hablar.—
— Ni me imagino porqué, ni que estuviera junto al ex que abandoné, mi pareja y su novio... oh esperen un segundo... — Comentó bromeando Jaehyun, ganándose un golpe en el hombro por parte de Doyoung.—
Evidentemente Jaehyun trataba de reírse de la situación en la que estaban queriendo hacer del ambiente uno mas relajado, sobre todo porque su omega se veía claramente incomodo ante todas las miradas puestas sobre él. Como alfa, no le gustaba que su pareja se sintiera de esa manera pero tampoco podía hacer un escándalo en el lugar debido a que todo terminaría siendo peor.
Yuta lideró una nueva conversación sobre como le desagradaba la mayoría de las personas en esos lugares ya que solían creerse superior al resto. Pronto, toda la conversación se volvió sobre quejas y bromas sobre ciertos invitados que se veían demasiado estirados para su propio bien. Jaemin, sorprendentemente, terminó relajándose y riéndose de los chistes un poco duros pero bastante ciertos. Incluso aportó un par de sus propias historias vividas en fiestas como aquellas.
— Parece que se están divirtiendo chicos.
Jaemin sintió que podía desmallarse en cuanto escucho la voz de su madre a sus espaldas. Incluso notó a Jeno tensarse a su lado. Al girarse, vio a la elegante mujer con una expresión dura en su rostro. Sostenía una copa de champagne en sus finas manos. Realmente lucía como una diosa en aquel elegante vestido blanco. Ella vio directamente a los ojos de su hijo.
— Es un gusto volver a verla Señora Na. — Jeno saludó, dándole una pequeña reverencia a la mujer quien no cambió la expresión en su rostro al verle.—
— Quisiera poder decir lo mismo. -— Su rostro se había tornado mas frío de lo que en un comienzo. Tomó el resto de su copa de un solo trago antes de volver a mirar a la pareja.— Quiero hablar contigo. — El omega hizo un paso hacia su madre pero esta le detuvo alzando una de sus manos.— No contigo Jaemin, con él. — Dijo mirando directamente a Jeno para después girarse y caminar alejándose del resto para que este le siguiera.—
Jeno le Susurró que no debía preocuparse antes de ir tras la mujer. Lo más inteligente hubiera sido quedarse en su sitio pero Jaemin no pudo evitar ir detrás de ellos. Su madre había salido hasta una pequeña sección al aire libre que no estaba para ser realmente usada debido al clima frío. Se quedó dentro pero observando a las dos personas hablar tras en cristal. La beta lucía evidentemente un poco molesta pero no perdía la compostura, Jeno por su lado se mostraba más seguro mientras hablaba con ella.
Le hubiera gustado poder leer sus labios para saber lo que estaban hablando. Sobre todo cuando vio la expresión dolida en los ojos de Jeno por algo que ella había dicho. Él tardó unos segundos en responder y cuando lo hizo, se vio totalmente firme en sus palabras. Si no hubiera estado tan concentrado en el alfa, hubiera visto con mas atención la pequeña sonrisa en los labios de su madre pero no estaba seguro de que hubiera sido una amistosa.
Fueron casi veinte minutos en los que ambos hablaron a solas antes de que ella le dijera una ultima cosa y se diera la vuelta. Jeno caminó hacia la puerta, sonriendo levemente al verle detrás del cristal. Al estar de nuevo con él, besó suavemente la comisura de sus labios para después acariciar su mejilla.
— Ella quiere hablar contigo ahora.
Jaemin tomó aire antes de salir, notando el aire casi congelado golpear su rostro. Vio los finos hombros de su madre, quien aún estaba mirado hacia el gran jardín de rosas del hotel. Se quitó su saco para ponerlo sobre ella, no queriendo que llegara a enfermarse debido a que su vestido no era apropiado para estar en ese sitio.
El silencio reinó durante largos minutos que alteraban el pulso del Omega. Estaba esperando a que ella dijera algo, que lo insultara, gritara o que incluso solo dijera palabras despectivas. Quería algo, no solo silencio.
— Mamá... di algo por favor.
— ¿Qué quieres que te diga Jaemin? ¿Qué estoy enojada? Eso es algo que ya sabes. Debiste al menos decirme que él iba a estar aquí. Cuando uno de mis socios me pregunto quien era el alfa que acompañaba a mi hijo, no supe que responder. De hecho, pensé que era Yukhei. Jamás se me ocurrió que sería Lee JeNo quien estuviera a tu lado esta noche.
La escuchó suspirar antes que se diera la vuelta. Sus ojos estaban llenos de lagrimas contenidas y era evidente que hacía un gran esfuerzo por no llorar en ese momento. La vio acomodarse mejor el saco del traje, queriendo protegerse del frío.
— ¿Hace cuanto tiempo esta aquí?
— Más de un mes.
Sus labios perfectamente pintados de rojo hicieron una fina línea al ser apretados. Estaba herida, Jaemin podía verlo. La había herido al no decírselo antes y seguramente estaba pensando en todas las veces que se habían visto en ese periodo de tiempo antes de la fiesta.
— Supongo que hay cosas que nunca cambian...— Ella cruzó los brazos sobre su pecho.— Fueron tres años. Te vi sufrir tres años. Te deterioraste frente a mis ojos, estuviste en el hospital y tu vida empezó a pender de un hilo a causa suya. No me pidas que este contenta o cómoda en su presencia. Tampoco que pueda aceptarlo.
Bueno, el Omega debía admitir que podía entenderla en ese punto. Ella no se sentía bien teniendo en cuenta por todo lo que había pasado y siendo su madre era evidente que iba a estar preocupada por él. También podía decir que estaba reaccionando mejor de lo que había creído o quizás era por la charla que había tenido antes con Jeno.
— ¿Realmente estás seguro de esto Jaemin? ¿Volver con él? Estás cerca de poder deshacerte del lazo y empezar de nuevo. Es una gran oportunidad la que tienes ¿Quieres realmente dejarla o sólo tienes la ilusión de querer que todo esté tiempo haya valido la pena?
El menor de los dos mordió suavemente su labio inferior, lo que iba a responderle. Acomodó su cabello con una de sus manos y respiró de manera profunda buscando poder calmarse.
— Me sentía muy asustado en un comienzo, demasiado. Sentía que iba a irse en cualquier momento, que apenas desapareciera de mi vista iba a volver a irse... pero me duele más la idea de ni siquiera estar con él. Lo amo y si realmente estoy tomando una mala decisión, prefiero haberme arriesgado a intentarlo una última vez a que simplemente no haberlo hecho.
Jihyun se acercó a su hijo, abrazándolo con cuidado y sonriendo ante el hecho de que, aún con tacones, él era más alto. Jaemin le devolvió el abrazo con cuidado, sin poder quitarse los nervios de encima.
— Aún pienso en cuando eras un niño y venías corriendo a abrazarme. Tu cabeza quedaba apenas en mi estómago y tus bracitos apenas podían abrazarme bien ¿En qué momento has crecido tanto Nana? ¿Cuándo te has vuelto un adulto? Me gustaría decirte que no estoy de acuerdo y que quiero que te alejes pero has de tomar tus propias decisiones. Eso no quita que si vuelve a lastimarte, lo mataré... Espero verlo en navidad... y a todo su grupo si quieren. Solo ya no me ocultes cosas.
Jaemin dejó salir una pequeña lágrima y la limpió antes de que cayera de su rostro. Sabía que a su madre le resultaba difícil la posición en la que se encontraba, no quería dejarlo ir pero no tenía muchas más opciones. Aún así, que estuviera intentándolo, hacía que su corazón se sintiera más cálido y tranquilo.
En el momento en que se separaron, ella se quitó el saco para devolvérselo y entrar al salón. Jaemin se acomodó su traje antes de seguirla. Jeno, como esperaba, estaba allí en calma, con una copa en su mano y sonriendo. Habían muchas personas observándoles pero no le importo, simplemente de arrojó a sus brazos sonriendo de manera amplia.
Durante el resto de la fiesta, decidió seguir el consejo que el alfa le había dado. No le importaron las miradas de las personas, la forma en la que parecían estar hablando a sus espaldas. Puede que la fiesta no era la más divertida pero decidió pasarla bien. Bebió y habló con sus amigos, dándose pequeños besos con su pareja. Incluso cuando debió subirse a la pequeña tarima con su madre como cada año para que ella diera su discurso, se mantuvo sonriendo de manera genuina.
Cómo era de esperarse, su misterioso acompañante había sido una noticia que rápidamente se corrió en la alta sociedad pero agradeció a qué realmente no lo haya presentado de manera formal, haciendo que su nombre permaneciera oculto. No estaba de mas tener ciertas reservas en cuanto a quienes podrían saber qué cosas.
Parecía que finalmente todo estaba tomando su lugar.