-Narra Daniel-
Estando sentado en el suelo con la espalda hacia la puerta del baño no podía sacarme de la cabeza lo que Elisa había dicho. Es cierto, consideraba que mi...rechazo, tuvo que ver en ello, pero no consideraba que fuera mi culpa del todo.
'¿Y si lo es?, ¿qué tal si Jack entró en coma porque lo rechacé?'. Pese a lo que dijo la enfermera, no puedo evitar cuestionarmelo. Si no despierta, no podría perdonarmelo nunca...
Unos ligeros golpes se escucharon tras la puerta.
-¿Daniel?. Mira, lamento haber dicho eso, no era mi intención herirte, apenas me vengo enterando y lo siento mucho. ¿Por favor puedes salir...?-. Casi suplicó Chris, estando apoyado en la puerta con un notable tono de arrepentimiento.
Dudé un poco, en esos momentos prefería estar solo, pero no en el baño de una cafetería. Me levanté con desgana y temblando abrí la puerta, para ese momento las lágrimas habían parado, pero aún había rastro de ellas en mis mejillas y camisa; Chris me miró con lástima, -y cierto alivio de que saliera-, y se abalanzó a abrazarme con algo de fuerza. -Verás que todo mejora, te lo aseguro.- .
Correspondí su abrazo de la misma forma en la que lo haría con Jack, tratando con todas mis fuerzas de imaginar que era él, para hallar un poco de consuelo. No lo encontré.
Sin muchos ánimos, los tres tomamos unos cafés y salimos de allí en dirección a la casa, cada quien llendo por su lado.
El silencio se sentía tan espeso que se me hacia difícil respirar, y eso junto con el dolor punzante de mi cabeza no hacía ningún buen favor. Pese a eso, Elisa no soltaba mi mano, en sus movimientos tensos lo podía notar, me encontraba miserable, -y así era justo como me sentía-.
¿Cómo no sentirme así?, el día iba tan bien y...todo esto era mi culpa. ¿Cómo debería tomármelo si no es mal?.
La castaña suspiró, tratando de aliviar la tensión en el ambiente, sin embargo, parecía muy concentrada en elegir bien sus palabras. -Hoy fue un día muy...pesado. Sé que te has de sentir fatal, con todas estas intrigas y esperas, pero hay algo que es seguro...ésto no fue tu culpa.- .
Odiaba que siguieran diciéndome eso, sé que tratan de ayudar a que no me sienta culpable, pero mientras más lo dicen más lo pienso y más creo que es mi culpa. Me pregunto si la psicología inversa podría ayudar.
...
Mm, no, es peor que te digan que es tu culpa. Pero que te digan que no lo es, -cuando no hay forma de que no pienses eso-, aún era muy malo. Pero no podía decirle eso, así que me limité a agradecerle y a entrar a casa cuando llegamos. Tan pronto como entre a mi habitación, fui a recostarme en la cama, con ambas manos en mi vientre de ocho meses, cada vez era más complicado y cansado moverse, en poco tiempo me agotaba y me daban náuseas.
Me faltaban aproximadamente 3 semanas para dar a luz.
Antes, mi mayor preocupación era que un problema se presentara en el parto, pero ahora...mi mayor preocupación es que el padre de los dos niños que van a nacer no pueda estar presente, y ¿cómo elegir los nombres sin su opinión?.
Era mucha presión como para poder concentrarse en las cosas buenas. Y a pesar de que Elisa me dijo que no me estresara mucho por preocupación a mis bebés, ¿cómo se supone que ignore el hecho de que mi...pareja, está en coma?.
Sin haberlas llamado, las lágrimas bajaban con cierta desesperación por mis mejillas. Quize convencerme a mi mismo que era por la impotencia que sentía ante la situación, y en mayor cantidad, era por eso.
Iría a verle en la mañana, siempre he querido ir temprano a un hospital para ver a alguien, pero no de este modo, no así...
Tan sólo queda esperar que todo mejore, como siempre. Porque no puedo hacer nada para ayudarlo...
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Hace siglos que no escribo un nuevo capítulo de esta cosa, se siente bien volver con mi primer ukesito llorón~♡