Emma.
De no haber sido por la ruidosa alarma estoy segura que no me hubiera despertado. Y aunque quería seguir durmiendo en el pecho de mi chico no podía porque tenía que trabajar. Me motivé a mi misma diciéndome que ya es viernes, último día. Con cuidado quité el brazo de Harry en mi cintura que me estaba apretando a su cuerpo. Salí de mi cama y me dirigí al baño donde tomé una relajante ducha caliente. Al salir me puse mis pants negros y un suéter negro con algunos detalles en blanco junto con mis tenis nike blancos. Encima un abrigo de piel negro. Mi cabello lo dejé suelto, lave mis dientes, puse desodorante y perfume.
Antes de salir de mi habitación caminé a Harry para besar sus labios antes de irme, me causaba tanta ternura verlo dormir, su boca estaba entreabierta y su ceño ligeramente fruncido.
Mi panza estaba un poco más abultada de casi cuatro meses de embarazo, la familia de Harry ya sabían al igual que mis abuelos y Will, Niall ni siquiera se había dado cuenta y eso que me visita cada semana. Es donde se confirma que los hombres son realmente despistados. Pero ya le diré, mañana sábado vendría, así que le soltaría la bomba. Estoy seguro que se pondrá feliz. Lo que me sorprende es que las fans de Harry no se hayan dado cuenta, ellas son MUY observativas. El otro día traía puesto un anillo que me había obsequiado Niall cuando me gradué de la universidad y comenzaron a salir rumores de que Harry y yo ya nos habíamos comprometido.
Cociné el desayuno ya que mi bebé y yo moríamos de hambre, últimamente era lo único que hacía comer, comer y comer. Aún no entendía como no engordaba. Zoe cuando tenía cuatro meses estaba mucho más gorda que yo. Ahora ella tiene 7 meses y no podemos estar más feliz, su bebé será niña. Yo aún no lo sabía, Zoe mencionó que tal vez en la próxima cita sabríamos. Terminé con el desayuno y comencé a comer, guardé lo que le había hecho a Harry y le dejé una nota:
"Amor, te he preparado desayuno, está en el microondas, te amamos.
Emma."
Subí a mi auto para ahora si ponerme en marcha a mi trabajo, el tráfico en New York era demasiado porque a éstas horas todas las personas están saliendo de sus casas porque van a su trabajo o a estudiar. 6:28 Am. Bufé terminaría llegando a mi trabajo alas 7:30.
Y justo como pensé había llegado a las 7:30, abríamos a las 9 así que no habría problema; solo que tenía que terminar con algunos análisis, revisar algunas cuentas y hacer reportes.
— Hola.— Respondí mi celular luego de que estuviera sonando por más de 5 minutos. Justo iba saliendo de mi oficina porque moría de hambre así que iría a la cafetería cerca para comprarme algo de comida.
— ¡Amor!— Exclama Harry del otro lado.— ¿Qué haces?
— Voy a comprar algo para comer, muero de hambre.
— Son las 3, ¿Aún no sales de tu trabajo?
— Mm...nop, aún no.
— ¿No puedes dejar alguien a cargo? ¡Quiero que hagamos algo!
— Está bien, veré que hago.
— Genial, estoy afuera. Te espero.— Colgó.
Reí. Él sabía que no me iba a negar.
Me quité la bata de laboratorio, tomé mi bolso y caminé a Sara. Mi mejor secretaria.
— Sara, tendré que irme antes así que te quedas a cargo, a las 6 puedes irte a casa al igual que todos.— Le sonreí entregándole un duplicado.
— Si, no te preocupes Emma.
— Confío en ti.— Ella asiente. Me despido de ella y finalmente salgo.
Salí de la clínica guardando mi celular en mis pants y Emma como siempre claro que sí, chocó con alguien que venía pasando.
— Lo lamento tanto.— Le dije al chico.
— ¿Emma?— Yo fruncí el ceño, ¿lo conocía?
— Eh... si, ¿te conozco? — Me quedé observándolo, su rostro me parecía familiar pero no se me venía a la mente.
— Oh vamos Em, soy yo. Roger.— Sonreí sorprendida.
— Oh... ¡Roger! No te había reconocido.— Lo abracé.— Estás muy cambiado.— Menciono cuando lo observo bien, había dejado crecer su barba y su cuerpo estaba un poco más formado. Pero luciendo igual de guapo que siempre.
Miré por detrás de su hombro y vi a Harry recargado en su camioneta cruzado de brazos y con su vista puesta hacia acá mientras su ceño estaba fruncido.
— Sigues igual de hermosa.— Me dice él provocando que mis mejillas se sonrojaran.
— Gracias Roy pero tengo que irme.— Señalé a Harry. Él se giró y lo vió.
— ¿Volvieron?— Volvió su vista a mí.— Y estás embarazada.— Afirma luego de ver detenidamente mi panza, yo vuelvo a asentir.— Wow, pues felicidades.
Me abraza de nuevo. Le agradezco y me separo de él.
— Entonces nos vemos.— Besa mi mejilla como despedida.— ¿Trabajas aquí?— Asentí
— Si, es mi clínica.
— Wow... tal vez algún día podemos vernos para ponernos al día, claro si tu quieres.
— Claro, eso estaría bien. ¿Tienes el mismo número?— Él asintió.— Uh pero hace unos días se me borraron los contactos, uhm... ¿Tienes mi número?
— Si, te mando mensaje para que me registres.
— Genial, bueno adiós Roy, ha sido genial volver a verte.— Agité mi mano sonriéndole, el asiente e imita mi acción.
— Hola cariño.— Me acerqué a Harry y lo abracé por la cintura haciendo que lo tenso de su cuerpo se vaya.
— ¿Quién era el?— Seguía mirando a Roger.
— Es Roger, ¿lo recuerdas?— Agarré sus mejillas para que me mirara.
— ¿Era él? Pero si ni se parece.— Frunció el ceño.— Pensé que ya me había librado de esa chinche.— Solté una carcajada.
— Harry no seas tonto, sabes que el siempre ha sido mi amigo.
— ¿Y por qué te abrazaba?— Volví a reír moviendo mi cabeza de un lado a otro.
— ¿Es en serio?— Él me hizo un gesto que sí. Solté un suspiro.— Se dio cuenta que estaba embarazada así que me felicito.
— Oh entonces ya sabe que estás tomada y no puede acercarse.
— Ya celoso.— Me puse de puntitas para besar su boca.— Eres el único en mi vida.
— Está bien, está bien.— Besó de nuevo mis labios.— Anda vamos.
— ¿A dónde iremos?— Le pregunto antes de que cierre la puerta del co-piloto.
— Primero a comer luego al acuario.— Mis labios se curvaron en una sonrisa, ¡amaba ir al acuario!
Harry cerró la puerta y corrió para rodear el auto y subir por el lado del piloto.
— ¿Quieres que llame a Jordan para que nos acompañe?
— ¿Crees que tengamos problemas?— Pregunto, él se encoge de hombros.
— Lo llamaré como quiera, así nos evitamos cualquier cosa, no quiero que te pase nada.
— Está bien.— Respondí.
Llegamos a un restaurante que los dos amábamos, vendían todo tipo de pastas y ensaladas. Y la pasta siempre será mi comida favorita.
— Buenas tardes.— Llega la mesera a nuestra mesa. Evito abrir mis ojos a tope al ver la ajustada camisa que vestía, ese botón a la altura de su pecho estaba a punto de salir volando. Esa chica si que había sido favorecida, (o estaba operada), le sonrío cuando nos entrega los menús pero pasa de mí y se le queda viendo a Harry con una sonrisa.
— Hola, buenos tardes.— Harry le sonríe, ignoré eso y me dispuse a ver el menú que me había entregado ella.
— Yo quiero Spaghetti a la boloñesa y una ensalada mediana, por favor.— Le digo, ella asiente sin mirarme y lo apunta en su libreta.
— Yo quiero Fettuccine Alfredo, por favor.— Dice Harry mirando el menú.
— ¿Y para tomar?— Revoleo los ojos al ver los movimientos que hacía insinuándosele a mi novio. Y Harry no era bobo lo atrapé viendo disimuladamente los grandes atributos de la chica.
— Yo quiero un Té y para ella, ¿una limonada natural?— Harry me mira para que yo lo confirmara.
—Si, por favor.— Mi madre me dijo que por más enojada que esté no dejara de ser amable.
— Enseguida te los traigo, perdón se los traigo.
Suelto un suspiro mientras miraba por la ventana a mi lado tratando de controlar las ganas de gritarle que dejara de coquetearle a mi novio. Estupidas hormonas del embarazo, alteraban todos mis sentimientos y emociones.
— ¿Pasa algo amor? ¿Te sientes mal?— Pregunta Harry llamando mi atención.
Me pasa que esa chica no ha dejado de coquetearte ni por un segundo y tú le has visto los pechos, pero no, todo normal.
— No, estoy bien.— Mentí dandole una sonrisa sin ganas.
— ¿Segura?— Asentí.
— Si, mejor dime, ¿cómo va lo de la gira?— Decido cambiar de tema antes de que me den ganas de aventarle el salero.
Harry vacila un poco, no muy convencido de mi respuesta, pero lo deja pasar.
— Bien, empiezo en Abril con los conciertos, va a ser difícil dejarte.— Hizo un puchero.— Te llevaría conmigo pero no es seguro para ti ni para Sophie.
Rodeé los ojos. Harry insistía en que el bebé era en realidad niña, pero yo como instinto de madre digo que es niño, hasta lo he soñado, así que estoy 95% segura de que así lo es.
— Primero: no es niña, segundo: si fuera niña no le pondríamos mi nombre, pobre niña.
— Pero me gusta el nombre, es lindo y si va a ser niña, como que me llamo Harry.
— Eres un caso, pero te callaré la boca cuando el doctor diga "están esperando a un hermoso niño", quedaras como clown.— Le saqué la lengua y él hizo un gesto como si estuviera arremedándome.
— O tal vez sea al revés.— Levantó una ceja. Yo negué divertida.— En fin, disfrutaré el mes que me queda a su lado y de igual forma no se librarán de mi porque los estaré llamando todos los días, para verificar que no busques otro papi para Sophie.
Reí.
— Claro Styles, claro.
La mesera llegó unos minutos después con nuestra comida y se agachaba a propósito para dejar frente a él sus enormes pechos, y claro mi novio no era un santo, ella seguía coqueteándole frente a mí, llegando a cada minutos a preguntar si necesitábamos algo más, y también me daban ganas de decirle que dejara de hacer esos toqueteos accidentales hacia Harry. Cuando finalmente terminamos de comer, mi novio pidió la cuenta.
— Aquí tienes.— Le entregó la carta a Harry.
— Uhm... voy a pagar con tarjeta.— Dice Harry sacando la tarjeta de su cartera. Ella sonríe grande y responde:
— Oh, seguro. Vamos a la caja para poder cobrarte.— Empezó a jugar con su cabello.
Harry se levantó de su asiento.
— Ya vuelvo amor.— yo asentí disimulando que no me le quería ir encima a esa mesera.
¿De qué mierda se ríen? Pienso cuando los veo a ambos compartir unas palabras y se ríen. Lo veo venir de vuelta con una sonrisa en su rostro.
— ¿Nos vamos?— Asentí.
— Si, vamos.— Me puse de pie para comenzar a caminar a su lado. No le iba a decir nada, no quiero ser ese tipo de chicas así que simplemente me olvidé de ese momento.
— Amo venir aquí.— Le digo a Harry cuando llegamos al acuario. Jordan y Mark nos verían allí. Harry había decido llamar a los dos y eso no era problema para mí.
— Yo lo sé, es por eso que he decidido traerte.
— Recuerdas nuestras primeras citas, eran en lugares así.— Entrelacé nuestras manos.
— Claro que lo recuerdo, eran las mejores citas, cuando no me maltratabas y solo eras una tierna chica.— Lo miré mal.
— Eso no es cierto, Harold.— Le doy un empujoncito.
— Te lo regresaría si no estuvieras embarazada.— Susurra cerca de mis labios, me encojo de hombros y me acerco a darle un pico.— Anda vamos, allá están Jordan y Mark.
Señaló la puerta.
Nuestro recorrido empezó, el lugar estaba un poco lleno, nada de preocuparse, de todas maneras Jordan y Mark venían con nosotros, aunque ellos iban un poco más atrás. Harry y yo en todas partes nos tomábamos fotos solos o le pedíamos a Jordan que nos la tomara pero parecíamos dos niños en la primera visita a un acuario.
Me pegué más a Harry cuando vi a un tiburón acercarse. En mi espalda escuché su risita.
— Amor no te va a comer.— Me abraza por la cintura.— Ponte te tomaré una foto.— Da una palmadita en mi trasero y yo de inmediato me doy la vuelta pero él se hace el que no ha hecho nada.
— Tonto.
— Anda, anda, acércate.— Me hace un gesto con su mano para que me acerque más al vidrio donde estaba el tiburón.— Sonríe.— Levanté mis pulgares e hice una sonrisa de miedo.— Hermosa, como siempre.
Estira su mano para que la tome y así lo hago. Seguimos con nuestro recorrido, admirando cada pez con emoción, insisto en que parecíamos dos niños, pero no nos importaba. Algunas veces nos deteníamos cuando chicas se acercaban a Harry para pedir alguna foto o autógrafo eran los momentos en los que Mark y Jordan se acercaban.
— Harry afuera está lleno, se corrió la voz y como hemos estado horas aquí, bueno cada vez llegan más fans.— Menciona Mark acercándose a nosotros. Harry hace una mueca y me mira.
— Creo que tenemos que irnos, lo siento cariño.— Le doy una sonrisa como diciéndole que todo estaba bien.
— Esta bien amor, de todas formas ya estoy cansada.— Lo abrazo por la cintura. Él asiente y besa mi cabeza.
— Vamos.
Seguimos caminando por el lugar hasta llegar a la entrada ya que también salías por ahí. Al ser las puertas de vidrio podías ver hacia afuera y como mencionó Mark, había muchas fans y paparazzis.
— Saldremos Harry y yo primero, lo escoltaré hasta su camioneta y luego vendré para que salgamos los dos cubriendo a Emma.— Ordena Mark. Nosotros asentimos.
Harry me mira y le sonrío para que se tranquilice.
— Cuídala.— Le pide a Jordan quien asiente.
— No te preocupes Harry.
Harry sabía como eran algunas de sus fans, eso era lo que le preocupaba. Él y Mark salieron y de inmediato las chicas comenzaron a gritar y los paparazzis comenzaron con sus preguntas. Harry solo saludaba con su mano y trataba de sonreírles pero en ningún momento se detuvo. 3 minutos después Mark volvió.
— ¿Estás bien?— Me mira.
— Si, tranquilo, vamos.— Jordan iba atrás de mí tomándome de la sudadera para no perderme y Mark enfrente abriendo el paso. Salimos del acuario para comenzar a caminar a la camioneta de Harry.
— ¡Emma!
— ¿Es cierto que Harry y tú están comprometidos?
— Emma, ¿estás embarazada?
— ¿Estás esperando un bebé de Harry?
— ¿Por qué tu abdomen está abultado?
Oh no. Bajé un poco más la mirada y de la manera en que Jordan tomaba la prenda esta se ajustaba un poco dejando que se notara mi pequeña barriga.
Mierda. Mierda. Mierda.
Finalmente eso terminó y llegamos a la camioneta donde de inmediato me subí.
— Gracias chicos.— Les dice Harry por la ventana. Ellos asienten y se van.— ¿Estás bien?
— Me han preguntado que si estoy embarazada.
— A mi también me lo preguntaron, al parecer alguien allá adentro nos tomó una foto donde te estaba abrazando y se notaba tu pequeña pancita.— Sube su mano a mi barriga y la acaricia.— Tranquila, no confirmaremos nada. Al menos no hasta que pregunten en alguna entrevista o algo.
-...-
— ¡No puedo creerlo, Felicidades!— Grita Niall con alegría cuando le doy la noticia. Aunque estoy segura que ya ha de haber leído las notas que muchas revistas sacaron con el titulo de:
¿Harry Styles será padre? Harry Styles y su novia Emma Wilson están esperando un bebé.
Y así le siguen más y más títulos. Pero Harry no ha confirmado nada. Dice que lo hará en unos días ya que fue invitado de nuevo a The Late Late show con James Corden en Los Angeles. O al menos lo pensaría, no queriamos que se supiera aun.
— Gracias Nialler.— Acepto el abrazo.— ¿Cómo es que no te habías dado cuenta?
— Lo siento, pero es que siempre andas con tus hoodies extra large que ya no me dejas ver tu sexy figura.— Hace un puchero y yo suelto una risa.
— Te estoy escuchando Horan.— Le grita Harry desde la cocina.
— ¡No me importa! Todo el mundo piensa que Emma y yo tenemos una relación secreta.
— Zoe me mandó una nota de eso, se inventan todo tipo de cosas.— Respondo divertida.— Recuerdo cuando salió tu video de Put a little love on me, no, no, fue antes cuando lo estabas anunciando que saldría pronto y salía la chica de espaldas juraban y perjuraban que era yo.
— Oh si, lo recuerdo. Dios se volvieron locas, incluso algunas hicieron un ¿ship? ¿así se llama no?— Levanté mis hombros.— Como sea, pero hicieron un ship llamado Nemma, me dio mucha risa porque es como Nemo.
Reímos.
— ¡Es cierto!
Harry caminó hacía nosotros con dos cervezas en una mano y una botella de agua en la otra.
— No eres peligro para mi ex-rubio.— Le dice Harry sacándole la lengua como un niño pequeño.
— ¿Ah no? Tu novia tiene una funda personalizada de ambos.— Sacó su celular mostrándosela. Reí.
— Ya, ya dejen de pelear.— Me agacho para tomar a toby y recostarlo en mi regazo.
— ¿Cuándo sale tu álbum?— Le pregunta Harry cambiando de tema.
— En unos días, y comienzo la gira en Abril.— Abre su cerveza.
Luego de eso los pierdo cuando comienzan a hablar de deporte. Saco mi celular y decido subir algunas fotos que habíamos tomado ayer, aunque la mayoría estaban en su celular. Así que se lo pedí.
— Está en mi abrigo amor, lo use esta mañana cuando fui por el desayuno.
— ¿El que traías ayer?— Él asiente y señala el abrigo en el sofá frente a él.
Me levanto del sofá y camino al abrigo. Cuando lo tomo, saco el celular y al hacerlo un papel cae de unos de los bolsillos. Me inclino para tomarlo y regresarlo al abrigo pero la tinta rosa llama mi atención al igual que el logo del restaurante al que habíamos ido ayer.
Roxanne M. <3 decía arriba del número de teléfono.
— Ten se cayó de tu abrigo, no vaya a ser que se te pierda, sería una tragedia.— Le aventé el papel y me senté en el sofá de nuevo.
— Amor.— Me llamó pero no le hice caso, al contrario abrí la aplicación de fotos en su celular y me las envié por Airdrop para después lanzarle suavemente el celular a su pecho.— Cariño.
— Niall, ¿Y cómo vas con Liz?— Niall le lanzó una mirada burlona a Harry. Le estaba divirtiendo la situación.
— De maravilla, es una chica genial, me la paso estupendo con ella, de hecho la veré ahora así que me tengo que ir.
— Me alegro que estén bien, es una buena chica para ti, solo te doy un consejo procura que cuando salgas con ella a un restaurante dejarle claro a las meseras que tienes novia, la amas y no le serías infiel y mucho menos aceptes sus números de celular.— Le digo. Él suelta una carcajada.
— Tengo que irme Em.— Se levanta dejando la botella de cerveza (ya vacía) en la mesa de centro. — Vengo mañana y hacemos algo divertido, no seas tan dura con Harold, a veces es un poco tonto.— Susurra esto ultimo en mi oído. Yo suelto una risita mientras asiento.
— Adios bro.— Ambos se despiden.
Acompaño a Niall a la puerta y cuando ya se ha ido la cierro y camino a mi habitación pasando de largo la sala donde se encontraba Harry.
— Amor.— Llega Harry después de unos segundos. No respondo.— Lo siento, yo no sabía que lo tenía ahí, ella quiso dármelo pero yo me negué.
— ¿Y cómo llegó al bolso de tu abrigo?— Lo miré incrédula.
— Pues no lo sé, tal vez ella lo puso.— Rasca su nuca. Error. Eso siempre lo hacía cuando estaba nervioso.
— Estuvo coqueteando todo el tiempo que estuvimos ahí y tu le sonreías, Harry te vi verle sus... bueno tu sabes.
— ¡Ella solo estaba siendo amable! No estaba coqueteándome y yo no le vi nada.
Solté una risa sin ninguna pizca de gracia.
— ¡No soy tonta! ¿Qué hay del teléfono?— Replico con el mismo tono de voz con el que él me había hablado.
— ¡Ya te dije que no lo sé! ¡Deja de portarte así! Jamás habías hecho esto.
Inhalé profundo y exhalé. Dije que no quería ser de esas chicas y es justo como me estoy comportando.
— ¿Y tu si puedes? Todo el tiempo estás armándome escenas de celos, haciéndome preguntas y la primera vez que yo lo hago te vuelves loco. Ya olvídalo no quiero seguir discutiendo.— Tomé mi pijama y caminé al baño para cambiarme.
Escuché un bufido de su parte y como salió de la habitación dando un portazo. Suspiré, ahora yo era la culpable y él, el enojado.
Mi estómago rugió así que decidí salir de la habitación para ir a prepararme algo para la cena. Desde la cocina se podía ver a la sala y ahí estaba Harry sentado en el sofá con mi guitarra en sus piernas. Saqué unas cosas para prepararnos algo.
Una vez que terminé, me senté en la barra para comenzar a cenar, había hecho unos scotch eggs desde pequeña siempre los he amado y lo comía cada que mamá los preparaba para la cena y eso era cada semana o hasta aveces dos veces a la semana. Mientras cenaba escuchaba a Harry tocar acordes.
— He dejado comida por si quieres cenar.— Le dije pero él ni siquiera se inmutó.
Genial. Harry es muy orgulloso.
Al llegar a la habitación me tiré en la cama para comenzar a usar mi celular. Decidí hacer la publicación que hace unas horas pensaba hacer. Eran 5: 3 de los dos, 1 mía (la del tiburón) y otra de Harry haciendo boca de pez.
Aquarium day :)
Me metí a twitter donde me puse a leer hilos de situaciones extrañas, me entretenía. Cuando estaba quedándome ya dormida la puerta se abrió, sabía de quien se trataba así que no volteé.
— Amor.— Lo escuché llamarme. Pero no respondí.— Cariño, lo siento.
Puso su mano en mi cintura, se había puesto de cuclillas frente a mí. Abrí mis ojos y lo ví.
— Lo siento bebé.
Suspiré.
— Yo también lo siento, no debí decirte nada.
— No, tú perdóname me porté como un imbecil, lo siento amor, odio que discutamos.— Acarició mi mejilla, yo cerré mis ojos al sentir su mano.— Te amo, y siempre serás la única, te lo prometo.
Asentí y me acorté la distancia entre nosotros juntando nuestros labios en un beso. Odiaba pelear con Harry.
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Hola.
Aquí estoy de nuevo disculpándome por la tardanza pero prometo que solo será ésta semana, el examen lo tengo el próximo martes 07 de Julio y de verdad necesito prepararme bien. De igual forma en cada momento libre lo tomo para escribir capítulos, pero como no quiero que sean cortos me espero a que sean lo suficientemente largos.
Espero les guste, no olviden votar y comentar que les parece.
Besos.