-¿Juancho, es el Juancho?- pregunto con curiosidad
-Sip- conteste sabiendo a lo que se refería. -me gusta venir aquí porque el no deja que nadie venda droga en este bar, aquí la gente consume lo que trae y ya está.
-Pues Juancho me cae bien – sonrió mirándome.-Pero ya nos tenemos que ir.
-Esta bien amor, ¿nos despedimos y nos vamos?
-Si- hablo haciendo un puchero y le di un besito en una mejilla.
**
-Bueno, ¿me vas a decir a donde vamos?- pregunto Daniela observando que María José había tomado una de las carreteras fueras de la ciudad.
-Es una sorpresa- hablo con tranquilidad
-dame un adelanto
-no es nada especial- comento la chica sin dejar de mirar delante.
Eran casi las 10 de la noche cuando llegaron a un hotel que parecía más una de esas casas sacadas de un cuento, Calle estaba maravillada observando la construcción, porque a pesar de lo imponente que se veía, conservaba un estilo entre antiguo y lujoso; la morena concluyo rápidamente que aquel lugar podía ser capaz de transportarla en el tiempo.
Afuera del hotel había varios carros parqueados por lo que María José aparco el auto al otro lado de la calle.
-¿Qué es esto?- pregunto Daniela cuando se bajaron del auto y caminaban tomadas de la mano hacia la edificación.
María José se empezó a reír.
-Dani eres muy mala para recibir sorpresas, haces muchas preguntas.
Aquel comentario hizo que la morena se relajara un poco y empezara a reír también.
Cuando llegaron a lo que Daniela identifico como el lobby del hotel, se dio cuenta que por dentro era aun mas magnifico de lo que se había imaginado. Mientras María José hablaba con alguien , la chica se perdió por unos minutos en las decoraciones sobre el techo de la estructura y la cantidad de objetos de valor que posaban como atracción para todo el que entrara en ese recinto.
-¿Quieres comer algo?- le pregunto la chica del mechón blanco y ella asintió sin decir nada mas.
Recorrieron la propiedad hasta que llegaron a la parte de atrás del lugar, era como un jardín y en medio del jardín había un pequeño quiosco con luces colgando por todos lados, había una mesa en el medio decorada con velas y por supuesto dos platos servidos y una botella de vino en la mitad.
-Wow- dijo Daniela cuando llegaron hasta la mesa maravillada con absolutamente todo.
-¿Te gusta?- pregunto María José, abrazándola por detrás.
-me encanta- contesto entre lágrimas la morena- gracias por ser tan especial.
Las dos chicas se sentaron y empezaron a disfrutar de la comida servida y de su compañía, ese día la luna estaba puesta en lo mas alto del cielo iluminando la noche y de cierta forma iluminando también sus corazones y casi en vela, disfrutando de la compañía que se ofrecían mutuamente las dos mujeres.
Cuando terminaron de comer los acordes de un piano empezaron a sonar.
Lose you to love me sonaba.
-Te pediría un baile en este momento, pero no se si supere el nuestro del bar de Juancho-hablo la chica del mechón blanco poniéndose de pie y extendiendo su mano, Daniela la miro con curiosidad y la tomo.
-¿Bailas?
-Contigo siempre- susurro María José acercando su cuerpo al de la morena y abrazándola, ambas se sostuvieron la una a la otra mientras bailaban la tonada lenta dando pequeñas vueltas en aquel quiosco bajo la luna que las observaba.
Daniela se sentía de nuevo levitando en una nube de amor, una nube de amor cortesía de la mujer con la que bailaba en ese momento.
Ambas tenían los sentidos colmados con la presencia de la otra, sus cuerpos moviéndose lentamente, juntas, la una con la otra, sus olores mezclados, el fresco de la noche, la canción, todo las tenía en una ensoñación romántica.
-¿cómo eres tan perfecta?-susurro Daniela recordando la primera vez que había bailado en los brazos de la ojiverde, y de repente sintió que los brazos que la sujetaban, eran los brazos de Erik, como aquella primera vez que bailaron justamente debajo de la luna, cuando ella misma le enseño a mover los pies, su corazón dio un pequeño salto; los brazos que la sujetaban, eran los de Sofía, abrió los ojos y se concentró en los ojos verdes que tenía delante.
María José la alejo y la hizo dar una vuelta, mientras la chica giraba la miraba y como si se tratara de una pequeña revelación fue capaz de ver todas y cada una de las formas en las que había visto a María José, toda su apariencia cambio ante sus ojos en segundos pero seguía siendo ella.
Su María José.
Y eso era absolutamente perfecto.
-¿Por qué me miras así?- pregunto la ex peli azulada sonriendo, recibiéndola nuevamente en sus brazos.
-por nada- susurro Daniela , sintiéndose entre extasiada, feliz y un poco confundida.
La canción dejo de sonar.
Ambas terminaron el vino que quedaba en sus copas sobre la mesa.
-ven-María José tomo la mano de Daniela y la entrelazo con la suya, empezaron a caminar juntas.
-¿vamos a dormir aquí?- pregunto Daniela viendo que se dirigían a una pequeña casita aledaña a la gigante, que daba a la carretera principal, la casa estaba en un árbol y una escalera en forma de espiral se erguía hasta ella.
-Así es..- hablo la chica del mechón blanco y subieron la pequeña escalera para llegar por fin a la puerta de la pequeña casita.
Daniela la detallo, estaba hecha completamente de madera por fuera y eran como pequeños círculos. Parecía la casita de un cuento de hadas, se imagino a ella misma pintando algo así y jurando que aquello solo podía existir en un lugar tan mágico como el bosque encantado.
Pero desde que estaba con María José había concluido que todos los lugares podían ser tan mágicos como ese.
María José se quedó atrás de la morena esperando que fuera ella quien abriera la puerta y así lo hizo.
Cuando Dani entro a la pequeña casita, tuvo que contener el aliento por unos segundos.
Desde la puerta se erguía un camino de pétalos de rosa rodeado de velas, toda aquella pequeña edificación estaba llena de velas, algunas de verdad y otras de mentira, todo adentro era entre un poco rustico y contemporáneo, la hacía sentirse viajando en el tiempo.
Su corazón se sintió colmado de amor, camino con los ojos llenos de lágrimas a través del camino de pétalos de rosas observando que había más arreglos de flores en el interior de la cabaña.
Recordó cuando estuvo en una cabaña con Erik, siendo Isabella.
-Esto es demasiado lindo – susurro entre lágrimas y se giró para mirar a María José quien ya tenía los ojos cristalinos por las lágrimas que querían salir.
Dani se sentó en la gran cama y observo el tragaluz encima de ella. Tenía forma de circulo y la luna estaba justo en la mitad.
María José cerro la puerta y empezó a caminar hasta ella.
-Hola – dijo cuando por fin llego delante de la morena y se acuclillo; tomo las manos de la chica y sus rostros quedaron a la misma altura, sus ojos se encontraron, en ese momento. -no sé cómo decir esto...nunca me he considerado a mi misma como una buena oradora ¿sabes?...
-pero a veces uno tiene que sacar dotes para hacer las cosas como quiere que sean, sé que nuestro camino ha sido un poco estrellado y ha estado lleno de piedras y muchos malentendidos, sé que ambas nos hemos equivocado muchas veces, hemos ido y hemos vuelto, pero quiero que sepas que desde que te apareciste en mi vida con tus ojitos color miel, tu actitud encantadoramente retadora e infantil me he vuelto una gran fanática de tu compañía- María José suspiro y cerró los ojos un segundo.
-soy fanática de tus abrazos, de tus besos, de como me miras cuando algo que hago no te gusta, de como sonríes y te sonrojas cuando hago algo para ti – la chica toco con una de sus manos el rostro de Daniela que seguía inundado en lágrimas-soy fanática de cada aspecto de tu vida en la mía... el tiempo que estuvimos separadas me hizo pensar en muchas cosas, incluso tu historia con Martín me hizo pensar muchas cosas...- suspiro – no quiero seguir desperdiciando momentos de mi vida sin ti, me niego completamente a eso, me niego completamente a querer vivir sin ti. Lo que quiero decir es... – María José saco de uno de sus bolsillos una cajita negra y la abrió delante de la morena, dejando ver un hermoso anillo con incrustaciones y un diamante enorme -Daniela Calle ¿quieres pasar el resto de tu vida a mi lado? ¿te quieres casar conmigo?
En ese momento el corazón de Daniela se empezó a agitar y pareció que aquella pregunta la devolvió a la tierra en segundos.
El miedo se apodero de ella, observo el rostro de la chica que esperaba una respuesta y sintió una punzada en el corazón, se desesperó.
Hubo silencio por 3 minutos, exactos.
Los 3 minutos mas largos de la vida de la chica del mechón blanco.
- Perdón, perdón si te confundí, perdón si te hice pensar cosas que no son, yo no. No quiero esto -dijo la morena mirando el anillo que reposaba en la cajita negra encima de la mano de la ex peli azulada y María José sintió como su corazón y toda la ilusión que había albergado se rompió en segundos en millones de diminutas partículas.
Las lágrimas empezaron a caer por el rostro de la chica, cerró la cajita que reposaba en sus manos , se puso de pie y sin decir una palabra se acercó a la puerta , pero antes de abrirla para marcharse , María José se giró y miró a Daniela quien la observaba .
-¿Calle... por qué? dijiste que me amabas - Le preguntó a la castaña, esta vez no se iría sin una respuesta clara.
Daniela dudo en contestar, cerro los ojos con fuerza y poso su mirada en algún espacio detrás de María José.
-No María José, ¡NO SE! - grito con desesperación.
Poché bajo la mirada para que ella no pudiera ver la tristeza en sus ojos pero fue inútil, Daniela ya la había visto.
María José abrió la puerta y se topó con el frío aire de la noche, sus ojos estaban encharcados en lágrimas, bajo rápidamente las escalas y empezó a caminar hacia el auto, su cabeza era un mar de pensamientos y su corazón dolía más con cada paso que daba.
Daniela se quedó unos minutos pensando, quería decir que si y había dicho que no.
Fue tanto la ansiedad que sintió que, sin saber por qué corrió hasta la puerta y la abrió, vio que la chica se disponía a atravesar la calle para llegar a su auto y empezó a correr para llegar a ella.
-¡Poché! ¡Poché! - gritó con todas sus fuerzas mientras corría
Y María José se giró, sus pies se tropezaron con algo y lo siguiente que vio Daniela fue los ojos de Poché mirándola o al menos eso creía ella, mientras un auto negro la golpeaba, dejándola tendida en el piso a un lado de la vía.
Daniela sintió que el mundo se paró en ese momento, corrió hasta el cuerpo de María José y la tomó en brazos.
-¡Ayuda por favor! ¡AYUDAAAAA! ¡Alguien llame una ambulancia! ¡Por favorrr! ¡AYUDAAAA! quédate conmigo mi amor, quédate conmigo- gritaba entre lágrimas la castaña mientras sostenía en brazos a la ex peli azulada que estaba inconsciente.
Cuando escucho que alguien se acercaba
-tranquila chica ya llamé una ambulancia -dijo un hombre a Daniela
-Gracias - contestó, pero ella seguía sintiendo que el mundo se había parado y solo estaba concentrada en Poché.
Pov Calle
Mi María José estaba en mis brazos y por primera vez sus ojos verdes no me estaban mirando.
Su cabecita reposaba sobre mis manos y su cuerpecito sobre mis piernas mientras esperábamos la ambulancia que había pedido alguien, yo solo la miraba a ella y me aferraba a que su corazón siguiera latiendo, Poché estaba perdiendo mucha sangre, toda mi ropa estaba inundada en sangre y mis manos también, pero para mí en ese momento el mundo se había parado.
No sé cuánto paso, pero empecé a escuchar el sonido de una sirena de ambulancias y escuche el sonido de las ruedas derrapar sobre la vía cuando esta se estaciono, después de unos minutos, sentí unas manos alejándome de mi Poché y vi a unos hombres subiéndola en una camilla y yo dejé que lo hicieran .
Mi Poché, estaba pálida y la estaban amarrando a la camilla cuando uno de los paramédicos se acercó a mi.
-¿Estás bien?¿Estuviste involucrada en el accidente ? -preguntó
-No estuve en el accidente, quiero ir con ella.
Conteste sin dejar de mirarla, su cabecita se giro y sus ojos se abrieron por dos segundos, me miraron fijamente, el hombre me tendió su mano, yo seguía arrodillada en el piso , mire mis manos , estaban llenas de sangre y entonces escuché una conversación de los paramédicos que le daban los primeros auxilios a María José.
- No tiene pulso, revisa tu - Le dijo a otro, otro hombre se acercó
-Efectivamente, No tiene pulso.
- Hora de muerte 23:15
*
No no no no no y mil veces no , mi Poché no.
-NOOOOOOOOO- grite con todo mi ser , me levante y corrí hasta donde estaba mi amor acostada en esa camilla, aparte al paramédico y la estrujé por la camisa
- ¡tú no te puedes morir María José! ¿Me entiendes? ¡NO ME PUEDES DEJAR AQUÍ SOLA! ¡Yo no puedo White! ¡NO PUEDO SIN TI!- grite mientras lloraba y el paramédico se acercó a mi; los ojos verdes de María José me hicieron perderme; todo a mi alrededor de desvanecía.
**
Isabella observo al lince sobre ella y sintió que por un momento todo alrededor se había detenido, era como si el tiempo hubiese empezado a correr de una forma distinta.
Un destello dorado se apareció entre ella y el animal que se disponía a atacarla, la pequeña se sintió enceguecida con lo que sus ojos percibieron; dentro del destello dorado que había alejado al animal con su luz envolvente, había una mujer, su cuerpo era menudo y delgado, era pequeña, tenia los ojos verdes del color de las aceitunas, su largo cabello era negro y tenia las puntas de color azul , la mujer la miro, le guiño un ojo y le sonrió justo antes de desaparecer.
En ese momento la pequeña sintió que caía al suelo y todo a su alrededor había vuelto a moverse con normalidad, pero el Lince ya no estaba, hizo un examen rápido para ubicar a Lucas, pero no lo vio por ninguna parte.
*
Los siguientes días, la pequeña chica paso contando la historia del destello dorado a todas las personas que veía pero nade le creía , todos pensaban que estaba demente, Lucas había desaparecido y a pesar de que habían estado buscando insistentemente por el bosque era como si al chico se lo hubiese tragado la tierra.
Isabella en un intento desesperado por buscarlo decidió ir de nuevo cerca de donde habían ocurrido los hechos, aunque tenia mucho miedo, de cierta forma sentía que aquella misteriosa mujer la protegería de cualquier cosa.
La pequeña llego al lugar donde había ocurrido todo y vio que había un destello dorado tenue cerca de una roca donde habían caído las flores que había recolectado aquel día; Isabella se acerco y en medio de las rosas había un dije en forma de cruz, lo tomo.
-¿Hola?- pregunto sintiendo una extraña presencia consigo misma.
Pero nadie respondió y aunque no podía estar segura sabía que aquel dije era para ella y que era obra de aquella manifestación.
Escucho ruidos en arbustos cercanos y palideció dos tonos, apretó el dije con fuerza entre sus manos y Lucas salió abrazándose a si mismo.
La chica corrió hacia el lo abrazo y lo examino, estaba bien.
*
El día que Erik llevo a isabela por primera vez al castillo de Landcashier.
*
La chica descansaba sobre el pecho del hombre mientras el hacia pequeñas caricias con las yemas de sus dedos sobre el cabello de ella.
-Duendecilla – susurro el para llamar la atención de ella
-¿Si?
-Tengo que contarte algo...
Ambos se sentaron en la cama.
-No se como te tomes esto...
-Bueno intenta explicarme.
-¿Te acuerdas cuando eras pequeña y tuviste un incidente con un lince?
Isabella se quedó callada unos segundos, ella nunca había vuelto a hablar sobre aquel tema con nadie y no había forma de que Erik lo supiera, solo asintió.
-Bueno, explicare esto lo mejor que pueda... cuando nací, se me asigno una tarea, cuidar, guiar y proteger; mi padre, que es el padre de todos me dio un nombre.
-María José...- suspiro y los ojos confundidos de Isabella lo miraban – mi tarea era cuidarte, protegerte y guiarte a ti, Isabella, pero la única regla que tenia era que no podía intervenir en tu vida. El destello de luz que viste ese día era yo, así solía verme.
-yo era tu ángel de la guarda.
-Ese día te observaba como todos los días y me mantenía a tus espaldas, pero no pude evitar intervenir cuando vi que aquel animal se abalanzaba sobre ti. Eras apenas una niña y estabas llena de luz, yo no podía permitir que te sucediera nada. Después de mi pequeña hazaña para salvarte recibí un castigo de mi padre y se me prohibió volver a estar cerca de ti durante unos años, los ángeles no lloran, ¿sabes?, pero aquel castigo me pareció tan cruel que brotaron lágrimas de mis ojos, es la cruz que llevas colgada de tu cuello. Lleva tu nombre marcado porque mis lagrimas eran por y para ti. Así que cada vez que yo tenga sentimientos tan fuertes como esa tristeza que sentí y este cerca de ti, esa cadenita solo se va a calentar mucho sobre tu cuello. Pero es la fiel muestra de mi amor por ti.
-Cuando se me permitió volver me seguía manteniendo cerca de ti, te cuidaba te observaba y me fascinaba con todo lo que tu eras y solo yo se que esta muy mal lo que te diré, pero sentía que me estaba enamorando de ti y tenía que conocerte.
-Erik White era un violador, un asesino, un ladrón y un mujeriego; ese hombre con el que tu padre quería desposarte no te merecía en absoluto y al parecer los planes de mi padre no eran que tu te casaras con el.
-Erik estaba haciendo robos a nombre del rey y violo y asesino a una niña, para después huir, al día siguiente se suponía que tenia que viajar a conocerte; pero ese día después de salir de aquel pueblo, el padre de la niña lo siguió y lo asesino. Entonces yo, vi mi oportunidad, te quería conocer y aunque un ángel no puede hacer lo que hice, entregue mis alas para poder tomar el cuerpo de Erik. Yo fui quien fue a conocerte, en su cuerpo, en este cuerpo. Mis intenciones no eran estas- dijo señalando lo obvio – yo solo quería conocerte, porque me parecías una persona muy fascinante, pero en el medio de todo esto, te enamoraste de mi y yo me enamore de ti. Te amo Isabella y entregaría mis alas y todo lo que fui y soy mil y una vez mas solo por compartir un segundo de esta vida terrenal contigo.
**
-te vamos a dar un sedante, tranquila
- ¡NO! No quiero ningún sedante!,¡haz algo por ella! ¡Por favor ella está viva yo solo se! ¡Ella no me dejaría! ¡No así! - Le dije casi suplicando.
Y no sé qué vio en mí que pidió el equipo de reanimación y se acercó de nuevo a María José .
-no te acerques mucho y no prometo nada, dijo el.
Yo tome dos pasos atrás y aun asimilando todo lo que acababa de recordar, casi habían llegado a mi como una película de 5 minutos todos los recuerdos nítidos de todas las vidas que había vivido encontrándome con María José y como en todas habíamos terminado separadas.
Si, Poché había sido mi ángel de la guarda, si me había enamorado de ella en el cuerpo de Erik y si, la había amado en esa vida, pero me había negado eternamente a amarla en todas las demás.
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Buenas, <3 los quiero mucho, faltan 3 capítulos y el epilogo!!!
Los leo, ¿que piensan de esta revelación?
Pd: 300 FAVS Y tiro el 83 <3 besitos nos vemos en unos días!!, no me odien.
Tw:@ Otra_Existe