La voz intensa y sensual de Erick en mi oído me deja petrificada en el sitio cuando escucho su respuesta.
Cuando lo veo a escasos centímetros de mi rostro, con su impresionante mirada que me desarma, tan perfecto. Cuando reparo en su sonrisa, mi corazón se paraliza. Erick Howard es, quizás, el hombre más guapo que he visto en mi vida.
Advierto algo divertido en su profunda mirada verde, que esta clavada en mis ojos. Su perfume es exquisito llena mis fosas nasales y se impregna de el, no sé descifrar su composición su aroma es muy varonil. ¡Oh Maldición! A caso estoy loca, estoy pensando puras tonterías. Ya estoy igual que Rebecca.
Lo observo, quiero entender lo que ha dicho. Yo creo que él quiso decir otra cosa y yo entendí mal. Me armo de valor para hablar, tengo que dejar mis nervios atrás.
─ Perdone, ¿qué quiso decir? ─ inquiero, mientras me apartó de él ─ Si es porque se refiere a que soy la enfermera de su hijo, lo puedo entender. Ya se que soy importante por mi trabajo y me necesita, pero no tiene porque pagarme de esa forma resolviendo mis asuntos personales ─ Ni modo lo tenía que decir y le soltare lo demás. ─ Yo puedo sola, se que soy su empleada y quiere pagar por mi trabajo, pero le pediría de favor que mejor lo haga como debe de hacerlo sin entrometerse en mi vida.
Mi comentario no sienta nada bien a Erick. Lo puedo intuir en su rostro. Me lanza una mirada perpleja. Y no se la razón, el me había dicho al principio que era un pago lo del departamento.
Durante unos instantes guarda silencio y se limita a mirarme fijamente, intimidándome. Me siento como un ratón acorralado por un gato.
Me pregunto que estará pasando por su mente en estos momentos. Pero me resulta imposible porque su cara se ha vuelto una máscara de impasibilidad.
─ Como quiera ─ dice en tono serio, mientras se aleja ─ Nos limitaremos solo a lo que es ─ De pronto, el silencio vibra en la atmósfera con la calma amenazadora que precede a la tormenta ─. Ya se puede retirar, señorita Smith ─ de pronto regresa la formalidad y seriedad.
Él se da la vuelta y regresa a su anterior sitio donde se había sentado, yo me quedo de pie en medio del despacho y solo veo como el se aleja. ¿Qué ha pasado? ¿dije algo malo? A vuelto hacer el mismo serio, frío, cortante.
Reaccionó y salgo de ahí a toda prisa, no quiero seguir en la misma habitación a solas con él. Fue lo mejor, a ver dejado las cosas claras antes de que se malinterpretaran tanto como para él y para mí. Yo soy solo su empleada.
*****
Los días han pasado volando y ya es sábado ya podré ir a ver a mis mostrillos y me quedaré con ellos a dormir. Ya lo había hablado con Olga y me dijo que no había ningún problema. Elián descansará de mi.
A Erick no lo he vuelto a ver desde el lunes que trabajamos juntos y dejamos claras las cosas. Olga me comentó que el señor Erick salió de viaje por asuntos del trabajo, yo hasta llegué a creer que me evitaba creyendo que por eso no lo había visto todas estas noches en su despacho.
En cierta parte así es mejor, estar cercas de él me pone nerviosa y después de su actitud fría y seria sería incómodo estar a solas con él.
Alejo todos pensamientos negativos de mi mente, y sigo empacando mi pequeña maleta con varia ropa y otros objetos que llevaré al departamento, ya que la dejaré allá para las veces que me quede a dormir.
Estoy muy impaciente por ver a mis hermanos, los extraño mucho y ya quiero estar con ellos.
Dejo todo atrás y solo me concentraré en ellos, en esos momentos junto a mis mostrillos. Son los mejores.
Minutos más tarde, salgo de la mansión y me subo al taxi que pedí, he rechazado el favor del chófer al quererme llevar, pero había quedado con Erick que nada de ayuda, es una forma de respetar mi vida personal.
Sonrío cuando alcanzo a ver que hemos llegado. Bien, digo para mis adentros. Entro al edificio y me voy directo al piso que es.
Al entrar al departamento lo primero que veo es a mis mostrillos lanzándose sobre mí, no me dejaron dar más pasos ya me tienen atrapada en abrazos. Como extrañaba esto, como los extraño siempre ha ellos.
Con mis ojos busco a mi angelito, pero no lo veo. Y solo veo venir a una mujer asustada y en pánico. Es Beatriz la niñera de mis hermanos.
─¿Qué pasa? ─ Le pregunto al llegar a mi, ella muy nerviosa y con miedo en sus ojos me ve, y titubea diciendo que Ray se puso mal y que no sabía que hacer.
Corro por el pasillo hacia las habitaciones y llego a la de él, encuentro a Ray con una crisis fuerte de convulsiones. Me acerco a él. Solo de ver a mi hermano tener otra de sus crisis me asusta y no quiero entrar en pánico, no debo. Él me necesita. Beatriz dice que estaba por llamarme un poco antes de que llegara.
─ Ya estoy aquí, ya va a pasar mi pequeño ─ acaricio su cabeza. Mientras lo abrazo. Se que no hará ninguna diferencia, que no detendría el ataque pero al menos esta en mis brazos.
Tengo que hablar con el especialista, lo bueno que tenemos cita para el lunes. Cada mes le toca ir con su doctor al chequeo de rutina, pero el mes pasado no pude llevarlo no había podido juntar el dinero para pagar la consulta. Pero ahora que gano un poco más ya podemos regresar y ver que hacer para que deje de tener esos ataques.
Las convulsiones eran muy pocas hace unos meses atrás y creí que poco a poco se iban a reducir, pero me equivoqué. Ahora veo que han regresado y odio que le pase esto, no me gusta verlo así, me parte el corazón y me llena de impotencia. Él no merece esa enfermedad, él debería estar jugando con sus hermanos, él debería ser un niño que sonría y corra.
─ ¿Cuánto duró? ─ pregunto cuando el frágil y delgado cuerpo de mi hermano se relaja.
─ No sé, creo que como un minuto, la anterior duró un poco más.
─ Tranquilo, mi angelito. Aquí estoy ─ le digo, inclinada abrazándolo. ─ Eres un guerrero, haré todo lo posible para que la batalla sea menos dura, y no regreses a donde mismo, te lo prometo. ─ le doy un suave beso en la frente.
Más tarde ese día, recibo una llamada de Rebecca proponiendo que llevemos a los niños al parque de diversiones. Le comento que por el momento no será posible ya que Ray no ha estado bien, y le cuento lo sucedido de hace unas horas cuando llegué, mi amiga se preocupa y se ofrece venir para quedarse con nosotros para que no estemos solos, por si necesito ayuda.
Cuando llega se ofrece quedarse a ver películas con Mat y Amy, mientras yo doy rondas con Ray. El sábado transcurrió en películas, comida chatarra y dormir hasta tarde, solo por esta ocasión los dejé.
Al día siguiente, aproveche para levantarme temprano y hacerles un gran desayuno a mis mostrillos. La noche la pasé en la habitación de mi angelito, después de dejar un rato más a Rebe con los niños en la sala.
Así que después de desayunar con ellos, Rebeca se ofrece llevarlos al parque, esta casi enfrente del edificio por eso acepto que vayan ya que no está retirado. Ya que se van aprovecho para hacer los ejercicios con Ray.
Últimamente he estado muy ocupada y no he tenido tiempo de hacer los ejercicios con Ray. Sus brazos y piernas no logran estirarse por completo y el especialista me había dicho que es necesario mantener rutina diaria para que mantenga su movilidad. Por eso ahora que venga cada fin de semana aprovecharé para volver hacer la misma rutina, no quiero que vaya a perder movilidad que con mucho esfuerzo le ha costado lograr.
Ya en su habitación lo recuesto sobre una manta en el suelo e inicio con sus estiramientos en las piernas. A él no le gustan y lo demuestra apretando la boca. Le hablo todo el tiempo, también le canto, y eso lo relaja. Después de sus ejercicios termina cansado y se queda dormido enseguida.
****
El lunes temprano por la mañana salgo con Ray a su cita médica. Antes de eso llame a Olga avisando de que llegaré un poco más tarde, y le cuento el porque.
Mientras aguardo por el turno de Ray en la sala de espera de su doctor.
─ Raymond Smith ─ anuncia la enfermera.
Me levanto de la silla y entro al consultorio con mi hermano, James Lewis su doctor desde que me lo recomendó Liam, es su hermano mayor y es especialista en pediatría, se que mi hermano es ya un poco grande para pediatra pero es el que más ha llevado su proceso y sin el no sabría que hacer. A parte él sabe que es por ayudar a la amiga de su hermano, bueno el dice "a su princesa". Ya que Liam se refiere así a mí.
James es casi igual a Liam solo que más rubio y sonriente, me imagino que como se relaciona seguido con niños debe de ser así.
─ ¿Por qué no habías traído a Ray a su cita anterior? ─ pregunta al momento de verme.
─ No había podido
─ Luci, si es por el dinero ya te había dicho que no había problema si no podías pagar ─ expresa mirándome ─ Lo que importa es que Raymond no falte a sus citas.
─ Lo se ─ respondo cabizbaja.
─ Hola, campeón. Vamos a pesarte ─ dice levantándose de su silla. Le ayudo a poner a mi hermano en la báscula y James se encarga del resto.
Es un gran especialista, me ayudado mucho cuando no sabía cómo atenderlo en su condición. Se que puedo llamarlo a cualquier hora y que estará siempre dispuesto ayudarme.
─ A perdido algo ─ murmuró con tristeza. ─ Debí estar más tiempo con él.
─ No te preocupes, pronto lo recuperará ─ dice.
─ Eso espero…
─ ¿Cómo ha estado?
─ Nada bien, a vuelto a tener convulsiones frecuentes y esta comiendo menos, eso me dijo la niñera que lo cuida ─ Él asiente mientras le hace prueba física de estiramiento en sus brazos y piernas.
─ ¿Le has estado haciendo los ejercicios? ─ pregunta con una ceja levantada. Sabe que no ─. Eso le ayuda, ya lo habíamos hablado. ─ Me regaña a su manera.
─ Deje de hacerlos ya que no tengo el tiempo suficiente y también porque a él no le gustan. Odio que sufra más.
─ Lo sé, pero es mal necesario. Y de lo otro, te puedo enviar una enfermera para que te ayude con él, el tiempo que tu no puedas.
─ Que más quisiera poder hacerlo yo o dejar alguien con experiencia a cargo, pero no puedo. No puedo pagar por una enfermera de cuidado. ─ Y pensar que yo lo soy, pero para alguien más. Y no poder estar con mi hermano y cuidarlo como debe ser.
─ Yo me encargaré de eso.
─ No puedo aceptar eso es demasiado con todo lo que me has ayudado.
─ No digas más, será como yo digo. A demás mi hermanito me encargo que cuidara de ustedes ─ ¿qué quiso decir con eso? ¿Donde estará Liam? Quisiera preguntarle pero no quiero que se haga ideas de algo entre nosotros, ya que él sabe de sus sentimientos hacia mi. ─ Tómalo como una ayuda de un amigo, Luci.
─ Esta bien ─ concedo con un suspiró, se que ocupo la ayuda pero no me gusta abusar y mucho menos que piense que entre Liam y yo puede ver algo.
Después de hacerle un chequeo completo, escribe la receta de sus medicamentos regulares y le envía a hacer análisis de rutina. Si James encuentra algún resultado anormal en los exámenes, me llamará y volveremos al consultorio antes de su siguiente cita médica, que son cada mes.
─ Le mandaré a sacar una cita con Kleinton ─ comenta.
Kleinton es el neurólogo que ha atendido a mi hermano después de que James lo recomendara y me pusiera al tanto de la enfermedad de Ray.
─ Eso te iba preguntar.
─ Creo que ya puede ser candidato para el dispositivo ─ dice ─ Pero primero tienes que hablarlo con él para que le haga la prueba. Yo te aviso cuando este la cita.
Ese dispositivo servirá para que mi hermano ya no sufra tanto de esos ataques, se que con eso no se irán pero ya no regresarán tan frecuentemente.
─ Gracias, James. Nos vemos luego.
─ Espera, Luci ─ dice cuando estoy por salir ─. Liam me dijo que te dijera que si necesitas cualquier cosa que me lo hicieras saber, para poder ayudarte. Puedes llamarme con confianza y decirlo, por el momento Liam se encuentra fuera del país, pero en cuanto regrese él te buscará.
El solo pensar en que él no está y que al regresar irá otra vez a buscarme, me inquieta un poco. No quiero regresar a lo mismo de antes, donde él cree que abra una esperanza entre nosotros.
─ Sí, yo te llamo si ocupo tu ayuda ─ respondo con una sonrisa para que no siguiera insistiendo, porque si le digo que no lo haría, seguiría y sería agotador, salgo del consultorio con mi hermano.
Ahora esperar la cita con el neurólogo para ver si mi hermano es candidato, tengo algunos ahorros guardados a ver si con eso a completo, si no tendré que arreglarme las para ver como consigo más. Por ese motivo dejé de insistir en el dispositivo ya que nunca he tenido el dinero suficiente para que se lo pongan, se que él lo necesita pero con tantos gastos nunca he podido llegar a juntarlo.
Siempre trato de ser una persona positiva y se que lograré lo que me proponga y más si es para mis mostrillos. Ellos son mi fuerza a seguir adelante.
Hola, espero les haya gustado este nuevo capítulo, es algo corto porque quería publicarlo ya, y vieran que se va a venir el drama.
Si se vendrá lo más triste de la historia en unos capítulos más.
No se olviden en comentar y poner su voto. Gracias. 💕😘