Big Bad Wolf » Camren

By imheedictator

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Aquellas historias de cuentos de hadas siempre quedarán pequeñas ante el nuevo mundo, lleno de lobos y otros... More

Prólogo
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43 (Parte 1)
43 (Parte 2)
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49 (Parte 2)
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By imheedictator

—Buenas tardes. Los saluda Normani Hamilton. 

Normani apareció inmediatamente proveniente de una parte del set. Ella vestía un elegante conjunto beige de temporada. Tomó asiento, tomando sus papeles a la vez que la clásica música del programa comenzaba a sonar a su alrededor. James le dió la indicación para que empezará y Normani se puso más seria de lo usual, acomodándose las gafas y soltando un leve suspiro antes de iniciar.

—Comenzamos con una impactante noticia aquí en 24 Horas. —Comenzó a decir ante la atenta mirada de su equipo, por lo que se acomodó mejor en su asiento para poder leer el teleprónter. —Una gran marcha está paralizando la ciudad de New York. Hace un par de horas cientos de personas de procedencia desconocida se han agrupado en conjunto dirigiéndose al centro de la ciudad. —Un pequeño vídeo apareció a lado de Normani mientras ella continuaba. — Las autoridades han declarado la ciudad de Nueva York en estado de emergencia. Por favor no salgan de sus hogares, manténgase unidos y guarden la calma hasta que se esclarezcan los hechos.

Normani se detuvo unos segundos al observar como a lo lejos veía entrar a policías al estudio. Sin embargo, James le indicó que continuará, a pesar de que estaban comenzando a forcejear con su equipo técnico. —¿El motivo y la razón? —Preguntó ella un poco nerviosa mirando de reojo a su alrededor. —No lo sabemos, pero la policía se encuentra en camino para dispersar a todos los manifestantes. Rumores implican que... ¡basta!

Normani no pudo continuar más, se levantó de su asiento, siendo seguida por el camarógrafo que seguía filmando todo con atención. Ella fue en rescate de James, que estaba siendo enmarocado contra un escritorio en una esquina del set. Pero lo último que se logró ver fue como un policía cubría la cámara, luego se escucharon movimientos bruscos y el programa salió del aire.


Lawrence observó incrédulo como la señal había sido cortada y el programa de Normani Hamilton había desaparecido del aire para dar paso a comerciales. Había podido divisar a gente del Clan del Sol viniendo a la ciudad y en sus formas humanas. Pero no una pequeña cantidad que solía venir cuando él lo solicitaba. Está vez estaba viniendo toda la comunidad, cada uno de ellos dirigiéndose al centro de la ciudad.

Algo raro estaba pasando y no podía entender el motivo.

Él mismo había dado la orden para que hicieran explotar el cuartel de los amigos de Lauren y Camila, pero en ningún momento había mandado a policías a interrumpir una transmisión que gracias al cielo había sido interrumpida. Lawrence simplemente había recibido una llamada indicándole que iban a realizar el reporte de heridos y fallecidos por el accidente que ocasionó en el cuartel, en aquel programa de la conocida conductora de televisión.

Pero ahora sabía que la comunidad del Clan del Sol iba en dirección a New York.

Camila iba a lamentar su desacato.

Lawrence tiró el control contra el televisor apagandolo en un instante. Se paró de su sofá, tomo su arma y la guardo con él. Tenía mucho de que pensar, mucho sobre que reflexionar, pero sobretodo tenía que preparar a su Ejército para la llegada de los lobos. Camila estaba muy equivocada si creía que podía desafiarlo con un simple puñado de lobos. Él tenía armas mucho más poderosas que sus soldados con poderes de lobos. Pero igualmente eso no le dejaba un buen sabor de boca y tampoco la duda que tenía sobre sus soldados con poderes. Había algo extraño en todo y más cuando Suka no respondía a su llamado. Algo pasaba. Una comunidad nunca iba a desafiar a un Ejército.

¿Por qué Camila traía a sus lobos en sus formas humanas para marchar?

¿Por qué su amiga informaba acerca de eso para que él estuviera listo?

¿Qué cosa se traían entre manos?

Inmediatamente realizo un par de llamadas, informando que tenían un par de horas para que todos los soldados con poderes de todas las sedes, estuvieran listos para enfrentar a todo aquel que quisiera entrar a la ciudad. También pidió a su equipo preparar el ataque nuclear contra el Clan del Sol. Y mientras su equipo le explicaba el tiempo que tomaría preparar el ataque, Lawrence ordenó que también se preparará el ataque nuclear para el Clan de la Luna.

Camila realmente lo iba a lamentar.

—¿Terminaste?

Normani salió al pasillo afuera del set, observando como Gabriel asentía y terminaba la llamada, guardando su celular en el bolsillo. Ambos volvieron a entrar al set, encontrándose con James que los esperaba con el equipo listo.

—¿Lograste comunicarte con Verónica? —Preguntó James, brindándoles una mochila a cada uno.

—La primera parte del plan ha sido todo un éxito. —Respondió a la vez que abría la mochila y tomaba las armas dentro de ella para recargarlas.  —Sinuhe logró tomar el vuelo con Alejandro y Michael entre sus brazos; y con Lucía como su protectora con Vix.

—Entonces es momento de avanzar. —Todos giraron a ver a Troy, uno de los "policías" que habían ingresado y como se quitaba el uniforme para tirarlo a un lado, quedando en su ropa normal, colocándose un chaleco antibalas. —Ya hemos cumplido la segunda parte.

Normani asintió, y cuando Gabriel informó que todo los archivos de las cámaras de seguridad habían sido eliminados, todos tomaron sus respectivas mochilas, saliendo del edificio.

—Es hora de que la Alfa del Clan del Sol continué su camino. —Informo Tara, divisando a Lauren que tomaba la mano de Camila, no queriendo soltarla. —Tus lobos cada vez están más cerca, todas las autoridades están confundidas por su presencia.

—Entonces es hora de que todo el mundo se enteré de la verdad. —Replico Camila y Tara se quedó observándola en silencio, no quería admitir que tenía miedo. Esa clase de miedo que se te pegaba y no había dudas de que no se iría hasta que todo hubiera terminado. —Tara, no tienes porque callarte tu sufrimiento. Después de todo lo que he pasado, me he dado cuenta que es más dañino dejar que el dolor se expanda en ti.

—Es hora de que te vayas, Camila. —Dijo Tara a la defensivs, ante una Lauren confundida, que no entendía lo que sucedía. —Es momento de seguir avanzando, Zenith está esperando por ti. Las dejaré a solas un momento.

Tara salió de la habitación, y Camila golpeó la pared de la rabia. Su transformación de lobo estaba ganando en el fondo al saber que Tara no pediría ayuda porque no la deseaba. Lauren se acercó a Camila y la abrazó, tratando de transmitirle tranquilidad.

—¿Qué es lo que sucede? —Preguntó Lauren suavemente. —Han estado hablando en códigos desde hace días y sentí que debí respetar su breve intercambio de palabras, por lo que no pregunté. Pero, es como si tú supieras algo que yo no. Algo que la está lastimando a ella y aunque me sorprenda, algo que te está lastimando a ti. —Camila agacho la mirada, sintiendo como Lauren la abrazaba más fuerte. —¿Es por Lukas?

—No. —Camila negó. —No soy yo la que debe decirlo. Pero créeme que si pudiera hacer algo, lo haría.

—No voy a presionarte, pero sabes que yo también quiero ayudarla. —Lauren se acercó para besar a Camila, acariciando su rostro con delicadeza. —Nos está brindando su ayuda sin pedirla. No es justo verla de esa forma.

—Entonces vamos a cambiar una parte del plan. —Respondió Camila y Lauren alejó un poco su rostro confundida. Habían planificado todo una y otra vez; y que ahora Camila le dijera aquello, la sorprendía demasiado. —Vamos a necesitar que Lukas vaya contigo.

—¿De qué estás hablando?

—Es veloz, es escurridizo y sabe muy bien identificar la sangre de una pantera y de un lobo.

—¡Alto!

El Coronel Connors alzó su voz de mando y todas sus tropas se detuvieron al ya poder divisar al grupo de gente que caminaba en su dirección. Eran demasiadas personas, pero eran una nada comparada a sus tropas. Estaban locos si creían que lograrían pasar. Primero les esperaba una muerte dolorosa y luego acabarían con toda la descendencia de aquellos salvajes que osaban rebelarse ante ellos.

—¡Alto! —Gritó también Pat al ver cómo los soldados estaban quietos, esperándolos a que dieran el siguiente movimiento. —Estan esperando por nosotros, pero no logró divisarlo.

—Ha llegado. —Zenith bajo de los hombros de Gust, poniendo a un lado los vinoculares que Ariana le había dado.  —Lawrence ha llegado, está vestido con su uniforme militar. Se encuentra detrás de un grupo de soldados, usando un chaleco antibalas. Aunque no logró divisar su rostro con exactitud, pero todo parece indicar que es él, por el gran resguardo a su alrededor.

—Es un señuelo.

Una voz ya conocida por todos llegó a los oídos de los presentes. Camila salió de entre las sombras de los arbustos más cercarnos, vistiendo una gran capa negra que cubría su cuerpo, yendo inmediatamente al lado de su hermano, que esperaba por ella. Todos se alegraron al verla y sus lobos agacharon la cabeza en señal de saludo ante su Alfa, Zenith aún sorprendiendose por la lealtad que le profesaban, miraba a todos los lobos a su alrededor. —Ese no es Lawrence.

—¿Cómo lo sabes? ¿Y dónde está Lukas? —Preguntó Pat extrañado al no ver a Lukas detrás de Camila. —En cualquier momento debemos de comenzar.

—Lukas no vendrá. Ha tomado otro camino. —Dijo Camila, ante toda la gente que la escuchaba con atención. —Hoy somos nosotros contra ellos.

Camila se quitó la capa tirandola al suelo, revelando su traje completamente negro, que traía armas en su cintura, en sus piernas y dos grandes cuchillos amarrados a su espalda. Unas botas negras cubrían sus piernas y había peinado su cabello en trenzas. Estaba lista, pero primero debía ser honesta con su gente.

—Mi corazón tiembla, pero todos ustedes son mi estabilidad y fortaleza. —Comenzó a decir Camila, abriendo su corazón. —Todos estamos aquí por voluntad propia y somos capaces está vez de decidir a pelear por lo que es correcto. Hoy más que nunca estoy orgullosa de ser una loba y fue por eso que pelee para estar aquí junto a ustedes. —Explicó por todas las veces que había exigido estar ahí ante Lauren, ante sus amigos y ante todos aquellos que se negaron en un comienzo. —Nunca sería la líder que todos ustedes piensan que soy, si los dejará hacer esto sin mí. ¡Porque hoy luchamos por nuestra redención! ¡Porque hoy luchamos por nuestra paz! ¡Hoy luchamos por la paz de nuestras siguientes generaciones! ¡Hoy luchamos por un mundo mejor!

Camila dió un paso adelante ante los gritos de toda su gente y aliados. Se puso al frente de toda su comunidad, aún en su forma humana y con todas las agallas que eso conllevaba, avanzó. Tenía que hacerlo ahora, porque no había más tiempo, era hoy. Levantó la vista para ver el claro cielo que la cubría, pensó en Lauren, en su amor infinito por esa mujer, en sus hijos, en sus padres y en todo lo bueno que tenía. Por ellos alzó la voz, con un solo propósito, el final de una tiranía. Alzó la voz en un solo gritó y fue ahí que su batalla comenzó.

—¡Avancen!

—¿Qué haces Camila?

Lauren preguntó al observar como la mujer parada delante de ella, se daba media vuelta para comenzar a quitarse la ropa sensualmente. Camila lentamente quitaba su camiseta, dejando su espalda desnuda a la vista, a la vez que volteaba de reojo dándole una sonrisa pícara para luego comenzar a bajar sus pantalones aún sin darse la vuelta.

Cuando comenzó a bajarlos lentamente, Lauren no pudo evitarlo y fue tras ella. Tomó sus caderas, comenzando a bajar el pantalón junto a Camila, para besar su espalda lentamente y luego llegar a ponerse de cunclillas para besarla por todas partes posibles.

Camila cerró los ojos, apoyándo su frente con fuerza contra la pared, soltando un gemido cuando sintió que Lauren se levantaba lentamente pasando su lengua por toda su espalda, poniendo su mano suavemente en su intimidad y sus labios muy cerca a su oído, abrazándola contra la pared, pegando sus cuerpos, sintiendo su calor.

—Te encanta, ¿no es así? —Lauren comenzó a frotar lentamente sus dedos contra la intimidad de Camila, sintiendo como ella se frotaba contra su mano. —Porque a mí me encanta tenerte así, sentir como mis dedos se resbalan tan fácilmente con toda tu húmedad.

Lauren mordió suavemente el lóbulo de Camila a la vez que enterraba un dedo dentro de ella y ambas se apegaban aún con más fuerza contra la pared. Lauren comenzó a besar su cuello y su barbilla, ante una desesperada Camila que buscaba sus labios con ansias. Pero fue el escuchar una pequeña risita de Lauren, que activo todos los sentidos de Camila. Ella pudo darse cuenta de cómo sus ojos se habían vuelto negros. Lauren retiró sus manos, retrocediendo un poco. Camila tiró sus pantalones, que estaban a la altura de sus tobillos, a un lado comenzando a acercarse a su novia.

Como un felino a punto de atacar a su presa.

—¿Vas a tomar el control? —Preguntó Lauren cayendo sentada a la cama sin notarlo. Camila subiendo desnuda a su regazo con una pierna a cada lado del cuerpo de la chica de ojos verdes y sin decir nada, tomó su mano, llevándola a su boca, chupando cada uno de sus dedos, saboreandolos lentamente ante la atenta mirada de la mujer abajo de ella.

—Yo siempre he tenido el control cariño. —Comentó Camila, acercándose a besar a Lauren, reclamando sus labios como suyos, uniendo sus lenguas en un vaivén, dándole una y mil razones más para que Lauren supiera que sus labios eran de ella y solo de ella nada más. Lauren respondió con la misma intensidad, adueñándose de su boca, y aprovechando el momento para bajar sus manos por todo su cuerpo y acariciarla de todas las formas posibles.

Camila al sentir aquello, dejó de besarla y rápidamente tomó la camiseta de Lauren, rompiéndola en dos, al igual que el resto de su ropa. Tirandola a un lado ante la sorpresa de Lauren al quedar desnuda igualmente de forma tan rápida. Camila beso sus senos, chupando sus pezones y Lauren comenzó a acariciar sus cabellos, cerrando los ojos al saber lo que vendría.

—Mírame. —Escuchó Lauren, levantando la vista para observar a Camila con el rostro en su intimidad. —Quiero que observes como deshago cada uno de tus caparazones. Quiero que veas como haré que me ruegues una y otra vez.

—Estas demasiado confia... ¡ah! —Lauren no pudo terminar de hablar, soltando un gemido al sentir como Camila había insertado dos de sus dedos en ella. Lauren dejó caer su cabeza a la cama, al sentir los besos de Camila y como chupaba una y otra vez. Sus piernas temblaban y cada toque hizo lo que ya había sido predicho, rogó por más. Lauren se sentó, tomando la cabeza de Camila, apretándola contra su intimidad, por lo que su novia, chupo con más fuerza. Cuando Lauren se sintió desfallecer, sus piernas apretaron la cabeza de Camila aún más fuerte, quien para alargar el momento, succionó todo su orgasmo.

Lauren cayó rendida, sintiendo pequeños besos por todo su rostro y sus manos tomaron de la cintura a Camila, sonriendo ante ella. —Te dije que rogarías. —Comento Camila en un tono burlón. —Me encanta besarte, en cada beso tuyo siento tu amor.

—Creía que lo sentías muy claramente está madrugada, está mañana, está tarde y hace una hora. —Bromeó Lauren, sintiendo las caricias de Camila por todo su pecho desnudo.

—No tonta, sé que hacemos el amor muy seguido porque estamos en etapa de celo y porque no podemos alejar las manos la una de la otra. —Admitió Camila, besándola nuevamente. —Pero me refiero a que besarte es diferente.

—¿Cómo es diferente?

—Para mi besarte es sentir el latido de tu alma.

—Las almas no tienen latidos Camila.

— Lo sé, tu corazón te hace un ser de carne y hueso. —Comenzó a explicar Camila, teniendo la total atención de su novia, que acariciaba su rostro. —Tu alma noble te hacer ser una humana y cada beso tuyo me hace recordar el primero. Prometiste que tú corazón seguiría latiendo, cuando tu alma estaba apagada. —Recordó ella, aquel primer besó cuando Lauren estaba a punto de desfallecer. —Cada beso tuyo me hace revivir, hace latir mi alma, porque hoy estoy más viva que nunca, más viva que el simple hecho de tener un corazón. Hoy estoy viva y soy feliz, soy feliz porque te tengo. —Camila tomó su mano llevándola al lado izquierdo de su pecho. —Mi corazón y alma laten. Porque no solamente estoy con vida, también estoy viviendo, también estoy sintiendo y hoy siento más que nunca que te amo, te amo de mil formas posibles Lauren. Mi corazón y alma laten por ti.

—¿Lauren? ¿Estás bien? —Christopher preguntó al ver a su hermana perdida entre sus pensamientos, sentada en el frío suelo. —Es momento de seguir, los demás están esperándonos.

—Estoy preocupada. —Admitió Lauren. —Siento algo en mí que arde desde lo más profundo de mi ser, tengo que ir con ella. Tengo que saber cómo están.

—No puedes, hemos conversado de esto miles de veces y prometiste quedarte con nosotros. —La contradijo Christopher, entendiendo de cierta forma a su hermana, pero no podía permitirle que se fuera. —Camila es fuerte y peleó por un lugar ahí, con su gente, como líder no iba a abandonarlos. Debes respetar su decisión.

—La respeto, pero creo que las panteras también debieron ir a ayudarlos. Están tomando una decisión muy arriesgada. No sabemos si funcionará.

—No, y creo que eso lo sabes muy bien hermana. —Christopher le brindó la mano a Lauren para que se levantará de una vez. —Las panteras no pueden tener otra batalla más, nuestro Clan está al borde de la extinción. Camila tomo la decisión y su gente la siguió, no obligó a nadie. Sus palabras fueron suficientes. Ahora continuemos con nuestro camino, aún tenemos mucho por delante. Recuerda que si nosotros fallamos, ellos también. Somos uno solo ahora.

—¿Alguna vez seré tan buena líder como lo es ella? ¿cómo lo fue nuestro padre? —Preguntó Lauren, con duda, sabía que su hermano siempre le ofrecería la verdad ante sus interrogantes. —He cometido muchos errores.

—Lauren, te conozco toda una vida y nunca he dudado del esfuerzo que has puesto de ti para salvarnos. —Christopher se transformó en una pantera haciendo sonar sus garras contra el suelo, dándole fuerzas a Lauren para seguir. —De las agallas que has tenido para protegernos. Mi hermana, pudiste haber cometido mil errores, pero eso solo significa que siempre lo has intentado. —Lauren se transformó en una pantera al igual que él. —Nunca nadie mencionara tu nombre en el futuro sin mencionar que siempre lo intentaste, por tu familia, por tu gente, por todos nosotros y hoy juntos lo lograremos

—¡Juntos! —Lauren comenzó a correr, siendo seguida por Christopher para reunirse con el resto.

Era momento de comenzar.

Camila y Lauren estaban separadas por miles de kilómetros, pero cada una de ellas pensaba en la otra. Camila llevaba a Lauren en su corazón, cuando avanzó con sus lobos junto a la ayuda de Pat, Zenith y Gust que se ofrecieron a liderar cada escuadrón en la decisión que habían tomado. Cuando llegaron dónde el Ejército, todos se transformaron en lobos, menos Camila, que aún esperaba el momento adecuado.

—¡Arrebataron nuestras vidas! ¡Hoy cada ser humano se subleva ante está tiranía! ¡Hoy todo el mundo se enterará de lo que hicieron con nuestras vidas! —Gritó Camila con fuerza, observando como el Ejército avanzaba y no había señal de Lawrence. —¡No podrán contra nosotros!

—¡Fuego! —Fue la primera orden del Coronel Connors, sin esperar una palabra más de Camila, tomándola por sorpresa. —¡Ataquen! ¡No quiero a ninguno con vida!

—¡Por el Sol y la Luna!

Camila se transformó en el gran lobo blanco que era y el suelo retumbó ante la cantidad de lobos que comenzaron a correr detrás de su Alfa. Los soldados comenzaron a atacar, y para su sorpresa, no habían llevado ninguna arma retardante, habían llevado armas reales, con el único propósito de acabar con cada uno. Fue una masacre, y el mismo infierno en la tierra. Cada lobo destrozó a cada soldado, pero las explosiones estaban destrozando las filas del Clan del Sol.

Connors al desesperarse por no acabar con todos, ordenó a sus filas transformarse en lobos, pese a la estricta orden de Lawrence en evitar aquello a toda costa. Y fue ahí que al ver cómo la mayoría de sus soldados cambiaban de su forma humana a su forma de lobo, Camila supo que debía parar.

Ordenó a todas sus filas detenerse, pese a los ataques de los soldados aún humanos, todos los lobos se quedaron quietos ante su llamado.

—¡Ataquen! —El Coronel Connors ordenó lleno de furia. —¡Acaben con ellos!

Camila, segura de si misma, espero al ver cómo los lobos del Ejército corrían con rapidez para llegar a ellos, cerró sus ojos y espero con esperanza en su corazón que se cumpliera lo que había predicho. Sin embargo, al estar ella adelante, dos lobos llegaron a su lado y se le tiraron encima ante la sorpresa de todos. La mordieron, arañaron, lastimaron hasta que su aullido de dolor hizo que ambos se detuvieran.

Connors incrédulo al ver que se habían detenido, ordenó una vez más el ataque, pero nunca llegó. Los lobos del Ejército se quedaron quietos al escuchar a Camila, al escuchar a su propia especie.

A su líder innato, a su propia sangre.

Porque la sangre de Camila vivía en cada lobo del Ejército.

Y su naturaleza no le permitía atacar.

Camila lo había sabido desde que se alió con Lawrence, y había permitido que usará su sangre perfecta según él, para usarla en cada experimento. Pero su sangre no era de cualquiera, era sangre de Alfa, algo que él nunca entendería.

Amarok le había dado aquella vital información la noche que lo encontró al borde de la muerte, si su sangre corriera por las venas de todos aquellos que cargaban las armas para doblegarlos, ellos se convertirían en su propia arma para buscar su libertad.

Cuando Camila aulló con fuerza, todos los ojos de sus lobos se pusieron rojos de la ira. El Clan del Sol se multiplicó en fuerzas, y los soldados que intentaban atacar, fueron derribados por cada lobo del Ejército que tenían ahora de su lado. Camila corrió a atacar a Connors y una parte del Ejército que había mandado Lawrence se convirtió en polvo.

Lawrence lo sabía, había mandado a su gente a una misión suicida e imposible para comprobar una teoría.

Camila era dueña de una parte de su Ejército y solo le quedaba pelear siendo humano.

Algo que había aprendido a odiar.

-1

—I'm sorry, la autora can't come to Wattpad right now.

—Why?

—Oh, 'cause she's dead.

Hola, ya regresé de la tumba.

Sé que han pasado siglos después de la última actualización.

Más que nada estoy actualizando por esas personas que comentan para que pueda terminar esta historia, se los debo por el apoyo que me han dado, así que gracias por haber esperado todo este tiempo.

Espero que les haya gustado este capítulo, solo me queda el capítulo final y el epílogo.

Cuídense.

Aquí pueden dejar sus insultos, con gusto los leeré.

PD. Ya estoy subiendo la segunda parte, el capítulo era muy largo.

🐺

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