— ¿Cómo mier.da sabes acerca de ella?—dijo apretando los dientes de la rabia. Vio que ____ no respondía y le grito— ¡RESPONDE!.
—Yo... Yo—y toda su fuerza de voluntad se había esfumado completamente.
— ¡QUE ME RESPONDAS MAL.DITA SEA! —grito otra vez tomándola por las muñecas fuertemente.
—Suéltame... por favor—"eso me dejara marcas... otra vez" pensó ___, tratando se soltarse de su fuerte y doloroso agarre.
—Eres igual que ella, todas son iguales—ahí va otra vez con lo mismo, pensó ____.
— ¡YO NO SOY IGUAL A ELLA, JO.DER, NO, NO LO SOY! —Le grito ____ a la cara de Samuel— Yo no tuve la culpa de que ella no te amara, que te engañara, no soy como ella—dijo esto más calmada, viéndolo a los ojos con compasión—no puedes seguir golpeándome, por el mal.dito recuerdo de Diana, no lo permitiré—el solo la miraba con ojos venenosos.
—Escúchame bien—dijo Samuel con voz amenazante—nunca, menciones su asqueroso nombre en mi presencia—dijo para luego jalearla por los cabellos y pegarla contra la pared— ¿Has entendido?... —ella no dijo nada—yo creo que no—dijo sonriendo maliciosamente—haré que entiendas por las malas.
Le dio bofetadas, dejando sus mejillas moradas y nariz rota. Constantes patadas en el abdomen, tenia marcas de dedos por todo su cuello, sin mencionar la cintura. Brazos y piernas llenos de moretones y uno que otro corte, sin contar las marcas aun rojas de los golpes con el cinturón. Ella solamente murmuraba cosas como "para por favor", "ya no me golpees mas", "duele mucho", "yo te amo Samuel", "no soy como ella".
Esta vez sí que se había excedido, más que las otras veces. Samuel se sintió realmente mal al verla, ahí tirada en el piso, más muerta que viva, con la respiración muy pesada, se estaba preguntando si aun respiraba.