seesaw → min yoongi

By amgabriell

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❝A final de cuentas la vida es un repetitivo juego de sube y baja. Y es cuestión de tiempo para que llegue a... More

Sinopsis
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anuncio

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By amgabriell


A la mañana siguiente el ramo de flores todavía estaba en el piso y eran claras las señales de que se estaba marchitando. El sol se filtró a través de la larga cortina gris que estaba mal cerrada y llegó hasta los hermosos cabellos platinados de Jimin que eran admirados por Sae como si fueran el misterio de la belleza.

Tenía todavía puesto el vestido de dormir a medio subir por sus piernas, una de ellas estaba sobre el muslo de Jimin quien dormitaba acostado de un lado de frente hacia la chica. Él estaba sin camisa y sólo vestía unos pantalones de algodón grises porque le gustaban las cosas cómodas para dormir, pero su mayor comodidad era despertar con Sae a su lado y poder sonreír una vez más al verla. 

Sae pasó su mano por las hebras grises del chico haciendo que este se removiera bajo su contacto. Nunca se cansaría de tocar al ángel que tenía de frente dormitando. 

Jimin se removió suavemente y arrugó el entrecejo hasta que por fin sus pupilas se iluminaron con los ligeros rayos de sol. 

Su rostro se iluminó al verla a ella semi despeinada.

— Buenos días, bebé —Le dijo con la voz todavía ronca y la garganta seca. Sae le devolvió la sonrisa y se abrazó a él escondiendo su rostro en el hueco del cuello de Park quien se acomodó para recibirla y pasar un brazo por debajo del costado de Sae.

— ¿Siempre te verás tan hermoso en la mañana? —Dijo ella como si llevara horas queriendo decírselo. 

Se plantó una ligera sonrisa en los labios de Jimin y luego acercó su nariz al cabello de Sae para inhalar su olor matutino. 

Era seguridad, gloria y hogar. 

De repente, su rostro se tornó serio y el miedo que lo había arrastrado anoche a hacer el amor con ella de forma desesperada volvió a él. Había dos cosas que debía decirle a Sae y no sabía cual de ellas la iba a herir menos. 

— ¿Jimin? —Llamó ella buscando su mirada. Notó la preocupación en el peli plateado y se separó un poco para mirarlo mejor. 

Se veía hermoso ciertamente, pero su belleza estaba siendo turbada por la expresión de preocupación que tenía. 

Sae lo conocía, algo estaba pasando.

— Quiero preparar el desayuno y el almuerzo hoy —Dijo él intentando disimular zafándose de los brazos de la chica mientras se dirigía hasta el baño y le hablaba desde allá —Si te parece podemos salir a dar un paseo hoy, ¿qué dices amor?

Sae no respondió de inmediato, se quedó con el entrecejo fruncido entre las sábanas mientras se mordía el labio inferior.

Ahora que lo pensaba bien la forma en la que Jimin la había tomado anoche no era común. Siempre que tenían sexo era suave y se entregaban sin dudar el uno del otro, o si por la otra parte follaban salvajemente no había ese sentimiento desesperado y culpable que anoche se había reflejado en cada fibra de Jimin.

Temió lo peor.

— Jimin ¿tienes algo que decirme? —Preguntó casi para ella pero él la escuchó y detuvo su cepillada para mirarla con la expresión herida.

— ¿Qué? —No daba crédito a sus oídos pero sabía que Sae no era tonta y que lo conocía como a la palma de su mano. Un ligero escalofríos recorrió su nuca.

Ella iba a desear eso antes de escuchar una de las cosas que tenía que decirle.

— Vamos, dilo. ¿Te ha empezado a gustar alguien en el trabajo? —Cada palabra que salía de la boca de Sae le dolía como si le estuviesen acuchillando la lengua y el silencio de Jimin sólo lo hacía peor.

No estaba preparado para soltar todo en ese momento, no cuando quería disfrutar la mañana admirándola mientras la mimaba, reían y hablaban de cualquier tontería como siempre hacían. 

No cuando todavía no tenía las palabras adecuadas para explicarle que definitivamente iba a partir su corazón.

— Sae... yo.

Sae Wa se levantó de pronto tan de prisa de la cama que a Jimin no le dio tiempo de atajarla cuando se colocó una abrigo largo, los converse negros de la entrada y salió del apartamento entre despeinada y herida.

Si supiera que lo último que estaba pasando por su cabeza era poner sus ojos en alguien más.

***


Sae Wa llegó al gran edificio de la ONG con la que trabajaba con el corazón hecho pedazos, la cabeza le dolía y su respiración estuvo agitada casi todo el camino en metro. Sin embargo, hoy tenía una reunión con una de las gerentes y no podía parecer que estaba a punto de derrumbarse.

A pesar de que estaba casi que sólo envuelta por el largo abrigo que disimulaba el vestido de dormir y su cabello estaba lejos de lucir decente. 

Pero en el momento que enfrentó la mirada culpable de Jimin nada más le importó y tuvo que escapar de aquellas paredes antes de echarse a llorar.

Subió por el ascensor y antes de encontrarse con la gerente Seunghee se acomodó el cabello detrás de las orejas y se pasó los dedos por encima para aplacarlo un poco.

Incluso había olvidado sus gafas.

La oficina donde siempre hacían las reuniones estaba casi vacía, sólo habían dos portavoces más además de ella y Seunghee estaba sirviendo un poco de café para todos.

— ¡Sae, querida! —Saludó la señora de unos cuarenta años con su habitual sonrisa mientras la invitaba a sentarse y la ponía al día con que había tenido que hacer esa reunión a última hora por petición de la directiva.

Sae Wa intentó devolverle la sonrisa, saludó a sus compañeras y tomó asiento para escuchar atentamente lo que Seunghee tenía que decirles. Quiso hacer caso omiso a cualquier rastro de tristeza por lo de Jimin porque sino las lágrimas saldrían sin previo aviso.

Tenía tanto tiempo sin llorar y ahora...

— ¿Sae, te encuentras bien? —Preguntó una de sus compañeras cuando no alcanzó a responder la pregunta de Seunghee a tiempo.

Le estaban proponiendo un nuevo proyecto (bastante importante para la ONG) en la que ella y las otras dos mujeres; madres solteras también, formarían parte de un equipo de trabajo multidisciplinario que se encargaría de recorrer las zonas más rurales de Daegu documentando los casos de madres solteras quienes han sido denigradas y excluidas de los beneficios del gobierno debido a que allí todavía las organizaciones no tienen tanto poder como en Seúl.

Documentar los casos, apoyarlas con diferentes recursos, recoger sus testimonios y regresar a Seúl para tomar cartas en el asunto suena como una tarea bastante grande pero Sae ha dedicado sus últimos años a eso y sabe que no puede negarse, sin embargo...

— Sí, me encuentro bien —Mintió —¿Daegu? —Los malos recuerdos intentaron salir de su bóveda pero Sae no los dejó.

— Sí, evidentemente ustedes serían portavoces de nuestra organización. Allá trabajarán con una pequeña ONG que inició hace sólo dos años y que tiene un equipo de trabajadoras sociales, psicólogos y otros expertos —Explicó Seunghee —Estamos intentando formar alianzas para ayudarnos mutuamente por eso las he citado a ustedes. Sin embargo, entiendo que todas tienen a sus pequeños y que no serían fácil estar allá durante tres meses.

Sae abrió los ojos como platos. 

Tres meses era demasiado tiempo para estar sin Saegi.

— Les voy a dar una semana para que lo piensen pero saben que contamos con ustedes. Son las mejores para esto y de verdad me hace ilusión tenerlas allí —Dijo finalmente la gerente mientras les regalaba una sonrisa de anhelo. 

Terminada la reunión las otras dos portavoces se retiraron pero Sae se quedó a petición de Seunghee quién sospechaba que algo había ocurrido con la chica.

— Sae créeme que entiendo que tienes la floristería y a la pequeña Saegi pero te necesito. Puedes llevarte a la princesa contigo nosotros correremos con todos los gastos por eso no tienes que preocuparte —Dijo colocándole una mano sobre la de ella que estaba extendida en la mesa.

— No es sólo Saegi, ¿cómo voy a dejar a Jimin tanto tiempo solo?

— Jimin entendería —La miró con suavidad —Siempre ha estado contigo y esta no será la excepción. Por cierto, ¿pasó algo entre ustedes? Has llegado con una mirada que me decía que ibas a llorar en cualquier momento.

Sae Wa tragó grueso, esa mujer era capaz de adivinar los más profundos secretos de un corazón malherido. 

— Tuvimos una pequeña discusión antes de venir para acá pero no es la gran cosa —Dijo intentando convencerse así misma. Quizás había actuado de forma exagerada y Jimin tenía una explicación para su actitud —De verdad estoy bien —Aseguró mientras sonreía y se despedía de Seunghee prometiéndole una respuesta en unos días.

Cuando salió del edificio sacó su teléfono para llamar a Jimin. Tenía que hablar con él y sacarse la espina del corazón que había plantado su mirada de culpabilidad, sin embargo, no hizo falta. 

Jimin estaba sentado en la plaza frente al edificio vestido con unos vaqueros azules y un suéter blanco mientras que sostenía una caja de comida en una mano y una gran chaqueta negra en la otra.

A Sae se le detuvo el corazón en el pecho. 

Nunca podría superar perder a Jimin.

Él la descubrió mirándolo y le regaló la misma sonrisa culpable de esta mañana que hizo que otra vez a Sae le doliera el pecho. Fue el primero en acercarse hasta ella y colocarle la chaqueta encima de los brazos con su ayuda.

— Estos días el clima no es bueno y sé por mi propio ojo que debajo de ese abrigo no hay mucho que te proteja —Dijo sonriéndole juguetonamente. 

Pero Sae Wa sabía que algo estaba mal, no era su Jimin de siempre.

— También te traje algo de comida, ¿me pones al día acerca de la reunión de hoy mientras comes? —Le preguntó mostrando la caja de almuerzo. Sae no respondió, sólo asintió y lo siguió hasta uno de los bancos de la plaza. 

El flujo de gente era escaso porque según las noticias iba a llover pronto, así que, ellos debieron seguir a las personas que se resguardaban de las nubes grises en las cafeterías pero en lugar de ellos se quedaron allí absortos de todo lo que pasaba alrededor.

— Creo que deberías empezar tú —Dijo Sae Wa mientras intentaba que sus manos no temblaran mientras abría la caja de comida —No puedo casi ni pensar desde que te pregunté en la mañana que si...

Jimin le puso una mano en la mejilla y la miró con una mezcla de dolor y consuelo. Sus labios lucían tan apetecibles en ese momento que Sae quería besarlo y olvidar cualquier rastro de duda en su alma.

Era Jimin, él no podía tener a alguien más.

— Sae, sé que tienes miedo y que hoy no actué de la mejor manera. Anoche tampoco y sinceramente no sabía cómo decirte esto hasta hoy cuando me miraste con ese miedo a perderme y no pude contenerme más —Le regaló todo en esa mirada cargada de sinceridad con la que ahora Sae se derretía.

Ella dejó la caja de comida a un lado y abrazó a Jimin no importándole que la primera gota fría cayó sobre su pierna.

— Sólo dímelo —Pidió ella y Jimin la estrechó entre sus brazos.

Iría por la opción fácil.

Iba a mentirle.

— Seungwoo me ha puesto un proyecto en las manos, uno realmente bueno para expandir nuestro pequeño negocio de especias en Hong Kong —Dijo tan rápidamente que ni él se creía sus palabras —Tiene estimado que estemos allá unos seis meses pero podría alargarse a unos ocho y yo...

Sae Wa se separó de él y escrutó su rostro buscando alguna señal de que le estaba mintiendo pero Jimin se las apañó bien para no echarse a llorar y contarle la verdad.

Todo por ahorrarle cualquier sufrimiento a su Sae.

— Espera, ¿esto era lo que tenías que decirme? —Ella tenía el entrecejo fruncido.

No lo creía, tenía que haber algo más.

— Sí. El simple hecho de separarme de ti me está matando, ¿por qué no te lo estás tomando tan mal como yo? —Intentó hacerse el ofendido pero la verdad se quería dar una bofetada así mismo porque sabía que si Sae supiera el verdadero motivo de su partida entonces iba a querer ir con él y echarse a su lado.

— Porque... Bueno, una traición suena peor que esto —Dijo ella y liberó un gran suspiro de alivio que quitó los cien kilos de peso que había ganado esa mañana —Oh Dios, Jimin —Lo abrazó tan fuerte que sabía que si no se separaban la lluvia los iba a empapar hasta los huesos.

Y así pasó cuando ya las gotas eran grandes gigantes que los mojaban pero no les importó. 

En ese momento había dos corazones en distintas sintonías: Uno aliviado y uno completamente herido.

— Mejor hablemos de ello en casa y así podrás explicarme sobre ese proyecto... La verdad no podría detenerte si eso es lo que deseas —Decía tranquilamente pero cada palabra rompía más el alma de Park.

Él deseaba que lo detuviera pero si lo detenía entonces en el futuro todo se detendría por siempre para ambos.

Las gotas de agua corrían por el rostro de Sae y Jimin y los pocos transeúntes los miraban como si estuvieran dementes.

— Sae... —Susurró él con un hilo de voz. 

Ella se distrajo un momento de su mirada cuando un mensaje llegó a su teléfono y lo ojeó rápidamente.

— Es de Seunghee, me ha dicho el nombre de la ONG con la que quiere que trabaje en Daegu —Había olvidado contarle a Jimin sobre la reunión. Él abrió los ojos sorprendido.

— ¿Daegu? —El nombre se le atoró en los labios y una gota corrió hasta ellos.

— Vamos a casa Jimin, estamos empapados y creo que tenemos una larga conversación por delante —Ella lo acarició y plantó un pequeño beso en sus labios para luego levantarse y llevarlo a refugiarse de la lluvia mientras lo tenía de la muñeca.

— ¿Y qué organización es esa? —Preguntó él mientras iban de camino al metro —¿Por qué tiene que ser Daegu? —Jimin sabía lo duro que era esa ciudad para Sae. Para ambos. 

— No lo sé, Seunghee me ha pasado el nombre para que lea algo sobre ella. Algo de Agust D... Agust Daegu si leí bien.

Jimin soltó un cansado suspiro ya cuando estaban frente al terminal esperando por su metro.

— Jimin —Llamó ella tirando de su brazo —¿Estás seguro que es todo lo que tenías que decirme?

Jimin evitó mirarla, si lo hacía iba a caer y no podía. Tenía que pensar en su futuro.

En la posibilidad de seguir juntos.

— Sí. Completamente seguro, amor —Mintió —Sólo quiero llegar a casa para que pueda besarte y volver a hacerte el amor mejor que ayer. 




linduras ya saben que al igual que mis otras historias iré explicando las cosas poco a poco, ¿qué teorías tienen de lo que sucederá?

quería invitarlos también a leer mi nueva historia se llama the ghost of you, ojo es kookmin así que son bienvenidos los que les guste ese ship.

voy adelantándome un poco a seesaw pero ¿qué tipo de final quieren para esta seesaw? ¿con quién quieren que quede sae, con jimin o con yoongi?

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