Era pasada la una de la madrugada el alcohol había hecho su efecto dándome la energía necesaria para aguantar de pie y saltando por todo el lugar durante cuatro horas. Era la última canción y el pequeño antro emanaba esa energía característica de jóvenes borrachos y drogados listos para golpearse entre sí con un fuerte sonido de guitarra al fondo.
El grupo de hard rock NCT estaba de gira por la ciudad presentándose en algunos antros de mala muerte, era difícil conseguir las entradas, estaban empezando a coger fama por su increíble música y por supuesto por lo atractivos que eran. Para mi suerte mi mejor amiga consiguió dos boletas para por fin cumplir nuestro sueño de verlos tan cerca; la noche había pasado rápido entre cervezas, vodka, canciones y pogos.
Al terminar mi mejor amiga y yo fuimos detrás del antro, queríamos probar suerte y ver si logramos cruzarnos con los de la banda. Nos reíamos mientras fumábamos y fantaseábamos con estar entre las sábanas de cualquiera de los miembros; mi favorito era el líder pero todos eran tan sexys que no me importaría estar con alguno sí se diera la oportunidad.
Al parecer era nuestro día de suerte pues de la puerta trasera del lugar empezaron a salir los chicos que rápidamente fijaron su mirada en nosotras, dos chicas con faldas cortas, tops de encaje que se veían a través de las camisetas rasgadas de la banda y botas negras sin duda pueden captar la atención de cualquier chico.
- ¿Quieren festejar un poco más, nenas? - habló el más alto del grupo haciendo que ambas sonriéramos para seguirlos.
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Estábamos en una habitación de hotel, era grande parecía una suite y realmente era la primera vez que estaba en un lugar así, pero ahora el cuarto era un desastre de botellas vacías, rastros de droga y colillas de cigarro. Los nueve chicos eran ruidosos y divertidos, nos hacían reír con sus bromas ocurrentes y de vez en cuando hacían comentarios subidos de tono que realmente me excitaban.
El lugar solo contaba con dos cuartos más la pequeña sala de estar en donde estábamos, pasadas las tres de la mañana uno de los chicos se me acercó por detrás abrazándome por la cintura para empezar a depositar pequeños besos por mi cuello.
- Jaehyun no te demores con ella todos queremos jugar - dijo el más alto del grupo
- Volveré pronto
El chico me jalo metiéndome a una de las piezas para luego atacar mis labios, me besaba con fuerza y para mí era como estar en un sueño. Me quitó la ropa con desespero, rasgando la camiseta a su paso haciéndome soltar un gruñido de reclamo.
- Esta bien, preciosa, te regalaré una exclusiva más tarde
Sus manos atraparon mis muslos para subirlos a su cadera y dirigirnos a la cama, ni siquiera me dejó respirar pues al apoyar mi espalda en la cama este metió dos de sus dedos dentro de mí, me penetraba con fuerza haciendo tijeras y moviéndolos en círculos haciéndome gritar de placer. Sus ojos no se apartaban de mi cuerpo, examinando cada parte cada reacción que hacía, podía ver sus ojos llenarse de lujuria haciéndome sentir más caliente.
- Estás tan mojada, nena, seré el primero en probarte y eso me excita
Me dijo cerca al oído mientras se ponía un condón para luego penetrarme con fuerza, sentía sus estocadas llegar hasta lo más profundo de mí tocando ese dulce punto que me hacía ver estrellas. Mis gritos eran ruidosos, sabía que los demás me escuchaban pero eso no parecía importarle a Jaehyun pues seguía penetrándome con un ritmo casi bestial. El orgasmo no tardó mucho enviándome una fuerte descarga eléctrica por toda mi espalda y dejándome sin aliento, Jae también se corrió y salió de mí para limpiarse.
Aún estaba acostada tratando de recuperar el aliento cuando el de mechones verdes me extendió la mano para levantarme suavemente de la cama.
- Alza tus manos, hermosa - hice lo que me pidió y este deslizó una enorme camiseta con la foto de la banda estampada - Ahora debes salir, todavía tienes que complacer a los otros.
Le hice caso casi hipnotizada, estaba cansada pero mi intimidad se mojó aún más de solo pensar que los otros también querían acostarse conmigo. Al salir del cuarto pude ver que en la sala solo estaban Taeil, Haechan y Jungwoo.
- ¿Estas bien, conejita? Espero Jaehyunie no te haya cansado - pronunció el chico de cabellos negros y cara tierna
- ¿Dónde están los demás?
- Oh no te preocupes, Johnny Yuta y Mark están teniendo su propia fiesta con tu amiga. Doyoung salió a fumar y a Tae no le gustan casi estas cosas dice que no le gusta aprovecharse de las chicas.
Hice un sonido de tristeza, bueno supongo que no todo se puede en esta vida pero al menos había estado con uno de ellos, sin dejarme si quiera refrescar la garganta el menor de todos me jalo hacia un sofá donde estaba Taeil y me sentó encima de él.
- Jaehyunie y Dons odian compartir pero a nosotros tres realmente nos encanta sobreestimular a las chicas. ¿Crees poder aguantarlo, muñeca? - Haechan pronunció para luego besarme.
El de cabello rojo detrás de mí besaba mi cuello dejando pequeñas mordidas, sus manos tomaron mis muslos para abrirlos lo máximo que pudiera dejando descubierta mi vagina. Pude sentir como Jungwoo se deslizaba por mis piernas agachándose para quedar a la altura de mi intimidad y luego lamerla como si fuera una paleta.
- Mmmm, Jaehyunie fue tan brusco contigo, linda, tus pliegues aún están rojos. Debemos encargarnos de eso ¿No creen, chicos?
Los otros dos asintieron para levantarme del regazo del mayor y acostarme de espaldas en el duro suelo. Taeil deslizó su pene dentro mío haciéndome gritar por la repentina intromisión pero no pude ser ruidosa por mucho tiempo pues posicionándose encima de mi rostro Jungwoo metió su pene.
- Chupa muy bien el pene de mi hermoso chico mientras yo me hundo en él ¿Quieres? - escuché que decía Haechan
Podía escuchar los gemidos de los tres hombres, roncos y placenteros mientras se rotaban para atragantarme con su pene o penetrarme. Ninguno me dejaba descansar penetrando mi boca e intimidad con fuerza y aunque salían lágrimas de mis ojos el placer que me causaban desvanecía el dolor o las ganas de parar.
Después de un tiempo sentí como Haechan se vino parando sus estocadas y luego Jungwoo terminaba en mi boca.
El mayor me levantó del suelo para ayudarme a limpiar, era un desastre de fluidos y sudor por lo cual el de cabello rojo río.
- A nosotros realmente nos gusta solo tener sexo entre los tres pero fuiste una buena chica, deberíamos invitarte más seguido
Pude ver como Haechan volvió a penetrar al pelinegro mientras el de cabello rojo limpiaba mi cuerpo con una toalla húmeda. Estaba realmente cansada y mis ojos se cerraban de a poco hasta que escuché la voz del más alto.
- Pensé que solo se comerían entre ustedes pero realmente acabaron con la pobre gatita - Johnny se acercó a nosotros observando mis expresiones de agotamiento
- No pudimos resistirnos, es bastante linda ¿No crees?
- Es hermosa - el chico me tomó en sus brazos cargándome como si fuera una princesa para luego caminar conmigo hasta la otra habitación del lugar-
- ¿No le darán descanso? - escuché a Taeil decir a lo lejos
- Yuta tiene una fantasía lésbica en mente
Estaba bastante cansada para siquiera quejarme, cuando entramos al cuarto pude ver a Mark esposado en la cama besando a mi amiga que era penetrada por el de cabellos teñidos.
- Traje a t/n pero el trío de gays la dejó bastante cansada - Johnny me descargó en la cama al otro lado de Mark
- Está bien, tengo algo que le gustará
Vi como Yuta salía de mi amiga para tomar algo del nochero y acercarse a mí
- Abre la boca, preciosa - su lengua entró en mí pasándome algo redondo de textura extraña - Traga
Obedecí sin saber qué era, el chico me miró sonriendo mientras mis ojitos se cerraban de a poco.
- Pronto empezaras a sentir lo efectos pero por ahora tendrás que aguantar un poco, gatita, no puedo retrasar más el orgasmo de mi lindo bebé
Escuché como el chico acostado a mi lado gemía mientras sentía su rostro acercarse al mío, sus labios me buscaban besando mi piel delicadamente y soltando pequeños gemidos.
- Abre los ojos y recibe a mi lindo bebé - Yuta ordenó de nuevo y saqué mis últimas fuerzas para acercarme más a Mark juntando nuestros labios, lo besaba con cariño y él igual demostraba lo dulce que era - Mis dos lindos bebés, si se portan bien prometo hacerlos sentir bien
Yuta arrastró mi cuerpo para dejar mi cabeza cerca al pene de Mark y mis piernas en el borde de la cama, vi a mi mejor amiga al otro lado del cuerpo del chico en la misma posición y le sonreí con algo de cansancio. Ella me miró con sus ojos cristalizados y una expresión que mostraba el increíble placer que había estado sintiendo.
Pude escuchar que los dos chicos discutían sobre quién debía penetrarme primero y a la final lo decidieron jugando piedra, papel o tijeras; mi amiga y yo nos reímos por su comportamiento inmaduro que contrastaba con lo sucio del momento. A la final Johnny se acercó a mí colocándose un condón para luego mirarme fijamente
- Ahora entiendo porqué ese trío puso sus manos en ti, pareces una diosa - el chico quitó la camiseta larga para verme completamente desnuda, puso su boca en mis pechos para luego penetrarme con suavidad.
Se hundía en mí con calidez, como si fuera un hermoso tesoro y eso realmente me estaba encantando había sido el más cuidadoso hasta hora preocupándose por mi placer, llenándome de besos por todo el cuerpo; podía escuchar los gemidos de Jesi mezclarse con los míos y había unos terceros que pude ver salían del chico acostado a nuestro lado.
- Ahora sean unas lindas gatitas y háganle una buena felación a mi bebé - Yuta habló
Estaba algo nerviosa cuando voltee mi rostro para mirar el pene de Mark pero mi amiga me trasmitió calma con su mirada para luego empezar a besar la punta del chico, me acerqué también para lamer toda su longitud. Jesi y yo tomabamos turnos para chupar su pene mientras los otros dos nos penetraban con fuerza, sus estocadas eran cada vez más certeras haciendo que succionara más el pene del chico.
Cuando Mark estaba cerca a venirse Yuta nos separó de su pene para que su esperma cayera sobre nuestro rostros.
- Que lindas se ven, ahora límpiense con la boca de la otra - el de cabello desteñido siempre mandaba, su tono de voz era demasiado autoritario como para negarse a hacerlo. Me acerqué a Jesi para empezar a lamer el semen de su rostro, podía sentir que a ambos chicos les gustaba pues la velocidad de sus movimientos aumentaron.
Cuando ambos se vinieron, Johnny me tomó poniéndome en uno de sus hombros y a mi amiga en el otro para llevarnos al baño mientras veía como Yuta desamarraba a Mark. El más alto preparó la bañera para que ambas entráramos.
- Deben limpiarse bien para poder descansar un poco
A pesar del baño relajante ya no me sentía cansada, cuando estuve limpia salí para vestirme de nuevo con la camiseta grande que Jaehyung me había dado. Yuta estaba acostado en la cama con Mark en su pecho mientras sobaba su cabeza, Johnny aún estaba en el baño cuidando a mi amiga que ahora ni siquiera era capaz de caminar por si sola.
- ¿Estás animada, muñeca? - Yuta habló a lo que yo solo asentí con mi cabeza, sentía el cuerpo ligero la sensación de cansancio se había esfumado y sentía que podía correr una maratón entera en ese momento - es por la pastilla, preciosa, pero tranquila sé de alguien que puede ayudarte con toda esa energía.
El rubio gritó el nombre de Doyoung haciendo que este apareciera por la puerta solo con sus jeans puestos y una mirada tan profunda que podía sentir que acabaría conmigo.
- Está cómo te gustan, Dons
El chico tomó mi mano arrastrándome de nuevo a la salita donde ahora solo quedaba Haechan que estaba dormido en el sofá, el de cabellos negros me jaló hasta afuera del todo de la suite para caminar por el pasillo largo hasta otro puerta; la habitación era igual de grande que la otra pero estaba silenciosa, ordenada y no olía a sexo ni alcohol.
- Odio que Taeyong nos espíe, me gusta la privacidad
Doyoung me tomó de las piernas para que las enredara en su cintura y llevarme hasta una de las piezas, ya adentró me beso de nuevo con paciencia, sin ningún afán, como si supiera que mi energía duraría lo suficiente para que no tuviera la necesidad de acelerarse.
Todo lo que hizo conmigo fue lento, jugó con mi intimidad hasta el cansancio sobreestimulándome hasta hacerme llorar, me tocaba con su lengua, me penetraba con vibradores, consoladores y cualquier objeto que tuviera a la mano. Pellizcaba mis pezones con fuerza haciéndome gritar y después de una hora por fin entró en mí buscando con desespero su liberación.
No me dejaba tocarlo, ni siquiera me besaba solo me miraba con sus ojos profundos llenos de lujuria y yo me perdía en ellos sintiendo cada vez más cerca el orgasmo ¿cuántas veces me había venido ya? había perdido la cuenta hace un tiempo, sobretodo con este chico que parecía un Dios del sexo, no se cansaba no paraba solo me penetraba cada vez más fuerte hasta hacerme llorar de nuevo. Por suerte lo que sea que me dio Yuta me permitía seguirle el ritmo, aún cuando probaba en mí cualquier pose que se le venía en mente; a veces eran fáciles otras me hacían doler la espalda pero en ese momento solo quería estar enredada en sus brazos.
Al terminar se baño conmigo y mi cuerpo ya se empezaba a sentir cansado pude ver incluso como los rayos de sol se asomaban por la ventana de la habitación, quería buscar mi celular pero no sentía mis piernas y el chico de cabellos negros ya se había dormido en la cama; traté con mis últimas fuerzas de salir de la pieza para al menos ir por mi ropa pero solo pude caminar hasta la salita donde me encontré con Taeyong que me miraba con algo de ¿ira?
- Mírate, ni siquiera puedes caminar. Dejaste que te trataran como una puta y hasta les recibiste drogas que no conocías
- ¿Cómo lo...?
- ¿Cómo lo sé? Tal vez no estuve presente pero vi todo lo que hiciste y escuché cada uno de tus gemidos
Estaba demasiado cansada para si quiera razonar en cómo lo había hecho, ¿acaso tenía cámaras?, caminé como pude hasta el sofá para sentarme y reposar mi cabeza, el chico de cabello rosa se acercó a mí para mirarme con esos ojos oscuros.
- Pero como fuiste tan complaciente con mis amigos, te cuidaré como lo mereces - el chico me tomó en sus brazos como una princesa para llevarme a la otra habitación donde se ocupó de mí como si fuera una niña pequeña, me ayudó a vestirme con uno de sus pijamas, peinó mi cabello y me obligó a comer aunque no tuviera apetito.
Al terminar dejo que me recostara en su pecho para empezar a sobar mis cabellos con delicadeza, sentía que dejaba besos en mi coronilla y el ritmo de su respiración me ayudó a conciliar el sueño.
- Ahora te quedarás por siempre a mi lado, preciosa