"¡Despierta, cabeza hueca!"
Natsu se despertó con la voz de la mujer que estaba a la derecha de él, recordando el último acontecimiento.
"Tal vez si finjo que no sabía lo que estaba pasando, puedo afirmar que soy la víctima aquí." Natsu pensó mientras planeaba su defensa. Sí, eso va a volar.
"Ur, déjalo dormir."
"¿Ur?" Preguntó Natsu."¿Por qué me suena tan familiar ese nombre?"
"Sí. Mi nombre es Ur, Ur Milkovich. Encantado de conocerte!" La mujer a su derecha dijo.
"¡Espera, Milkovich! Eso te convierte en la maestra de Gray y en la madre de Ultear! ¿Verdad?" Natsu preguntó intentando asegurarse de que tenía todas las bases cubiertas.
"No te olvides de Lyon."
"¿Quién?"
"¿Sabes, Lyon? Mago del hielo, probablemente te recuerda a Gray." Ur dijo, tratando de ayudarlo a recordar.
"No... exactamente. Espera, ¿me estás diciendo que hay más de un Gray ahí fuera?" Natsu miró al techo, "El horror".
Ur se rió y le besó en la nariz, diciendo que Natsu era mono. La mujer que estaba a su lado suspiró, estaba siendo pasada por alto en esta situación. Natsu se giró a su izquierda, y vio...¿una cara familiar?
"¿Lucy?"
"Lucy" se rió, "Aww, ¿no es lindo? Cree que soy mi hija. Supongo que debemos parecer gemelas".
"¿Lucy es tu hija? Entonces tú debes ser... ¡Layla!" Natsu es tan inteligente.
Layla sonrió, confirmando todo.
Natsu saltó de la cama, la gravedad de sus acciones de anoche amaneció sobre él. Ahora Natsu comenzó a ir de un lado a otro, entrando en pánico, "Diablos, diablos, diablos. Soy tan genial por hacer lo que hice, ¡pero ahora tengo tantos problemas!"
"¡Esperad, se supone que los dos estáis muertos!" Natsu gritó, señalándolos.
Soltó un falso jadeo, "Qué grosero. No está bien decirle a la gente que está viva, que debería estar muerta."
"Lo siento. Es sólo que Gray y Lucy dijeron que ustedes murieron".
Ur se asomó y miró a Layla que se encogió de hombros: "No, estamos vivos y en carne y hueso. Supongo que se equivocaron", mientras sonreía.
"¡Entonces eso los convierte en... Zombies!" Natsu corría por ahí y entraba en pánico, pensando que realmente la había cagado a lo grande.
"Pero esperad, los zombis no deben tener el aspecto que tenéis vosotros dos. ¿Qué está pasando aquí?" Estaba realmente confundido ahora.
Ambas mujeres se rieron de su reacción y de su cumplido. Le aseguraron que no eran criaturas no muertas. Aunque era un alivio que Natsu no se hubiera involucrado en actividades inmorales, parecía culpable de un crimen atroz: pasar la noche con dos madres.
De vuelta al pánico por Natsu. Está bastante seguro de que los hijos de estas dos madres van a estar muy enfadados con él. Luego está el resto de las chicas del gremio. Seguro que están celosas.
"Relájate, no es lo que piensas." Layla señaló entonces la parte inferior de Natsu. Fue entonces cuando se dio cuenta de que todavía llevaba pantalones. Natsu había ido como leñador sin camisa para su disfraz de Halloween. Erza insistió en que fuera así.
Le explicaron que había estado borracho y pudieron llevarlo a su casa. Dejaron fuera la parte en la que les había estado coqueteando. Cuando lo llevaron a casa, se desplomó en la cama y se quedó dormido, así que pensaron por qué no y se unieron a él.
"Natsu, estás haciendo tanto ruido por la mañana, ¿qué pasa?" Happy había entrado en la habitación de Natsu, interrumpiendo su conversación.
"¡Ahh, Intrusos! Natsu corr..." Happy empezó, pero se cortó. Cayó al suelo, congelado.
Ur había lanzado un grito de sorpresa, que Natsu pensó que era linda, y luego congeló al Exceed.
"¡Happy!"
"Lo siento, no estoy acostumbrado a los gatos voladores que pueden hablar." Ur se disculpó.
No pasa nada, Happy probablemente hizo algo para merecerlo. El estómago de Natsu entonces gruñó.
"Supongo que a todos nos vendría bien un pequeño desayuno, ¿qué tal si preparo algo?" Layla dijo, su modo de madre entrando en juego.
"P-pescado, por favor." Happy salió tartamudeando del suelo, todavía congelado.
Natsu recogió a su amigo congelado del suelo, siguiendo a las dos bellezas hasta la cocina.
Un poco más tarde
"¡Oh, hombre! ¡Esto es delicioso!"
"¡Aye sir!"
Ambas mujeres se rieron de la reacción de la pareja. Se sintió muy bien cuidar de alguien, ha pasado un tiempo para ambas. La conversación se volvió seria, ya que Natsu llegó al meollo del asunto.
"Todo el mundo querrá saber qué está pasando, por qué estáis aquí. ¿Qué vais a decir?"
"..."
"..."
"..."
"Lo sabemos". Ur habló: "Vamos a contarles todo, probablemente tengan algunas preguntas para nosotros".
Layla asintió. Iban a estar un poco nerviosos por las cosas, pero no iban a huir de esta situación. Los dos sonrieron cuando Natsu les dijo que él los respaldaba.
"¡Espera a que le digas a todo el mundo que has dormido en la misma cama que ellos, Natsu! ¿Puedo decírselo a Lucy?" Happy preguntó. Le gusta malinterpretar las situaciones.
"¿Por qué no dejamos esa pequeña parte fuera, eh Happy?"
Los dos empezaron a discutir de un lado a otro sobre si sería apropiado o no discutir esas cosas. Las dos mujeres sólo miraban, sacudiendo sus cabezas mientras Natsu aparentemente perdía el debate.
Cuando terminaron de comer, Natsu les mostró una de las habitaciones de invitados donde podían cambiarse de ropa, después de arreglarse en su baño. Se burló de Natsu por tener toda esta ropa de chicas aquí, sugiriendo que debía estar esperando alguna compañía femenina. Natsu intentó negarlo, pero sabía que era verdad.
Ahora que todos estaban listos, se dirigieron a Fairy Tail.
Frente a Fairy Tail
"Muy bien, ustedes dos esperen aquí. Iremos adelante, y prepararemos a todos." Natsu dijo, entrando con Happy. Las dos señoras las vieron entrar.
"¿Cómo crees que se lo tomarán?" Ur preguntó.
"Probablemente con lágrimas y preguntas", dijo Layla, una pequeña sonrisa adornando su cara. "De la misma manera que Ultear reaccionará."
Ur permaneció en silencio, insegura de cómo manejar las cosas con su hija.
Layla miró a su amiga, notando su actitud sombría. "Estás planeando verla, ¿verdad?"
"..."
La mujer rubia puso una mano tranquilizadora en el hombro de Ur, haciendo que se mirara a los ojos.
"No seas tan dura contigo misma. Vi que se enteró de lo que habías pasado, lo difícil que fue para ti renunciar a ella, lo triste que estabas cuando pensaste que había muerto. Le debes a ella hacerla saber que estás vivo. Ella podría usar el cierre."
"Está en su derecho. Si puedo manejar esta situación, debería poder manejar una charla con Ultear".
Layla frotó el hombro de su amiga, "No estás sola en esto, Natsu dijo que nos cubría las espaldas, ¿verdad?"
Eso les causó risa a ambos, seguro que era uno interesante.
Con Natsu
El gremio era muy animado, pero seguramente estaban esperando a Natsu.
"Muy bien, todos, escuchen. ¡Tengo algo importante que decir!"
Fue ignorado.
"¡Prestadme atención!" Natsu rugió, un chorro de fuego saliendo de su boca.
"¡Dejadlo ya, cerebro de llama!" Gritó Gray, lanzando varios picos de hielo a su rival. Natsu sonrió, listo para una pequeña pelea.
Eso se echó a perder cuando un escudo de hielo surgió, protegiéndolo.
"¿Eso es lo mejor que puedes hacer? Qué decepción." Ur dijo, apareciendo de la nada, sonriendo.
Layla suspiró, "Pensé que estábamos esperando a que Natsu nos presentara."
"!"
Los resultados fueron instantáneos.
"¡Whoo, señoritas hermosas!"
"¿¡U-Ur!?"
"¿Mamá?"
"¡Papá!"
Rose había corrido a saludar a su padre desde que pasó la noche en casa de Bisca. Natsu sonrió mientras recogía a su hija, la había echado de menos. Gray y Lucy se habían acercado corriendo, lanzando sus brazos alrededor de Ur y Layla respectivamente. La madre de Lucy tenía razón, estaban llenos de lágrimas y preguntas.
"Son muy pegajosas, ¿verdad?" Preguntó Layla mientras Lucy tenía un agarre de hierro sobre ella.
"Mamá". Lucy lloró.
"Me lo estás diciendo", dijo Ur, intentando quitarse a Gray de encima.
Era comprensible que para los dos magos, algunas de las personas más influyentes de sus vidas hubieran aparecido de repente, ¡y estuvieran vivas! Necesitarán un momento.
Después de un tiempo razonable, Natsu se acercó a las dos parejas, con Rose a la cabeza. Cuando les presentó a su hija, sus ojos brillaron al ver a las dos madres. Rose seguía señalando a Layla y Lucy, llamándolas gemelas.
Cuando Ur y Layla vieron la niña, Gray y Lucy se quedaron aferrados al aire mientras se quedaban atrás. Deja a las dos madres que se emocionen por ver a una niña pequeña.
"¡Awww, qué linda!" Las dos madres se arrullaron por la niña.
"Ur, por favor, ¿qué pasó?" Gray preguntó. No quería abrumar a su profesora, pero tenía que saber cómo engañaba a la muerte.
"Muy bien, supongo que a todos ustedes les gustaría saber exactamente lo que está pasando." Ur dijo que, recogiendo a Rose y sosteniéndola contra su cuerpo.
Respirando profundamente, Ur comenzó.
"Tártaro sucedió."
"¿Tártaro?"
Ella asintió, "Después de que detuve a Deliora, unos días después Tártaro apareció buscándolo. Parece que acaban de soltar a Deliora con fines de entretenimiento, o tal vez para ver lo fuertes que eran los humanos en ese momento".
El aire se volvió frío mientras Gray gruñía, ¡¿su familia fue asesinada por entretenimiento de Tártaro?!
"Lo siento Gray". Ur dijo.
"Me alegro de que los hayamos eliminado, aunque quizá no sufrieron lo suficiente". Sus ojos eran tan fríos como su magia. Ur tuvo que decirle que no pensara así, de lo contrario, no sería mejor que ellos.
"..." No quería admitirlo, pero sabía que Ur tenía razón.
Continuando con su historia, "Se interesaron por mí ya que no creían que los humanos pudieran detenerlo. Pero para cuando me encontraron, estaba casi derretido. Eso no les impidió recoger lo que pudieron para fines experimentales. Habrían intentado reconstruir mi cuerpo por sus propios motivos, pero ya estaban usando plata. Supongo que debo haber sido su sustituto por si algo le hubiera salido mal".
Gray se enfadó una vez más, su familia era sólo un juguete para Tártaro. De repente hubo un alboroto, cuando Mira comenzó a brillar en blanco, y sus ojos estaban en blanco. Después de un momento, volvió a la normalidad.
"Lo siento, estaba intentando preguntarle a Sayla qué estaban pensando, pero no quiere decir nada". Ur estaba impresionada, la camarera se las había arreglado para hacerse cargo de un oponente tan poderoso.
Gray dijo: "Pero destruimos la base del Tártaro, ¿cómo sobreviviste?"
"Estaba en un nivel secreto en su base, sólo un charco en una cámara de regeneración. Nunca pudieron revivirme, ya que no querían que dos de sus puertas fueran humanas. Pero probablemente me habrían traído de vuelta como uno de ellos".
Eso trajo recuerdos de Minerva, la maga de Sabertooth que Tártaro intentó convertir en una de ellas. Mira se alegró de que la cámara de Ur no estuviera al mismo nivel que las demás, las había destruido durante su lucha con Sayla.
"Después de que todos vencieron al Tártaro, la gente empezó a buscar entre los restos de la base destruida, buscando cualquier cosa de interés."
"Carroñeros", dijo Gray, pero fue en un tono de asco. Se supone que la gente descendería a cualquier cosa sin protección para usarla para sus propios propósitos egoístas, pero ¿por qué tenían que ser los enemigos de la humanidad?
"De toda la gente que pudo haber sido, resultó ser el consejo mágico. Así que mi cámara fue llevada a una instalación de investigación remota, donde podrían estudiar la tecnología del Tártaro. Pero empezaron a profundizar en algunas cosas oscuras, después de todo, estaban usando la investigación de los enemigos. Podrían haber estado buscando una manera de controlar a la gente que trajeron de vuelta a la vida. Por suerte, después de que descubrieron la tecnología, no iba a ser su peón por mucho tiempo, porque fui salvado por este ángel guardián". Ur dijo esa última parte, haciendo un gesto a Layla.
Layla sólo se rió, no se consideraba realmente como una especie de ángel. "Ehh, pensé que era mejor que estuvieras libre, y no el proyecto de alguien. Aunque, no has sido más que un problema desde que saliste".
"¿Quién, el pequeño yo?"
La mujer rubia puso los ojos en blanco, su amiga estaba lejos de ser inocente.
"Supongo que eso deja lo que estás haciendo aquí, mamá." Lucy dijo.
Ur le pasó a Rose a Layla, ya que la chica la estaba buscando.
"Lo siento, mi historia no es tan impresionante como la de Ur. Acabo de vivir en el mundo de los espíritus celestiales".
Entonces empezó a jugar con Rose, tarareando y actuando como si fuera todo lo que había que decir.
"¿Quieres decir?" Lucy gritó, "Todas esas veces que tuvimos tratos con el mundo celestial, ¿¡y nadie dijo nada!?"
"Teníamos que mantenerlo en secreto, ¿no es así, Virgo?" Layla gritó.
Hubo un destello de luz, reemplazado por la criada de pelo rosa.
"Sí, Layla-sama." Virgo asintió con la cabeza a la ex maga celestial.
Rose se apartó de las garras de Layla y corrió hacia el recién llegado. Virgo le sonrió, y luego la recogió.
"Huh". Natsu dijo, "No importa quién sea, mientras sea una mujer, Rose siempre quiere jugar con ellas."
Virgo estuvo de acuerdo, comentando lo linda que era la niña que Natsu había hecho. Natsu se frotó tímidamente la parte de atrás de su cabeza, nunca antes había conversado con Virgo. Eso hizo que la criada se riera de su incomodidad. Los dos se rieron un poco, perdidos en su pequeño mundo. Mirando hacia abajo, se dieron cuenta de que Rose estaba cogiendo accidentalmente una mano de ambos, formando un pequeño vínculo entre los tres. Natsu y Virgo se sonrojaron y miraron hacia otro lado, pensando que algo no dicho estaba siendo dicho. Eso no fue bien para Lucy, que se quejaba de que incluso sus espíritus se sentían atraídas por Natsu.
Esperando romper el pequeño momento entre los dos, Lucy preguntó a su madre por qué aparentemente había fingido su propia muerte, y había estado viviendo en el mundo de los espíritus todo este tiempo. Layla le explicó que era necesario que desapareciera, porque se necesitaba un mago celestial para combatir el E.N.D. cuando fuera revivido, ya que sabían que finalmente lo sería. La magia de luz del espíritu era capaz de desterrar la oscuridad que la creación de Zeref produjo. Layla fue elegida porque no estaban seguros de cuándo podría atacar el E.N.D. y necesitaban a alguien que pudiera luchar en cualquier momento, siendo Laila la única en ese momento que podía manejar tal tarea. Así que fingió su muerte y vivió en otro reino, esperando sorprender a sus enemigos. Jude se había opuesto, pero sin Layla disponible, todo el mundo podría haber sido eliminado hace mucho tiempo si E.N.D. hubiera atacado. Como se llevaba tan bien con ellos, el rey celestial la dejaba viajar a su reino cuando quería.
"Pero parece que todos ustedes fueron capaces de manejar las cosas sin necesidad de mi ayuda." Layla sonrió, estaba orgullosa de que su hija hubiera participado en la derrota de E.N.D. Abrazó a su hija, diciendo que la pesadilla había terminado.
"No sabía que E.N.D. venía en un paquete tan atractivo, eso es lo que creo que se llama 'enamorarse del enemigo'." Layla se rió, Natsu se ruborizó con sus palabras.
Entonces Layla emitió un chillido de sorpresa, mientras Lucy aplicaba un apretón de muerte de su abrazo.
"¿De qué estás hablando, Layla?" Lucy gruñó, mirando a su madre. Y se estaban llevando tan bien.
Sabiendo que no podía retractarse de lo que dijo, Layla continuó, "Qué, es un hombre muy atractivo. Además, Rose se ve exactamente como me imagino que se verá mi próxima hija. Supongo que tendré que ser la mejor madre que pueda ser para ella". Luego tomó a Rose en sus brazos y la arrulló, preguntándole si eso es lo que más le gustaría a la niña.
"¡¿Qué?!" Lucy gritó mientras se agarraba la cabeza, su madre estaba planeando quitarle el 'novio'. "¡¿De qué estás hablando?! ¡Tienes una hija aquí a la que le vendría bien un poco de maternidad!"
"No tiene sentido, ya has crecido. Rose necesita el toque de una madre."
Lucy lloró cómicamente, las lágrimas corrían por su cara después de ser desairada por su propia madre. Ouch.
"¿No te estás adelantando un poco, Layla?" Ur habló, no iba a dejar que su amiga se saliera con la suya en la situación. "Lucy tiene razón, necesitas concentrarte en tu propia hija primero, déjame a Rose a mí."
Ur entonces tomó uno de los brazos de Natsu, preguntando, "Natsu-kun, ¿qué tal si me llevas de vuelta a nuestra casa?"
Natsu sudó, "¡¿Qu-qué?!"
"Bueno, necesito un lugar para vivir, ¿verdad? Así que me quedaré contigo."
"¡Sobre mi cadáver!" Layla dijo, tomando el otro brazo de Natsu.
"Cuidado, rubia."
"Por qué tú..." Ahora Natsu está atrapado entre dos rivales, a punto de ser destruido. Aún así, ¿crees que tiene suerte? Bisca suspiró, pensó que tenía la categoría de madre soltera bloqueada, pero parece que han llegado dos nuevos contendientes...
"Hay mucho espacio en la Casa de Makarov". El maestro del gremio suplicó. Si consigue que uno de ellos se vaya con él, lo conseguirá.
"¡De ninguna manera!" Gray y Lucy rugieron, sacando a las dos mujeres de Natsu, "¡Están viviendo con nosotros!"
"¡Tú no eres mi jefe!" Fueron sus respuestas infantiles, los papeles se invirtieron.
"¡Sí, lo somos!" Parece que Gray y Lucy no tenían nada de eso.
"Espera" Gray se dio cuenta, "Ur, dijiste que querías volver a la casa de Natsu." Gray luchó por contenerse mientras Natsu sentía un escalofrío en su columna vertebral, "¡¿Qué quieres decir con eso?!"
Lucy también miraba a su madre con fuego en los ojos.
"Bueno", dijo Ur tímidamente, "... ya sabes". Gray necesitaba saberlo antes de matar a Natsu.
Menos mal que Happy habló, "¡Pasaron la noche en nuestra casa! ¡Los encontré en la cama con Natsu esta mañana!"
"¡Happy!"
Todos los ojos estaban ahora puestos en Natsu. Las pruebas tenían mala pinta, incluso intentar decir que no hicieron nada no sería bueno para él. Después de todo, ¿por qué estaban juntos en la cama? Explica eso. Parece que la intención le hace culpable.
"Esto es lo que creo que pasó". Natsu dijo, retrocediendo lentamente. Entonces cogió a Rose, y huyó de las puertas del gremio tan rápido como pudo, su hija gritando de risa en su cara aterrorizada.
"¡Natsu!"
Más tarde esa noche, las calles de Magnolia
"¡Truco o trato!" Rose y Asuka cantaron.
Estaban en la ciudad, sus padres las seguían, asegurándose de que las chicas se divirtieran. Bisca sonrió mientras veía a las dos chicas añadir a su transporte de caramelos. No hace mucho tiempo, no parecía que Rose fuera a ir a pedir dulces. Desde el incidente de ayer, incluso mencionar los dulces hizo que Rose se mareara. Pero no iba a dejar que una pequeña enfermedad le hiciera perderse más.
Bisca por su parte se alegró de que Natsu le pidiera a ella y a Asuka que lo acompañaran a él y a Rose. Parece que Bisca pudo cobrar el favor que Natsu le debía por cuidar a Rose anoche.
Rose estaba vestida de Dragón, mientras que Asuka era un caballero armado. Erza estaría orgullosa. Natsu había ido como campeón de boxeo, cualquier cosa para no llevar camisa, y Bisca había ido como una sexy hechicera.
Los dos padres caminaban y hablaban entre ellos, disfrutando de la compañía del otro. Bisca se alegró de disfrutar del cara a cara con él. Los dos compartieron algunas risas juntos. Finalmente, Natsu pudo relajarse y disfrutar, sin ser constantemente acosado. Tuvo que decirle a las otras chicas que estaría con Bisca a solas esta noche.
Pensando en los dos últimos días, Natsu pensó en una mujer en particular. Una a la que Natsu casi tuvo que rogarle que arreglara las cosas entre ella y su hija.
Mientras tanto, en el cuartel general de Crime Sorciere
Ultear se dirigió a la sala de conferencias del gremio. Si alguien estaba con ella, se habría quejado de que Jellal convocara una reunión de emergencia tan tarde en la noche. Tiró las puertas de la sala, para ver que era la última en llegar.
"Muy bien, ¿cuál es la gran idea Jellal? ¿No podía esperar hasta la mañana? I-"
Fue entonces cuando notó algún movimiento en una de las esquinas de la habitación poco iluminada. No estaban solos, como Ur se dio a conocer.
Ultear reconoció a su madre de inmediato, no había duda de la mujer de la que recibió su mirada. Pero Ultear no quería creer que fuera posible, incluso con sus compañeros confirmando que era así. Hace años, Ultear habría matado a su madre si se hubieran encontrado, pero ahora que sabía lo que Ur había hecho por ella, las cosas habían cambiado. Las lágrimas eran incapaces de dejar de fluir de los dos miembros de la familia Milkovich.
"Ul" Ur se asfixió, allí estaba su hija, viva y bien.
"Mamá" Ultear susurró, la realidad de la situación la golpeaba.
Las dos se apresuraron y se abrazaron, llorando el uno al otro.
"Lo siento mucho, cariño, ¡debo haberte parecido una madre terrible!"
"¡No te disculpes, no hiciste nada malo!" Las dos seguían queriendo disculparse y perdonarse mutuamente.
Suspirando con satisfacción, Jellal hizo que el resto de los brujos salieran de la habitación, dejando que los dos se pusieran al día. Así que todos se fueron, y al salir, pasaron por el dúo de abrazos, dando palmadas en la espalda a Ultear y deseándole la mejor de las suertes.
Fin del capítulo.