—es divertido verte tan irritada— tomo un mechón de su cabello Emmett.
—es irritante, simplemente estupido— rodó los ojos refiriéndose a la película, Romeo y Julieta otra vez tendrías que soportarlo— ambos murieron por pura estupidez.
—es cierto, pero le envidio una cosa— comentó captando la atención de su novia.
—Julieta no es tan linda, al menos que te guste una belleza tan básica y obvia— lo miro atento causándole una pequeña risa.
—le envidio el suicidio, es casi imposible para... ciertas personas — suspiró— para los humanos, es tan fácil tienen miles de opciones.
Venus sintió verdadera preocupación en aquel momento.
—estás diciendo una edwardada, ¿por que rayos dices una edwardada? — pregunto con una risa nerviosa.
—Me lo plantee una sola vez— aclaró— el día que pensé que te perdería, si no llegaba a ti a tiempo no sabría como diablos viviría.
Allí estaba aquel pensamiento de morir para no vivir sin la otra persona, un pensamiento que al parecer no la atormentaba solo a ella.
—¿que ibas a hacer?
—Ir a Italia y provocar a los Vulturis— aquel apellido sonó una campana en su mente que la llevó a un pequeño recuerdo.
Son los Vulturis, vienen cuando creen que algo extraño pasa. Esconde a Venus.
No había imágenes solo esa frase resonaba en su cabeza una y otra vez pero tampoco reconocía bien la voz.
—¿los que?— preguntó la chica.
—Loa Vulturis...
—¡Bueno supongo que mi estudiante estrella puede repetir los últimos versos de pentámetro yámbico!— el profesor Hopkins interrumpió la conversación de la pareja—¿puede hacerlo señorita Di Santi?
—Oh, aquí fijaré la eternidad de mi descanso y liberaré a mi carne del yugo de las estrellas. Ojos, mirad por última vez. Brazos, abrazad por última vez y labios, puertas del aliento, sellas con un casto beso un eterno pacto con la muerte — dijo la chica sin titubear.
—Muy bien, sería un éxito si dejara de distraerla joven Cullen— lanzó un marcador al chico que rió.
—Lo siento.
[...]
—Ese vestido te queda estupendo— sonrió Emmett colocando una mano en la cintura de la chica que admiraba aquella pintura.
—¿son ellos?— cuestionó cuando una imagen apareció en su mente unos segundos.
Tu debes de ser Venus, ¿no?
Era el mismo hombre de cabellos largos que sonreía a la chica mientras preguntaba aquello.
—Los Vulturis son una familia muy antigua y poderosa— explicó confirmado a la chica que si eran ellos— en mi mundo, son lo más parecido a la realeza.
—Ese es Carlisle— señaló al hombre quien estaba detrás de ellos, no preguntaba pues era obvio que era el.
—si, vivió con ellos unas décadas— asintió— los descubrió como muy refinados, sin respeto alguno por la vida humana. Al menos si respetan las artes y la ciencia— Venus no podía sacarse al peli negro de la cabeza— pero por encima de todo la ley.
—¿los vampiros tienen leyes?— quito su mirada de la pintura pues si seguía se volvería loca tratando de averiguar quien era aquel hombre.
—no muchas y sólo una es obligatoria de cumplir— se giró mirando a la chica fijamente, mirando sus ojos fijamente— debemos mantener la existencia de los nuestros en secreto, no nos exhibimos en público y no matamos de manera que llame la atención. A menos, claro, quieras morir.
—Adoro este tipo de cosas pero tienes que dejar de hablar de ellas— se puso de puntilla la chica para besar su mejilla— no puedo imaginarme a alguien haciéndote daño.
—amor, lo único que puede hacerme daño eres tú— tomó su mano— no puedo imaginarme perdiéndote.
—no es cierto, la pelirroja vendrá por nosotros y lo sabes— golpeó su hombro.
—¿victoria?— negó con la cabeza— algún día vendrá por mí o Edward, tal vez ambos pero alice lo verá y estaremos listos para detenerla.
La chica negó abrazándolo.
—Con todo lo que se puedo ser letal para un humano— se refirió a sus dotes de pelea— ¿imaginas convertida? Podría defenderte.
—Soy el uno de los vampiros más fuertes del mundo, no tienes que defenderme— colocó sus manos en ambas mejillas de la chica presionándolas y causando un puchero en los labios de la chica para luego besarla— eres hermosa.
—ti amo— sonrió esta acurrucándose contra su pecho— ¿vendrá por mi no?
—es de lo único que nunca podré protegerte— sonrío de lado refiriéndose a la sonriente castaña que entraba en la habitación— mi hermana.
—¡abriremos los regalos de bella!— tomó el brazo de la chica tirando de él causando la risa de Emmett.
—trate de detenerla— aviso Bella refiriéndose a alice.
—como si fuera posible— sonrió esme abrazando a la peli negra—¡Hola querida!
—¡Esme!— le devolvió el abrazo efusivamente mientras Bella fotografiaba.
—Son momentos que se que querrás— sonrió su hermana— aparte ya alice hizo unas mil fotos mías.
—Así que saliendo con mujeres mayores hermanito, caliente— molesto Emmett a Edward ganándose una mala mirada de su novia—¿que?
—solo cállate— pidió para luego abrazar a Rose y Thomas, el ultimo haciéndola dar una vuelta—¡Thomas!— se quejó mientras esté la bajaba riendo.
—¿Nunca dejarás de molestarla?— lo golpeó su novia y el chico negó.
—Es fácil de hacerlo.
—¡oh gracias!— exclamó con ironía la chica para luego colarse entre los brazos de Emmett quien la abrazó feliz.
—¡hora de los regalos!— grito alice emocionada haciendo que Bella estuviera en medio de todos—tú eres la primera, rosalie— le entrego una caja a la rubia.
—es un collar— de lo entrego de mala gana—lo eligieron Venus y alice— aclaró para no ilusionar a la chica ganando malas miradas de parte de todos.
—gracias— sonrió de lado la chica pero no tuvo siquiera tiempo de sentirse mal cuando alice le entregó otra caja.
—¡es de Emmett!— Venus miro al chico confundido pues no sabía que este le había comprado un regalo a su hermana, bella movió la caja ligera te al sentirla liviana para saber que estaba vacía.
—Ya está instalado— comentó emocionado— por fin un equipo de música decente para esa bas...
—¡oye!— se quejaron las hermanas al unísono.
—No insultes a la camioneta, la camioneta es buena— lo señalo bella.
—concuerdo— afirmó Venus.
—¡Abre el de Esme y Carlisle!— siguió entregando cajas alice, la chica parecía más emocionada que la cumpleañera bueno para ser sinceros alice siempre estaba más emocionada que la cumpleañera.
—Una cosita para alegrarte el día.— le sonrío Carlisle abrazando a su esposa.
—Si, estas pálida últimamente— le siguió esme.
Bella abrió aquella cajita cortándose el dedo y allí mismo se desató todo el problema.
Jasper rápidamente trato de lanzarse sobre Bella al sentir el olor de la sangre y Edward tratando de defender a su novia la lanzó contra la pequeña mesa de cristal detrás de esta.
—¡Bella!— gritó Venus con los ojos abiertos tratando de acercarse cosa que Emmett no le permitió—¡suelta!— gritó mirándolo fijamente y el chico lo hizo sin dudarlo.
Venus corrió a ayudar a su hermana mientras Thomas y Carlisle detenían a Jasper quien segundos antes había salido volando sobre el piano a causa de un golpe de Edward.
Emmett no dudo en colocarse frente a su novia quien estaba en el piso tratando de detener el sangrado de Bella.
—¡Jaz!— alice corrió hacia su novio— tranquilo, es solo un poco de...sangre.
Carlisle se alejó para curar a Bella mientras Venus mantenía su mirada fija en el rubio quien por unos segundos pareció salir de aquella frenesí solo para mirarla con ¿pena? En sus ojos.
cálmate.
—Jasper— trato de acercarse cosa que Emmett no le permitió— es bella, tienes que calmarte.
El chico se relajo solo un poco pero lo suficiente para que Thomas y alice pudieran sacarlo de allí.
—Vayan a ver a Jasper, debe de estar arrepentido y sólo los escuchará a ustedes—pidió Carlisle pero ninguno de los dos chicos se movió, Emmett se dedicaba a mirar a Venus buscando algún tipo de herida y Edward solo miraba a bella sin hacer nada.
—Tu brazo— lo tomó, cuando la chica había querido ayudar a bella se había lanzado al piso causando que algunos vidrios se incrustaran en su brazo también— Carlisle te curara.
Con eso Emmett tomo a Edward por los hombros saliendo de allí.
[...]
—Nunca quise una fiesta—se culpó Bella mirando su brazo ya cocido.
Carlisle la miro ligeramente volviéndose a concentrar en el brazo de Venus.
—Bells, no es tu culpa— la tranquilizó su hermana.
—Jasper solo lleva menos tiempo que nosotros sin ver sangre bella, por eso reacciono así — explicó Carlisle.
—¿como lo haces?— pregunto ahora a Carlisle que parecía más que tranquilo con la sangre de ambas chicas.
—Muchos años de práctica— sonrió el hombre comenzando a cocer a Venus quien tenía la mirada perdida no exactamente por lo sucedido si no por que algo extraño pasaba con ella misma.
Había querido ignorarlo antes pero ya no podía, Emmett la había soltado sin dudarlo y Jasper se había tranquilizado.
—¿Venus?— llamó Carlisle— ¿pasa algo?
La chica negó rápidamente.
—No es nada...
—Bella, Edward te espera abajo— interrumpió esme.
—Me llevará Emmett— informó a la chica quien asintió saliendo de allí.
—¿que te pasa cariño?— pregunto esme entrando a la habitación también.
—yo solo...— suspiro— es una tontería que no tiene sentido— negó si decía aquello pensarían que estaba loca.
[...]
—No debí de dejarte acercarte a Bella— gruño Emmett estacionándose fuera de la casa de la italiana— pero fue algo automático.
Venus negó con la cabeza acariciando su mejilla.
—Estoy bien, son solo unos puntos— lo tranquilizó.
—¿si hubiera sido tu la que hubiera sangrado de primera?— preguntó mirándola fijamente— me mataría si algo así te pasa, Vee.
—¿Viste como Jasper se calmó conmigo? Nunca me haría algo así Emmett— apretó su mano.
—Dos veces te puse en peligro ya— siguió hablando ignorando a Venus.
—¡Emmett Cullen!— le gritó la chica para que prestara atención— estoy bien y no pasó nada, te amo pero pareces un loco obsesivo así que quiero a mi novio el idiota devuelta por favor.
El chico soltó una pequeña risa y besó suavemente sus labios.
— eres increíble.