XXIV | tranquilidad

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—Si me hubiera dicho a Bella que no podía arreglas las motos, ¿que crees que habría dicho?— Venus se encontraba en la camioneta junto a Jacob

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—Si me hubiera dicho a Bella que no podía arreglas las motos, ¿que crees que habría dicho?— Venus se encontraba en la camioneta junto a Jacob.

—¿dudas de tus habilidades?— sonrió tratando de evitar la conversación pues su respuesta sincera era que con la situación sentimental de bella en este momento probablemente hubiera buscado a alguien más que lo hiciera solo para conseguir esa adrenalina que tanto buscaba.

—No, para nada— rió — las motos funcionaras perfectamente, solo que...si fuera listo hubiera alargado el proceso un poco más.

—Jake— suspiró la chica— se como te sientes sobre bella y necesito que entiendas que ella nunca dejará de amar a Edward, te lo digo por tu propio bien.

—creo que tengo una oportunidad— dijo seguro el chico.

—bueno esperemos tengas razón, ah cierto no la tienes— se burló riendo ganándose una mala mirada del chico— le gustan los chicos...mayores.

—¡Son solo tres años!— se quejó el chico.

—Conmigo no te quejes, a mi eso no es que me moleste mucho— le sonrió para dirigir su mirada a la alta montaña donde rápidamente identifico al idiota—¿Ese es Sam Uley?— preguntó a Jacob, habían cuatro chicos que parecían estar peleando y uno de ellos era Paul.

—el y su secta— se mofó Jacob.

—oh mierda— se detuvo cuando vio a uno de los chicos caer al agua, bajo del auto preocupada mientras Jacob reía.

—No pelean de verdad, se llama salto de acantilados— explicó— es terrorífico, pero un auténtico subidón.

—¿un subidón?— su mente fue automáticamente a la castaña, si Venus se lanzaba de allí probablemente podría nadar sin problema a la orilla pero bella jamás lo lograría— ¿bella sabe de esto?

—si, ayer pasamos por aquí y los chicos hacían lo mismo— se acercó a ella— la mayoría salgamos de más abajo, lo de alardear de lo dejamos a Sam y sus discípulos.

Paul era el próximo en lanzarse y Venus sintió el corazón en la boca.

No lo hagas.

El chico dirigió su mirada a ella automáticamente pues él nunca se diría eso a sí mismo, lo había hecho mil veces antes y ya conocía la habilidad de la chica.

Ella negó con su cabeza ligeramente esperando que esté no lo hiciera pero sin dudarlo se lanzó al agua.

—¿que diablos le pasa a esos chicos?— pregunto frustrada.

—creen que son los dueños de esto, Paul los llamaba "seguratas con esteroides" Embry también, ahora míralos.

—¿ese es embry?— pregunto sorprendida al ver al chico de pelo largo totalmente cambiado— ¿que le pasó?

—lo mismos que a Paul, dejó de ir al colegio enfermo y de la nada empezó a seguir a Sam como un perrito. Sam se queda mirándome, como si estuviera esperando o algo así— contó el chico— empieza a darme miedo.

—Deberías de evitarlo, es un idiota y si no hace caso— sonrió la chica— puedo golpearlo muy fuerte.

Jacob rió para luego sonreírle.

—aveces olvidó que te crees ninja.

[...]

—¿que hora es?— abrió los ojos la chica encontrándose con dos pares de ojos mirándola fijamente— joder— gritó asustada.

Madre e hija la miraban orgullosas.

—Estuviste cuatro horas meditando—informó la mujer— nada pudo sacarte de ese espacio.

—¡eso que traje una funda llena de chocolate y hamburguesas!— informó la peli azul— ni eso te saco de allí.

—Lograste la concentración, ahora debemos pasar a la práctica y creo que esta es la oportunidad perfecta— señaló al chico que la veía una vez más a lo lejos— convéncelo de que se quede, convéncelo de hablar contigo.

—hoy trate de hacerlo no saltar y lo hizo como quiera—negó con la cabeza— no lo lograre.

—allí te equivocas, el chico duda cada vez que te ve si irse o no— le informo la mujer— todos lo vemos y también te digo que tiene una hora al menos parado allí viéndote, quiere hablar contigo pero no sé lo puede permitir tu puedes hacer que las parte de él que quiere quedarse sea mayor a la otra.

—Aparte no pierdes nada tratando, Vee.

—Bien— se giró para tener su mirada fija en el chico.

Háblame.

No te vayas.

Háblame.

Comenzó a acercarse poco a poco y llegó a estar sumamente cerca del chico pero este una vez más cambió de rumbo cuando a Venus le quedaban unos tres pasos para estar cara a cara.

¡merda!— gritó molesta la chica, la frustración que sentía otra vez podía con ella Paul la desesperaba más que todos los demás a por la falta de razón.

Bella le había gritado por que no la quería cerca, Emmett también y por eso había decidido dejar eso atrás pero Paul no le había dicho nada.

El chico de un día a otro simplemente se alejó también en un día que sabía que era importante para ella.

[...]

Uno de sus pasatiempos nuevos era ir a la push a nadar por unas horas junto a Aisha cuando estaba muy estresada y hoy era uno de esos días en los que sentía gran frustración solo que Aisha había tenido que quedarse ayudando a su madre en unos remedios para la reserva.

Así que se encontraba mirado el mar que parecía tan tranquilo, pocas veces se podía ver las aguas de la playa tan tranquila.

—Quisiera poder estar yo así de tranquila— susurro para sí misma.

Cerró los ojos unos segundos causando que varias imágenes aparecieran, recuerdos que la abrumaban más todavía.

Su primera vez con Emmett, como rieron cuando la cama se rompió.

De compras con amabas chicas y la pelea por el chocolate.

Ganándole a Jasper en ajedrez y como el chico había tratado de confundirla todo el juego.

Golpeando a Edward en clase de artes cuando este la dibujo de manera horrenda.

Perdiendo contra Thomas en los videojuegos.

Cocinando con Carlisle y Esme.

Abrió los ojos negando con la cabeza, quería gritar, quería llorar y quería olvidar.

Como podía ser posible que alguien que amara tanto la destruyera de tal manera, todas las promesas y palabras se las había llevado el viento.

La enorme felicidad que sentía había sido remplazada por simple euforia fingida.

Y la euforia no era más que la capacidad de soportar el dolor pero aquella euforia fingida un día acabaría y la destruiría.

La chica en un impulso estupido camino dentro del agua aún vestida, no se detuvo hasta que sus zapatos no tocaran la arena.

Cuando llego a la parte profunda hizo aquello que tenía meses querido hacer grito, grito con todas sus fuerzas donde nadie podía escucharla, donde no podía escucharse ni ella misma.

𝐕𝐄𝐍𝐔𝐒 | 𝙀𝙈𝙈𝙀𝙏𝙏 𝘾𝙐𝙇𝙇𝙀𝙉  ✔️Onde as histórias ganham vida. Descobre agora