*Holiwis. Desde aquí te doy una recomendación. Los capítulos están desordenados porque wattpad esta loco, si bb, te recomiendo que los busques. Igual está enumerados beisa. Disfrute no más. *
Pablo ayer me escribió pidiendo que vaya al entrenamiento, parecía estar suplicando, aunque no escuche su voz me lo imaginé así. Él siempre ha sido ese chicle de amigo, él que siempre quiere sacar sonrisas.
Así que aquella tarde con nervios rozando mi cuerpo decidí ir, una parte de mi quiere recuperar las cosas como eran antes ¡Si tuviera un botón de reinicio lo haría! Es lo que anhelo, volver ser como antes... antes de un vacío creciera en mi.
Entre a la cancha. Sentía el uniforme extraño, dando una respiración profunda abri la puerta sin querer llamar la atención.
-¡Ohhhh!
Fue un intento fallido, las miradas se detuvieron incrédulos.
Me rasque la nuca, tragando en seco musite débil un: -H-hola, chicos...
-¡¡Allan!! -gritaron al insonio.
Una avalancha de deportistas malolientes se vino contra mí. Como un peón diminuto, caí con ellos al suelo, como un par de bolos. Se emocionaron al verme, esa pequeña sensación de satisfacción me alegró.
-Auch -me quejé -volada de chiflados. Los extrañé muchachos.
-Guapetón, a los años que vienes.
-¿Haz crecido? -rode los ojos ante el comentario de Anthony -Es verdad sigues siendo un enano -agarro mi cabeza despeinandome.
-¡Oh primor déjame! -lo empuje entre carcagadas.
Hugo me dio una palmada -Es bueno verte por acá.
Despistado sentí un minúsculo dolor, al notar que era Hugo me sacó la lengua mostrando un cabello que arranco.
-Oye...
-Confirmado chicos no es un holograma.
-Tonto, es obvio que no lo soy.
-Habrán paso.... Allan, -Pablo paso su brazo por mi hombro -que bueno que viniste. -sonrió.
-A mi también me alegra Pablo.
Alzo las cejas con picardía pasando su mano por el mentón -¿Me veo más guapo verdad?
-Je si que aspiras a mucho Pablo.
Bufio pellizcando mi brazo.
-Auch, al parecer todos se pusieron de acuerdo para maltratarme -bromeó sobandome el brazo.
Todos estaban ahí, excepto... Pedro ¿dónde se habrá metido? no he sabido nada de él ¿cómo estará?
Aunque antes no fuéramos tan cercanos las líneas del tiempo nos fueron uniendo, el es mi mejor amigo, es alguien que no quiere perder.
Varios recuerdos llegaron a mi mente. Viejos momentos en los cuales disfrutamos todos los niños en el barrio, las salidas, los helados, las escondidas y los castillos enormes de fortalezas. Y él estaba ahí, con su cabello ondulado, incapaz de correr por salvar su propio trasero. Es un vago. Y lo sigue siendo. Él mismo niño chimuelo que conocí.
-Sí, me parece que... -nuestras miradas se encontraron. Recién él había llegado al entrenamiento, la cara de la entrenadora era emocional juraría que Plabo esta reprochando se por no haber traído la cámara.
Camino apretando sus puños. Si me golpea no haré nada, aunque con su fuerza no logrará mucho, pero me lo merezco. He sido un mal amigo es normal que me odie.
Hasta yo lo hago en ciertas ocacciones.
-Pedro -musite.
-Allan -sonrió con calidez formando unos hoyuelos -,bienvenido a casa.
-Bueno, bueno -hablo la entrenadora. Se limpió ciertas lágrimas disimulando -hoy es la última práctica, para mañana todo se abra acabo. Así que den todo.
Eufóricos y en un solo grito decimos:
-¡¡Si!!
Con el paso de tiempo. Estos desconocidos, formaron parte de mi vida, son amigos, no, más que eso, son mi familia. Aquí pude ser yo sin ser juzgado, y eso es algo que agradezco.
-¡Buen pase, Hugo! -los movimientos y jugadas de todos, han mejorado. Crecieron cuando no estuve.
-¡Luis, anota es tu oportunidad! -gritó Pablo.
Pero él no hizo caso. Me paso el balón a mi, su mirada fue suficiente comunicado de lo que tenía que hacer.
Al fin resolvería esa duda que tanto tenia al agarrar el balón, era ahora.
Pase a algunos, mis pies se movían como yo deseaba. La sensación era refrescante.
Al llegar al aro, la duda me inundó. Los gritos de algunos se escuchaba; la suela de los zapatos contra el suelo, el sudor corriendo por mi cuerpo y el balón en el aire.
Dio varias vueltas por el aro hasta que ¡Bah! Fue rechazado. Pedro logro agarrar el balón, antes que topara al suelo.
-¡Toma, anota! -me lo paso.
-¡Marquen a Allan, que no anoté!
¡Buh! Lo lanze, para sorpresa mía entro. La alegría que sentía era única, e insaciable. Sentí la verdadera felicidad invadir mi cuerpo. Tantas ampollas, desvelada y la respuestada a estado aquí.
Siempre intenté resolver las cosas solo, pero al final. Solo debía confiar en ellos en que me respaldarán la espalda. Confío en mi equipo.
-¡Oh, si! -aunque era un partido entre nosotros. Festejaron que entrara al aro, aunque para algunos signifique su derrota.
-¡Lo hicieron bien! Si, ese es mi equipo -siguió comiendo de su sanduche orgullosa. Definitivamente no es su mejor trabajo.
...
-¡Oh, fue emocionante! Esta bueno verte acá, hermano. -paso su brazo por mis hombros.
-Ni que lo dijas, -suspire -¿y cierto cómo esta Anabel? -no la he visto. Fue tierna al darme un espacio que necesitaba, me leyó de marravilla.
-Umm ¿ella? Anabel está saliendo con Pablo. -Comencé a tocer, eso si me tomo por sorpresa, nunca me imaginé que ellos dos... -, ¿estás bien? -me miró preocupado.
-Ah, sí. S-solo me sorprendió un poco. -él río, lo observe de reojo. Subi la cremallera de mi abrigo, hace frío a estas horas en Misan.
-¿Un poco? Es como si hubieras visto un fantasma, no me digas -alzo las cejas con picardía -que te enamoraste de Ana.
¿Enamorarme de Ana? ¿Qué? Me sonroje levemente avergonzado, Pedro optó por seguir riendo como payaso.
-¿Qué? No. No me lo esperaba, eso es todo. Igual me alegro por ambos -metí las manos a los bolsillos. -,Ana se merece algo mejor.
Yo no era suficiente.
-Si te gusta Anabel no hay problema, y si también sientes algo por Domenica... no hay problema -me dio un suave golpe en la cabeza -,el corazón es libre de amar, solo trata de que nadie salga lastimado. A clara lo que sientes antes de tomar una decisión. No lastimes a nadie tonto.
-Pero Anabel sale con Pablo ¿no? Igual no haría n-nada.
Saco la lengua, haciendo el símbolo de amor y paz -Mentí
-¿Qué? ¡Pedro! -solté un chillido.
-L-lo siento, lo siento, no creí que te importara -siguió riendo.
-Si te ríes tus disculpas no parecen sinceras. -murmure.
Las calles lucían solitarias, no transcurre mucha gente en la noche. Algo clásico, de la ciudad de las luces, algo sumamente clásico de Misan.
Tome una respiración profunda, me siento bien, estoy feliz.
-Umm, se siente bien. -cerro los ojos.
-¿Qué?
Los abrió -Estas de vuelta, -rasco su nuca nervioso -no a sido lo mismo si tu no estabas, los ánimos parecían estar en el suelo Allan. Eres importante.
Me ruborice -¿Qué tiró, Pedro? Me gustan las mujeres, no intentes seducirme. -brome.
-Babosadas las tuyas.
Ambos reimos a carcagadas. No pensé divertirme tanto, los extrañado tanto a mis amigos. Me incluye y ni siquiera piden respuestas a las igconitas que se forman alrededor.
Gracias, Pedro, gracias Pablo, gracias a todos.
Miré el cielo, estaba repleto de estrellas hermosas y una luna enorme redondita. Es una linda vista. Espero seguir viéndolo, junto a todos ellos.
¿Cómo será el cielo junto a ella?
Meneo la cabeza.
El corazón no tiene remedio.
4 semanas después de los 17.
Capítulo 25: Cielo
Pd: Estoy muy confundida con Allan :) no se a quien ama, es como si derepente él haiga cobrado vida y me guarda esos secretos ¡Que injusto!
¿Saben con quien se quedará?
¡Nesecito pistas Allan!
-Nop.